A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

jueves, 31 de agosto de 2017

Manantiales de Armonías: La importancia de un Líder positivo...

Manantiales de Armonías: La importancia de un Líder positivo...: Cada vez más, en nuestra sociedad actual se hace evidente la falta de ¨líderes en positivo¨ , generadores de buenas energía...

La importancia de un Líder positivo...








Cada vez más, en nuestra sociedad actual se hace evidente la falta de ¨líderes en positivo¨, generadores de buenas energías, de sinergia y movimiento constante, pero dentro de algo que en el argot del día a día se llama ¨tener buen rollo¨ , por eso cuando lo encontramos y encima es una mujer joven, me siento doble o triplemente feliz...

Desde hace algún tiempo, la vida en su constante movimiento me ha llevado a compartir espacio y espero que amistad, con una mujer emprendedora, vivaz, atenta, simpática y muy dinámica, quizás sea una de las mujeres más rápidas y veloces que haya conocido hasta ahora, al momento de tomar decisiones o puede ser también que dentro de ella exista o cohabite  un alma con una capacidad extrema de empatizar con el entorno y transmitir al mismo tiempo, ese amor por la vida, por la familia y por la gente que le rodea. Lo mejor de todo ello, es el beneficio emocional que nos entrega a todos, haciéndonos vibrar en la misma sintonía, creando por tanto, un entorno maravilloso para trabajar en armonía, en equipo y solidaridad. Por supuesto, nadie le dice que no, quién lo haría, si ella misma es el motor y el ejemplo...

Quizás ella no lo haya descubierto o quizás sí, pero su presencia hace que todo resulte siempre mucho más fácil, menos duro y hasta divertido y por supuesto, a la hora de crear cosas, desde propuestas de negocios, formación de equipos o eventos en particular, no habrán conocido lo que es ¨creatividad¨hasta que no tienen la maravillosa oportunidad de conocerla, y lo mejor de todo, lo hace desde una sonrisa, desde un ¨no te preocupes, que yo te ayudo¨, o desde una simple sonrisa y sabes que todo va bien.

Ser líder no es fácil, pero existen personas que nacen con ese Don, que es también una gran responsabilidad, pero ella lo ha asumido con una sonrisa, con dinamismo, con entrega y pasión y se la transmite a todos, desde su dulzura hasta la fortaleza de ese alma de mujer que ha batallado sus propias guerras y las ha ido ganando a pulso, pero siempre desde ese semblante de mujer vivaz, serena y emprendedora.

Hoy, a tí querida compañera de este camino, te doy infinitas gracias, no sólo por escogerme para ser parte de tu equipo, sino por guiarme a creer que sí se puede, a pesar de las adversidades, y que lo vamos a lograr. Para ello, tienes al mejor equipo del mundo, del cual ahora también soy parte y al cual me siento también agradecida por las muestras de afecto, y empatía. 

Somos todos ¨la caña¨, pero es que formamos parte de la tripulación del mejor barco: Sunset.

Hoy sólo puedo darte las gracias, por creer en mi, en lo particular, y también en tu gente, que es lo más importante, y por sembrar en nosotros ese ¨buen rollo¨de competir sin hacer jirones, de buscar la excelencia sin pisar a nadie, de trabajar en equipo, porque el logro de cada uno, es el logro del equipo.

Dios te bendiga querida Cris, que siempre tu camino sea hermoso y brillante y si alguna vez hay algún nubarrón en tu horizonte, tendrás siempre a tu gente, para soplar y soplar y hacer que se disipe y siempre brille el sol.

Gracias infinitas...

Mireya Pérez




martes, 22 de agosto de 2017

Manantiales de Armonías: ¿ Qué hacer con las cicatrices del Alma?...

Manantiales de Armonías: ¿ Qué hacer con las cicatrices del Alma?...: Seguramente pensarán que ya se me fundió un fusible!, jajajaj. No, para nada, se los puedo asegurar.  Pero nuestra Alma aunque se...

¿ Qué hacer con las cicatrices del Alma?...



Seguramente pensarán que ya se me fundió un fusible!, jajajaj. No, para nada, se los puedo asegurar. 

Pero nuestra Alma aunque sea un intangible, que nos habita, se queda a veces, dolida por los ¨palos recibidos¨, con cicatrices emocionales que debe curar y atender con mimo y, como no,  con cierto miedo a volver a ser maltratada.

