En varias ocasiones he conversado con ustedes del sentimiento de gratitud que me invade por diversos motivos, unos íntimos y personales y otros generales. Como a cualquier ser humano, me ocurren y han ocurrido situaciones positivas y algunas no tanto y la diferencia la he marcado cuando en vez de ver el lado negativo, me he cambiado, por propia iniciativa, al lado positivo, que es a mi humilde entender el mejor de los dos.
Pero ese cambio se dio así como así o tuve que aprenderlo?... Sinceramente lo tuve que aprender a golpes y porrazos literarios, nadie me maltrató físicamente, pero si recibí algunos golpes, merecidos o no, digamos psicológicos, morales o circunstanciales...
Cuando miro hacia atrás en mi vida, me doy cuenta de que a pesar de tener cosas en contra, sobreviví, aprendí las lecciones que cada etapa tenía que enseñarme, y de todo ese devenir estoy aquí hoy, plantada, sentada ante mi ordenador, escribiendo y transmitiendo mis experiencias, mis aprendizajes y tratando en la medida de lo posible de aportar mi grano de arena en todo lo que emprendo, comparto o aprendo; es así como yo puedo ayudar y ayudarnos, a que evolucionemos y aprendamos algo más de lo que está en los cientos de millones de escritos que nos circundan y que gracias a Dios nos llegan de manera maravillosa a nuestras vidas, en el momento en que lo necesitamos. Pues nunca debo olvidar que :
El Maestro aparece cuando el alumno está dispuesto.
Se preguntarán quién es el Maestro?. Yo no, por supuesto, el maestro en este día tan especial es un libro que me trajo el Niño Jesús: La Magia, de Rhonda Byrne, Ediciones Urano 2012, Barcelona España.
Hoy voy a compartir una parte interesante del capítulo sobre la Gratitud, y cómo debemos dar gracias todos los días por todo lo que nos rodea, por las oportunidades de crecer, aprender y evolucionar, no sólo en el plano físico, sino en el mas importante de todos, el plano espiritual y emocional.
Ahí reside el centro de gravedad de nuestra vida, y a él le debemos el que podamos, en algunas oportunidades, hacer frente a las adversidades, sin desmoronarnos o desfallecer, aunque a veces ni nosotros mismos nos hayamos creído capaces de tal proesa, pero el aprendizaje silencioso es un gran aliado y yo soy un testigo de fe, pues sin ese aprendizaje, no podría sobrevivir al dolor, a la pena, a la soledad y a tantas cosas que sólo yo se, pero que gracias a la gratitud, he convertido todos esos episodios aparentemente negativos, en motivos de gratitud, pues el aprendizaje me ha hecho darme cuenta de mis fortalezas y mis debilidades y dar gracias por lo bueno y por lo menos bueno, ya que me trajo una serie de conocimientos valiosos para mi mochila existencial. Y aun más, me demostró quién soy en realidad.
Dice Rhonda Byrne en su libro:
¨Cuando te levantes por la mañana, da las gracias por la luz del día, por tu vida y por tu fuerza. Da gracias por tus alimentos y por la alegría de vivir. Si no ven razón para dar gracias, el fallo está en ti¨.
Palabras de Tecumseh, líder Nativo Americano Shawnee.
Una de las primeras cosas que debes hacer para hacer de tu vida un canto a la gratitud es enumerar tus bendiciones... Quizás pienses que no tienes nada, pero si enumeras una a una las cosas buenas que tienes, te darás cuenta que eres casi un millonario, y digo casi, porque siempre los seres humanos nos quejamos por aquello que creemos que nos falta, pues en vez de ver el vaso medio lleno, nos empeñamos en ver lo que falta para que el vaso esté lleno.
Enumera pues tus bendiciones...Si no tienes idea, respira profundo y zas!!! ya tienes la primera: Estás Vivo!!!, Respiras, Oyes, Ves o no, Escuchas los sonidos de la Naturaleza, puedes caminar o no, pero de alguna manera te mueves, hay un techo que te cobija aunque no sea propio, no es relevante en realidad, hay un plato de comida en tu mesa cada día y muy posiblemente en cada momento que lo necesitas... Y sigues enumerando no solo los bienes materiales que te rodean y hacen agradable tu vida, sino también las personas que te acompañan y que no sólo son parte de la familia, están también los amigos o amigas, los compañeros y compañeras de estudios, de trabajo, incluso la persona que trabaja en el abasto y que te saluda cada día cuando pasas por la acera, etc... Por todas esas cosas simples y por las personas que hay en tu vida, debes dar gracias infinitas...
