Hablar de la vida de cada quien, puede parecer un ejercicio de hedonismo y hasta cierto punto falta de educación o vulgar... O por lo menos así lo era cuando yo era niña, en aquella época, las mujeres jamás decían su edad, mas bien se la quitaban, hasta que los hijos crecían y ya no podían negar lo evidente..., quizás porque yo crecí en ese mundo femenino, donde las mujeres no tenían edad, y jamás reconocían las cosas que pasaban, yo decidí ser un libro abierto, sin ocultar jamás, ni mis alegrías, ni mis tristezas, porque sería faltar a la verdad, y para mí la honestidad ha sido, antes que todo, mi bandera personal.
Ahora, paso por una etapa de mi vida que sabía que llegaría, tarde o temprano, pues era algo que los médicos nunca me negaron, saber la verdad, conocer de antemano cada etapa del camino que debíamos cruzar, y que yo decidí que él nunca supiera, para evitar que sufriera o que hiciera una locura.
Pero el destino llegó, y el miedo que atenazaba mi alma se disipó...para mi gran sorpresa, estoy en paz, me siento tan tranquila, que hasta yo me asombro... La casa está ahora habitada por mi perrita y por mí, pero no me siento sola, en absoluto, hago las cosas como cada día, rezo por él, para que tenga el descanso y la paz que tan sacrificada mente se ganó, y me preparo para emprender esta nueva andadura con la tranquilidad del que sabe que agotó todo lo que se podía e hizo más de lo que se podía hacer, y el resultado es la paz...
Hemos visto, con asombro las palabras de consuelo, los homenajes y los vídeos que han preparado las personas que admiraban su labor como bloguero, creo que debe estar asombrado, pues era un ser humano sencillo y noble, y se hubiera sentido algo así como azorado por tantos homenajes. Sin embargo esa conseja popular de que ¨El que siembra recoge¨ es una realidad y me siento feliz por él, por sus hijos y por sus nietos, pues gracias al ciber espacio, el día de mañana cuando quieran saber más de su abuelo, podrán buscarlo en la ¨nube¨y rescatar momentos de esa etapa intelectual suya.
Quedan para nuestro mundo particular los vídeos caseros y el archivo de cientos de miles de fotografías, para el recuerdo y para el mañana. Siempre estará vivo en nuestro amor, y en nuestras almas, quizás incluso en sus amigos de todas partes del mundo, que se volvió un pañuelo, donde miles de hilos de seda finos, los unieron y entretejieron en tantas y tantas horas de tertulias, consejos y amistad de la de verdad.
Mi querido amor, ahora no nos volveremos a ver de nuevo hasta que yo misma pase de plano, pero te prometo que atesoraré cada minuto de los 43 años que vivimos en amistad, amor, comprensión, afecto, alegría y algunas lágrimas, pero me quedo sólo con lo positivo, con el hombre que con mirarme sabía lo que mi mente o mi alma sentía y que con sólo tenderme la mano, me hacía sentir que estaba en puerto seguro y que nada malo me iba a ocurrir, si estabas a mi lado. Hace muchos años atrás que la joven inexperta de 15 años, a la cual enamoraste, se fue convirtiendo en la mujer que soy, fuerte a pesar de mis dudas, serena y en paz. Ahora me has dejado fuerte, entera, resilente, serena y segura de mí misma.
Te doy gracias por todo ello, pero sobre todo por mis hijos, nuestros hijos, por mi yerno, que te extraña tanto como nosotras, tus mujeres, por los nietos, que aunque pequeños, preguntan por el abuelo Sergio, y que poco a poco entenderán que no te has ido del todo, y le contaremos las cosas que hacías, los cuentos que les contabas y los juegos que compartías con ellos, pero sobre todo lo mucho que los amabas.
Descansa en paz amor mío, tu hija y yo esperamos que te tomes unos cuantos whiskys en nuestro honor y que nos cuides o que los ángeles nos digan en sueños, los mensajes que quieras mandarnos. Yo no te digo adiós, solo hasta luego, porque para las almas, el tiempo y el espacio son totalmente relativos, sólo los que estamos en este plano llamado Tierra, medimos el tiempo en horas, semanas, meses y años. Que Dios te tenga en su Gloria.
Tu esposa
Mireya
Todo mi cariño y un abrazo
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