Sin embargo, pasado el tiempo prudencial, que varía según cada individuo, ella vuelve a sentir alegría y ganas de seguir adelante y lo hace y nos hace levantar la mirada, fijarla en algún punto en la distancia y brindarnos el soporte para ¨volver a empezar¨, sólo que más sabia, con más de una lección aprendida, para su mochila existencial.

Las cicatrices emocionales se curan a su tiempo, de manera diferente para cada ser humano, porque eso es algo que nos diferencia y enriquece, y además nos lleva a tener reacciones que jamás hubiéramos esperado llevar a cabo, si no fuera porque ella va evolucionando, a través de las diferentes etapas que le ha tocado vivir y siendo cada vez más sabia, más serena, más tranquila, no inmutable, pero sí entendiendo que todo tiene un por qué y que de todo, absolutamente de todo se sale, tarde o temprano. Pues ¨no hay dolor que dure cien años ni cuerpo que lo resista¨, jajajaj.

En la vida real o física, las heridas externas las vamos disimulando con aceites esenciales como el de la rosa mosqueta, con el aloe vera, o con otros productos comerciales que tienen a estos mismos ingredientes como elemento principal, y la paciencia y constancia hacen el resto. Si, por ejemplo, no terminan de irse del todo, siempre se puede recurrir a un buen maquillaje corrector y el defecto se difuminará y será apenas perceptible...

Pero con el Alma, se tiene que empezar con una etapa que a veces es muy difícil de enfrentar: el autoanálisis, no porque nos consideremos culpables del daño percibido, sino porque a menudo, hemos pecado de incautos y no hemos establecido la distancia emocional adecuada con respecto a ese tercero que nos ha hecho daño o que nos ha desestabilizado emocionalmente y nos sentimos culpables. Sí, como leen, culpables. 

Me dirán que no hicieron nada para merecer ese hecho, pero a veces sin saberlo, somos demasiado generosos con los otros, sin límites a veces, y aquel que no tiene la madurez suficiente para saber hasta dónde llegar, se aprovecha y de un zarpazo destruye lo que nos tocó años superar. Nos ha pasado a todos, porque confiamos en la gente, porque suponemos que la gente va a obrar como nosotros lo hacemos, y nos olvidamos que cada quien ejerce el libre albedrío y en esa libertad está el hacer o no uso de todas las herramientas para bien o para mal, y lastimosamente para algunos, ese otro prefiere destruir antes que construir.

Para el Alma herida, sólo le queda el volverse a su interior, como si de un ¨retiro espiritual se tratase¨y buscar en su yo interno, el consuelo al dolor, y el Perdón, no sólo a nosotros mismos, porque nos equivocamos en nuestros criterios sino también a aquel o aquellos que nos han herido. En la medida que ese Perdón vaya surgiendo desde el fondo de nuestra alma y la vaya inundando de calor y algo de alegría, veremos cómo poco a poco, la vida vuelve a sonreír en nuestro alrededor y sentimos de verdad que estamos en el proceso sanador de nuestra alma, gracias al encuentro con nosotros mismos y con Dios.

El tiempo que es un viejo muy sabio, la oración que es nuestra conexión con Dios y la paciencia y amor que sentimos incluso por aquellos que nos han fallado, hacen el resto. Porque nos hieren más aquellos que amamos, que los que son simples conocidos, el dolor infligido por un hijo, una pareja, una amiga es lacerante, porque la confianza ha sido traicionada y duele mucho, demasiado. Pero no hay dolor que el perdón no ayude a curar, ni corazón que no se vuelva a sanar, gracias a la fe, la oración y la confianza.

Así que amigos busquen en las horas bajas, y en las de alegría también, el consuelo y el amor de la comunión con Dios. El regalo maravilloso de sentirse unidos por algo más fuerte que todo lo creado: el Amor y gracias a él seréis capaces de tender de nuevo Puentes de amistad, de perdón y de gratitud, porque siempre podemos comenzar de nuevo, desde un nuevo punto de partida y continuar el camino o empezar uno nuevo. Ahí está el gran milagro de esas almas que nos habitan, que van evolucionando, mejorando y moldeándose para ser cada vez más semejantes al Creador.