Cuando te lamentas por algo, estás siendo desagradecido con Dios, con el Infinito, con el Universo, pues todo se te ha dado a manos llenas, aunque te parezca poco... Si supieras la cantidad de personas: niños, mujeres y ancianos que quisieran estar en tu lugar... Muchos de ellos no tienen ni siquiera el 10% de lo que a ti te sobra y muchos ni se quejan...
Por eso es importante dar las gracias todos los días, empezando por la mañana al despertar, porque se te presenta una nueva oportunidad para vivir y cumplir tus sueños, dando gracias por las cosas que tienes, por pequeñas que sean o te parezcan, verás cómo con el tiempo y la práctica del agradecimiento diario, todo en tu vida mejorará sustancialmente. Si das gracias por tus hijos, por tu pareja, aunque a veces tengan dificultades, veras cómo la relación se hará más fuerte y los conflictos van desapareciendo, esto es porque ante una persona agradecida y amable, es difícil comportarse de otra manera que no sea con atención y respeto.
Cuando te lamentas por algo, estás siendo desagradecido con Dios, con el Infinito, con el Universo, pues todo se te ha dado a manos llenas, aunque te parezca poco... Si supieras la cantidad de personas: niños, mujeres y ancianos que quisieran estar en tu lugar... Muchos de ellos no tienen ni siquiera el 10% de lo que a ti te sobra y muchos ni se quejan...
Por eso es importante dar las gracias todos los días, empezando por la mañana al despertar, porque se te presenta una nueva oportunidad para vivir y cumplir tus sueños, dando gracias por las cosas que tienes, por pequeñas que sean o te parezcan, verás cómo con el tiempo y la práctica del agradecimiento diario, todo en tu vida mejorará sustancialmente. Si das gracias por tus hijos, por tu pareja, aunque a veces tengan dificultades, veras cómo la relación se hará más fuerte y los conflictos van desapareciendo, esto es porque ante una persona agradecida y amable, es difícil comportarse de otra manera que no sea con atención y respeto.
Yo, en lo personal, tengo una anécdota:
Cuando trabajaba en la primera compañía de seguros, manejaba un grupo de damas productoras de seguros o comerciales de seguros, y a diario debía intervenir ante diferentes departamentos de la compañía para solucionar algún reclamo o problema que surgiera entre mi productora y ese departamento en cuestión. Así que un buen día, una de mis chicas me dijo que tenía un problema con un siniestro de HCM, y que el director del área no le quería ni siquiera atender, al escucharla y ver los documentos del siniestro me dí cuenta de un error y lo primero que hice fue apaciguar a mi chica y llamar por el teléfono directo a mi compañero para saber si podía subir a hablar con él. Cuando subí al departamento de HCM, antes de llegar a la oficina de mi compañero tenía que atravesar un largo pasillo lleno de mini cubículos donde estaban todos los chicos que manejaban los siniestros del ramo, y uno a uno los fui saludando con mi ¨saludo estrella: Buenos días precioso o preciosa¨... Al hacer esto sin querer, pues todavía no conocía el poder de una sonrisa, iba tornando en un buen día, lo que a lo mejor era para ellos un día lleno de trabajo y solicitudes para ¨antes de ayer¨, pues todos querían respuestas inmediatas para algo que necesitaba ser evaluado y verificado. Pero yo, con mi buen talante y mi alegría al saludar, los desarmaba, al punto que mi compañero luego de atendernos y resolver el problema me dijo:
- Caramba Mireya, no sé que tienes, pero siempre me desarmas y no te puedo decir que no_ pero yo si recuerdo unos cuantos no, jajajaja.
El punto es que al ser amables y educados con la gente, nadie te puede hablar de mal talante, porque la amabilidad rompe barreras y da apertura a la gente y aunque la respuesta deba ser negativa, te la darán con amabilidad, y eso hay que agradecerlo.
Esa es una de las grandes lecciones que aprendí en la vida: si eres amable y respetuosa con la gente, ellos también lo serán a cambio, y aunque pasen años y la gente no te vea, siempre tendrán una imagen de ti, como persona y como individuo, que no se borrará jamás.
