A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

viernes, 10 de julio de 2020

Versos.. La copa de mi vida...


Han pasado unos días desde que empecé este nuevo ciclo alrededor del Sol, he también comenzado a escribir con más asiduidad, aunque no lo había dejado de hacer, sólo que usaba un cuaderno para escribir y guardar allí mis ideas o escritos sobre aquello en lo que estoy trabajando, a galope entre mi vida laboral o profesional, mis diferentes roles de madre, abuela, amiga y compañera de trabajo y mi amor por las letras y la escritura... También, en los días previos a mi onomástico, compartí con ustedes parte de los grandes aprendizajes de esta vida mía que ha llegado a la edad de platino,  como mis cabellos, jajaja.

Quise compartir los pequeños grandes momentos, apartando, en la medida de lo posible, las partes más sensibles, dolorosas y tristes. Que para penas ya está el Mundo lleno!!!!, jajajajaja.

Como saben, hace tiempo que no escribo versos, puede que más de dos años, pero hoy lo voy a hacer y compartir con ustedes, amigos lectores...

Va por mí!!!!!!....


Levanto la copa de mi vida
dando gracias a Dios por cada día,
dando gracias a mis padres,
a mis hermanos, hijos y nietos.
Dando gracias a mis amigas 
y compañeras de toda la vida,
dando gracias a los nuevos
que han llegado y
a los que están por llegar...

Levanto mi copa
por vivir,
por haber tenido un sueño en la piel,
por cada sueño hecho realidad,
por cada amanecer,
incluso por aquellos en soledad.

Levanto mi copa agradecida
por la capacidad de llegar a cada ser humano
por la mirada franca y honesta,
por el cariño y los abrazos compartidos,
de corazón a corazón...
Sin buscar otra cosa,
que el afecto compartido,
sincero, pleno, lleno.

Levanto mi copa por todo lo aprendido,
por esa capacidad de asimilar la vida,
por esa capacidad de poner en palabras,
positivas, alegres, empáticas, todo lo vivido...

Levanto mi copa por el olvido
de los sueños rotos,
de las lágrimas derramadas,
del dolor profundo y sordo,
por las ausencias tan marcadas...

No olvidaré jamás, lo sé,
pero he aprendido a aceptar y a resignarme,
he aprendido a llevar con hidalguía
esta vida mía...

He aprendido a valorar lo realmente importante,
a reconocer que la vida es pasajera,
que nada me pertenece,
que nada me llevaré...

He aprendido a Amar, 
a dar a manos llenas,
a vivir sin apegos materiales,
a brindar alegría y optimismo,
a reir y hacer reir,
a cantar bajito alguna Nana,
a vivir y compartir, lo poco y lo mucho...
A dar siempre las Gracias, de corazón
a pedir perdón y a perdonarme por mis errores cometidos...

Levanto  Hoy amigos míos esta copa por mí...

Felicidades alma mía por acompañarme estos primeros 65 veranos...

Qué bueno !!!!!!!!


Mireya Pérez




No hay comentarios:

Publicar un comentario