A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

jueves, 14 de octubre de 2021

Los perros también envejecen y se vuelven como niños....

 

A lo largo de mi vida he tenido perros de todas las razas, tamaños, características físicas y perrunas de lo más variopintas, pero he de reconocer que no estaba tan pendiente de ellos, como me ha sucedido con mi perrita Princesa, mi compañera de piso, como la suelo llamar yo, jajajajajaja.

Con ella descubrí un mundo distinto, o simplemente, descubrí lo que otros ya habían hecho, cientos de años antes: esa inteligencia canina que tanto ha llamado la atención del ser humano, desde el día en que alguien descubrió no sólo su fidelidad, sino su entrega y sacrificio, su anhelo natural por acompañar a su dueño y también el vinculo estrecho o dependencia que suelen desarrollar a lo largo de su vida.

Mi perrita por supuesto, no es una excepción, por el contario, es quizás el ejemplo más cercano de lo que significa para un animal, su dueño.

En estos días, tuve que desplazarme a otra ciudad y no podía llevarla conmigo, así que llamé al chico que suele cuidarla en estos casos y la vino a buscar, estaría unas 5 noches en la granja de este auxiliar de veterinaria y en compañía de otros 10 o 12 perritos más. Hasta aquí todo muy bien.

Cuando regresé y la trajeron a casa, he recibido una serie de gruñidos y aullidos, disonantes, de todos los tipos habidos y por haber... Princesa estaba realmente enfadada conmigo, y yo no sabía si echarme a reír o mantener mi compostura, porque en realidad el cuadro que presentábamos ella y yo era tragicómico....

Imagínense la escena:

Princesa con su correa, ansiosa por subir a la casa, el chico dándome los pormenores de la estancia, y ella tratando de jalarme por el collar, como diciendo:

- Vamos pa´casa que tenemos que hablar!!!!!

Al final, me despedí del chico, dándole la gracias y subimos la perrita y yo a casa, pero oh sorpresa, mi compañera no iba a dejar este episodio sin que ella dijera la última palabra, no, esa no es ella jajajajaja.

En el ascensor se notaba su impaciencia y olfateaba con insistencia la puerta del ascensor, como si con ello le metiera prisa al mecanismo que nos llevaba a nuestra planta... Acto seguido, al abrirse las puertas, me jaló inmediatamente hacia afuera como quien tiene prisa urgente por algo, y sí, su prisa era que quería despacharse a gusto, en la intimidad de nuestro hogar, jajajajaja.

Apenas cerré la puerta de la casa, ya ella estaba despotricando, a su manera, con gruñidos y aullidos como si llorara, olfateando la casa, por si en su ausencia alguien hubiera osado penetrar en sus dominios, pero sin dejar de emitir aullidos de muy diferentes tonos y colores, sí como oyen, colores, porque hoy en día se habla del color de la voz de un cantante, pues Princesa emitió ese día una buena parte de los colores de sus chillidos, jajajajaj.

En su peculiar y asombrosa forma de comunicación parecía decirme:

_ Te volviste loca!-

_ Cómo se te ocurrió dejarme sola y en compañía de esos malcriados que no respetaban mi comida, mi agua y mi almohada!!!.

_ Me pusieron a dormir en una celda, como si estuviera presa!

-_ No podía jugar dentro de la casa, ni tampoco acercarme al sillón para tomar mi siesta!.

_ Tenía frío y no me tapaban con la manta como tu lo haces, y por supuesto no me dejaron dormir con ellos!!!!....

 _ Pensé que me habías desterrado y no te iba a volver a ver!!!

Por supuesto, que esta conversación imaginaria mía, se debió a que ella no dejó de chillar por lo menos unas dos horas, y todavía cuando ya estaba más calmada, de vez en cuando suspiraba y buscaba mi consuelo de una manera u otra...

