A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

miércoles, 30 de julio de 2014

Nada poseo y nada me posee...



Atardecer en El Teide, con el mar de nubes....

Una de las cosas más difíciles en el ir y venir del día día de cualquier ser humano, son las relaciones interpersonales. Porque nuestro diálogo, no está escrito, no es una novela de un escritor célebre, ni una obra de teatro de Federico García Lorca o de Alejandro Casona o de Isaac Chocrón, etc. En realidad es nuestra ópera prima, que la escribimos en el aire, a donde van a parar las palabras, las cuales serán escuchadas por uno o varios interlocutores y a su vez, serán respondidas...

Hay un refrán popular que dice ...¨Las palabras se las lleva el viento...¨ y otro más sensato dice: ´Una vez dichas, no las puedes recoger¨...

Y el pueblo nato, en su gran y simple sabiduría tiene razón, porque una vez que emitimos una palabra y sale de nuestros labios y es transportada por el aire y llega a los oídos de la persona a la cual nos referimos, si son palabras agradables, tendremos respuestas en el mismo tono, pero si por el contrario usamos palabras agrias, amargas, reprochadoras, o cualquier otra que pueda herir el sentimiento de la persona, dependiendo de la actitud de ésta, sabremos cuán profunda ha sido la herida infringida o la huella que marcará su vida, sin nosotros saberlo, quizás para siempre.

Es entonces, al ver el dolor reflejado en esa mirada, cuando nos damos cuenta de lo exagerado de nuestro comentario, o de lo injusto o impropio del mismo; y esto ocurre muchas veces, porque antes de hablar no razonamos la respuesta que vamos a dar, y algo que quizás no tenía ninguna fuente de maldad o intención de hacer daño, hiere a esa persona injustamente, la mayoría de las veces,... y el otro calla... y nuestro corazón, si es orgulloso, piensa que se merece sentir ese dolor, porque el  ¨yo¨siempre tiene razón.... ¡ Y cuán equivocados estamos!!!!!!!!!!!.

El Ego, hace estragos en la mente de las personas, y si incluso va adherido a la Vanidad, estamos hechos!. Estos dos elementos juntos, no conocen ni admiten, ni admiran la Humildad, al contrario se burlan de ella, se ufanan de ser mejores, de ser más inteligentes, de poseer más belleza, más preparación, más influencia, de conocer ¨quien es quien¨en esta sociedad que vivimos, y cada vez que pueden tratan de pisotear a aquel que en un momento dado, y sin querer, les puede hacer ¨sombra¨.

¡Cuán despiadados pueden llegar a ser!. Admitir que tu compañero o compañera de trabajo es inteligente y eficiente, ¡ en jamas de los jamases!, antes habrá que elaborar un plan bien urdido, para hacerles caer en errores, y como suelen ser tan confiados, ahí está la trampa y caerán como corderitos, y luego directo al matadero y disfrutan para sí mismos, imaginándose la escena en donde el pobre empleado de una sucursal cualquiera, que podría haber ascendido, es despedido, gracias a las sucias estratagemas urdidas, solo para demostrar ¨el poder¨. Yo he conocido a gente así, y me burlaba de esas personas, pensando en la espada de He-Man y y las imaginaba diciendo ¨Yo amo el poder¨.... también sabía que una de esas trampas algún día serían para mí, y se que ellas disfrutaban, sabiendo que su plan tardaría pocas horas o días  en ser efectivo.

Yo trabajé durante 22 años en un medio muy duro para una mujer, y escalé posiciones poco a poco, por mi inteligencia, por lo trabajadora y eficiente, amaba mi trabajo y para mí era una especie de sacerdocio, lastimosamente, reconozco que en ese diario luchar  por sobrevivir en un medio tan hostil, descuidé lo más importante de mi vida, aunque siempre estuve pendiente de ellos, pero mi trabajo me llevó incluso a viajar dentro y fuera del país, y me perdí muchos momentos importantes.

Hoy en día, no quiero poder alguno, no quiero un cargo X, no necesito probarle a nadie, ni a mi misma, la clase de persona que soy, sé quien soy, lo que puedo o no puedo hacer, y lo que puedo enseñar, la experiencia de quien ha vivido y ha sobrevivido a muchas situaciones y que siempre salió por la puerta grande.

Después de muchas vicisitudes puedo decirles que no les guardo rencor a ninguno de los que urdieron las trampas, ni a los que festejaron mi salida en un momento dado, a todos y cada uno de ellos los he perdonado, y les agradezco de todo corazón la lección aprendida, e incluso les he enviado mi amor a través de la oración, porque si hay algo en mí que tiene valor es mi honestidad e integridad, en estos momentos de mi vida personal, donde están ocurriendo cambios muy fuertes, y en donde debo sacar toda mi entereza para afrontar el porvenir, no puedo ni quiero guardar rencores hacia nadie. 

Agradezco a los cuatro jefes que tuve en mi vida profesional, de ellos aprendí muchísimo y se que ellos valoraron mi trabajo y mi esfuerzo, algunos compañeros pensarán que desaparecí del mapa, pero no aún estoy aquí, sólo que en otro camino muy distinto, pero si me necesitan, pueden buscarme y yo en la medida de mi humanidad, les tenderé mi mano y los ayudaré en lo que pueda, y si necesitan un hombro donde llorar, también lo tienen a su disposición. 

No guardo rencores, no quiero piedras en mi camino, solo la arena de una playa o la hierba recién cortada con gotas de rocío que mojen mis pies. Quiero mi mente lúcida, y manos abiertas para abrazar a mis hijos y a mis nietos, para salir con mis amigas y recordar con alegría, lo vivido, y vivir nuevas experiencias, las que Dios tenga destinadas para mí. 

Y cuando llegue la hora y deba entregarme a mi Señor, que tenga a mi lado una mano amiga que cierre mis ojos y eleve una oración por mí.

