A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

martes, 16 de diciembre de 2014

El Secreto de vivir en el Amor...








Cuando comenzamos nuestra andadura por la vida, nos encontramos con diferentes formas de enfrentar la vida. Algunas personas escogen el estar siempre en contra de todo, todo lo critican, nunca están conformes, todo les parece poco, e incluso llegan al egoísmo  de pensar que sólo ellos merecen lo mejor. Otros en cambio, son almas generosas, dispuestas siempre a dar lo mejor de ellos mismos, a considerar primero el bienestar del otro, antes que el suyo propio, inclusive el sacrificio es para ellos una forma de Amar. Algunos pocos, tratan de ir por la calle del medio, sin tanto altruismo, pero tampoco tanto egoísmo. Es quizás el equilibrio más difícil de hacer.

En mi fuero particular, yo escogí un camino, con el cual me he sentido y me siento bien. A estas alturas de mi vida, me es imposible actuar de otra manera, perdería todo sentido para mí, actuar de forma diferente. Pero también he aprendido que no me importa lo que otros piensen, por la sencilla razón de que cada persona piensa y actúa según su intención, forma de pensar u opinar, y yo las acepto, como espero que ellas acepten la mía, aunque no la compartan. Sin embargo, no acepto que vengan a criticarme ni a decirme cómo debo llevar mi vida, yo no lo hago con nadie, y no acepto que me lo digan a mí, a menos que yo les haya pedido un consejo, entonces con humildad escucho sus palabras y tomo nota de los consejos, si los puedo aplicar, bienvenidos sean, si no, pues para otro momento. A veces los consejos, como los libros, llegan cuando todavía no estamos preparados para leerlos o aplicarlos.

Haciendo un alto en mi camino, me doy cuenta no solo de los errores, sino también de los aciertos, y le doy gracias a Dios, porque en determinados momentos de mi vida, cuando más sola quizás me encontraba, aparecían ¨esos ángeles del camino¨que me tendieron una mano, que me sirvieron de apoyo para llevar mi cruz hasta el otro recodo del camino, o porque con su sola presencia hicieron más llevadera la ruta que transitaba. Gracias Señor por todos esos seres maravillosos, no hace falta que los nombre, pero Tu y ellos saben quienes son. Mi alma siempre estará eternamente agradecida por su apoyo, por saber estar a mi lado, por comprenderme y hasta regañarme o hacerme ver algo que no veía o no podía ver. Gracias infinitas gracias...

Obviamente yo escogí el Amor, como camino para transitar, no sólo porque es más fácil para mi dar amor que quizás recibirlo, confieso que es una tarea que tengo por aprender, pues todavía me siento muy pequeña cuando recibo algo inesperado, aunque por dentro esté que salte de felicidad y mis saltos, con mi 1,72 de altura son bastante grandes, jajaja. Pero en mi fuero interno, cuando me entrego a los demás, cuando comparto tiempo, espacio y calidad de atención, me siento plenamente realizada, siento que estoy aportando mi granito de arena, y eso llena con creces mi cajita de zapatos existencial, con pétalos de flores multicolores. 

Cosas tan simples y maravillosas como contemplar un arco iris, como el que vi ayer cuando regresaba de hacer un viaje corto al sur, y de repente al pasar un tramo lo vi, era majestuoso, completo, de punta a punta y quizás uno de los arco iris más anchos en franjas que haya visto jamás, podía incluso ver el degradé en cada franja de color a medida que iba apareciendo la nueva franja, no lo fotografié porque iba conduciendo, pero le di las gracias a Dios con infinita alegría por ese regalo maravilloso que nos brindó ayer en forma de Arco Iris de colores. Ese tipo de cosas, siempre me llenan de infinita gratitud, pues soy consciente de que la vida me ha dado muchas cosas por las cuales estar agradecida, aunque mi abundancia no sea en bienes materiales, sin embargo puedo ver y oír, paladear y palpar e incluso sentir, y se que hay muchos seres humanos en la Tierra que no pueden hacerlo, y por ello somos bendecidos.