La otra cara de la moneda del agradecimiento, es cuando sólo vemos lo que nos falta, y caemos en el error de enumerar cosas negativas. Por ejemplo, cuando criticamos o encontramos defectos en algunas personas, cuando nos quejamos del tráfico, de las colas, de los retrasos del metro, del gobierno de turno, de no tener suficiente dinero e incluso del estado del tiempo.
Yo lo he hecho muchas veces, eso viene del sentido de buscar culpables ajenos a nosotros mismos, yo me he sentido culpable muchas veces por las cosas que nos sucedieron, y no tenía por qué haberme fustigado como lo hice, si leen mi libro Mi Hijo Pródigo, Editorial Pinguin Random House, 2015, sabrán de qué me sentí culpable tantas veces.
Estos días, sin ir más lejos, me ocurrió algo que me hizo reflexionar en por qué me había afectado tanto la actuación de una persona... Luego cuando lo vi ya apartando al ego, me di cuenta que lejos de ser un error, era un aprendizaje que debía realizar para no actuar bajo ese tipo de actitud, que me había chocado tanto: el dogmatismo exagerado.
Una cosa que hago a ¨cosa hecha¨ es llevar en mi bolso un libro, cada vez que voy a una cita médica, a una reunión pautada para una hora, etc. Esto es porque la vida me ha enseñado que hay momentos en que la gente a las que voy a visitar están tan copadas de trabajo, que muy posiblemente no me atiendan en el momento y hora pautado, y para evitar contaminarme con mis pensamientos sobre la perdida de tiempo, esos minutos de espera los aprovecho en algo edificante, como lo es leer un libro.
En estos día estoy asistiendo a un grupo de fisioterapia, donde en cada sesión debo pasar 10 o 15 minutos por cada equipo (ultrasonido, sten, honda corta, etc), y para evitar estar dispersa, saco mi libro y leo, y si la lectura me da alguna idea para este blog, busco mi libreta de notas, que siempre está en mi bolso y anoto esas ideas. Así el tiempo de la sesión se me va en un plis plas y cuando me vengo a dar cuenta, la hora se ha pasado sin que yo me sienta mal, al contrario, al leer mantengo mi mente en el lado positivo y sin querer influyo en la gente que al cabo de unos día comienzan a su vez a traer libros para distraerse.
Si quieres trabajar en tu acción de agradecimiento puedes realizar una lista de las diez cosas, personas o situaciones por las cuales estar agradecida y por qué .
El libro cita una serie de listas como ésta:
Soy verdaderamente afortunado por tener..................., porque.................
Soy muy feliz y estoy agradecido por ......................, por que.................
Estoy verdaderamente agradecido por ....................., porque ................
Y pare de contar.....
Cada vez que des gracias por las cosas, situaciones, personas, etc. que están en tu vida, te sentirás más centrada en la inmensidad de Dios y te sentirás más unido a la creación, dándote cuenta de que no estás aislado, al contrario, formas parte de esa creación infinita y te sentirás íntimamente agradecido por esa maravillosa experiencia que es Vivir y agradecido por cada situación que se presente, incluso las más duras.
Yo viví hace tres meses, una de las experiencias más difíciles que me ha tocado vivir en mi vida, sin embargo, a pesar del dolor, estoy sumamente agradecida a Dios, a mi entorno, a mis amigas, a mi hija, mi yerno y mis nietos, porque a pesar de todo, nunca me sentí sola o aislada, siempre tuve el soporte y el apoyo que podía necesitar y todo fluyó en la mejor forma posible, dejándome sumergida en este sentimiento de gratitud y paz inmensa.
Todos los días le doy gracias a Dios, por todos esos ángeles que puso en mi camino esos días y todos los días que me han llevado hasta hoy.
Gracias Señor!!!
Por ello, querido lectores y lectoras, miren a su alrededor, bendigan y den gracias por todos los parabienes que les rodean, por la gente hermosa que los quieren y los acompañan, y aunque haya situaciones desagradables y a veces hasta duras, den gracias a Dios, porque es una oportunidad para crecer y aprender.
Dice el refrán: ¨No hay mal que por bien no venga¨... y es cierto, siempre se aprende de los errores más que de los aciertos. Generalmente de las dificultades salemos fortalecidos y con nuevos aprendizajes que serán útiles en otras oportunidades.
Dios nos bendiga a todos nosotros, que tengan siempre cosas y situaciones por las cuales agradecer y seres hermosos que nos acompañen en los momentos difíciles que la vida nos presenta de vez en cuando.
Mireya Pérez.
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