A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

miércoles, 22 de julio de 2020

Manantiales de Armonías: La Paz es mi camino y mi seña de identidad...

Manantiales de Armonías: La Paz es mi camino y mi seña de identidad...: Hay un libro de Deepak Chopra, que se llama La Paz es el camino de Random House 2005, donde hace una disertación sobre La Paz des...

La Paz es mi camino y mi seña de identidad...









Hay un libro de Deepak Chopra, que se llama La Paz es el camino de Random House 2005, donde hace una disertación sobre La Paz desde el ámbito humano hasta las Naciones, incluyendo los aspectos geopolíticos, creencias ancestrales y posiciones de los diversos gobernantes... Pero también habla del ser humano individual y de cómo, en nuestra pequeña parcela humana podemos colaborar para expandir el sentimiento de Paz entre nosotros... No es una lucha contra la guerra, porque eso no sería Paz, sería por el contrario, otra guerra más. Se trata de cómo podemos aportar un rayo de luz y esperanza, desde cada uno de los puntos en donde nos encontremos, haciendo unos simples gestos:

  • saludar
  • dar gracias
  • sonreír
  • perdonar
  • pensar en positivo
  • alentar 
  • escuchar

Son simples gestos, algunos incluso, forman parte del Manual de Normas y Buenas costumbres ciudadanas, pero con el correr de los años, y en tiempo de Millennials, parece que se han olvidado...

Cuántos de ustedes dan los buenos días al entrar a un ascensor? o al llegar a su oficina o lugar de trabajo?. Acaso miran al frente y siguen, sin importar quién está en ese recinto?. No se han parado a pensar que esas personas comparten con ustedes el mayor tiempo de sus vidas y a veces ni siquiera nos hemos parado a pensar en quiénes son?, qué les pasa ese día que parecen distraídos?, están todos bien en sus casas?... La mayoría de ustedes probablemente ni siquiera se den cuenta del color de los ojos de esa persona, nunca los han observado...

Yo siempre doy los buenos días a todos en mi trabajo, y jamás me siento a trabajar sin saludar a todos mis compañeros, para mí es primordial, y después al irme a casa, vuelvo a pasar por todos los espacios para despedirme y desearles lo mejor. Obviamente, siento afecto por ellos, y creo que ellos también por mí, y es una sensación muy grata llegar a un sitio donde la gente se encuentra, a pesar de sus responsabilidades, en completa armonía. Así me siento yo con ellos y sé que ellos conmigo también jajajaja.

Cuando era joven, quizás unos 28 o 30 años, trabajaba en una de las más grandes compañías de seguros de mi país, y en  los dos edificios de 12 plantas cada uno trabajaríamos unas 300 personas o más, pero yo siempre al llegar a un departamento daba los buenos días o las buenas tardes y luego con una gran sonrisa me acercaba al compañero del departamento que me podría ayudar con una suscripción o con un siniestro, y con la mejor disposición de mi parte, siempre obtenía una respuesta, aunque fuera un NO, a veces ellos tenían razón, otras no, porque quizás faltara un requisito, pero ante esa respuesta, la mía siempre era de Gratitud, al principio, algunos les llamó la atención el que no me enfadara y si me hacían esa observación, mi respuesta era siempre el que estaba agradecida por ese NO, yo había encontrado una respuesta y entonces también encontraría una solución...

Cuando trabajas con público, bien sea interno, tus compañeros de trabajo, o externo, el cliente, debes ser siempre amable y bien dispuesto, porque ese primer contacto, puede hacer que la relación cliente-asesor se rompa, mucho antes de haber iniciado. No se trata de que seas feliz todo el tiempo y parezcas el lucero de la Aurora, no, ojalá!... Pero tampoco los demás tienen culpa o tienen por qué aceptar los berrinches, rabietas o malos tratos de alguien que se levantó por el lado izquierdo de la cama, jajajaja. Yo duermo de ese lado, jajajaj y nada más lejos de mi vida, jajajaja.

Todos, independientemente de nuestro quehacer diario, somos a veces clientes otras veces somos el que ofrece un servicio, y debemos siempre pensar en la mejor manera de hacer que esa oportunidad sea única y maravillosa, es nuestra tarjeta de presentación. Al final de ese primer encuentro, la persona se queda con simples detalles: tu forma de hablar, tu mirada directa, tu sonrisa y tu amabilidad o falta de ella, la información que aportaste posiblemente se borre o quede almacenada hasta el próximo encuentro. Debemos pensar en ello.

Si escoges la Paz como emblema personal, eso se transmitirá en cada gesto de tu vida, haciendo incluso que la gente lo perciba a simple vista, llegarás incluso a escuchar que transmites paz y serenidad. Posiblemente te sorprendas porque nadie sabe lo que te ha costado llegar hasta ahí, pero eso es un  secreto entre tú y tu alma, ese alma que te habita y que se trasluce en cada mirada que diriges hacia los demás, incluso pueden decir que sonríes con la mirada...