Nada poseo, y nada me posee, he ahí mi sentido de Libertad plena.



Que Dios los Bendiga



Mireya Pérez





viernes, 25 de julio de 2014

La felicidad es una elección...La desgracia, una posibilidad.









Hoy vamos a analizar un capítulo, del mismo nombre del Libro EL LIBRO DE LAS SIETE VERDADES de CALVIN MILLER, Edit. EDAF,S.A.1998 Madrid.

Y comienza así...LA FELICIDAD ES UNA ELECCIÓN, LA DESGRACIA, UNA POSIBILIDAD

¨La niña llamada Almah continuó mejorando al día siguiente. por la tarde me di cuenta de que ella se encontraba fuera de peligro. Casi me estremeció pensar que ya no necesitaba mis cuidados pero la quería tanto- y era tan consciente de que Dios me había utilizado para salvarla-, que me entusiasmó verla mejorar con  tanta rapidez.

No obstante, había aún demasiados enfermos y moribundos tirados por el campo para permitirnos la alegría. A mediodía, Yasmina y yo nos tomamos nuestra hora de descanso. Al verme apagado, ella recitó una párrafo más largo de las palabras de Jesús. Al acabar, cerramos los ojos para permitir que nos hablara, pero en esta ocasión la fórmula no dio resultado para mi, y Jesús no me dijo nada. Yasmina lo achacaba a que me encontraba distraído, pero, fuera como fuese, no oí sus palabras.

Mirando a Yasmina, que permanecía con los ojos cerrados, comprendí que se hallaba en una profunda conversación con su genio interior. Parecía dormida, pero tenía una curiosa sonrisa en los labios como si se encontrara con el Cristo secreto de su secreto altar. La envidié, e incluso sentí un hondo rencor hacia ella, porque Jesús no había venido a mi, a pesar de mis deseos.

Al acabar la hora, abrió los ojos.
¿ Cansada de hablar con Jesús?.-pregunté. 
- ¨Nunca me canso de hablarle,  si alguien se cansara de hablar con El, no soportaría la eternidad, porque en la eternidad estaremos siempre hablando con Jesús.¨

¨Entonces , ¿porqué no continúa usted ahora?.
¨No, no podría hacerlo. Es cierto que la conversación de Jesús no cansa, pero también lo es que no debemos emplear todo el tiempo en juntar nuestras manos para la oración cuando Dios las necesita para que trabajemos en su nombre. ¿ No te he dicho que nuestras manos son las manos de Cristo?

- ¨Si, creo que lo ha mencionado en más de una ocasión¨.

- ¨Bueno, a veces se me olvida lo que digo. Mis manos sirven mejor que mi cabeza- añadió sonriendo- porque la mente envejece y se arruga¨-

Nada, más decirlo, salió para el ambulatorio, donde aún había mucho que hacer, y yo la seguí para seguir ayudándola, pero no logré recuperar la alegría. Quizás por no poder hablar con Jesús, me sentí disgustado toda la tarde, en incluso empecé a detestar el cuidado de los enfermos, hasta el punto que se me notó en la expresión del rostro.

Aún quedaban muchas cosas por hacer, pero yo no me sentía con fuerzas. Me dirigí a Yasmina y le dije: - Por favor permita que lo deje. Me entristecen los enfermos y no puedo soportar el olor. Además, la mayoría muere sin que sirva para nada nuestro trabajo. Y añadía que quería saber cómo se sentía Almah¨-

Yasmina me dejó partir, pero fue el peor error que pude cometer porque Almah ya no estaba allí. Me asusté, y corrí a preguntar dónde la podían haber llevado, y suspiré aliviado cuando me informaron que sus padres la había venido a buscar, pero el alivio duró poco: -
-¨Han venido a por ella para incinerar la esta tarde¨, me dijeron.

De repente, creía tener en mis manos la victoria, tuve que enfrentarme al fracaso. Quedé desconcertado.¿ Cómo era posible que hubiera muerto aquella niña encantadora que parecía haber superado el contagio. sentí una honda ira contra la epidemia y luego contra el propio Dios. ¨Por qué?¨es la pregunta que apuntamos hacia el propio corazón de Dios. Lleno de dolor, me dirigí a casa de Yasmina y me apoyé en la puerta dispuesto a esperarla. Tal como había imaginado, volvía con su inmensa sonrisa dibujada en los labios. 

A veces la felicidad procede del Amor a Jesús, pero otras se debe a una actitud ingenua que se niega a reconocer la realidad, para poder levantarse al día siguiente, para soportar una existencia insensata en la que los terremotos, contra toda lógica, destruyen pueblos pequeños en la montañas y matan a niñas y niños indefensos de ojos negros.

-¨Yasmina- grité- ¿Donde está ahora Cristo nuestro Señor?. Ayer me prometió que la niña viviría y ahora está muerta.¿ Donde se encontraba Jesús? Está tan ocupado escuchando los himnos de alabanzas de los ricos y los sanos que no tiene tiempo para nuestra pequeña Almah?. No pienso irme a dormir hasta que usted me explique Jesús¨.

´¨¿Donde quieres que esté, Haiji?. Preguntó sin perder la sonrisa.

´-¨Hablo en serio Yasmina, deja ya esa sonrisa de tonta. ¿ Dónde está Jesús?¿ Dónde está Almah?¿ Y que hago yo en esta montaña destruida, intentando salvar a gente que ni siquiera cree en Jesús¨.

Pero siguió sonriendo. Yo volví la cara sin poderlo remediar. Si ella no podía dejar de sonreír, yo no podía contemplar aquella sonrisa.

´- Haiji, no se donde está Jesús, pero estoy segura de que allí donde esté, tendrá en sus brazos a la pequeña Almah, que estará deslumbrada por la primera luz de gozo. Sus padres lloran su pérdida, pero la inocencia no muere nunca; los niños inocentes no mueren, sólo cambian de lugar. 

