A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

martes, 30 de junio de 2020

Segundo día de Fiesta Emocional.... Ole por mí !!!!....jajajaj


Este segundo día de mis Fiestas Patronales, quiero dedicarlo a aquello que fue mi vida, mi inspiración y mi mundo, durante los primeros 15 años de mi vida.

Tuve la suerte de vivir en un entorno lleno de música, danza, teatro y libros. Vivía, de niña, al lado de la Academia de Ballet de las Hermanas Contrera, conocida como la Academia Interamericana de Ballet, donde se formarían grandes figuras del Ballet venezolano como Ingrid Rodríguez, Fanny Montiel, los hermanos Rafael y Gustavo Portillo, entre otros.

Con apenas 3 años, me colaba en la sala de ensayo a ver a los bailarines hacer sus prácticas y ensayos de los sábados y a escuchar al maestro Bracho, el pianista de la academia, cómo dibujaba el pentagrama musical de los grandes clásicos del Ballet y yo soñaba, tanto, que una mañana sin que se dieran cuenta, o así yo lo creí, en un momento en que Bracho ensayaba una partitura de un cancán, yo me puse en diagonal, e imité a las bailarinas, se podrán imaginar el silencio que se formó, y la algarabía que le siguió, cuando todo el cuerpo de baile, el Ballet Nacional de Venezuela, aplaudía a ese comino de casi cuatro años, que había hecho su primera gran travesura al compás de la música que me enamoró, y aún hoy me enamora...

Acto seguido, Irma Contreras, quien era la directora y coreógrafa de la academia, me agarró del brazo y me llevó donde mi madre, que se había asomado al patio, al escuchar el alboroto, por supuesto pensaron que había hecho alguna trastada, lo que menos se esperaba es que ella le ofreciera a mi madre inscribirme en las clases de las pequeñas, alabando mi oído musical y mi destreza a tan corta edad, así empecé a estudiar ballet, tres veces a la semana, y luego todos los días cuatro horas diarias, durante casi 15 años de mi vida. Por supuesto, no fui prima ballerina, ni mucho menos, pero esta disciplina encausó mi vida, mi gusto y mi plasticidad de movimientos, aún hoy que ya no soy joven, jajajaja, pero en mi alma, hay una bailarina que danza en la nubes de su ensoñación, al compás de cientos de partituras musicales, puedo decir que " no me quiten lo bailado"... jajajaja.

Esta habilidad para bailar, seguir el compás e inspirarme a crear movimientos y coreografías, me llevaría años después a colaborar con la madres de mi colegio, en el desarrollo de los actos de baile y concursos de música, canto o gaitas de mi institución, y luego en la Universidad, a estar siempre en cualquier grupo de músicos y amigos que acompañados de una guitarra, armabamos nuestra fiesta solos.

La vida también haría que me enamorara de mi esposo, en una noche de guitarras y canciones con un grupo de amigos... Una guitarra de 12 cuerdas...

Por supuesto, también surgieron en aquellos años de adolescencia, los cantantes de la época que fueron mis grandes compañeros, incluso hoy en día, cuando lamentablemente hemos tenido que decir adiós a más de uno, pero es ley de vida, todos nos vamos, nadie se queda...

De aquella época tenemos recuerdos musicales muy variopintos, desde los Beatles, los Bee Gees, Elvis Presley, Los Darts, Cherry Navarro, Nino Bravo, Cecilia, Joan Manuel Serrat, Alberto Cortés, y muchos otros...

En los recreo del colegio, el grupo de compañeras que tocaban guitarra y las que cantábamos, nos reuníamos en el patio, a ensayar y tocar piezas que nos gustaban, y así lo haríamos hasta el final del bachillerato, recuerdo con nostalgia ese grupo inmenso de chicas que cantabamos con emoción y sentimiento tanto boleros, como baladas y lo que se nos viniera a la mente, éramos muy unidas y siempre nos juntábamos para reir y cantar... Algunas ya no están entre nosotros, pero yo las recuerdo siempre...

Así que hoy mi Fiesta Emocional es por ellas y con ellas, gracias chicas por tantos momentos y recuerdos, fueron y son maravillosas...

Dios nos bendiga.





Tres de nuestras canciones de la época....

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