Si has escogido La Paz como tu emblema personal, puedes, sin quererlo conscientemente, llegar a transmitir ese hermoso sentimiento y ayudar de una forma indirecta a todos los que te rodean, porque donde reina la paz, hay armonía, donde reina la paz, no hay conflictos ni desavenencias, donde hay paz, los problemas se resuelven conversando, sin necesidad de levantar la voz o faltar al respeto al otro, y por supuesto, tu lenguaje es siempre de ánimo y también positivo.

Eso quiere decir que todos los días estoy feliz?... No...

Significa que ante la adversidad, has elegido la aceptación...

Que ante los problemas, buscas una solución y si no es posible a tu nivel, lo dejas en manos de la Vida, de Dios o de lo que creas... Con el tiempo, cada pieza encaja como  las piezas de puzzle y con el transcurrir de la vida, te das cuenta que no era tan grave como pensabas, sólo que en el momento, no se veía la solución posible.

Todo en la vida pasa, como las aguas de un río, que jamás se devuelven, así de simple es...

Llegar al momento crucial de nuestras vidas en la que escogemos ser un Instrumento de Paz como decía San Francisco de Asís, fue y es el momento que cambió para siempre mi vida. El llegó a mi un 4 de octubre de 1982 y sigue siendo mi guía y mi ejemplo de vida, en armonía, aceptación, gratitud y entrega y estoy eternamente agradecida por ello.

Dios nos bendiga amigos. Por supuesto, hoy de nuevo les entrego esta canción de San FRANCISCO que significa tanto para mí.

Mireya Pérez






jueves, 16 de julio de 2020

Manantiales de Armonías: La mujer ante el espejo... Luces y sombras de una ...

Manantiales de Armonías: La mujer ante el espejo... Luces y sombras de una ...: Creo que a todas nos pasa en mayor o menor medida, un buen día, te paras ante el espejo, y ves el paso del tiempo refle...

La mujer ante el espejo... Luces y sombras de una vida...










Creo que a todas nos pasa en mayor o menor medida, un buen día, te paras ante el espejo, y ves el paso del tiempo reflejado en tu piel, en tu mirada, en tus manos, cuello y cabellos... Y ese tiempo tan esquivo, que te ha hecho algún que otro pase de cortesía, un buen día te dice, sin miramiento alguno:

_ EY... AQUÍ ESTOY... _

Y te deja muda de asombro!!!. Cuándo aparecieron esas canas?, o esas primeras arrugas de expresión? Cuándo aparecieron esos pliegues a los lados de tus mejillas? y tus manos? eran así?... No me acuerdo!!!! jajajajaja.

La vejez empieza a hacer su aparición y no nos dimos cuenta, teníamos tanta energía, tantas ganas de hacer cosas, tantas ideas o sueños por cumplir y de repente.... plashhhh... el espejo nos dá una parada en seco... jajajaja. Quizás hemos sido unos ilusos, no lo sé, pero el espejo hoy no nos deja ninguna duda... No hay efecto de luces, ni de sombras, son las mismas, porque no has cambiado las bombillas, la persona que se asoma a ese espejo, eres tú, ni más ni menos, pero hacía mucho tiempo que no lo detallabas y hoy, sin saber por qué razón, has hecho click y te has dado cuenta del paso del tiempo, en ese rostro, que tan bien conoces y que hoy parece extraño....

Para el universo femenino es casi un shock, jajajaja, nos quedamos mudas y descubrimos que ya no podemos escapar de la base de maquillaje, porque si no, las manchas de sol, se van a ver... Ufff y con lo que nos hace sudar la cara!!!!, y las cejas?, cuando se empezaron a caer y no nos dimos cuenta? Hay que aprender a delinear las cejas, ya no se lo podemos dejar a la naturaleza, que tan bien se había portado... Bueno los labios, siempre los pintábamos, ahí no hay cambios tan fuertes, pero en lo demás... Puafff... Tendremos que pedir que nos enseñen a usar el photoshop, porque antes muerta que sencilla, jajajaja... Sabemos que ya algunas conocidas lo usaban, pero nosotras no... Ay... y los jardines colgantes de Babilonia?... Cómo vamos a hacer?... La ley de gravedad nos está delatando sin piedad... Buahhhhhh... Me pongo a llorar!!!!! jajajajaj

Pero los hombres no se quedan atrás, algunos ya llevan tiempo haciendo de todo para mantenerse jóvenes, desde usar algunos artilugios como tintes no permanentes, para ocultar las canas, acordarse de mantener la panza adentro, para no delatar la barriguita cervecera, o la calva, que a algunos le aparece muy jóvenes y a otros en forma de San Antonio... jajajajaj.

Nada, que el tiempo llega y no nos podemos esconder!!!!. Me recuerda una película de 1971 que se llamaba el Soylent Verde o Cuando el destino nos alcance... De Charlton Heston, jajajaja.... Lo sé, se me acaba de caer el DNI... Pero mi memoria es así, qué le vamos a hacer!!!!! Snifffff...

Amigos, la vida nos alcanza, tarde o temprano, y no nos podemos esconder, algunos llegarán en maravillosas condiciones físicas, otros un poquito más descarranchados, jajaja. Pero habrá que hacer de tripas corazón y agradecer que por lo menos, estamos vivos, pensamos, soñamos, hacemos muchas cosas y tenemos ganas de vivir... A otros, sin embargo, no les fue posible, es la cruda realidad...