Han pasado ya unos días, pero Princesa, ahora ha tomado una decisión o a mí, asi me parece, y es que no me deja sola ni en la ducha, supervisa cada cosa que hago, se sienta en su almohada al lado mío, y si estamos en el sofá, siempre tiene una parte de su anatomía en contacto directo con mi persona, como diciendo:

_ Esta vez no me la juegas!!!

Como ya tiene 13 años hay cosas que ya no hace, pues no tiene tanta fuerza como antes, pero su carácter no ha cambiado, aunque ahora duerma más tiempo durante el día, pero no crean que aún así me deja de observar, no, sus orejas parecen dos antenas parabólicas que giran o se levantan al primer movimiento mío, nada de mi persona se le escapa...

Si voy a trabajar, olfatea mi calzado y por el aroma, entiende que no vamos a salir ella y yo, pues debe entender, a su manera, que ese calzado es para trabajar y no para pasearla a ella. De lo contrario, empieza a saltar y dar vueltas en redondo, como diciendo:

_ Vamos a salir, vamos apúrate, yo te digo dónde está el arnés!!!!

Es una verdadera fiesta el verla lo feliz que le hace la salida mañanera y la de la tarde noche.

Cuando le comento a mis amiga las nuevas hazañas de Princesa, mis amigas hacen un movimiento de cabeza y me dicen, descaradamente:

_ En verdad no sabemos si Princesa se ha Mireyizado o tú te has perrunizado_ jajajajaj.

Obviamente, a lo largo de estos años y ,más después de enviudar, mi perrita se ha convertido en mi compañera de vida, con ella expreso a veces cosas, e incluso dejo derramar alguna lágrima furtiva, que no hago en compañía de mis amigas o de mis compañeros, bien porque me he acostumbrado a llevar mis cosas con más intimidad, si cabe, o a no importunar con mis cuentos a la gente, no porque no me quieran o no me aprecien, sino porque es más fácil para mí compartir las alegrías, que las pequeñas arenillas que se puedan colar entre mis pestañas...

En este momento en el que estoy escribiendo para conversar con ustedes, en este monólogo, Princesa permanece a mi lado, durmiendo plácidamente, después de su paseo, pero como siempre alerta a mis movimientos. Quizás cuando despierte reclame mi atención para tratar de subir a mi silla y así acomodarse en mis piernas, como si fuera una almohada, cosa que ella hace con más frecuencia últimamente.

Sin embargo, dentro de todo, debo agradecer su presencia en mi vida, su compañía, sin exigencias, su fidelidad y esas miradas profundas que me lanza de vez en cuando como diciendo:

- No te atrevas a sentir tristeza, no estás sola, yo estoy contigo y te amo_

Gracias amigos lectores por aceptar mis ausencias, por seguir buscando mis escritos, por estar ahí al otro lado de Internet.

Dios nos bendiga


Mireya Pérez



martes, 12 de octubre de 2021

Y de repente esta abuelita venció al Play Station.... jajajajajaj

 

Hace mucho tiempo que no escribo, razones, muchas, o quizás sólo una, me di permiso para hacer un parón momentáneo, aunque ese momento sea largo en meses o días y semanas, pero es importante, a veces, pararse a reflexionar, mirar el trayecto recorrido y sopesar si el mensaje es bueno, si tiene sentido o va a llegar a un  grupo determinado de seres humanos o no.

Tampoco he querido que fuera sólo un monólogo entre mi alma y yo, aunque a final de cuentas lo es, no me voy a engañar, jajajajaj.

Sin embargo, siempre ha sido mi norte, el poder ayudar de una manera u otra a todos aquellos que un buen día me descubren, y se enganchan a mis escritos, los valoran, porque les llega al corazón, y porque de alguna manera mágica, en ese momento, humildemente podía ayudarlos, con mis palabras, mis situaciones tragicómicas o con mis razonamientos cuasi lógicos de las miles de situaciones que un ser humano puede enfrentar en la vida, e incluso superar con apenas una que otra herida o cicatriz, que son parte de las heridas de guerra de un soldado de mil batallas, como lo soy yo, jajajaja.