 Dios nos bendiga amigos lectores, que tengan un día realmente bendecido.

Mireya Pérez


lunes, 21 de agosto de 2017

Manantiales de Armonías: Cuento: La Doncella en el serrallo...

Manantiales de Armonías: Cuento: La Doncella en el serrallo...: Uno de los males modernos, aunque ha existido desde la antigüedad, es el Maltrato a la Mujer , que hoy está tipificado por leyes Nacion...

Cuento: La Doncella en el serrallo...


Uno de los males modernos, aunque ha existido desde la antigüedad, es el Maltrato a la Mujer, que hoy está tipificado por leyes Nacionales e Internacionales como Violencia de Género

Sin embargo, y a pesar de todo lo que se ha avanzado en materia de protección a la mujer, pareciera que todavía tenemos mucho que trabajar y empezar desde lo básico y primordial: La Educación de nuestros hijos, la construcción de valores morales fuertes y sobre todo, trabajar sobre la idea de que un ser humano no es propiedad de nadie, mucho menos de los padres, hermanos o familiares masculinos.

Sin embargo, aunque no lo crean, la violencia de género no es sólo física, de la cual conocemos y hemos visto muchos ejemplos, quizás demasiados... 

La violencia de género puede llegar a ser ¨sutil¨, tanto, que sin dejar apenas huellas externas, mas que una sombra de tristeza o miedo en la mirada... Se extiende a lo más profundo de la psique femenina, minando lo más sagrado de un ser humano: la Confianza en sí mismo. Esto lamentablemente sólo lo conocen, aquellos que han sufrido bajo el dominio del ¨castigador¨a lo largo de su vida.

Hoy, con el permiso de alguien a quien amo profundamente y quiero, voy a contarles la historia de una mujer: La Doncella en el serrallo. Está basada en hechos reales, no es ciencia ficción, esto ocurrió y lamentablemente, su historia es similar a muchas de las que hemos escuchado y visto. Aunque estemos en el siglo XXI y no estemos en presencia de una persona inmersa en una sociedad diferente a la occidental. Ella es una mujer occidental, católica, practicante, madre y compañera. 

Esta ha sido su vida, espero que sirva de alerta para aquellos que, sin darse cuenta, maltratan a su pareja, creyendo que así llevan bien las riendas de su relación, sin ser conscientes del daño emocional que están infringiendo o así lo esperamos todos, porque es muy cruel hacer daño a ¨sabiendas¨...

...Aunque a veces creamos que los tiempos en que se arreglaban los matrimonios y se concertaban las dotes, han pasado a la historia. Todavía hoy en día existen lugares en la tierra, donde esos usos y costumbres siguen siendo una norma social no escrita, que se niegan a dejar atrás gentes que no se encuentran perdidas en la geografía de tu país, al contrario, a veces las tenemos a la vuelta de la esquina, en el piso de al lado, en la familia, de amigos de nuestros hijos...

Hubo una vez, en un universo lejano una joven viuda con varios hijos, dos varones y una adolescente. La joven mujer vivía preocupada por su prole y su futuro. Las buenas amigas siempre le aconsejaban sobre qué hacer y cómo vivir, de acuerdo a los cánones de la sociedad de esa época.

_ No basta con ser honesta- le decían_ Hay que parecerlo...

_ Es un peligro tener a una niña tan pequeña, sin padre que la proteja_ decían otras...

Y así, en cada reunión fueron socavando y minando los ánimos de la joven viuda, que poco a poco empezó a ver a su única hija con unos ojos diferentes, sin notar ni percibir que la ¨niña¨podría ser el consuelo de su vida, al contrario, viendo cada vez que topaba su mirada en ella, que podría darle ¨sinsabores¨ como sus bien intencionadas amigas le habían dicho...

Los varones eran distintos, eran tratados de otra manera por la madre: uno tenía el color de cabello del padre, el otro su sonrisa y ambos apuntaban maneras , quizás llegaran a estudiar y tener carrera, soñaba la pobre mujer...

Mientras tanto la niña crecía, recogida entre las paredes de la vieja casa, otrora alegre y cantarina, sólo encontraba consuelo en los libros que leía, que le prestaban en la biblioteca del colegio o en el parque cerca de casa.