Hoy esta mujer, que ha aterrizado ante su espejo, no le queda más remedio que dar gracias, por todo, por lo bueno, excelente, regular o menos malo, ella lo puede contar y está muy agradecida por ello... Mañana será otro día, y quizás la imagen sea más benévola, hoy me ha querido dar un baño de realidad, jajajaja.

Dios nos bendiga amigos lectores, seamos agradecidos por cada día...

Mireya Pérez




viernes, 10 de julio de 2020

Manantiales de Armonías: Versos.. La copa de mi vida...

Manantiales de Armonías: Versos.. La copa de mi vida...: Han pasado unos días desde que empecé este nuevo ciclo alrededor del Sol, he también comenzado a escribir con más asiduidad, aunque no ...

Versos.. La copa de mi vida...


Han pasado unos días desde que empecé este nuevo ciclo alrededor del Sol, he también comenzado a escribir con más asiduidad, aunque no lo había dejado de hacer, sólo que usaba un cuaderno para escribir y guardar allí mis ideas o escritos sobre aquello en lo que estoy trabajando, a galope entre mi vida laboral o profesional, mis diferentes roles de madre, abuela, amiga y compañera de trabajo y mi amor por las letras y la escritura... También, en los días previos a mi onomástico, compartí con ustedes parte de los grandes aprendizajes de esta vida mía que ha llegado a la edad de platino,  como mis cabellos, jajaja.

Quise compartir los pequeños grandes momentos, apartando, en la medida de lo posible, las partes más sensibles, dolorosas y tristes. Que para penas ya está el Mundo lleno!!!!, jajajajaja.

Como saben, hace tiempo que no escribo versos, puede que más de dos años, pero hoy lo voy a hacer y compartir con ustedes, amigos lectores...

Va por mí!!!!!!....


Levanto la copa de mi vida
dando gracias a Dios por cada día,
dando gracias a mis padres,
a mis hermanos, hijos y nietos.
Dando gracias a mis amigas 
y compañeras de toda la vida,
dando gracias a los nuevos
que han llegado y
a los que están por llegar...

Levanto mi copa
por vivir,
por haber tenido un sueño en la piel,
por cada sueño hecho realidad,
por cada amanecer,
incluso por aquellos en soledad.

Levanto mi copa agradecida
por la capacidad de llegar a cada ser humano
por la mirada franca y honesta,
por el cariño y los abrazos compartidos,
de corazón a corazón...
Sin buscar otra cosa,
que el afecto compartido,
sincero, pleno, lleno.

Levanto mi copa por todo lo aprendido,
por esa capacidad de asimilar la vida,
por esa capacidad de poner en palabras,
positivas, alegres, empáticas, todo lo vivido...

Levanto mi copa por el olvido
de los sueños rotos,
de las lágrimas derramadas,
del dolor profundo y sordo,
por las ausencias tan marcadas...

No olvidaré jamás, lo sé,
pero he aprendido a aceptar y a resignarme,
he aprendido a llevar con hidalguía
esta vida mía...

He aprendido a valorar lo realmente importante,
a reconocer que la vida es pasajera,
que nada me pertenece,
que nada me llevaré...

He aprendido a Amar, 
a dar a manos llenas,
a vivir sin apegos materiales,
a brindar alegría y optimismo,
a reir y hacer reir,
a cantar bajito alguna Nana,
a vivir y compartir, lo poco y lo mucho...
A dar siempre las Gracias, de corazón
a pedir perdón y a perdonarme por mis errores cometidos...

Levanto  Hoy amigos míos esta copa por mí...

Felicidades alma mía por acompañarme estos primeros 65 veranos...

Qué bueno !!!!!!!!


Mireya Pérez




jueves, 9 de julio de 2020

Manantiales de Armonías: Y llegó el séptimo día... Mi cumpleaños!!! Yupiiii...

Manantiales de Armonías: Y llegó el séptimo día... Mi cumpleaños!!! Yupiiii...: Se que para muchas personas el cumplir años, y en la cifra a la que yo he llegado, les parecerá algo de no anunciarlo con...

Y llegó el séptimo día... Mi cumpleaños!!! Yupiiiiii...









Se que para muchas personas el cumplir años, y en la cifra a la que yo he llegado, les parecerá algo de no anunciarlo con bombos y platillos, como he hecho yo pero... jajajaja... Ya me conocéis, yo soy así, qué le vamos a hacer ? jajajajajaj..

Pero ya hablando en serio, creo que, llegar a cumplir años, cuando la vida te ha puesto tantas zancadillas, y te ha mostrado tantos barrancos, donde despeñarse, es para festejarlo, abrir mi botella de vino preferida, un shiraz, y brindar por mí y mis ovarios bien puestos, jajajajaja.