-¨Por favor, deje de sonreír. La muerte no es algo para sonreírse¨.

- Está bien, dejo de sonreír, si sonríes tú.
- Cómo puede decir semejante cosa? En un momento de dolor. Es el momento de decir que este mundo no tiene sentido.
- ¨No Haiji, es el momento de admitir el gran axioma de la alegría.¨
-¨¿ Qué es eso?-
-¨Sencillamente que la alegría es la prueba infalible de la presencia de Dios.¨

-¨Lo dice la Biblia?.

-´No, es la palabra de un mártir¿ Recuerdas que la otra noche hablamos de ellos?. Los mártires no se dejaban abatir por la tristeza en la hora de la muerte. Morían cantando y glorifican do a Dios, aunque estuvieran clavados a una cruz. Nunca se quejaron¨.

- ¿ También Jesús experimentó alegría en su Cruz?.

-Creemos que si. Sabemos que se preocupaba por los demás, de modo que no parece probable que se centrara en su propia desgracias. Habló siete veces mientras estaba crucificado, y sólo en una de ellas se refirió a sus propias necesidades¨.

¨- ¿Cuando? ¨-

-¨Cuando dijo: ¡Tengo sed!. Pero en la otras ocasiones pidió por otras personas: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen¨- dijo- refiriéndose a los que le estaban crucificando..

-¨Mujer, he aquí a tu hijo¨ le dijo a María, su madre, y luego, volviéndose a Juan, le dijo: ¨Hijo, he aquí a tu madre¨. ¿ Lo ves? incluso en la muerte, Jesús pensó en su madre y en uno de sus mejores amigos. Luego, se dirigió a uno de los ladrones que morían con El y le dio la bienvenida al reino de Los Cielos. Y hablando del designio de Dios para el mundo, gritó al cielo: ¡ Todo se ha consumado!- Al fin, se encomendó a su Padre. Sus últimos instantes fueron una lección de esperanza. La vida se le escapaba, pero el nunca dudó de Dios.¨

_¿ Y eso qué significa que Cristo murió feliz en la Cruz?

¿ Qué otra cosa podría significar? Aquellos que en sus últimos momentos piensan en los demás no pueden estar tristes, Las personas que no conocen la alegría se encierran en su depresión, precisamente porque no saben salir al exterior, y la alegría requiere, ante todo que nos libremos de nosotros mismos.¨


- Pero ¿alegría Yasmina?¿Puede un moribundo estar alegre, sobre todo cuando padece una muerte tan terrible como la que sufrió Jesús?

No podríamos llamarla alegría,si pensáramos en risas o en manifestaciones ligeras y superficiales, pero si consideramos que la alegría es la sensación de estar haciendo lo que hay que hacer, por la razones debidas y para agradar al señor, entonces¿ Qué otra cosa podría ser?. La alegría es el sentimiento placentero de saber que estamos agradando a otro, y en el caso de Jesús, El sabía que agradaba a Dios.

Me quedé durante largo tiempo en silencio, intentando desembarazarme del giro trascendente que había tomado la conversación: quería estar alegre, pero el recuerdo de Almah volvía constantemente para recordarme que aquella filosofía no me daba resultado.

¿ Cómo puedo estar alegre? Yo no soy Jesús. Yo no puedo hacerlo y no quiero agradar a nadie,ni ahora ni nunca.

¨No dogas insensateces, Haiji,. En primer lugar, no es verdad. Basta oírte para saber que quieres agradarte a ti mismo. A todos nos atacan momentos de desesperanza, al fin y al cabo hay en nuestros corazones una perversa inclinación a la auto complacencia. En esa búsqueda de la felicidad estéril, no empeñamos con ajustar cuentas con un mundo que no nos gusta, pero esa actitud nos enferma y llegamos a sentirnos bien siendo desgraciados.

¨Entonces, en una mentalidad pueril, nos comportamos mal a propósito para vengarnos de la vida que nos trata mal. Somos como unos niños empeñados en comer cosas que nuestros padres nos prohiben. Estamos enfadados con Dios y nos vengamos de El porque el mundo nos ha herido.

¨Ese oscuro rencor del espíritu es una elección contra el mundo. Elegimos deliberadamente mal para desquitarnos, Haiji, no ha sido la muerte de Almah lo que ha suscitado las críticas de tu corazón. Ya habías decidido portarte mal. Nada tiene que ver que Dios no le haya permitido sobrevivir .

Pero recuerda esto, no son las circunstancias las que nos hacen malos, somos nosotros mismos. La alegría de Jesús en su muerte es la mejor prueba. Si existió alguien con suficientes motivos para endurecerse por sus desgracias, fue el propio Cristo, pero no lo hizo. Aunque sufrió horriblemente, su corazón sabía que estaba haciendo algo que agradaba al Padre celestial-. Recuerda sus palabras: ¿Dios mío por qué me has abandonado?, pues bien aparecen en el Salmo 22,y aunque no puedo probarlo, creo que Jesucristo  lo citó en la cruz, porque lo había oído cantar muchas veces en la sinagoga de Nazaret. Es cierto que dijo esas palabras, pero sabía que esa separación del Padre formaba parte del designio y con el Salmo estaba expresando su absoluto acatamiento.

- Quiere usted decir que hago mal en sentir la muerte de una niña indefensa?
-¨No, Haiji, no haces mal en sentir que Almah no esté ya entre nosotros, pero no debes permitir que tus circunstancias - tu propia cruz, la misma cruz que Jesús te hace llevar si quieres ser su discípulo- te impida la alegría. Te repito el axioma celestial: la alegría es la presencia palpable de la existencia de Dios. El nos ha garantizado un futuro en el Celo. Jesús te quiere incondicionalmente y nunca dejará de quererte, Por qué deberíamos nosotros dejar que nuestros problemas ahoguen nuestra alegría?. Jesús quiere que seas dueño de ti mismo. .