Estos días atrás tuve la oportunidad de ejercer uno de los roles más importantes de mi vida: ser abuela a tiempo completo, jajajaj. Eso significó para mí encargarme de atener a mis nietos, jugar con ellos, hablar, cantar bajito, jajajaj y cocinar algún que otro plato de los de la ¨abuela ¨, míos jajaja.

En uno de esos días pasó algo curioso, mi nieto de casi 9 años regresó del colegio después de las 3 de la tarde, y como su hermana tenía otra actividad extraescolar, pues su madre llevó a mi nieta a su actividad y yo me quedé con el varón. Yo feliz como una perdiz y mi nieto también, jajajaj.

Jugamos toda la tarde, desde hablar de todo y de nada, completar frases, responder a mil y una preguntas que invariablemente empezaban con un:

- Sabías que abuela....

y al recibir una respuesta, otra pregunta seguía:

- Por qué... ?

La tarde se nos fue sin darnos cuenta y tanto mi nieto como yo, nos sentíamos de lo mejor, hasta que llegó su padre del trabajo y le preguntó cómo había pasado la tarde con su abuela y mi nieto le contestó:

_ Súper papi, ni siquiera he encendido el Play Station hoy-

Por supuesto, la cara de mi yerno se llenó de asombro y nos miró a uno y a otro, de lo más sorprendido, jajajaj, y hasta yo, que me conozco, me sorprendí, jugamos a tantas cosas, sin tener juegos en las manos, y hablamos de tantas cosas, que se nos pasaron las horas sin darnos cuenta.

Posiblemente si yo me hubiera hecho una imagen mental de lo que iba a hacer con mis nietos y cómo reaccionaría, jamás me habría acercado, ni por asomo a esa realidad vivida, al abrigo de la improvisación y de la inteligencia emocional de ambos, porque la verdad sea dicha, los niños hoy en día tienen tanta información a mano, tantas preguntas por hacer y tantos estímulos de todo tipo, que para los abuelos de hoy en día, que pertenecemos a una generación joven, que todavía trabaja y hasta estudia, es todo un reto, que por demás aceptamos con alegría, sin miedo y con mucho amor, amor a raudales diría yo.

Fueron unos días maravillosos, porque ellos han crecido, y aunque ya no podamos jugar a los juegos de antes, pues su interés está en otras cosas, todavía podemos conectar a través de la palabra, los juegos simples y esa conexión especial que nace desde el amor y el corazón... Y la recompensa, esos abrazos de corazón a corazón y los miles de besos repiqueteados de esta abuela juguetona y llena de amor hacia los suyos...

Días después cuando regresé a mi trabajo y le comentaba lo sucedido a mis compañeros, uno de ellos me hizo esta observación:

_ Qué bonito Mireya le ganaste a la Play Station!!!!-

Y gracias a él, hoy he compartido con ustedes esta anécdota sencilla. Puede que pensemos que no tenemos mucho que aportar a nuestros jóvenes, pero creo que veces nos menospreciamos nosotros mismos, y no nos damos cuenta de que existen cosas que podemos compartir desde la sencillez de una vida como la nuestra, en la que valoramos más la calidad del tiempo que la cantidad del mismo, en la que una sonrisa borra toda la tristeza de una noche sin dormir, en la que un abrazo de los seres queridos, te recomponen el alma y te alinean los chacras como dicen por ahí, jajajajaj

Tengo energías renovadas, gracias a mis nietos, mi hija y yerno, la vida es hermosa en cada etapa del camino, sin importar los días u horas en los que sentimos que el alma se nos arruga y pensamos que no vamos a poder recomponernos, pero sabemos que es pasajero, al abrigo de la familia, de los amigos que nos quieren y aceptan como somos, y de la gente que nos aprecia, podemos sentir que mañana efectivamente será un nuevo día, y podremos levantar la mirada, respirar y empezar de nuevo a caminar, aunque los pasos no tengan la misma vitalidad de antes, no importa, nos acomodarnos a este nuevo ritmo, el nuestro y seguimos adelante, mientras el cuerpo que lleva nuestra alma nos diga cuándo y donde parar....

