A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

viernes, 19 de diciembre de 2014

A través de tu mirada...








Dicen que una mirada vale más que mil palabras, y a mi siempre me ha llamado la atención la mirada de las personas, a pesar de que los ojos por sí solos, aparentemente, no tienen ninguna expresión, el conjunto que forman con el entrecejo, las cejas y alguna mueca o sonrisa, hacen que el rostro cambie totalmente y transmita más que si hubiéramos emitido alguna vocal.

Una de las claves que se utilizan en el desarrollo de una entrevista, bien sea para buscar empleo, para buscar un candidato a un puesto determinado, cuando conocemos a alguien, etc., suele ser el observar a nuestro interlocutor, su posición corporal, su actitud, sus zapatos... 

En mi caso particular, si se trata de un caballero, le miro las manos, el cuello de la camisa, los zapatos, y me concentro en su mirada. Durante toda la entrevista, no pierdo detalle de su mirada, de la posición en que coloca la cabeza ante una pregunta, hacia donde voltea la mirada al hablar, si lo hace mirándome directamente o si coloca su mirada por encima de mí, como si estuviera perdida en sus recuerdos, o fija en el horizonte, para no perder el hilo de la conversación.

A las entrevistas de este tipo se les suele llamar Cara a Cara, y pueden ser una entrevista de Entrada y Salida o una entrevista que dará pie a nuevas entrevistas y al reclutamiento definitivo de nuestro candidato. Así de importante es la buena impresión que un entrevistador se puede llevar al conocer a un candidato. No sólo es importante su curriculum, sino también cómo se desenvuelve en la entrevista, su actitud y su mirada.

Una mirada dice mucho. Por ejemplo, cuando una persona trata de recordar algo, suele mirar hacia una lado, puede ser a la izquierda o a la derecha, y habla con tranquilidad aparente. Si la respuesta amerita recordar algo que está en el fondo de su mente, generalmente la persona mira como si estuviera buscando dentro de su psique, y su mirada parece como si su cuerpo estuviera aquí, pero su mente no...

Si lo que le preguntamos es sobre algo que posiblemente englobe un recuerdo sonoro, la persona entrevistada ladeará un poco la cabeza y mirará hacia un lado de la habitación, como si con ese detalle pudiera escuchar ese algo especial.

Todos esos detalles me dan información muy valiosa, a la hora de evaluar a un posible candidato, o por lo menos, yo lo utilizaba en ese contexto...

Hoy en día gracias a las tecnologías, podemos encontrar modelos de entrevistas en YouTube, que nos permiten tomar notas de los ¨buenos y malos hábitos¨al desarrollarlas, y es una buena fuente de aprendizaje para aquellos que quieren superar el escollo que puede surgir al hacer una entrevista, sin estar preparado psicológica y formalmente para ello.

No obstante, si lo que ocurre es que estamos conociendo a alguien en forma particular, quizás no hagamos tanto análisis, y nos dejemos llevar no solo por la apariencia, sino por la voz, y por el saber estar de la persona. Se que muchos dirán que a veces les ha ocurrido conocer a alguien y sentir que lo conocían de toda la vida, hubo química, algo que mucha gente no suele preguntarse, pero si observar  que les ocurre con sorpresa de su parte.

Para mi, aunque trato de no ser tan observadora, porque podría ofender a mi interlocutor, la mirada sigue siendo fascinante, y si la persona tiene la cualidad de ¨sonreír con la mirada¨, pues ya casi me ganó para siempre, porque eso en realidad me tumba todos los esquemas...

Con el tiempo he descubierto que las personas que tienen ojos oscuros, les es más fácil ¨mentir¨porque no podemos ver el iris de sus ojos, sin embargo, a las personas de ojos claros, el movimiento de su pupila los delata, a menos que sean como un jefe que tuve una vez, el hombre era blanco, de ojos azules y cabello gris, su piel se enrojecía, como la mía, a cualquier cambio de opinión o situación, pero en algún momento de su vida decidió ¨domesticar¨esta situación, hasta el punto que era difícil, incluso para mi mente inquisitiva, descubrir qué emoción pasaba por su cabeza. La gente que no lo conocía creía que era frío y duro como el acero, no sabían que le había costado mucho esfuerzo llegar a dominar esa parte de su expresión. Era la única manera de poder tener ventaja ante un adversario y salir ganando, como solía hacerlo. Muy buen jugador de ajedrez, por cierto!.

Me encanta observar a las parejas que tienen muchos años juntos, porque tienen un lenguaje especial en sus miradas, que lo dicen todo, no tienen que hacer movimientos de cabeza o de las manos, solo la mirada les dice lo que quieren saber, y posiblemente si seguimos el curso de las mismas, descubramos cosas muy interesantes. Pues cuando una pareja está muy compenetrada, desarrollan con los años un lenguaje propio y silente, que es hermoso, fascinante y a veces envidiable. Mi padres se comunicaban así, y conozco varias parejas que también lo hacen, y para los observadores es un momento mágico, aunque no estemos incluidos, Dios los bendiga. Esa comunicación significa muchos años de amor, compañerismo, entrega y confianza plena.

No desaprovechemos la oportunidad de aprender de nuestros mayores, de la gente ¨sabia¨aunque no tenga un Máster o un PHD, para mi si lo tienen en ¨convivir y amar¨. Lamentablemente no es una materia que nos den en la escuela, solo en la escuela de la vida se aprende, con ensayo y error. Como casi todos los aprendizajes humanos, a decir verdad.

Miremos con el corazón en los ojos, con amor hacia los demás, demos un abrazo cálido de bienvenida a los que amamos, que no necesiten un ¨te quiero¨ forzado con palabras, sino que con la caricia en la mirada lo digamos todo, aunque después achuchemos, abracemos y besemos. El primer encuentro siempre es la mirada, que ésta sea de corazón a corazón. Para que en la distancia, al evocarnos, ese sea el primer recuerdo que les venga a la mente.

Ese es el lenguaje de la mirada, del amor, de la confianza, generoso y libre.

Que Dios nos bendiga a todos.

Mireya Pérez.



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