Posiblemente no haya alcanzado todas las metas que me propuse, pero he vivido, he reído, he tenido un sueño en la piel, he sido amada y he amado, he cantado más de una Nana y por sobre todas las cosas, estoy viva!!!!!. A mí, que pertenezco a un grupo de mujeres y hombres que han superado una enfermedad, y que ha visto cómo gente mucho más joven y con más expectativas de vida, no lo han superado, me parece una bendición del Cielo, el poder estar aquí, escribiendo, conversando con ustedes en este monólogo existencial, y con mis amigos y seres queridos, mi hija, mis nietos... Con esos grandes amores de mi vida... Y por sobre todas las cosas, hacerlo con una sonrisa en los labios, en mi mirada y en el alma... Eso es quizás lo más importante!.

Leía estos días, parte de una entrevista a Isabel Allende, y hablaba sobre la edad... Yo comparto su sentir, y lo confirmo, después de haber ¨vendido todo el pescado¨, ya no necesitas estar al último grito de la moda, ni llenar tu zapatera de tantos zapatos que nunca usas, porque al final, siempre usas los más cómodos, ni necesitas comprar o tener tantas cosas, no, al final comprendes que es más hermoso encontrarte con las amigas y tomar un ¨barraquito¨o un cortado y unas birras, y reirte de la vida, de las chorradas que se te ocurren o se les ocurre y recordar los tiempos, pero sobre todo, pasar un rato agradable, sin competir con nadie, sólo el compartir esos momentos. ¨Pues la vida es un sueño y los sueños, sueños son...¨ Soliloquio de Segismundo, autor Calderón de La Barca.

Ahora, que ya puedo mirar atrás sin llorar o sin sentir miedo, que los sufrí en carne propia, no vayan a creer que no... Puedo decir con orgullo de mujer que estoy aquí, plantada en mis pies, con mi mirada diáfana y serena, clara en mis ideas, humilde y sencilla, alegre como un par de castañuelas, pues no puedo olvidar mis raíces andaluzas ni canarias, como tampoco mis costumbres y gustos musicales tan amplios y diversos, desde lo clásico a lo folklórico, mi joropo llanero, mi folias, mi golpe tocuyano, mis valses venezolanos, los tambores de Barlovento y de Naiguatá; mis fandangos, bulerías, rumbas y coplas... En mi alma hay millones de partituras, de todos los tiempos, de casi todos los ritmos, y al son de unos acordes, esa alma mía dibuja un compás y se mueve en las alas del viento, cual danzarina fugaz y efímera...

He cometido errores y seguiré cometiéndolos, lo sé, no puedo escaparme a ello, pero tampoco me siento culpable, los aciertos me han valido para avanzar en el camino y los errores han sido y seguirán siendo maestros de la vida, para corregir el rumbo, para observar con más detenimiento ese camino y para obtener nuevas herramientas para ese equipaje de vida. De vez en cuando, debo revisar esa maleta y desincorporar lo que ya no es útil, y volver a caminar, así hasta que llegue el último minuto... Todos nos vamos, no me queda ninguna duda, y también estoy clara en que no puedo ni debo llevar un equipaje pesado, más bien, debe ser cada vez más liviano... Como pétalos de flores en la caja de zapatos de mi vida...

Sólo me queda decirles GRACIAS infinitas...

Dios nos bendiga

Mireya Pérez




sábado, 4 de julio de 2020

Manantiales de Armonías: Sexto día de Fiesta Patronal Emocional... LLegaron...

Manantiales de Armonías: Sexto día de Fiesta Patronal Emocional... LLegaron...: No sé si para todos es igual, pero para nosotros, tanto para mi esposo como a mí, la llegada de los nietos significó el súmmum de la al...

Sexto día de Fiesta Patronal Emocional... LLegaron los nietos... Alegría sin fin !!!!!!!


No sé si para todos es igual, pero para nosotros, tanto para mi esposo como a mí, la llegada de los nietos significó el súmmum de la alegría...

Ver los cambios normales de una mujer en cinta, en un ser que es tu propia sangre, tu hija, y de haber sido posible, también nos hubiera hecho feliz el haber tenido nietos de ese hijo que ya no está.... Es y ha sido una experiencia maravillosa. Además nos permitió soñar de nuevo con las alegrías por venir y los momentos por compartir. Mi esposo, a pesar de su enfermedad, siempre estaba dispuesto a jugar con sus nietos, a enseñarles cosas, como sucedió con nuestra nieta mayor, que aprendió a decir mamá, gracias a los intentos ingentes de ese abuelo, y ver luego la alegría y el sonrojo de nuestra hija al escuchar por primera vez ese vocablo en los labios de su hija. Es una experiencia, que atesoramos en el corazón.

 También guardo con especial orgullo de abuela, un gesto precioso de esa nieta, que al llegar su hermano, se acercaba a la cuna donde yo lo mecía y repetir en silencio, aprendiendo, la canción de cuna que yo le cantaba a su hermano. Ver cómo movía sus labios, concentrada en no perder ninguna palabra de esa canción, me llenó de un sentimiento de ternura infinita... Nosotros le hemos dedicado a cada nieto, su propia canción de cuna, y mi hija incluso, ha cambiado parte de la letra de su canción de cuna especial, para su hija, y sólo ella y su esposo se la cantan, aunque yo también lo hago de vez en cuando, aunque siempre respetando ese sentir especial de ellos para con sus hijos.

