A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

viernes, 16 de julio de 2021

Esta hermosa época de la vida... Después de los Ti´cinco...

 

Cuando yo era niña, mi madre me solía decir que no quisiera cumplir años, porque llegaría un día en que los años se me irían sin darme cuenta!

Y siendo honesta así pasó, estas 66 vueltas al Sol han sido rápidas y vertiginosas, casi sin darme cuenta, pero aún así debo dar gracias inmensas a la vida, porque, como dice el refrán: Todos tenemos algo de médicos, poetas y locos... Y Yo, tengo siempre el consejo sobre alguna medicina no convencional, he escrito poemas desde que era una adolescente, y soy un par de castañuelas alegres, allí por donde voy, jajajajaj.

Desde la perspectiva de alguien que ha transitado todas estas vueltas,  puedo hacer un balance de este transitar, y salvo aquellos momentos en que, por motivos normales de la vida, donde debemos decir adiós a personas importantes de nuestra vida, o aceptar las circunstancias que se presentaron, puedo decir que hasta ahora, el viaje ha sido muy bueno!!!. Por diferentes motivos: El principal y quizás más importante, es que estoy viva, pienso, miro, observo, escucho, me traslado de un sitio para otro, he aprendido y sigo aprendiendo, o sigo teniendo ganas de hacerlo; me conmuevo ante el dolor, pero también lloro de risa cuando algo me hace gracia, o yo la provoco con mis ¨locuras¨.

No estoy sola, aunque viva sola, es quizás una de las cosas positivas de este transitar, porque en realidad no me agobio si no hay gente a mi alrededor, pero tampoco me pasa cuando estoy en medio de un volumen de gente, que a algunos les hace sentir pánico. Soy feliz en mi zona de Confort, pero no me aferro a ella, me adapto a las circunstancias y acepto todo aquello que se presenta como algo natural, me muevo en ese manantial de tranquilidad y serenidad que me habita, y que transmito a todo aquel que se asoma a mi radio de acción o de trabajo.

Cuento además con un circulo de amigas de toda mi vida, que siguen ahí, cerca de mí, capaces de leer entre líneas, cuando yo no quiero decir algo, y respetar mis silencios, pero también de arrimar el hombro y saber cuándo necesito un abrazo espontáneo de esos que te desarman y logran armarte de nuevo. Soy una mujer afortunada, yo también, a mi vez, lo hago, no sólo con ellas, sino con aquellos que siento, en un momento dado, necesitan de ese apoyo, de ese consuelo, de ese acompañamiento en silencio, pero reconfortante para el alma...

La vida me ha dado grandes oportunidades de crecer como ser humano, de aprender y de compartir lo aprendido, de conocer a gente maravillosa y a grandes Maestros de la Vida...Tuve unos padres maravillosos, amorosos y valientes, que enfrentaron la adversidad como un equipo, y que siempre nos dieron amor a raudales!!!. Crecí en un colegio de monjas, que recuerdo con inmenso cariño, y al cual sigo perteneciendo de corazón, la distancia no ha hecho que me aleje de él, de sus patios, de sus salones, en ellos crecí, lloré más de una vez, reí, hice alguna travesura, o fui testigo de más de una, pero esa etapa fue maravillosa, y forma parte de mi baúl de recuerdos. 

Procuro mantenerme en contacto con esas compañeras del colegio, a las cuales he ido rescatando gracias a las redes sociales, no están todas, algunas ya se nos adelantaron en ese viaje sin final, pero las que nos hemos reencontrado, nos sentimos felices por ello.

Soy madre y abuela, he cantado más de una Nana, en realidad en mi repertorio hay 7 nanas, que fui aprendiendo desde niña, y que se las he cantado a mis hijos, a mis nietos, y a algún que otro bebé que he acunado en mis brazos...

No me aferro a los bienes materiales, en realidad no me representan o no hablan de quién soy, a veces, algunas cosas son más bien cargas pesadas, que te impiden avanzar, pero están ahí, y hay que conservarlas o cuidarlas hasta que llegue el nuevo jardinero que se encargará de ellas...

Amo a los animales, y ellos lo sienten, no es raro que en el camino, algún perro se acerque a mí, a pesar de la inquietud de sus dueños, incluso aquellos que aparentemente son bravos, conmigo son como¨¨corderos mansos¨, posiblemente ellos captan mi energía y por ello se acercan, incluso los gatos, jajajaj.

Sonrío ante la vida y doy gracias a Dios cada día, por ese nuevo despertar, aunque mi vida no sea perfecta, pero estoy aquí y puedo soñar, tejer ilusiones, describir  lo que me rodea, aportar mi grano de arena en cada ocasión que puedo y dar lo mejor de mi misma, en cada etapa de este camino.

Se fueron los ti 'cinco, pero ahora empiezan los otros, y yo sigo aquí!!

Gracias por leerme, por seguir mis escritos, un abrazo inmenso!!!


Mireya Pérez



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