A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

jueves, 11 de octubre de 2018

La niñez que vivimos...








Para esa generación de los años 50 - 60, la niñez transcurrió entre todos los juegos compartidos con los hermanos, primos y amigos de la barriada de aquella época, de la misma calle o del edificio donde vivíamos... Juegos tan simples como el avión o la rayuela, ladrones y policías, la ere, el escondite inglés, saltar la conga, bicis y patines en la plaza del pueblo o de la ciudad...

Las visitas a los abuelos, el reunirse la familia con todos los tíos y primos, los cumpleaños en casa de las amiguitas del cole, los picnic en el campo, el parador de la carretera o el asadero o barbacoa en merenderos situados en parques nacionales a las afueras de la ciudad, eran los mejores momentos y siempre los hemos recordado con profundo afecto y hasta nostalgia de ese pasado en donde éramos inmensamente felices y apenas lo notábamos, porque nos parecía normal.

El partido de fútbol, en el Estadio Universitario cuando los equipos más populares se presentaban y generaban las pasiones más desbocadas de los fans de la época...Y si era un partido de béisbol... ni pare de contar... En mi tierra un partido de béisbol entre el Caracas y el Magallanes o entre el Caracas y La Guaira podía generar hasta peleas conyugales... Nunca olvidaré, cuando tenía 12 o 13 años, ir al estadio a ver un partido del Caracas La Guaira y ver con asombro la discusión de una pareja que estaba en los asientos frente a nosotros, por un simple home run del equipo contrario... Ella era de un equipo y él de otro, y la discusión terminó con una bofetada al pobre marido... Me asusté un montón... Salí literalmente espantada, no... lo siguiente...jajajaj.

En aquella época no conocíamos la existencia de los ordenadores, ni los ipad y mucho menos los vídeo juegos... Los nuestros eran la rayuela, el escondite, saltar a la conga, etc... ahhhh y sin olvidar a mi muy querido juego del YAQUIS...

Las fotografías que nos hacían nuestros padres o familiares tenían que ser sacadas en unas cámaras que llevaban flash, el de mi padre era antiguo, se abría como una antena parabólica y llevaba una bombilla que debía ser cambiada por cada fotografía que hiciera con este artilugio... El carrete de fotos debía ser llevada a una foto tienda donde te las revelaban, con la sorpresa de que algunas fotos, quizás las más esperadas no se podían imprimir porque se habían velado, o la toma había sido imposible de revelar... Sniffffff.

Por aquellos años 60, unos cantantes melenudos, de Liverpool, jajaja, sí esos mismos, jajajaj, cambiaron, muy posiblemente sin proponérselo, el curso de la historia musical de aquellos tiempos, Los Beatles y las composiciones de esos cuatro magos que nos dejaron canciones imposibles de olvidar. Si nos los conocías en aquella época, eras considerada una chica fuera de ´ONDA´, jajajaja. Una tarde, en casa de mi amiguita de la infancia descubriría una canción que siempre ha sido especial para mí YESTERDAY...

Hoy, 50 años después, esos melenudos siguen vigentes en la memoria disco gráfica de una generación que abarca no sólo a jóvenes de hoy, sino a jóvenes de hasta 90 años... Porque para esta última generación que he nombrado, era la música de su juventud y no nos paramos a pensarlo hasta que vemos a uno de ellos susurrar esas canciones y descubrir que no nos separan tantas cosas como pensamos...

Por supuesto que han habido y hay, muchos y grandes músicos, pero estoy segura que para muchos de los adultos comtemporáneos, esos grupos que nos enamoraron en aquella época, siguen en nuestra memoria y ocupan un lugar privilegiado en nuestra mente y recuerdos, llegando incluso a marcar con huella indeleble la memoria de esa juventud inocente y variopinta, la nuestra...

Llegaría la primavera de nuestras vidas y aquel primer baile con el primer chico que te llegó a gustar, se convierte con el devenir de los años, en un bonito recuerdo de una etapa rica en sensaciones, experiencias y vivencias inocentes, pero muy entrañables... O por lo menos la mía es así...

No conocíamos el bullyng, ni el acoso escolar, tampoco escuchamos algo sobre el maltrato, no, en nuestras casas, los padres se afanaban en trabajar, pero también nos daban apoyo, cariño, horas de juego y amor a raudales...

Muchos de nosotros no éramos ricos, pero también es cierto que ni siquiera nos dábamos cuenta de las diferencias entre una escala social y otra, porque los amigos lo éramos simplemente porque nos sentíamos a gusto juntos, compartíamos lo que teníamos, y jamás sentimos discriminación por no ser de este o aquel grupo social, yo tuve amigos que eran de alta sociedad, pero jamás me sentí discriminada ni nada por el estilo, al contrario, sus padres siempre fueron cariñosos y especiales conmigo...

En la adolescencia, ya formado nuestro grupete de amigos y amigas, creo que llegamos a ser unos 25, nos pondríamos de acuerdo para encontrarnos a las puertas del cine o de la bolera y pasar tardes de sábado amenas, entre risas y bromas sanas, que han hecho de esos años, en el recuerdo del grupo, uno de los mejores tiempos de nuestra vida... Hoy, cincuenta años después, hijos y nietos incluidos, conservamos el contacto gracias a las redes sociales y es realmente maravilloso ver lo grande que se ha hecho nuestra familia emocional...

Hoy, nuestros hijos y nietos desconocen ese tipo de diversión, no porque no quieran, sino porque la sociedad y las costumbres han cambiado. Cuando los abuelos de hoy les enseñamos o compartimos con los nietos algunos recuerdos de esa época, casi nos miran como si fuéramos un bicho raro... jajajaja... Mi nieto me dice... 

- Tati estás loquita... jajajajaj.

Pero ahhhhhh los abuelos tenemos muchos recursos...y cuando podemos desempolvar uno de esos juegos y compartirlos con ellos, notamos cómo esa nueva generación descubre con asombro, que ese juego antiguo puede ser divertido, diferente y aunque no esté en una tablet o ipad, también es guay...

Lo mejor de todo amigos lectores, creo que todos están de acuerdo conmigo, jajaja....Compartir esos recuerdos con los nuestros, que de repente, en medio de una pantomima, tu hija atraída por las risas y algarabía diga...

- Muy bonito.... Ese no me lo enseñaste a mí.... jajajajajaj

Y tú, esa ´anciana abuela joven´te veas obligada a sentarte en el piso a reír hasta las lágrimas... 

Como dice un slogan publicitario...

                   No tiene precio.... jajajaja

Somos la generación de los 50 -60, pero qué bien lo pasamos, cuántas cosas aprendimos y qué recuerdos tan bonitos nos dejaron...

Hay un axioma que dice... RECORDAR ES VIVIR...

Es cierto, yo he vuelto a una Caracas de mi niñez, a mis amigos y amigas, que aún conservo, como el tesoro que son, a los buenos y hermosos recuerdos de esa vida inocente que compartimos...

Dios nos bendiga chicos y chicas... Los quiero un montón....


Mireya Pérez.





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