Gracias a todos por esperar a mis escritos, mil veces agradecida a todos.


Mireya Pérez




 


viernes, 16 de julio de 2021

Esta hermosa época de la vida... Después de los Ti´cinco...

 

Cuando yo era niña, mi madre me solía decir que no quisiera cumplir años, porque llegaría un día en que los años se me irían sin darme cuenta!

Y siendo honesta así pasó, estas 66 vueltas al Sol han sido rápidas y vertiginosas, casi sin darme cuenta, pero aún así debo dar gracias inmensas a la vida, porque, como dice el refrán: Todos tenemos algo de médicos, poetas y locos... Y Yo, tengo siempre el consejo sobre alguna medicina no convencional, he escrito poemas desde que era una adolescente, y soy un par de castañuelas alegres, allí por donde voy, jajajajaj.

Desde la perspectiva de alguien que ha transitado todas estas vueltas,  puedo hacer un balance de este transitar, y salvo aquellos momentos en que, por motivos normales de la vida, donde debemos decir adiós a personas importantes de nuestra vida, o aceptar las circunstancias que se presentaron, puedo decir que hasta ahora, el viaje ha sido muy bueno!!!. Por diferentes motivos: El principal y quizás más importante, es que estoy viva, pienso, miro, observo, escucho, me traslado de un sitio para otro, he aprendido y sigo aprendiendo, o sigo teniendo ganas de hacerlo; me conmuevo ante el dolor, pero también lloro de risa cuando algo me hace gracia, o yo la provoco con mis ¨locuras¨.

No estoy sola, aunque viva sola, es quizás una de las cosas positivas de este transitar, porque en realidad no me agobio si no hay gente a mi alrededor, pero tampoco me pasa cuando estoy en medio de un volumen de gente, que a algunos les hace sentir pánico. Soy feliz en mi zona de Confort, pero no me aferro a ella, me adapto a las circunstancias y acepto todo aquello que se presenta como algo natural, me muevo en ese manantial de tranquilidad y serenidad que me habita, y que transmito a todo aquel que se asoma a mi radio de acción o de trabajo.

Cuento además con un circulo de amigas de toda mi vida, que siguen ahí, cerca de mí, capaces de leer entre líneas, cuando yo no quiero decir algo, y respetar mis silencios, pero también de arrimar el hombro y saber cuándo necesito un abrazo espontáneo de esos que te desarman y logran armarte de nuevo. Soy una mujer afortunada, yo también, a mi vez, lo hago, no sólo con ellas, sino con aquellos que siento, en un momento dado, necesitan de ese apoyo, de ese consuelo, de ese acompañamiento en silencio, pero reconfortante para el alma...

La vida me ha dado grandes oportunidades de crecer como ser humano, de aprender y de compartir lo aprendido, de conocer a gente maravillosa y a grandes Maestros de la Vida...Tuve unos padres maravillosos, amorosos y valientes, que enfrentaron la adversidad como un equipo, y que siempre nos dieron amor a raudales!!!. Crecí en un colegio de monjas, que recuerdo con inmenso cariño, y al cual sigo perteneciendo de corazón, la distancia no ha hecho que me aleje de él, de sus patios, de sus salones, en ellos crecí, lloré más de una vez, reí, hice alguna travesura, o fui testigo de más de una, pero esa etapa fue maravillosa, y forma parte de mi baúl de recuerdos. 

Procuro mantenerme en contacto con esas compañeras del colegio, a las cuales he ido rescatando gracias a las redes sociales, no están todas, algunas ya se nos adelantaron en ese viaje sin final, pero las que nos hemos reencontrado, nos sentimos felices por ello.

