A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

viernes, 22 de enero de 2016

Mutis por el Foro....












A veces, sólo en pequeñas o escasas situaciones, la vida nos pone en la tesitura de tomar una decisión, que nos suena irreal y hasta aterradora, me refiero a ¨desaparecer por el fondo de la escena¨, en teatro se dice: Salir por el foro, es decir por el fondo del escenario...

Si no han visto nunca un libreto de teatro de algún amigo, los invito a buscarlo, seguramente habrá más de uno colgado en la red... En ellos encontrarán, que el escritor o los autores, han ideado las diferentes escenas, donde los personajes van desarrollando la trama de su obra. En mi caso en particular, lo descubrí en un libro de Alejandro Casona, autor de obras de teatro maravillosas como Los Arboles mueren de Pie...

Pues bien, a veces nos vemos en la obligación de retirarnos de la escena, no de nuestra vida, sino de la de otros, siendo esos otros, diferentes personas, personajes, individuos, situaciones o cosas. Y aunque parezca aterrador, y al principio pensemos que quizás la vida se nos haga imposible, incluso creamos que seremos incapaces de respirar sin ver a aquella persona, sin poder escuchar su voz, sin verlo o verla, aunque sea en la distancia..., seguimos viviendo y es la gran paradoja.

Ahhhh!!!!, pero la vida es así, y si hacemos gala de nuestra memoria, veremos que lo hemos hecho cientos de veces en la vida, pero quizás no estábamos tan conscientes, será efecto de la edad, de la evolución, qué se yo!!!!.

Cuando era adolescente creía, en mi ignorancia, que si dejaba de ver a ciertas amigas o personas queridas, mi vida se derrumbaría, pero no, la vida continuó y no pasó nada, seguí respirando, conociendo a gente nueva, aprendiendo, creciendo, interiorizando, guardando hechos, personas y situaciones memorables en mi almacén de recuerdos, el gran tesoro de mi existencia...

Pero la vida, ha seguido dando vueltas, con sorpresas, como el re encuentro de aquellas personas de la juventud, de los compañeros y compañeras del colegio, la Universidad, los diferentes empleos, viajes, y un largo etc. 

La mujer que fui, quizás haya crecido, pero en el fondo de su alma, sigue siendo la persona introvertida, que mira a través de la ventana de sus ojos, ese mundo que está más allá de sus pestañas, y que le presenta nuevos paisajes, como ella misma, que ha trasmutado su piel y su esencia en el ser humano que es hoy, ni más ni menos que ella misma. 

Esa mujer que  ha aprendido miles de lecciones, incluso aquellas que te dejan algunas lágrimas en el camino, que a veces cree que no podrá con el peso de las circunstancias, pero descubre con asombro que lo pasado no es nada, que todavía hay mucho que andar... 

La mujer que descubre nuevos horizontes, gentes nuevas, miradas nuevas, sentimientos nuevos, y se asombra y asombra a los que la conocen, porque los cambios  son a veces sutiles, otros no tanto, pues la han transmutado; aquella joven en flor que hoy se presenta a los rayos de sol mañanero, con nuevos aromas, con nuevas alegrías en la mirada. Es más fuerte de lo que ella pensaba, y cada día da gracias y mira al cielo, y la cúpula celestial le brinda el mensaje de que a pesar de ser el mismo cielo, cada día tiene colores y formas diferentes, desde un azul limpio y puro, hasta los cielos nublados y grises, en escalas difíciles. Si fuera un pintor..., mas solo es una observadora de la naturaleza y como ella, ha aprendido y aprende a disolverse en el espacio, a dejarse llevar como hoja al viento, sin miedo, sin trabas, asumiendo los nuevos retos y los diferentes fondos, como parte de su vaivén por la vida...

Si ayer hizo mutis por el foro, no será ni la primera vez, ni a ultima, pues en algunos casos deberá tomar distancia, para bien de todo y de todos, para respirar nuevos aires, para dejar respirar, para sonreír y asentir cuando la misma vida la traiga de vuelta y aparezca en el primer plano del escenario, porque a veces somos actores principales, las estrellas, pero otras solo somos parte del fondo, apenas unos extras en la escena de la vida.

Por ello, no tiene sentimientos encontrados cuando alguien no responde a una carta, cuando alguien no atiende... Quizás sin decir palabras, nos dicen mucho, y es entonces que el gran actor, hace su salida por el foro, lanzando la última mirada al proscenio, al público que mira la escena y desaparece... Sin saber si será este el final, o quizás en un mañana no muy lejano, volverá a aparecer, con otra apariencia, con la experiencia en la mirada y con el corazón lleno de mariposas en vuelo...

Amo el teatro, y por ello, he utilizado hoy algunos de sus términos para explicar algunas cosas que nos pasan y que nos dejan huellas, de aprendizaje, de lágrimas a veces, pero de crecimiento humano, espiritual y personal. Dentro de todo, siempre la vida nos brinda una nueva oportunidad, nos presenta caminos y retos por enfrentar y eso es lo realmente importante, lo demás es sólo parte del equipaje, que a veces, incluso, dejamos en la orilla del camino porque ya no hace falta y quizás incluso se nos hiciera muy pesado de llevar.


Que Dios nos bendiga cada día de nuestra vida.

Mireya Pérez


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