Cuando llegan los nietos, la vida cambia por completo, o a mí así me ha parecido, por supuesto que, ya atesorábamos momentos, pero de ahí en adelante y hasta que yo misma cruce el umbral de la vida, atesoraré y guardaré en mi memoria cada gran descubrimiento de sus vidas, y es en verdad, una de las tareas más dulces de mi experiencia de vida, como madre y abuela. Estoy tan agradecida a mi hija y a mi yerno, por permitirme ser parte de esos momentos únicos e irrepetibles... Sé por supuesto, que no abarcaré todos los instantes, pero siempre he defendido la calidad del tiempo compartido, eso es lo realmente valioso.

He experimentado gracias a los nietos, el rememorar incluso, canciones olvidadas de mi niñez, de hecho es una de mis anécdotas de abuela preferida:

Hace unos años, en unas Navidades, mientras esperábamos la llegada de la familia para cenar, me puse a jugar con mis nietos a un corrillo que hacíamos en mi colegio cuando yo era niña, el célebre " Juguemos en el bosque, mientras el lobo no está"... Por supuesto, yo era el lobo y ellos corrían alrededor de la mesa, mientras yo, haciendo la voz del lobo, me iba despertando, duchando, vistiendo.... De repente, el sonido de unos pasos fuertes en el pasillo, delató la presencia de alguien que se acercaba, y de repente, en el marco de la puerta de acceso al comedor, una joven mujer, con el ceño medio fruncido dijo:

- Muy bonito mamá! - Esa no me la enseñaste a mí!!!- jajajaja

Todavía me río al recordar su cara de asombro y enfado... Y es que, en verdad, no me acordé de esa canción hasta ese día... Les había cantado otras, que su madre ya había jugado conmigo de niña, pero de esa me había olvidado, y cuando traté de explicarle, se dio vuelta enfadada, como si le hubiera fallado... Y yo, reía hasta las lágrimas, jajajaja. No lo podía creer, se había puesto celosa...

Son tantos los momentos de abuela, con ellos, donde yo me tiro al piso con ellos, inventamos juegos o ellos me enseñan a mí, porque ya tienen 10 y 7 años, se han hecho grandes y yo sigo atesorando recuerdos, canciones, momentos que para mi alma de abuela serán eternos y preciosos...

Soy la abuela que abraza y besa a cada rato, yo no supe lo que era eso, por parte de mis abuelas, ellas, por distintas razones, no creían en eso, pensaban que había que ejercer disciplina y rigor antes que nada, y que las caricias hacían débiles a los niños... Me  da mucha pena por ellas, se perdieron mucho del amor de los nietos, y éramos muchos...

Hoy, ante esta vida, doy las gracias por cada momento mágico de mis nietos, por sus aprendizajes, por sus descubrimientos, por esa vida llena de amor y cuidado, de respeto individual, de disciplina también, pero ejercida desde el respeto individual. Doy gracias a mi hija y a mi yerno, por hacerme partícipe de esos momentos... 

La vida pasa, pero la memoria permanece en el corazón de esta mujer, madre y abuela...

Dios nos bendiga amigos lectores...


Mireya Pérez



viernes, 3 de julio de 2020

Manantiales de Armonías: Quinto día de Fiesta Patronal Emocional... LOS 30 ...

Manantiales de Armonías: Quinto día de Fiesta Patronal Emocional... LOS 30 ...: Para mí llegar a los 30 años, fue un gran momento, tenía dos hijos, un matrimonio estable, una familia y un hogar que amaba, en lo prof...

Quinto día de Fiesta Patronal Emocional... LOS 30 Y LOS 40 AÑOS...Una gran época de vida...



Para mí llegar a los 30 años, fue un gran momento, tenía dos hijos, un matrimonio estable, una familia y un hogar que amaba, en lo profesional se presentaba a mi puerta la oportunidad de salir de la docencia y entrar al mundo de las Finanzas y los Seguros, y lo hice, gracias a una de mis amigas del colegio, quien sugirió a la empresa de seguros que me contactaran. No tenía idea de los seguros, solo de tener pólizas de seguros, pero nada más, y acudí a la entrevista entre nerviosa y ansiosa, no sabía qué iba a ocurrir, pero les gusté, me aceptaron y a partir de ese momento comencé una nueva carrera profesional que abarcaría 25 años de mi vida futura.

Pero no me alejé de mi colegio, seguí no sólo como ex alumna, sino también como representante, pues mi hija cursaba estudios allí y a mi me hacía mucho ilusión compartir con ella, los recuerdos de mi niñez, pero no resultó así, supe mucho más tarde, que siempre la comparaban conmigo, y ello ocasionó que se revelara muchas veces, pero aún así se graduó en mi colegio...