Soy madre y abuela, he cantado más de una Nana, en realidad en mi repertorio hay 7 nanas, que fui aprendiendo desde niña, y que se las he cantado a mis hijos, a mis nietos, y a algún que otro bebé que he acunado en mis brazos...

No me aferro a los bienes materiales, en realidad no me representan o no hablan de quién soy, a veces, algunas cosas son más bien cargas pesadas, que te impiden avanzar, pero están ahí, y hay que conservarlas o cuidarlas hasta que llegue el nuevo jardinero que se encargará de ellas...

Amo a los animales, y ellos lo sienten, no es raro que en el camino, algún perro se acerque a mí, a pesar de la inquietud de sus dueños, incluso aquellos que aparentemente son bravos, conmigo son como¨¨corderos mansos¨, posiblemente ellos captan mi energía y por ello se acercan, incluso los gatos, jajajaj.

Sonrío ante la vida y doy gracias a Dios cada día, por ese nuevo despertar, aunque mi vida no sea perfecta, pero estoy aquí y puedo soñar, tejer ilusiones, describir  lo que me rodea, aportar mi grano de arena en cada ocasión que puedo y dar lo mejor de mi misma, en cada etapa de este camino.

Se fueron los ti 'cinco, pero ahora empiezan los otros, y yo sigo aquí!!

Gracias por leerme, por seguir mis escritos, un abrazo inmenso!!!


Mireya Pérez



viernes, 21 de mayo de 2021

El año sigue su curso... Y nuestras vidas también!!!!



https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-zbNqojzZeqpTJKJ7KME3XBE7Yqgn904aW5rtQktVKgb2rjpSCyUNA5jTbLJbP7Zna2TJu3vzdOfvqtxO3qeAYUwHyHzn9Qv0TmtwygIxuZ8YWQOzJFgb3slIrHMEg8VWVnTVgzx_a4s/s236/9d62357d7bff94d27419fc6c32c00188.jpg



Inmersa en tantas cosas del día a día, casi no me he dado cuenta del tiempo que llevo sin escribir en el blog, puede que sea por los tiempos que corren; esta pandemia ha cambiado muchos de nuestros patrones, nuestra forma de enfocar las situaciones, la manera en que buscamos las respuestas y cómo aplicamos nuevas tecnologías, aprendizajes o consejos que cada día nos abordan sin cesar.

Trabajar, leer, caminar, visitar a clientes, concertar visitas, aplazar algunas, incluso el darnos tiempo para nosotros mismos, nos hace a veces, parecer egoístas, pero no, es que el Mundo Cambió y nosotros con él...

En el ínterin, hemos tenido que aprender a decir adiós a gente que admiramos, que amamos, que respetamos, y a hacerlo en la distancia, porque ni siquiera se pueden hacer los funerales como antes, ahora hay prisa por incinerar, por realizar esa despedida lo más rápido posible, con un máximo de 10 personas, si son familiares cercanos o convivientes, todo ha cambiado...

Las noticias diarias nos bombardean con sus cifras, con las vacunas, nos hemos hecho expertos en virología, sin tener estudios, la gente habla de tal o cual vacuna, de si están en la lista o no, de por qué a un colectivo le han puesto tal o cual, o en el peor de los casos, que en algún país del primer mundo, allá por el Norte, se van a perder un número ingente de vacunas, porque la gente no quiere vacunarse, y entonces, uno piensa en los países pobres de África o de América, donde apenas el 2 % ha sido vacunado, y te invade el desasosiego, la impotencia, porque esta pandemia es global, y no se puede perder tiempo, ni recursos...

