A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

martes, 27 de agosto de 2019

Manantiales de Armonías: Ahora... Vamos bien, vamos muy bien ....

Manantiales de Armonías: Ahora... Vamos bien, vamos muy bien ....: El universo femenino es tan extenso, rico, variado, pleno, lleno de ideas, colores, etc., que es inevitable observar esa plenitud en ...

Ahora... Vamos bien, vamos muy bien ....



El universo femenino es tan extenso, rico, variado, pleno, lleno de ideas, colores, etc., que es inevitable observar esa plenitud en una reunión de mujeres... Sin importar el rango de edad, credo, condición socio cultural o socio económica, son mujeres y eso lo dice todo...

Mujeres, que han vencido, que están luchando, las que se levantan cada mañana y respiran, las que se miran en el espejo y se dicen a sí mismas que 

 "Sí se puede... "

Las que se caen o se han caído más de una vez, a veces de espaldas, otras de rodillas, las que lloran lágrimas secas, pues ya no tienen lágrimas que derramar, pero que, de repente, al levantar la mirada, sonríen para sí mismas, respiran una, dos, tres veces... las que haga falta...

Las que, tras una profunda inspiración, se arreglan su maltrecho cuerpo, se pasan la mano por el cabello, se miran las manos y de repente, se levantan nuevamente... Han perdido la cuenta de las veces que han hecho eso a lo largo de su vida. Pero ya no les importa, se han sobrepuesto tantas veces... Han descubierto que solo pueden contar consigo mismas  y están a punto de descubrir que  "ELLAS SON SU ACTIVO MÁS IMPORTANTE ".

Ah !... Y ese descubrimiento va a producir una gran diferencia entre el antes y el ahora!...

Con calma se dirige al espejo más cercano y descubre a una mujer que no había visto antes, se asombra al mirar esos ojos que han perdido ese brillo, esa alegría que era su sello personal, pero esboza, sin embargo, una media sonrisa y piensa.

- No importa, volveremos a sonreír -

Quizás descubra huellas del paso del tiempo, pero ya no le importan, sabe o empieza a entender que ella es mucho mas que un cuerpo, conoce cada una de sus cicatrices corporales, bien por los partos o por otras causas, no viene a cuento, conoce muy bien sus otras cicatrices, las emocionales, porque su alma también ha sufrido el embate de los tiempos y de la gente o de las circunstancias. Sin embargo, en su fuero interno empieza a comprender que, lejos de ser algo que ocultar, es algo de lo que estar honrado , ha vivido, bien o mal, y aún así, hay cientos de miles de mujeres que no lo han hecho, que no tuvieron la oportunidad de aprender y conocer, de compartir, de saborear o sentir y disfrutar de la vida plena que ella tuvo y de la que está dispuesta a tener.

Hoy comienza una vida nueva, con incertidumbre, pero no tiene miedo, ha empezado a renacer en su alma la llama de la vida, la esperanza, la ilusión de sentirse de nuevo viva. Por ella misma, por nadie más. Los pasos a seguir se irán presentando poco a poco, lo sabe en su fuero interno. Siente, sin saber por qué, que la guía, los detalles, las señales que necesita, se presentarán día a día y de nuevo, después de mucho tiempo, eones quizás, volverá a confiar... 

 "El tiempo de Dios es Perfecto "...

Ella lo sabe y por eso sonríe al espejo, saluda a esa nueva mujer del espejo y le hace una promesa.

- No te voy a dejar de nuevo para el final de la lista. Prometo cuidar de ti y pensar primero en ti, en tus necesidades, tus sueños y tus anhelos.

Sabe a ciencia cierta que ha hecho todo aquello que consideraba su deber de madre, esposa, hija, hermana, amiga, y está en paz con ella misma.

Ahora, no se ha vuelto egoísta de repente, no, sólo está priorizando las cosas y las situaciones, y se va a dar su tiempo, su momento, a respetar su propio espacio. Al principio le costará mucho, sobre todo a su entorno, pues están acostumbrados a ser los primeros, sin embargo, ella sabe que desde el amor y la comprensión, todo es posible y sabrá darles a cada uno, su tiempo y el espacio, pero respetando y haciendo valer el suyo propio.

Sale al pasillo, mira alrededor y observa con una mirada nueva lo que le rodea, esboza una sonrisa, respira y comienza a andar...

Su mente, siempre activa, empieza a hacer una lista de los detalles que debe atender, los pone en orden de prioridades y decide poner en ello todo. Antaño, cuando era más joven, este recurso le sirvió para realizar su trabajo, ahora, ese viejo hábito le servirá para hacer sus tareas en esta nueva etapa. Este es el momento, su momento...

Esboza una sonrisa, sin proponérselo, ha diseñado su primera gran tarea, ha planificado su propia hoja de ruta, lo que quiere, lo que puede hacer, el cuándo, el cómo y el por qué... Observa la lista con cuidado y se asombra de lo escrito, vuelve a leer, tacha aquello que puede delegar en otros, ya no va a ser la  "MUJER MARAVILLA" que está en todo, no, es consciente de la oposición al cambio que va a encontrar, pero buscará el apoyo en los suyos y sabe que lo logrará.

Ahora, la lista es más pequeña, este proceso que va a llevar a cabo no es fácil, pero confía en sus propias fuerzas, en esa fortaleza interior que la habita y descubre que no tiene miedo.

Antes, ese sentimiento era muy fuerte, tenía miedo a fracasar como madre como esposa, como hija... Creía, sin saber por qué, que no era lo suficientemente buena, que por más que hiciera nunca llegaría al ideal que se había formado o que ella misma se había forjado en su mente... Pero ya no más.

Se ha fustigado tanto por ello, pero se promete a sí misma que no lo volverá a hacer. Es un ser humano, con derecho a equivocarse, a corregir y a seguir adelante, no hay castigos, ni recompensas, tiene una vida por vivir y debe asumirlo con entereza, con madurez emocional y así lo hará.

Al lector, le puede parecer que esta mujer ha perdido mucho tiempo. Yo le diría que no, que cada ser humano evoluciona y mejora a su ritmo, a su tiempo y momento y como los grandes árboles que forman los bosques, ese ser humano necesitaba afianzar sus raíces, fijarse bien a su terreno emocional, para ahora crecer y expandir sus ramas...

El tiempo de Dios es perfecto para cada uno de nosotros, independientemente de nuestro género.

Sé que más de uno de ustedes, se verá reflejado en este artículo, incluso los chicos, no es nada nuevo... La historia siempre se repite, somos nosotros, los humanos lo que debemos analizar el momento que vivimos, evaluarlo y hacer los cambios que creamos oportunos. Siempre tenemos o debemos hacer esta evaluación y tomar las decisiones que creamos convenientes para crecer, para evolucionar y lograr la felicidad, el amor, la comprensión... Dicen que a eso vinimos a este mundo... Pero aunque no sea cierto, lo que sí es importante es que estemos felices en nuestra propia piel y que al mirar ese espejo podamos decirle...

Vamos bien, vamos muy bien...!!!!!


Dios nos bendiga amigos lectores.



Mireya Pérez