-¿ Dueño de mí mismo?

- Sí porque nada puede entristecerte, si tu no lo permites. Es una locura creer que las circunstancias mandan sobre nosotros. La felicidad es una elección, la desgracia, una posibilidad.

Inclinéla cabeza y Yasmina hizo lo mismo. En silencio, cerramos los ojos. No se lo que pensaba ella, pero yo pensé primero en Almah y luego en Jesús. Pensé en la maravilla de la vida eterna, en cuánto me amaba Dios y en que nunca dejaría de amarme, y entonces reconocí el origen de mi resentimiento: me había dejado llevar por la auto compasión. Pedía a Dios que perdonara mi resistencia  a ser morada de Cristo, Me imaginé como El, en la cruz, compartiendo su afán por agradar a Dios, y entonces, llegó la luz. Aún sentía el dolor por Almah, pero Dios iba ocupando poco a poco el puesto de aquel dolor. Cuando Jesús moría para agradar a Dios, sabía que su sacrificio iba  a servir para secar las lágrimas de todos los  ojos. Levanté la cabeza y mire´a Yasmina, ella también me miraba y los dos sonreímos-

¿ Ya se fue el dolor? preguntó-

-No, pero no me siento desgraciado.-repliqué

-¿ Cuándo ha sido? 

-¨Cuando pensé en el amor incondicional de Dios y decidí que la desgracia no tendía un puesto en mi vida.

¿ Sientes alegría ahora? 

-´Si, la siento.

¿ Como la has conquistado?

´-Eligiéndola, dejándola entrar en mí, celebrando su llegada a mi corazón, sin trabas y renunciando a la melancolía¨

- Así, pues, Dios te ha enseñado que la Alegría es una elección.

- Sí y la desgracias, solo una posibilidad. 

¿ Y cómo piensas mantener tu elección?

Estando siempre alegre.....


Este capítulo quizás un poco largo, nos habla de la impotencia que sentimos, cuando después de luchar contra la enfermedad de alguien querido,o de un enfermo al cual nos hemos encariñado, de buenas a primeras se nos va. Y se nos presenta una prueba de Fe, donde nuestros dogmas nos dicen, que sólo Dios sabe la respuesta, y porque en la muerte, debe haber gozo y felicidad; como cristianos creemos en la Vida Eterna, donde no existe sufrimiento alguno y a donde van a parar las almas de los justos y de los inocentes, como los niños.

Sin embargo, los que hemos cuidado de enfermos y de personas muy cercanas a nuestro corazón, sabemos, que aunque nuestro corazón nos dice, que nada en la tierra se mueve sin que Dios obre en ello, nuestra naturaleza humana combate con las herramientas que posee para tratar de salvar a ese ser querido, y cuando al final, debemos bajar las manos y dejar que sea lo que Dios diga, nos revelamos, no por falta de fe, si no por la impotencia, por el ....Y si hubiera hecho esto y aquello... A la larga, sabemos que nadie se va ni un minuto antes ni un minuto después del que está programado por el Señor, y que a veces, ni siquiera podemos decir hasta luego.

La  resignación y la alegría futura, vendrá con el tiempo, con la aceptación, y con el consuelo de que ya no están sufriendo, y la esperanza de que en el futuro, todos nos volveremos a encontrar. Sólo hay que entregar nuestra carga al Señor, para que nos ayude a seguir el camino y la senda que todavía nos falta por andar.


Que Dios los Bendiga y nos ilumine en este trance tan amargo que estamos viviendo.


Mireya Pérez




miércoles, 23 de julio de 2014

Veletas de papel...








Cuando era niña, la ciudad donde crecí, a pesar de los esfuerzos de sus gobernantes, tenía todavía aires de la ciudad colonial, la de los techos rojos, con los zaguanes y los patios centrales con helechos y tinajeros, donde beber agua fresca... Y una de las características de muchas de las casonas de la zona de Los Caobos, eran sus veletas, algunas con forma de Gallos, otras con figuras extrañas para mí, que a los siete años, las descubría por primera vez, y que luego quedaría fascinada por su movimiento al son del viento que las acariciara al pasar, luego, cuando el viento dejaba de soplar, se quedaba estática, en espera de ese enamorado esquivo que jugueteaba con ella, y luego la dejaba hasta quien sabe cuánto tiempo.

Observándolas más detenidamente, descubrí un día que en su base estaban, en forma de cruz, cuatro flechas que apuntaban a cada uno de los puntos cardinales: Norte N, Sur S, Este E y Oeste O. Si la veleta era sajona,  el oeste cambiaba por West W. Y mi padre me explicaría que asi servía para saber hacia qué punto soplaba el viento. 

Si las veletas de mi ciudad hubieran podido hablar, qué de historias contarían, porque los mayores incluso llegaban a saber si iba a llover, según las nubes negras estuvieran hacia el oeste o hacia el este. Si estaban al oeste, seguramente en poco tiempo llovería sobre la ciudad capital, si estaban en el este, la acción del viento haría que las nubes se movieran hacia más allá del valle y reventarían en plena autovía o carretera vieja hacia oriente.

Con el tiempo, y a medida que la ciudad fue creciendo, las grandes casonas fueron sustituidas por grandes edificios residenciales, hacia el norte, este y sur este de la ciudad, mientras que en el centro y el oeste, las casonas se convertirían en edificios oficiales, monumentos nacionales, o viviendas de clase media baja. 