Como persona de riesgo, no sólo por la edad, sino porque tenemos alguna patología, propia del almanaque, hemos limitado nuestros contactos al entorno más cercano, o sólo a unos pequeños momentos, hemos aprendido a hablar con los hijos y los nietos por video conferencia, gracias a las plataformas de internet. Seguramente, cuando pasen algunos años, en los libros de historia, habrá un señalamiento a este período de pandemia, y se hablará de cómo su influencia hizo dar pasos agigantados a todas las áreas del saber humano, por la necesidad de tener o estar inmediatamente informados.

Esta pandemia ha traído algo que hasta hace un par de años era impensable, el Teletrabajo, incluso se habla de acortar a 35 horas semanales el número de horas de un trabajador en la semana.

Las empresas, incluso aquellas que han tenido beneficios, están haciendo una limpieza enorme en su staff de empleados, cerrando oficinas, abaratando costos. Hoy en día ya no tienes que perder tiempo en un banco, sucursal bancaria o compañía de seguros, todo se hace por internet, puedes hacer el seguimiento a un envío, una transferencia, o hacer casi cualquier trámite, sin necesidad de ver a tu interlocutor, el teletrabajo ha llegado para quedarse.

Las clases universitarias, ahora son por la web, obviamente, aquellas que necesitan prácticas de laboratorio, se gestionarán de otra manera, pero esto nos ha traído un nuevo mundo en la docencia.

Pero los seres humanos, siempre van a ser necesarios, aunque ahora no se vean más que los números de progresión, y el cálculo de beneficios...

Yo sigo aquí, en mi mundo, con mis seres amados, agradecida a la vida, porque soy un ser humano privilegiado, tengo un recurso muy escaso en estos tiempos, la amistad verdadera, el refugio de un grupo de amigas, fieles en el tiempo, desde la temprana infancia hasta hoy, desde la adolescencia, desde la Universidad, desde el primer trabajo hasta el último... Qué afortunada soy!!!!.

Y porque mi vida emocional y espiritual es plena, no hay sentimiento de soledad ni agobio, ni siquiera en el peor momento de esta crisis. Todo pasa, y lo sabemos porque ya hemos vivido otras etapas de la vida y a pesar de nuestra incredulidad las superamos, nosotros somos el vivo recuerdo de que todo en la vida pasa, como el río que nunca vuelve a su cauce, que sigue hacia adelante hasta llegar al mar...

Dios nos bendiga amigos lectores, y gracias por darse una vuelta de vez en cuando a ver si me comunicaba, gracias, gracias infinitas...


Mireya Pérez





jueves, 7 de enero de 2021

2021... Allá Vamos!!!!

Sé que otros años comienzo más temprano a escribir sobre este año que empieza y sobre las esperanzas que todos tenemos... Pero este año necesitaba un tiempo para reflexionar, aún más si cabe, en lo que está por venir...

Como dice una de mis hijas putativas, yo lo analizo todo, desde las 52 aristas o caras que tiene este diamante que es mi vida, aunque de la piedras preciosas, el diamante no sea mi piedra favorita, jajajajaj. Pero me sirve de metáfora, para este escrito de Hoy.

Creo firmemente que este año va a ser positivo en muchos sentidos, el más importante quizás, es que cada uno de nosotros ha aprendido y aceptado cada una de las enseñanzas que nos trajo el 2020, siendo quizás la más importante, el compañerismo, el autoconocimiento, los valores morales y espirituales descubiertos nuevamente o recuperados gracias a esa etapa de aislamiento social, al que nos vimos sometidos por la primera ola de esta pandemia, que aún no nos ha dejado.

Hace mucho tiempo aprendí que los bienes materiales, por los que algunos llegan incluso a matar, no nos pertenecen, son sólo herramientas que nos proveen para que podamos hacer el Bien, el buen uso de ello, y la ayuda que podemos brindar a cada uno de los seres humanos que encontramos en nuestro camino. No quiere decir que todo sea material, dinero o riquezas, también lo es el tiempo o la calidad del tiempo que dedicamos al otro o a los otros, ese es también un bien que podemos compartir o brindar a manos llenas.