Mientras tanto, yo me iba adaptando a ese nuevo medio, lleno de hombres, con mucho poder adquisitivo, con mucha testosterona desbordada y con un machismo de antología... jajajaja. Para ese entonces yo era la única mujer en Producción, jajajaja. Cada jueves en nuestra reunión general con la Gerencia, salía sonrojada de las reuniones, pues estaban acostumbrados a hablar no sólo de trabajo, sino también de sus picardías, olvidando que yo estaba presente, hasta que mi rostro totalmente rojo o morado, me delataba y se terminaba la reunión con las risas socarronas de mis compañeros, posteriormente se irían incorporando mujeres al staff, pero yo ya estaba embalada en mi crecimiento dentro de la empresa, donde gracias a uno de los Vicepresidentes, pude llevar el área de exposiciones y eventos, lo que me permitió conocer más mi país, viajar a todas partes y entender mejor, este negocio tan interesante y de tanta responsabilidad.

En esa compañía solían ponerle motes a la gente, así había gente que se les conocía como Morrocoy, Monseñor, etc... y entonces me llamaron a mi Reverenda Madre... Y cuando me enteré fui y les dí las gracias... No se lo esperaban, la cara de asombro de mis compañeros fue monumental, cuando les dije que era el mejor piropo que me habían dado, pues había pasado más de 25 años en mi colegio, y eso quería decir que mis madres me habían educado bien... Me gané su respeto, nunca más se metieron conmigo o se burlaron de mi forma de ser honesta, sencilla y poco ostentosa.

La vida me llevó después a una segunda empresa de Seguros, donde tuvo la oportunidad de ayudar a crear estructuras y servicios, pues era una empresa que surgía de la ambición y el trabajo de un grupo de industriales canarios, trabajé sin horario, sin descanso y a veces contra corriente, pues no es fácil a veces hacer cambiar de opinión a un grupo importante, sobre las ventajas o no, de desarrollar más presencia física, crear la financiera y crecer...Pero lo logramos y me siento orgullosa de mi trabajo y del equipo que formábamos...

Por último, en 1998, entré a formar parte de la última empresa, allí dejaría mis 8 últimos años de servicio, ejercidos con honestidad, perseverancia, entusiasmo y calidad de trabajo. Procurando siempre dar el 101% en cada momento. Me iría en abril del 2007, cuando en una revisión rutinaria me descubrieron cáncer de mama, en ambas y me someterían a una mastectomía bilateral...Aunque podía haberme quedado, preferí renunciar y tener tiempo para sanarme y para cuidar a mi esposo que también tenía cáncer...

Han transcurrido 13 años de esa operación y me siento bien, estoy sana, me mantengo activa física y mentalmente y sobre todo, agradecida de haber detectado a tiempo, este mal que produce tantas muertes de mujeres y hombres cada año... Soy una mujer privilegiada, además de que en el camino, he podido conocer a mujeres y hombres que trabajan en varias ONG que se dedican a ayudar a este conglomerado y ser yo también una voluntaria en ellos.

Durante este ejercicio profesional descubrí a seres humanos maravillosos, hice grandes amigas, que aún conservo y aún hoy descubro con sorpresa, que gente que no me ve desde hace 10, 20 o más años, me busca en facebook y solicita mi amistad, es gratificante, es en esos momentos cuando siento que valió la pena el sacrificio y el esfuerzo realizado porque como gerente, los defendía a capa y espada y velaba siempre por sus intereses y por lograr que sus demandas fueran atendidas por la organización.

Puede que algunas veces no lograra mis objetivos, pero siempre les dí una respuesta y asumí como propios los errores de mis supervisados, también ayudé a que muchos de mis empleados directos, lograran ascender en la organización, sin que por ello, yo me sintiera amenazada, Nunca sentí o temí que alguien me hiciera sombra, he sido el flamboyant de copa enorme, donde se han cobijado todos los que han estado bajo mi responsabilidad o mi corazón.

Gracias a todos esos hombres y mujeres que me conocieron y a los que conocí, me ayudaron a crecer como persona y como profesional, a todos les debo un cachito de aprendizaje, Algunos ya no están entre nosotros, pero siguen en mis recuerdos..

Dios nos bendiga amigos lectores...


Mireya Pérez





jueves, 2 de julio de 2020

Cuarto día de esta Fiesta Patronal Emocional... Y entonces llegaron ellos... Los libros...










A los largo de los años, desde aquel mayo de 1964 cuando compré mi primer libro, ellos serían y son para mí los grandes Maestros de mi vida, y puedo afirmar sin género de duda, que fueron llegando a mi vida, cuando yo necesitaba, emocionalmente hablando, crecer y superar una etapa, a veces de forma apacible y tranquila, como las aguas de un manantial, otras como una brisa desbocada o como una tormenta en un mar de arenas del desierto... Pero así fueron llegando y gracias a ellos, aprendí cientos de cosas, visité miles de lugares y conocí personajes tan interesantes, que a lo largo de los años fueron grabando huellas imperceptibles, pero profundas en mi alma y en mis conocimientos... Gracias!!!!