Posteriormente aparecerían los ranchos o favelas, que rodearían la ciudad por sus tres márgenes, salvándose de la hecatombe por un decreto presidencial, que prohibía la construcción en el Parque Nacional El Avila, la zona norte, salvando asi al gran pulmón de la ciudad, que corría majestuoso de este a oeste de la gran Capital. Los habitantes de la ciudad podían visitar el Parque Nacional de diferentes maneras: 1) a pie, por las diferentes trochas o caminos, que ascendían entre los árboles y maleza, hasta alguna que otra planicie que servía de mirador natural ( La Julia, Sabasnieves, Los venaos, etc.); 2) el Teleférico, que desde Mariperez hasta el pico Naiguatá, nos llevarían hasta la cima de la montaña más alta de la cordillera de La Costa a más de 2.200 mts. sobre el nivel del mar. Y luego cuando ya estabas allí, veías la majestuosa y especial ciudad de Caracas, serpenteada por el río Guaire, que la recorría de oeste a este, lo único malo, es que las aguas servidas de todos los hogares de esta gran urbe, van a parar a él, asi, que es un río mal oliente, que a veces al pasar por ciertos lugares deja sentir su presencia...
Mi fascinación por las veletas hizo que mi padre me llevara a pasear por una urbanización, que antaño era exclusiva, y que tenía en algunas casas, colocadas en la parte más alta de la misma, hermosas obras de alfarería o de herrería, pues había de todos los tipos y modelos. Yo miraba extrañada y extasiada esas diferentes imágenes, de diferentes colores, desde el negro profundo hasta el azul añil o el verde característico de los elementos de cobre que han sufrido la inclemencia del tiempo.

Sin embargo, con el correr de los años, y como de una moda pasada, las veletas fueron desapareciendo de las casas y casonas, y sólo quedaban algún que otro espécimen en algún aeropuerto privado o militar, y con el tiempo también desaparecieron, ahora las veo en alguna película americana de los años 40 o 50 0 60, pero nada más. El tiempo como todas las cosas, hizo que este artilugio ingenioso y útil en una época, fuera desterrado al baúl de los recuerdos y de ahí convertidos en veletas de papel, volar al infinito y más allá, donde solo los recuerdos de una niña curiosa y habida por aprender, guarda esos momentos de complicidad con alguien que tampoco está.


Que Dios los Bendiga


Mireya Pérez.



domingo, 20 de julio de 2014

En la próxima parada... por favor!.







Cuántas veces al montarnos en un Autobús, una Tranvía, una Gua-gua, un Metro bus, etc., no hemos pulsado el botón o dicho en alta voz, - En la próxima parada, por favor-

Pues en nuestro día a día, sucede igual, si conocemos a alguien nuevo, es un pasajero más en el tren de nuestras vidas, y si alguien, por H o por B, decide bajarse de tu tren, también es algo que sucede a menudo, aunque a veces nos duela. Para algunos es quizás como si alguien te hubiera dado una puñalada en la espalda, lo que llamamos ¨Una puñalada trapera, a traición¨... Pero no hay tal, nadie está pegado a nuestra costilla como si fuera un siamés, nadie, absolutamente nadie, ni el amor más grande del mundo, todos, aunque nos duela, en algún momento nos dirán hasta luego o adiós, quizás al pasar un tiempo, en algún recoveco del camino, el tren se pare y algunos pasajeros vuelvan a subir, y los recibiremos como si fuera ayer, y no hubiera pasado el tiempo..., y seremos felices porque de nuevo hemos visto ese rostro que queremos de nuevo a nuestro lado, con su distancia, con su autonomía, con sus virtudes y defectos, siendo él o ella misma.

Y los recibiremos con los brazos abiertos de para en par, y nos fundiremos en un abrazo de felicidad, pero nos reprimiremos un poco, para que no se de cuenta de cuánto los hemos extrañado, no por orgullo, sino para que no salgan corriendo, no quieres amarrarlos a tu espacio, solo quieres que se puedan ver de vez en cuando, hablar por teléfono, chatear, salir un día, si se puede, o sino, simplemente saber que está ahí en el mismo vagón, pero con su espacio vital activo y respetado, por ti, por uno, por todos, a veces quizás sin darnos cuenta, de tanto amor, podemos ahogar al otro, y nadie quiere sufrir por eso, y mucho menos causar eso en alguien a quien se quiere.

A veces, cuando veo en facebook algunos comentarios tomados de páginas con frases hechas, bien basadas en autores, actrices, actores, filósofos, escritores, poetas, etc., conocidos, pero con mensajes, a mi manera de ver, negativos, no los comparto, ni siquiera hago un comentario, porque creo, en lo más profundo de mi ser, que cuando ha ocurrido algo, que haga distanciar a dos o más personas, si sigues horadando en el mismo sitio, si sigues con frases tratando de hablar del ¨daño¨que te hicieron¨, lo que haces es darle más carga o energía a la situación, y no, no hay que hacerlo. Si pasó algo, bueno hay que aceptarlo, si es por culpa nuestra, y se puede remediar, se piden disculpas, y si no es posible, pues desde el corazón, le enviamos todo nuestro amor y los dejamos ir, así de sencillo, nadie tiene un contrato de vida con nadie, ni siquiera un esposo o esposa, cuando la convivencia no es posible, es preferible separarse y meditar, y si al final, se separan es mejor que sea de mutuo acuerdo, como adultos, sin insultar, sin dañar, porque de lo contrario, estaríamos haciendo algo en contra de nosotros mismos, porque esa persona en algún momento fue muy importante para nosotros, y ahora no la podemos denigrar, simplemente porque descubrió otro camino...