El dedicar tiempo a los otros, a escuchar y entender o comprender a ese extraño que tenemos en frente de nosotros, porque a veces, incluso uno de nuestros mejores amigos, hermanos o familiares, se convierten en ¨extraños¨ cuando descubrimos con sorpresa, algo que no habíamos visto en todo el tiempo que los conocemos... La gente escucha para responder automáticamente, incluso sin dejarte expresar la idea que tenías, y llegan incluso, a acusarte de ser esto o aquello, que no eres en realidad... Pero ya sabemos que eso sucede, porque en realidad el otro, sólo está expresando lo que es él mismo y no es nuestro caso ni nuestro problema...

Los seres humanos tenemos unas series de miedos, fobias y angustias, que nos atrapan, que nos impiden avanzar o que ni siquiera nos deja ver a un metro de distancia...  Tenemos miedo de la influencia que pueda ejercer una persona determinada en alguien a quien amamos profundamente, y por ello, quizás impedimos que hablen solos, que se comuniquen a menudo, o que simplemente compartan tiempo de calidad, porque somos posesivos... En cambio, si soltáramos, si dejáramos que los sentimientos afloraran en forma positiva, nos daríamos cuenta que cuanto más damos, el amor es aún más fuerte y correspondido a escalas que ni siquiera soñamos experimentar... Pero sólo cuando alcancemos la madurez emocional, seremos capaces de entender y rectificar, aun cuando para aquel con quien fuimos mezquinos y  egoístas, sea tarde, porque ya no estará, habrá salido de nuestro entorno o simplemente habrá pasado de plano... En estos casos, suelo sentir pena por ese ser humano que no ha madurado, porque se perdió muchos aprendizajes, aunque también entiendo y comprendo que nadie aprende en vida ajena, y que si no estás listo para aprender, jamás escucharás o descubrirás al Maestro, simplemente pasará de largo sin darte cuenta.

Cuando somos capaces de dejar a un lado nuestros apegos, nos damos cuenta del sentimiento de libertad que nos invade. Una de mis mejores amigas, suele decir que su vida cabe en dos maletas... jajajaja. Y con ellas puede trasladarse a cualquier parte, por eso ha sido y es una viajera de la vida... Yo quiero emularla, por ello, estoy haciendo limpieza en todos los sentidos, quizás no pueda meter mi vida en dos maletas, jajajaja, aún no, pero sí estoy regalando, dando o botando todo aquello que no necesito, jajaja. Yo era una mujer muy delgada, y mi madre solía hacerme la ropa, pues era modista. Pero, debido a la operaciones que fui sufriendo, empecé a engordar hasta llegar a los 92 Kg. jajaja. No era gorda, porque soy alta, pero sí había subido mucho de peso, además de sufrir dolores intensos de espalda, lo que ameritaba inyecciones de esteroides y calmantes para poder caminar y vivir... Pero eso quedó atrás, hace algún tiempo, ahora peso 74 Kg., ya no sufro de dolores de columna y me siento bien, en general, jajajaj. Y la ropa que mi madre me hacía, ya me sirve de nuevo, como siempre fui clásica al vestir, hoy en día, parecen recién compradas, aunque tengan 25 años, jajaja y el género con el que están hechos sea de última moda, jajajaj.

Siempre me gustaron las manualidades, y en el último mes del año anterior, empecé a terminar una serie de labores que había empezado y había dejado inconclusas, así también empecé a diseñar y realizar cosas nuevas, aprovechando mi manía de reciclar cajas, cartones, botes de cristal, etc. Solía decir que yo era el terror de la cajitas, pues suelo guardar en ellas, desde botones, hilos, etc., hasta fotografías que aún no he seleccionado para colocar en álbumes, prendas y abalorios, y un sin fin de etcéteras, jajajaja. Ahora están siendo ubicados de una forma diferente, pareciera que me ha invadido una María Kondo, a lo Mireya, jajajaja.