Si observan mi estudio y mi biblioteca, notaran que los libros que están en ella van desde libros de Filosofía, Metafísica, Novelas con base Histórica, mis preferidas, libros de autoayuda y novelas de autores tan interesantes, que si me llegan a enganchar, habré comprado muchos de cada autor, procurando tener toda su colección de libros. Autores como James A. Michener, Morris West, Taylor Caldwell, Depra Chopra, Wayne Dyer, Paolo Coelho, Agatha Cristhie, Og Mandino, Jorge Bucay, Ken Foller, Jacqueline Susan, entre tantos otros.

Algunos llegaron en forma de regalo, otros en cambio, gracias a las visitas periódicas que hacía a dos librerías cada sábado en la tarde, llamaban tanto mi atención, me era imposible dejar de comprarlos, los devoraba sin importar llegar a estar hasta las 3 de la mañana, leyendo en la sala de casa, para no molestar a mi esposo, pero sin poder apartar mis ojos de ese libro que me había enganchado hasta terminarlo en una sola noche, aún cuando ello representara leer más de 500 páginas en una sola sentada.... He sido un ratón de biblioteca, lo reconozco, pero qué suerte he tenido!!!!.

Mi pasión por la lectura, heredada de mi padre y de mi abuela paterna, la heredé a mi hija y a mis nietos, y es algo de lo que me siento muy orgullosa, dí por sentado, durante muchos años de mi vida, que la gente de la época de mi abuela, que nació en 1890, sabían todos leer y escribir, luego revisando entre la hemeroteca de la época de su ciudad natal, Linares, descubriría, que sólo una porción muy pequeña de las niñas de su generación, tendrían acceso a la educación y por supuesto a la lectura. Pero es una realidad y forma parte de la historia de nuestros antepasados.

Esta pasión también se la inculqué a parte de mis alumnas, sobre todo a aquellas que estuvieron conmigo en la época de 1980 a 1988, ese grupo de chicas dispusieron de mi biblioteca personal, no sólo para investigar sobre las materias que yo impartía, Biología y Química, sino también, leer parte de mis libros, tanto, que mi esposo decía que nuestra biblioteca parecía un acordeón, con todo y fuelles, jajajajaj. Pero a mi me emocionaba hablar con ellas en el recreo, del último libro que había leído y si les llamaba la atención, prestarlo y luego indagar qué habían aprendido del mismo. De esa época en particular, hay algunos títulos que fueron muy importantes: Melissa, Una tierna y apacible Victoria, La Leyenda de la Atlántida, El Gran León de Dios, Gloria y Esplendor... Luego vendrían :
Señor Dios Soy Anna, El Angel número Doce, El Don del Orador, Operación Jesucristo, El Sendero del Mago, Diario de un Mago, El Alquimista, Caballo de Troya, etc, etc, etc....

Cuando dejé la docencia y pasé al mundo empresarial, siempre en mi despacho habría una pequeña colección de mis libros, y también serían prestados a los interesados, pero ya eran sobre otras temáticas, pues en los años 90 descubrí al Dr. Wayne Dyer, gracias a su libro La Fuerza del Creer... Este autor sin saberlo, cambió mi vida para siempre y encontré en sus escritos una luz y un entendimiento de la vida y de sus situaciones, que aún hoy a cinco años de su muerte, me siguen acompañando...

Al final de este escrito, compartiré el video de una de sus películas: El Cambio, el cual pueden ver en su versión original en inglés o en español, como yo se las comparto, les puedo decir que la he visto cientos de veces y a lo largo del tiempo, me he ido reconociendo en cada uno de sus personajes, ahora creo que he llegado al jardinero, y es al que me gustaría llegar a ser, y transmitir esa paz y esa armonía que él transmite.

Como este mundo es maravilloso, un buen día hace unos 7 años, llegó a mí, un libro que me ayudó y preparó para transitar el Duelo, que inevitablemente se había acercado a mi puerta de nuevo... Mi esposo llevaba en coma ya unos quince días, cuando al salir de la cafetería del Hospital, vi, sin ver en realidad que, enfrente de ella había un estanco con libros, revistas y chucherías, y de repente mi vista se topó con un libro, que me habían recomendado apenas unos días atrás: El Camino de Las Lágrimas de Jorge Bucay, es un libro de bolsillo, pero en el momento en que lo ví por primera vez, me pareció mucho más grande. Se imaginarán mi sorpresa, él había llegado a mi, sin yo buscarlo, por supuesto lo compré y lo leí con voracidad, fue mi luz en el camino, y a través de los años, lo he vuelto a leer varias veces y siempre se lo recomiendo a la gente que está pasando por algún duelo físico o emocional, pues a mi me ayudó a sanar mis heridas y a entender los cambios que se irían presentando en mi vida...

Luego he ido comprando otros libros y viendo vídeos en Youtube, que es hoy en día un gran compañero de viaje, pues está a la mano en el móvil o celular, y no importa donde me encuentre, forma parte de mi equipaje de viaje existencial o de vida, cada vez más liviano, pero más comprometido emocional y espiritualmente hablando...

Hoy le doy gracias a Dios porque nací en un hogar donde la lectura era un aliciente para crecer y aprender y por el cual, me he mantenido siempre activa, creciendo, ayudando y proyectando todo lo aprendido, pues no me he conformado con ser un autodidacta, he querido siempre compartir mi entusiasmo y lo aprendido, y espero sinceramente haberlo logrado.