Otras de las cosas simples y hermosas de la vida, no por menos importantes, son la alegría de los niños, sus sonrisas, su mirada angelical, su falta de malicia, su naturalidad y espontaneidad, me encanta observar a los niños, me recuerda a mis hijos, a mis nietos, y a veces un poquito también a mi, en mi inocencia, que aún guardo en el corazón. Son maravillosos, me duele cuando están enfermos, cuando se nos van tan jóvenes, y dejan un vacío que nada ni nadie puede llenar, pero Dios sabe lo que hace y yo como simple ser humano he aprendido a aceptar su voluntad, también se que no puedo hacer otra cosa, pues aunque me revele, como hice en algún momento, siempre termino por agachar la cabeza y dejar en las manos de Dios lo que no puedo cambiar, y aferrarme a mi Fe, seguir adelante y pedir fuerzas para continuar.

Vivir en el Amor no es un cuento de hadas, ni una novela rosa, al contrario, significa una entrega total en aras del bien colectivo, de la familia, de los hijos, de la pareja, de los padres y hermanos, de los amigos y seres queridos, e incluso de las personas que encontramos cada día. Porque cuando llegamos a un sitio y damos un ¨Buenos días¨y sonreímos, estamos dando un poco de amor. Cuando nos preocupamos por ayudar al otro, estamos dando amor. Cuando escuchamos a alguien y le apretamos la mano o le hacemos un gesto como una palmada en el hombro o en la espalda, cuando le miramos a los ojos y con nuestra mirada le decimos todo, estamos dando amor. Escuchar sin opinar, hasta que la mirada de nuestro interlocutor nos pide una palabra de aliento, también es amor. Yo suelo decir que - Lo importante No es la Cantidad del Tiempo, sino la Calidad del Tiempo.

A veces creemos que un regalo costoso, un restaurante de lujo, o un viaje fantástico, son el reflejo del amor. Y si hubiéramos ido a una playa de la localidad con un bolso lleno de emparedados preparados en casa, una buena tortilla de papas, una hogaza de pan y una botella de agua, junto a la persona amada, nos daría más felicidad que todo lo anterior, porque simplemente necesitamos estar con la persona o personas que amamos. A mi me encanta cuando mi nieta de 4 años me pide que juegue con ella a las muñecas, o cuando me pide que vayamos a la playa y hagamos castillos de arena, o cuando se va a acostar y quiere que le invente un cuento, que después tengo que contar varias veces, porque ella lo está aprendiendo. O como el día que después de ver la película Frozeen por enésima vez, me dijo que si yo le podría hacer el disfraz de la princesa para Carnavales, y ya he diseñado mentalmente como se lo voy a hacer, y solo me falta ir de tiendas a comprar las telas para ponerme a hacercelo, y aunque no me quede perfecto, si lo haré con todo el amor del mundo, porque ella es uno de mis más grandes amores. Dios me la guarde y me la bendiga. Y seré una abuela feliz, sin duda alguna, ya lo soy, pero lo seré aún más, jajajaja.

El Amor para mí es un reflejo de cada día de mi vida, aún en los detalles pequeños, y aunque yo no lo propague al viento, la gente se da cuenta. Por ejemplo, a mi en lo personal me gusta algo que a nadie le gusta mucho que digamos, planchar ropa, sí jajaja, aunque no lo crean me gusta, y siempre cuando plancho las camisas de mi marido, me esmero porque queden perfectas, para que sean un reflejo del amor y del cuidado con que siempre lo he cuidado y lo cuido. Y se nota, siempre da la imagen perfecta, y en las fotos sale siempre pulcro y elegante, y es porque siempre ha habido alguien en la retaguardia que lo ha cuidado, protegido, amado y mimado, YO. jajajajaj.

Soy feliz a mi manera, humilde, sencilla, pero realizada. Aunque la vida no haya sido un lecho de pétalos de rosas, yo escogí hacer con los pétalos que me dieron, el mejor y más sutil de los perfumes, y mi perfume se llama Amor. Ese espero que sea mi gran legado.

Que Dios nos bendiga a todos, yo le doy gracias infinitas a Dios por todos los bienes y talentos recibidos.

Mireya Pérez.






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