Este año que empieza tengo varios proyectos personales que emprender, y que espero poder realizar con entusiasmo, con energía y con mucha alegría. No voy a enumerarlos, eso está en el listado de mi conciencia, jajaj. Si alguno leyó a Mafalda alguna vez, quizás recuerden una historieta donde ella está haciendo un listado de cosas por hacer o disertaciones sobre el mundo y su madre se acerca con un plato de sopa, a lo que Mafalda que odia las sopas le dice: Mamá ya vienes tú a romper la conversación con mi conciencia o el listado de mi conciencia... A mí me encantaba, jajaja.

Muchos autores dicen que es bueno hacer una lista de las cosas que queremos lograr el año que empieza, yo le llamo a eso el Mapa del Tesoro, los invito a ello. No tienen que ser cosas muy grandes o difíciles de lograr, o sí, en realidad no hay límites para la imaginación, pero si nos ponemos metas inalcanzables, lo que vamos a lograr es desanimarnos y no es la idea. Podemos empezar por cosas sencillas, y en la medida que las vamos logrando, nos damos auto premios, como una copa de helado en la Heladería que más nos gusta de nuestra ciudad, ese será nuestro premio para ese primer logro. 

Pondremos en ese Mapa las metas y qué debemos hacer para lograrlas, puede que en el transcurso del tiempo, cambien las metas, bien porque ya las alcanzaron o porque la prioridad cambia, la vida no es inmutable, y aquello que hoy parece prioritario, no lo sea en realidad. No se preocupen por ello, lo realmente importante es el fijarse objetivos y trazar las estrategias que creamos necesarias para lograrlo. Se puede revisar cada semana, o cada mes, eso nos permitirá hacer las correcciones a tiempo y sobre todo no perder la ilusión ni la Esperanza.

Otra tarea que me parece interesante y que en algún momento he hecho es escribir una carta del Perdón, para mí y para alguien en especial, no quiere decir que se la vayan a entregar o que se enteren de su existencia, no, es para nosotros mismos, solemos ver defectos en los otros, que en realidad son un reflejo de nosotros mismos, y aquello que no perdonamos en el otro, suele ser algo que no nos perdonamos...Si empiezan a escribir a esa persona enumerando los recuerdos hermosos compartidos y los no tan hermosos, en la medida que vayan escribiendo se darán cuenta de que parece una especie de conversación, y aflorarán muchos recuerdos del pasado, algunos muy lindos, otros incluso, dolorosos, pero si empezamos por perdonarles y perdonarnos, se van a sentir cada vez más aliviados, y al finalizar este escrito, podemos decir algo así como: TE PERDONO Y ME PERDONO, TE DOY GRACIAS POR EL APRENDIZAJE QUE HAS TRAÍDO A MI VIDA, TE AMO Y TE BENDIGO... Ojo, no es una carta para luego quemar, no, es una carta para leerla cada vez que necesiten tomar un espacio entre esa persona y ustedes, y evaluar hasta donde ha llegado nuestro sentimiento de perdón y nuestro amor. Deben guardarla donde nadie sepa que existe, es algo muy personal y no debe ser publico, eso es importante. Llegará el día en el que al volver a leerla, sientan que todo ha pasado y ustedes decidan romperla y tirarla a la basura, porque ya habrá cumplido su misión.

Creo que este año va a ser positivo en todos los sentidos, sobre todo porque nosotros hemos dado un salto en nuestro avance o evolución emocional y eso se nota y lo notamos en cada ser humano que encontramos en nuestro camino, pero no podemos bajar la guardia, debemos seguir cuidándonos por nosotros y por los que amamos, todavía no hemos logrado dominar esta pandemia y debemos hacer todo lo posible por nosotros y por los demás.

Dios nos bendiga amigos lectores, espero que se cumplan todas las expectativas y sueños que nos hemos trazado y sobre todo que podamos vivir con salud y alegría. Un abrazo inmenso de corazón a corazón.


Mireya Pérez