Dios nos bendiga amigos lectores y gracias por acompañarme en este camino.

Mireya Pérez



miércoles, 1 de julio de 2020

Tercer día de Fiesta Patronal emocional... Toca crecer..aunque no quiera...


Creo que para todos nosotros, existen momentos en nuestra historia personal, que nos cambian la vida para siempre... Para algunos es un accidente, para otros una enfermedad, algún cambio fuerte en nuestras vidas, o como a mí, el fallecimiento de mi padre cuando apenas él tenía 48 años de edad y yo quince.

Mi vida tuvo un giro completo de 360º cuando él falleció. Su desaparición causó cambios terribles en nuestras vidas, la primera y principal, su ausencia, la segunda, la retirada paulatina de la familia y amigos cercanos, la tercera y quizás más importante, el tener que ser a esa corta edad de 15 años, la encargada de mi casa, de mi hermano y de todo en la administración de mi hogar, pues mi madre sólo tuvo un objetivo: Salir adelante sola y con dos niños...

Para mi madre, yo era el capitán del barco, lo primero que hizo fue llevarme al centro de la ciudad, darme una moneda y decirme que debía encontrar la manera de regresar a casa, sin ella decirme cómo... Me dejó en la zona más atestada de gente que yo me podía imaginar, apenas recordaba que cerca de allí estaba la Catedral de Caracas y la Iglesia de San Francisco, donde muchas veces acompañé a papá a misa. Así que, temblando de miedo, esa niña que yo era, toda vestida de negro, pues llevaría luto cerrado por mi padre durante dos años, rezando en mi interior, me dirigí hacia esa zona y luego, animada le pregunté a una señora por dónde se encontraba la parada de busetas de Carmelitas, era la que pasaba más cerca de mi casa. Ella muy amable me explicó y supe llegar a la parada, subirme a una de ellas y en aquel julio de 1971, comenzar lo que sería mi andadura como jefa de una casa, dejando mi niñez y mi adolescencia para siempre. Mi madre me prohibiría llorar, sentirme triste y menos desfallecer. Debía estudiar, gracias a mis madres del colegio, pude seguir y terminar el bachillerato en él, y luego ir a la Universidad. Pero para mi hermano que era un niño, las cosas fueron difíciles, yo sería de ahí en adelante su segunda madre, y aún hoy a 49 años de la ausencia de mi padre, él me sigue  llamando mami y pidiendo mi bendición...

Mamá siempre pensó que el único que se había quedado huérfano era él, mientras que yo, también su hija, era el " hombre de la casa" y por tanto, fuerte, muy a pesar mío...

Atrás quedarían las muñecas, los fines de semana con mis amigas, las salidas al cine, o cualesquiera otra actividad similar, mi madre se encargaría poco a poco de ir haciendo que mis tareas, no sólo escolares, sino de casa, fueran absorbiendo cada vez más mi vida, hasta que en diciembre de ese año, al salir de una fiesta en Navidad, a la cual me llevaron las hijas de los padrinos de mi hermano, conociera por casualidad al hombre que posteriormente se volvería el centro de mi vida, mi esposo...

No voy a hablar de mi noviazgo, creo que en algún post de hace unos cinco años, debo haber comentado sobre él, pero sí les puedo asegurar, que a partir de ese 26 de diciembre de 1971, aquella niña, comenzó a crecer a pasos agigantados... Me cuidarían mucho más, mi circulo se haría cada vez más cerrado, pero sin embargo, tengo que reconocer que mis amigas, las de siempre, estuvieron a mi lado, en cada piedra del camino, para hacerme reír, para darme un consejo o simplemente para hacerme sentir que no estaba sola.

De ahí en adelante mis alas empezarían a sufrir la metamorfosis de la cual hablo en mi próximo libro... Al encuentro de Las Águilas...

En diciembre del 74, me casaría y al cabo de tres años y medio nacería mi primera hija, cuatro años después mi hijo, y a mi corazón llegarían a lo largo de mi vida, mis grandes tesoros, esas amigas e hijas e hijos putativos a quienes quiero y respeto como míos...

Viendo esa parte del camino, me siento agradecida, humildemente agradecida por todo, aún por las cosas que no fueron del todo, como lo esperábamos, pero lejos de quejarme por la esquinas o de buscar salidas fáciles, aprendí a llevar mi cruz, con una sonrisa en los labios y en la mirada, y a plantarme ante la adversidad, como la guerrera que soy y como en una obra de teatro de Alejandro Casona, decir que: Los arboles mueren de pie....

La música siguió siendo importante en esa etapa, algunas canciones se convertirían en especiales, porque eran para mis amores, mi esposo y mis hijos, cada uno de ellos tiene más de una, que sólo es para ellos, otras canciones me recordarían quién soy y hacia dónde voy... jajajaja, no sería yo si no fuera así...

Comparto con ustedes alguna de ellas, espero que les guste.

Gracias y que Dios siga iluminando nuestro camino.

Mireya Pérez