Llegamos al mundo con la ilusión de muchas personas que nos esperan con amor, con alegría, con esperanzas... son nuestros padres, abuelos y tíos.
A medida que vamos creciendo, y aprendiendo nuevas cosas, también vamos descubriendo a nuevos personajes que nos acompañarán física o espiritualmente en nuestra trayectoria, son los amigos, algunos entrañables, otros simples recuerdos de alguna etapa de la vida; otros son maestros y maestras que nos llevarán por el camino del descubrimiento de los conocimientos, y que sin proponerse lo o sí, harán un cambio trascendental en nuestra mente, así que gracias a ese cúmulo de seres humanos, algunos quizás incluso ángeles, nos llevarán o guiarán a través de un camino.
Ese camino que a veces es azaroso, difícil, pero camino al fin y al cabo, otros son cuestas empinadas, otros son planos sin apenas altibajos, porque nos están preparando para los tiempos de las vacas flacas, donde si no hemos hecho acopio de reservas, nos veremos mendigando un poco de lo que a los previsores, pareciera que les sobra...
Creo, sin temor a equivocarme, que a cada persona le toca una cruz diferente, a veces pensamos que la del otro es más fácil, sin embargo, si nos atreviéramos a preguntar, posiblemente su respuesta sería que es difícil, y que muy posiblemente la cambiaría con gusto por la del que le pregunta.
Personalmente, en base a mi experiencia de vida, creo que cada uno lleva aquella cruz que puede llevar, ni más ni menos, aunque a veces, es verdad que también aparecen unos hermosos y generosos seres humanos que se aprestan a ayudarnos para que nuestra carga no sea tan pesada. Yo los llamo ángeles, pues Dios en su infinita misericordia, nos pone en el camino a alguien o a varios seres humanos que con una palabra, una sonrisa, un consejo o simplemente por estar ahí, nos escuchan, o nos dan un achuchón de los de ¨corazón a corazón¨ capaces de barrer nuestras penas, enjugar nuestras lágrimas o darnos un suave empujón para que sigamos adelante.
En ese mismo momento, sabemos que no estamos solos, que por más difícil que nos parezca el sendero, siempre, siempre aparecerá un rayo de sol, algunas gotas de lluvia que refresquen nuestra garganta seca o una brisa fresca que nos impulse a seguir, con la mirada puesta en aquel horizonte, que parecía lejano, y que ahora, por lo que nos permite la perspectiva, está más cerca de lo que habíamos imaginado.
La vida de cada uno de nosotros no es fácil, ni siquiera la de aquellos que la ¨Diosa Fortuna¨pareciera que se lo puso todo en bandeja de Oro, si viéramos su alma, entenderíamos que no ha sido, ni es así, hay muchos casos de personajes históricos, que tenían ¨aparentemente todo para ser felices¨, pero sólo eran bienes materiales, muchos de ellos crecieron sin saber lo que era un abrazo maternal, una lágrima enjugada por el padre, un consejo desde el corazón o una simple canción de cuna a la hora de dormir, no, ellos no tuvieron nada de eso, que a nosotros, simples mortales, nos parece lo más normal o lógico. A ellos que la vida les ha dado todo lo mejor de la materia, les ha sido negado, todo lo hermoso del amor de la familia y de los amigos de verdad, de aquellos que te quieren y te aceptan como eres, y te aman por ser tú mismo. Eso para ellos, les ha sido negado de plano, aunque nos parezca mentira.
Hoy yo les doy las gracias a mis padres, a mi familia, a mis hijos, a mis nietos, y sobre todo a mis amigas, las que siempre están ahí para dar un consejo, para darme un abrazo fuerte de corazón a corazón, e incluso para darme ánimos, cuando yo he pensado que no lo iba a a lograr, a ellas les debo mucho, son las hermanas que no tuve, las que me conocen y valoran mejor que yo misma, las que sin pedir nada a cambio, me lo han dado todo, sobre todo su ¨tiempo¨el más preciado de todos los dones.
Porque no hay algo más valioso que, una persona capaz de dejar todo lo que está haciendo, para hacer un alto en su jornada y hacer una llamada, escribir en un chat o mandarte un mensaje, o darte una regañina o simplemente brindarte su hombro para que puedas caminar, a veces incluso, un lugar en su casa, para refugiar tu alma herida, o tu cuerpo destrozado de dolor, esa alma ¨rota¨que ya no puede más. Yo he sido y soy afortunada por ello.
A esos ángeles especiales que yo llamo amigas, y que son más que eso, mis hermanas del corazón, que nos hemos escogido mutuamente, que no hemos sido llevadas por el qué dirán, ni por intereses diferentes al amor y amistad verdaderos, siempre ahí, siempre listas, siempre a mi lado, así estemos a kilómetros de distancia, yo igualmente siento su presencia y la aprecio como si fuera o por lo que en realidad son: El mejor y más hermoso regalo que me ha dado la vida.
Ellas son mis compañeras del tren de mi vida, las que me conocen desde la A a la Z, y que me aceptan como soy, con mis virtudes y mis defectos, con mis luces y mis sombras, las que me han aceptado por cómo soy y por lo que represento a su vez en sus vida. Las amo a todas y cada una de ellas. No necesito nombrarlas, ellas saben quiénes son...
Gracias, Gracias, Gracias, desde el fondo de mi corazón, Dios las bendiga cada día de nuestra vida, ellas saben que yo también estoy ahí, para el momento en que me necesitan, y me dicen a veces:
_Amiga, necesito un poco de ese Manantial de Armonías tuyo... _ y yo me río, y el adulto que hay en mí, la escucha y la aconseja, o simplemente espera a que ese revoltijo de pensamientos, en los cuales se encuentra envuelta, llegue a la razón, respire y me deje decirle algo que necesitaba, o simplemente era que necesitaba poner en palabras ese cúmulo de pensamientos que la abordaban y no se atrevía a darle cuerpo...
Eso es parte de ese sentimiento especial que nos une, La Amistad, el mejor y más hermoso de los bienes que nos dio la vida. Y yo atesoro esos pétalos de flores que forman parte de mi reserva espiritual y física, sin ellas no lo hubiera logrado. Pues cada uno de los momentos que he atravesado, ellas han estado ahí para apoyarme, y nunca me han fallado. Yo a mi vez, espero no haberles fallado nunca.
Dios bendiga a nuestros amigos y amigas, en mi caso personal, mi mundo está habitado por mujeres mas que por hombres, que también los hay, sólo que yo me siento más a gusto en la casa de mis amigas, pues no voy a interrumpir en su intimidad, cosa que si podría ocurrir con los chicos, pues no siempre las parejas, están dispuestas a tener que lidiar con los problemas de una amiga de la pareja, aunque yo procuré ser siempre cercana a las de mi esposo, pero eso es otro cantar... jajajaja.
Feliz día.
Mireya Pérez
Tienes mucha razón cada cruz es distinta y con la amistad la vida se hace más ligera, un abrazo enorme :)
ResponderEliminarGracias Regina, asi es, las amigas son esa parte importante de la vida, sin las cuales seria imposible continuar el camino.
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