Carta para el Niño Jesús...

Para los venezolanos y para otros muchos pueblos católicos, el día 24 de Diciembre conmemoramos el nacimiento del Niño Jesús, hijo de Dios. Y en todos los hogares los niños y los no tan niños preparan con esmero su llegada, preparando el Pesebre o Nacimiento criollo, dejando el pesebre vacío hasta que llegue el día 25, cuando, para el alborozo de nuestros hijos y nietos, aparece la imagen del niño Jesús en el pesebre. 

Cuando era niña, en el antiguo salón de actos del colegio, las madres hacían un pesebre fantástico, era inmenso!!!, y se notaba a todas luces la laboriosidad de todas ella, pero sobre todo la maestría de la madre Victoria Palau, era una mujer muy creativa, capaz de bordar con primor, pintar y hacer con esas manos maravillosas cualquier reto que se le pusiera por delante, también tenía una voz prodigiosa, tocaba piano, y dirigía el Orfeón del colegio, del cual yo formaba parte, en la segunda voz.

Para mi es una fecha especial, pues en mi casa, en esas fechas, mientras papá vivió, lograba reunir a toda la familia en casa de mi abuela, y se montaba la alegría  de todos, él era uno más de los chiquillos, le encantaban, y había muchos, éramos unos siete nietos en aquella época, y yo era la única hembra, así que muchas veces me he preguntado cómo logré salir de montarme en los árboles y saltar tapias como mis primos, a ser una mujer tan femenina, a decir de uno de mis jefes el Econ. Antonio Bernal. Cosas de la vida, jajajaja.

Pues bien, basada en estas premisas, voy a elaborar este año, mi carta para el Niño Jesús, como homenaje a mis costumbres criollas, y como un guiño a mis amigas, compañeras y corruñas de toda la vida.

Querido Niño Jesús:

Cada año, hago en silencio, como si hablara contigo algo parecido a esta carta, pero este año, quiero compartirlo con mis amigas, con mis lectores, con mis amigos masculinos que son muy poquitos, tu lo sabes, porque siempre he estado rodeada de un mundo completamente femenino, y a gustito... jajajaja.

No voy a ponerme en negativo sobre este año que se va, pues si bien ha habido momentos muy difíciles, me diste la serenidad y la paz interior para llevar esa etapa con amor, con tranquilidad y con sosiego, sin la Fe en Dios hubiera sido imposible. Sin embargo, me has dado muchas razones para estar feliz, una de ellas fue el poder poner en papel mi libro Mi Hijo Pródigo, el cual salió a la venta en abril de este año. También te agradezco Señor porque a través de mi esposo y sus amigos de Social Media Branding Seo, pude hacer la entrevista que está colgada en Youtube, y que ha permitido que me conozcan muchas más personas, y te doy Señor mil gracias por ello.

Mis nietos me han nombrado la abuela alegría, y es una de las cosas más hermosas que me han pasado en la vida, así como también, me estás brindando la oportunidad de re encontrarme con mis amigas, con la gente que me quiere y me aprecia, y eso no hay con qué pagarlo. Yo estoy profundamente agradecida.

Así que ahora, te voy a hacer una lista de peticiones, que como sabes, generalmente no pido para mí, pero este año si lo voy a hacer, allí vamos... jajaj

Este años 2016, te pido Niño Jesús, en primer lugar, por mi patria Venezuela, para que este año, comience una etapa de reconciliación entre todos los venezolanos, pues no debe haber nada que nos impida ser como siempre hemos sido, un pueblo generoso, abierto, espontáneo, amistoso y echado para adelante. Ese pueblo que se levanta todos los días a las cuatro y media de la mañana para  organizar sus vidas y las de sus hijos, y que muchas veces, para llegar al trabajo han tenido que usar hasta cuatro busetas, esa gente que trabaja hasta las seis de la tarde y que después se dirige a los institutos o Universidades a estudiar para mejorar, porque llevamos en nuestros genes, ese afán de superación. Sin importar si vives en un rancho o fabela, o si vives en una cuna de oro. Todos quieren tener un título debajo del brazo, y eso nos distingue de otros pueblos, a veces más avanzados que el nuestro.

Te pido señor por nuestros niños, que todos tengan acceso a una educación, a una seguridad social, que les garantice Salud, Medicinas, Hospitales dotados y eficientes.

Te pido también por la seguridad personal, porque en un mediano plazo, pues es necesario hacer un trabajo importante con los cuerpos de seguridad del Estado, todos los ciudadanos tengan la tranquilidad de salir a la calle, sabiendo que van a regresar a sus hogares. Para ello creo que lo primero que se les debe ofrecer a ellos, es una mejor calidad de vida, así como los militares en Fuerte Tiuna tienen apartamentos donde vivir con sus familias, creo que a los cuerpos de seguridad también se les podrían edificar viviendas o apartamentos dignos, donde sus hijos puedan estudiar, asistir a campos de juegos e incluso piscinas municipales, que les permitan formarse, hacer deporte y por qué no convertirse en futuros deportistas olímpicos. Si otros países, con menos recursos que el nuestro, lo han logrado, nosotros también podemos hacerlo.

Te pido también por cada uno de mis compatriotas de uno o de otro bando, para que recuerden que nos une un mismo suelo, una misma bandera, un mismo país, Venezuela, que es grande, abundante, generosa, amplia, exuberante,  que lo tiene todo, pero que lo más importante son su gente, ellos y nosotros todos somos una sola tierra, una sola nación. No debemos nunca olvidar las últimas palabras del Libertador Simón Bolívar: 

.... Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro....¨

Hace 185 años que las pronunció, y hoy más que nunca están presentes. Todos cabemos en la patria, todos hacemos falta, cada uno desde su puesto de trabajo, desde el hombre o mujer que barre las calles, hasta el Ingeniero que construye puentes, o el maestro que ilumina las mentes de nuestros niños y jóvenes. Todos son necesarios y útiles, y la Patria nos necesita sin discriminación alguna.

Por último, te pido Niño Jesús, que me des salud y tiempo para disfrutar de los míos; también te pido una respuesta a la interrogante que tiene mi alma, tu ya sabes cuál, y sobre todo, me permitas seguir haciendo lo que mejor sé hacer, y cuando me manden a llamar desde arriba, pueda decir que utilicé todos los talentos que me dieron y que no aré en el mar...

Gracias Niño Jesús, de todo corazón.

Mireya