Dejar ir, es muy difícil, pero la vida, a lo largo de nuestra historia personal, nos ha enseñado, que nada es eterno, que todo es temporal, incluso los hijos, también se van y es ley de vida que asi lo hagan, y no por ello podemos disgustarnos, acaso no hicimos lo mismo sopotocientos años atrás, la vida es asi, y el tren sigue su camino, y hará nuevas paradas, y algunos pasajeros se bajarán y otros iniciarán su recorrido una parte del trayecto, si nos acompañan hasta el final de la estación, Gracias a Dios, si no, Gracias también, porque el tiempo que compartamos será vital para todos y cada uno de nosotros  y traerá aprendizajes y experiencias nuevas, que nos darán grandes alegrías, y quizás alguna lágrima, pero todo forma parte del aprendizaje para vivir.

Dios Bendiga a todos y cada uno y una de los pasajeros y pasajeras del tren de mi vida, si te bajas en la próxima estación, te desearé feliz viaje y si vuelves a a subir, te daré la bienvenida, como si nunca te hubieras marchado, porque los amo a todos y cada una/o de vosotros a su manera y a mi manera.

Con el amor desinteresado de mi corazón, Dios los Bendiga.

Mireya Pérez.



miércoles, 16 de julio de 2014

Alondra, un ängel de mirada dulce...













Hace ya muchos años, tuve la suerte de conocer a una mujer tan dulce, tan buena, tan generosa, íntegra, soñadora y audaz, combativa por los suyos y entregada hasta el último suspiro. Y en estos días, se nos fue, como una brisa de verano, silenciosa, sin llamar la atención. Cierro los ojos y me parece verla haciéndome un guiño de complicidad, siempre dispuesta y amorosa.

Dulce Alondra, 
a dónde han ido tus cantos de aurora..
A dónde se han ido tus ojos de mar
a dónde amiga, madre, tía, abuela, compañera
a dónde? 
quisiera yo tu alma acompañar.

Alondra que con tus suaves trinos
llenabas de amor tu dulce nido
Compañera fiel y entregada, a dónde fuiste, a dónde
Dime dónde estás...?

Alondra del camino,
Alondra del espino
Alondra de la vida
Alondra dónde estás?

Amiga cómplice y risueña
siempre afable, nunca un respingo
siempre un suspiro,
siempre un soñar...

Alondra, madre de tres hijos,
cada uno con su orfandad
ahora, desde el Cielo,
sus sueños cuidarás...

Alondra, tejedora de nidos
con tus sabias manos a todos ayudabas
con tus oraciones siempre a la Virgen implorabas
por velar sus sueños hasta el final.

Ya son grandes, tienen nido propio
ya puedes volar, al infinito y más allá
coronando tus sueños de madre ejemplar
Alondra amiga, dónde te he de encontrar?....


Con amor 

Mireya Pérez

No tengo tu sangre, pero mi abriste tus brazos, y en ellos siempre pude encontrar el abrazo de una amiga, de una madre, de una tía. Que Dios te tenga en la Gloria, y gracias por ser el hermoso ser humano que fuiste y que sigues siendo en nuestros corazones.


Sólo has llegado antes que nosotros....



16 de Julio de 2014.





martes, 15 de julio de 2014

Abriendo nuevos caminos...









Cuántas veces en la vida habremos oído que las cosas son difíciles, que hay que luchar de sol a sol para lograr algo, que el trabajo duro y el sudor de la frente nos llevará a la meta que nos hemos propuesto...

No es que los mayores no tengan razón, es que nos han metido tantas cosas o palabras negativas, que borrarlas de la mente es una tarea cuesta arriba. ¡Claro que la vida es complicada!, que las cosas o las metas a veces son difíciles de obtener, pero también es cierto que si no nos trazamos metas, día a día, por pequeñas que sean, también la existencia se vuelve monótona. 

Todos y cada uno de nosotros tenemos un camino que andar, para cada uno es diferente... A veces, observando al otro nos parece que su vida ha sido más fácil, yo les digo, que cada quien tiene la carga emocional, física, espiritual y moral, con la cual puede vivir o seguir  adelante. De otra manera sería imposible, pero también es cierto, que todos y cada uno de nosotros tiene un talento único y especial, que nos hace diferentes, los unos de los otros.

Quizás lo más difícil sea reconocer o descubrir cuál es ese don especial, algunos que son muy creativos, desde niños empezaron dibujando, o pintando garabatos, soñando con construir casas, puentes, etc. Otros, les apasionaba la música, los sonidos, la voz, y fueron descubriendo que podían crear música con su voz, con sus manos... Otros descubrieron las palabras, y la maravillosa forma de combinarlas y formar frases e imágenes mentales de universos llenos de fantasía, de color, de alegría. Pero muchos, quizás demasiados, sólo tenían ante sí, una serie sin fin de ordenes y palabras descorazonadoras y un No Puedes hacer esto o aquello, que aún hoy siendo adultos, quizás dominen todas y cada una de las decisiones que toman, porque es casi como si esas frases demoledoras, formaran parte de su piel, de la estructura de los huesos.

Los autores de grandes libros de Auto ayuda, dedican gran parte de su esfuerzo en ayudar a todos y cada uno de nosotros a romper esos esquemas, a darnos permiso para tomar decisiones, a equivocarnos, lo máximo que puede pasar, es que tengamos que empezar de nuevo. Pero alguna vez se han detenido a pensar la cantidad de veces que sin darse cuenta han vuelto a empezar:
  • Cuando fueron al colegio de párvulos
  • Cuando empezaron la primaria
  • Cuando los cambiaron de colegio, porque sus padres se mudaron a otro pueblo, a otro país.
  • Cuando se fueron a la Universidad
  • Cuando se enamoraron por primera vez, por segunda.... y hasta por octava vez...
  • Cuando empezaron a trabajar en el primer empleo
  • Cuando fueron a otro trabajo
  • Cuando se casaron y empezaron una nueva vida...

