De vez en cuando, mi alma me dicta palabras que se convierten en poemas, de distintos tipos, por diferentes motivos: la nostalgia por la ausencia de la gente que amo y que no está a mi lado por diferentes razones, el camino transitado, las luces y las sombras de la vida, que en su devenir va surcando su propio surco, dejando huellas en el alma, unas, para levantar el espíritu y otras, para recordar que somos humanos y que también tenemos lágrimas, a veces de alegría, otras de llanto o de soledad...
El poema de Hoy se llama Cuando...
Cuando
Cuando el alma se encoje,
cuando el alma se estremece,
cuando todo a tus pies se moviliza,
cuando la vida te esconde los rayos de vida.
Cuando mi alma está triste,
cuando mi alma está dolida,
cuando sólo vislumbra un mañana sin risas
cuando sólo suspira tras los ojos dormida...
Cuando mi alma suspira,
cuando mi alma se encoje,
cuando mi alma tiembla,
cuando mi alma solloza,
en esta esquina: perdida, triste, sola...
Cuando el mañana no existe,
cuando el ahora murmura...
cuando mi alma transita la casa vacía,
cuando mis pies se resbalan y no tienen apoyo
pues la soledad me inunda...
Cuando busco respuestas,
cuando sé qué sucede
más allá de la estampa...
cuando miro y te callas...
Cuando se lo que escondes:
un adiós sin mañanas...
un hasta luego, sin mentiras...
un mañana sin tí
una soledad desnuda y fría...
Mireya Pérez
Que Dios nos bendiga a todos y todas.
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