Y así, pare de contar, y no se habían dado cuenta... Pero no importa la edad o el éxito que hayamos tenido, siempre hay una nueva oportunidad para emprender un nuevo camino, y lo mejor de todo, es que contamos con herramientas que antes no teníamos: La experiencia, la conciencia, la fortaleza, la honestidad, la entereza, el valor, la fuerza moral y la convicción. Independientemente de cuál sea nuestro nivel socio cultural o socio económico, cada uno de nosotros, hemos ido acumulando conocimientos, que nos sirven de herramientas para labrarnos un nuevo futuro, para abrir nuevos caminos, sin temores, aunque por dentro sintamos que las piernas se nos doblan, por fuera tenemos la apariencia de un vencedor, y esa es la imagen que debemos forjar en nuestra mente: 
  • Yo Puedo, 
  • Yo sí lo voy a Lograr. 
  • Ahora es mi momento.
  •  Esta es mi oportunidad. 
  • Cuento con todo lo que necesito para lograr mis metas
  • Tengo fe en mis capacidades.
Y poco a poco, con paso firme, vamos subiendo peldaño a peldaño, conquistando pequeñas metas, pero siempre adelante, tomando aire y respirando profundamente, y volviendo a ver mentalmente el camino o la meta que nos hemos puesto.

Para algunos quizás sea aprender un idioma, que en su momento no pudieron hacerlo. Para otros, independizarse y ponerse por su cuenta y riesgo; algunos querrán volver a las aulas para reciclarse, aprender las nuevas tecnologías, especializarse en técnicas de Cocina, que están tan en boga en estos momentos. Escribir la novela de sus vidas, el Best Seller; tomar clases de pintura o de música; apuntarse a una escuela de Yoga....

Hay tantos y tantos nuevos comienzos, como la vida misma, y ¿saben que lo único que nos falta es creer en nosotros mismos?. La frase de la Campaña de Obama para las elecciones Presidenciales de USA, es una Fuerte Motivadora 

YES WE CAN


Sólo debemos creerlo y se convertirá en realidad...


Que Dios los Bendiga y no tengan miedo, siempre hay nuevas oportunidades, sólo hay que estar atentos y buscarlas o quizás ellas nos encuentren a nosotros.



Mireya Pérez




domingo, 13 de julio de 2014

Ser Feliz...una Utopía...?












Cuando vemos esa frase, tan corta, pero tan deseada, la mayoría piensa que sólo podrá ser feliz, cuando alcance tal o cual cosa, y lastimosamente piensan, que la felicidad la tendrán si ganan más dinero, si alcanzan X posición social, si los ascienden de puesto en la empresa, y tantas cosas más, e incluso si encuentran pareja....

No estoy diciendo que tener sueños, o confiar en nuestras posibilidades para alcanzar las metas sean malas, lo malo es, no reconocer lo que tenemos en el AHORA, no en el porvenir, que está muy lejos, o en el ayer que ya pasó...

Pongamos primero un punto y aparte en nuestras vidas y hagamos una lista de las cosas buenas, incluyendo personas, amigos(as) compañeros, empleo, familia, pareja e hijos. ¿ Cuál es nuestra situación actual?. 
¿ Estamos solos?, sin un perro que nos ladre o nos haga compañía...? o hay alrededor nuestro gente, que está ahí cuando las necesitamos, que nos dan la mano para seguir adelante, o que nos prestan su hombro para llorar, e incluso son tan leales a nuestra persona que lo arriesgan todo, con tal de darnos apoyo, moral, emocional, físico, económico, etc.?

¿Verdad que al hacer la lista, de pros y contras, hay más en la de cosas o personas buenas, que en la otra?, entonces ¿ Por qué no eres feliz?.¿Puede más la ambición que todo lo demás? ¿o ya has descubierto que los bienes materiales vienen y van, pero que las personas quedan, y pueden ser nuestras compañeras de viaje por mucho tiempo, o por toda la vida, si sabemos cuidar su amistad y su amor incondicional..?

Sí, hablo de cuidar, porque hay personas que por tener muchos contactos, conocer a mucha gente, cree que no hay que cuidar a los amigos, a la familia, porque siempre están ahí... No señores y señoras, hay que hacer un esfuerzo y prestar atención, porque de repente, a lo mejor han sido tan egoístas que no han visto más que su pena, o su  ¨aparente soledad¨ y aquél o aquella que siempre ha estado a su lado, fiel, incondicional, puede estar pasando por algo difícil, y no se atreve a compartirlo, para no causar una pena en los otros, y encima nos quejamos!!!!!!...

Creo que debemos ser agradecidos, en principio a Dios, porque cada día nos da un nuevo amanecer para empezar de nuevo, a las personas que comparten con nosotros el día a día, con la pareja, con los hijos, con la familia, con esos amigos que son fieles y compañeros del tren de la vida, que siempre están ahí,para lo bueno o para lo menos bueno, y si hemos tenido problemas o disgustos, hay que darle gracias también, porque detrás de una circunstancia aparentemente catastrófica, hay una enseñanza para nuestra evolución como individuos, muchas veces es para nuestra alma, pero es una evolución.

Cada uno de nosotros tiene una misión en la vida, aunque desconozcamos cual es, si tenemos la suerte de descubrirla, bien, vamos allá, a cumplir con los denarios o dones que Dios nos dio; si todavía desconocemos cuál es nuestra misión en la vida, no se angustien, en algún momento ella aparecerá y se darán cuenta de que esa es la vía, por la cual han de servir a ustedes y al prójimo, recuerden los 10 Mandamientos de la Ley de Dios, uno de ellos dice_ Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.- Y es válido para todas las creencias o religiones que existen, pues todos creemos en algo, aunque le demos diferente nombre, y debemos amarnos y amar al prójimo como a nosotros mismos. Esto significa no desearle mal a nadie, ni siquiera a aquel que nos ha herido. A veces lo hacen con conciencia, pero la mayoría de las veces ni cuentan se dan, porque en muchos casos es nuestro Ego el que ha salido herido, y a ese hay que combatirlo con fuerzas renovadas todos los día.

Para finalizar, se puede ser feliz todos los días, no hace falta dinero, ni posición social, nada...Si tienes la suerte de ver un nuevo amanecer, se feliz. Si tienes la suerte de ver y disfrutar la sonrisa de un niño, sé feliz. Si en tu trabajo, te dieron o no una felicitación, pero sientes que hoy todo salió bien, se feliz. Si te llamó tu amiga y hablaron de sus cosas, se feliz. Si saliste de paseo a un parque y viste cómo las flores amanecieron llenas de color y de vida, sé feliz. Si tienes pareja, dale la mano y bríndale una sonrisa, sean felices, seguramente el o ella te mirarán extrañados, pero a la vez se les iluminarán los ojos, y te darás cuenta que les has dado un poco de felicidad, y reconocerás que en muchas ocasiones has sido egoísta con todas las personas que te aman incondicionalmente y a las que no has mirado más allá de la apariencia exterior, mira a los ojos de la gente, son el espejo del alma, y se feliz y comparte tu felicidad con los demás, y por sobre todas las cosas dale gracias a Dios porque todos los días te brinda una nueva oportunidad.

Que Dios los Bendiga y sean Felices desde el corazón.


Mireya Pérez




domingo, 6 de julio de 2014

Un Hombre ejemplar...










Cuántas veces en la vida, hemos escuchado que tal o cual persona, son un ejemplo para la sociedad en que vivimos, pero sólo lo escuchamos de las personas que son celebridades, sin embargo, y gracias a Dios, hay en el mundo de seres anónimos y normales,muchos ejemplos de personas, tanto hombres como mujeres, que son ejemplo para su familia y amigos,como para aquellos que tienen p tuvieron la suerte infinita de conocerlos.

Yo soy, una de esas personas privilegiadas, porque durante casi 30 años de mi vida adulta, conocí y compartí, con este ser extraordinario, ser humano ejemplar, cristiano devoto y hombre de familia, que crió y educó a sus hijos, con los mismos principios que un día, su padres le enseñaron a él y a sus seis hermanos, en aquel pequeño pueblo de las riberas del río Miño.

Fue un emigrante que como tantos otros, allá por los años cincuenta emigraron a América, buscando un futuro mejor para su familia y  aunque su oficio era de músico, trabajó como mejor sabía hacerlo, junto a su esposa, otro baluarte de este matrimonio,con esfuerzo y trabajo formaron a sus hijos, les dieron los mismos preceptos con los cuales habían sido criados: honestidad, trabajo, Fe infranqueable, temor de Dios, respeto a sí mismos y a los demás, y amor incondicional a la familia. Y los hijos e hijas crecieron, estudiaron, fueron todos muy buenos estudiantes, tanto las hembras como los varones, y cuando cada uno iba ingresando a la Universidad, sus padres más trabajaban, para que los chicos salieran adelante y lo hicieron con creces, el que no se graduó Summa Cum Lauden, lo hizo con Matrícula de Honor, luego vinieron las especializaciones, cada uno en su campo,también llegaron los novios y las novias.

Y nuestro padre ejemplar, veía como iban escogiendo cada uno la pareja para su vida, y al verlos felices, se sentía cada vez más dichoso, porque los valores en los cuales los habían criado, habían germinado en tierra fértil y la cosecha era buena. Y qué alegría cuando empezaron a llegar los nietos, ahora la mesa de familia, donde se sentaba toda la familia a almorzar no tenía ni un solo espacio vacío, y le recordaba a la de su terruño y supo que aquella nostalgia del pasado, había sido sustituida, por esta hermosa familia, y viendo a su esposa sentada a su derecha en la mesa, sin que los chicos lo notaran, le agarraba la mano y con un simple apretón, le decía lo feliz que era.

Nunca faltaba a misa los domingos, y era tan bonito verlos todos juntos entrar a misa, primero con los chicos, luego con las novias y novios, por último, ya con los yernos y nueras, los nietos, y él cada día le daba gracias a Dios porque le había dado unos talentos y los había utilizado bien, y prueba de ello, eran sus hijos e hijas.

Pasarían los años, y cuando cumplió 70 años, en una reunión familiar, levantó la copa de vino, y les dijo lo feliz y orgulloso que estaba de todos y cada uno de ellos, y de que se sentía satisfecho de haber logrado formar tan hermosa familia, esos rostros tan amados, tan conocidos, tan queridos, cada uno a su manera,unos más expresivos, otros más introvertidos, pero todos gente trabajadora y noble, sencillos y atentos, buenos cristianos y sintió que había terminado con su misión, y así lo dijo, medio en broma, medio en serio, - Si Dios me manda a llamar, ya estoy listo,porque he terminado mi misión-

Y así, un buen día, leyendo el periódico, se quedó dormido, y cuando lo fueron a despertar, ya se había ido. Su funeral era más bien de regocijo, porque él se había dio feliz, los extraños, los compañeros del trabajo de los hijos o de la Universidad o del colegio, seríamos los que mostraríamos más dolor, la familia en cambio, todos sin excepción, tenían la certeza de que se había ido feliz.

Ahora, que han pasado casi 10 años, creo que tenían razón, y como en la canción de Alberto Cortés, la añoranza es regocijo, porque cumplió todos y cada uno de sus sueños, y los compartió generosamente con propios y extraños.

Dios lo Guarde en las alturas, y gracias por haberme dejado compartir una etapa de esa vida tan inspiradora y por darme a una de mis amigas compañera de tren, que a veces se baja, se para en una parada, luego vuelve a aparecer, como una mariposa de alas maravillosas, que siempre vuelve, después de un viaje o de un acontecimiento, pero ella es así y la quiero, tal cual es.

Dios los Bendiga


Mireya Pérez