La niña soñaba con los paisajes que describían, aprendía en silencio palabras nuevas, vocablos, el diccionario era un gran compañero... Ella, sin saberlo, intuía que más allá de las puertas de su casa, existía un mundo que no conocía, que quizás nunca conocería, pero ella, en su mente, viajaba y disfrutaba de las descripciones que hacían los autores que iba descubriendo...

En algún momento cerca su cumpleaños número 16, una mañana, de repente, su madre le dijo que había un joven que quería conocerla. No pertenecía a su núcleo de amigos de la infancia, no, de hecho hacía tiempo que ya no tenía contacto con algunos de ellos, y la joven aceptó lo que su madre había preparado, sin tomar conciencia de lo que esa simple visita trostacaría para siempre sus sueños de niña y adolescente... 

Sin saberlo, su destino había cambiado para siempre.

El joven en cuestión, era un hombre mayor, tenía para aquel entonces cerca de treinta años, no era viejo, pero comparados con los escasos 16 de la joven, era mucho mayor, en todos los sentidos de la vida: Era un hombre que había vivido, que sabía lo que buscaba y que se aferraría a la juventud y pureza de la joven, como aquel que se aferra a un tesoro inesperado...

Cuando lo vió por primera vez, se sintió invadida, no sabía de qué, algo como de miedo, como de respeto... El al verla, vio en ella lo que había buscado con tanto afán: la inocencia del rostro juvenil, los ojos negros profundos y el hermoso cabello negro, largo, casi hasta la cintura de la frágil joven, que le daba una aspecto delicado y muy femenino. Le gustó lo que vió y lucharía para ser el único hombre de su vida...

Su madre miraba a uno y otro y sonreía, todo iba saliendo como le habían aconsejado sus amigas:

_ Es lo mejor que te puede pasar..._  decían socarronas_

_ Este joven en un profesional serio  y responsable, que cuidará de tu hija y la hará su esposa...

La doncella no se atrevía a levantar la mirada, pues sentía sobre su rostro la intensa mirada del joven, que se había enamorado nada más verla, esa misma tarde...

Así empezó el tiempo de cortejo, su madre se aseguró de que sólo viera a este joven acompañada, la acompañaba a todos sitios y cuando alguien de su antiguo entorno juvenil llamaba por ella, les decía que no estaba, que se había quedado en casa de alguna amiga, y así poco a poco fue cerrando el cerco, hasta que por fín, antes de que la chica  entrara a estudiar la Universidad, fue pedida en matrimonio y casada ese mismo año. Tenía apenas 18 años y tendría sobre sus hombros de niña-mujer, toda la responsabilidad de una casa, un marido, estudios y si Dios quería hijos también.

El hombre la amaba, pero la celaba de cualquiera, poco a poco durante su vida, la iría apartando, de forma sutil, pero inteligente, de todo aquello que no fuera él y su familia. Incluso, cuando llegaron los hijos, celaría el amor de madre que ella les daba, nunca había suficiente para él. Ella, convencida de que no era lo suficientemente buena, lucharía por darle lo mejor que podía, en la esperanza de que así, valoraría toda la entrega y dedicación que ella ponía en cada simple detalle de su vida en común, pero el hombre no se dejaba doblegar, cualquier intento de la joven por salirse de las normas o reglas establecidas, era sepultada bajo la mirada fría, el desdén en las palabras o algún objeto que rompía a propósito, sabiendo que a lo mejor era un recuerdo, pero hasta de los recuerdos la celaba...

Ella jamás se quejó, no tenía con quien desahogar sus penas, y su autoestima estaba tan maltratada, que durante mucho tiempo, casi veinte años, estaría convencida de que ¨no era lo suficientemente buena¨para merecer algo mejor en su vida. No había posibilidad de divorciarse, su madre se lo había dicho muy claro una vez:

_ En nuestra familia no hay divorcios_ y si lo piensas, me aseguraré de que no tengas a donde ir_ Así lo hizo...

La joven tuvo que bajar la cabeza, aprender a sobrellevar su vida y esperar que sus hijos nunca supieran el dolor que ella padecía... Luego vendrían los devaneos del hombre con otras mujeres, las llamadas que estas hacían a su casa, y la voz del hombre diciendo:

_ Esas son tus amigas, que te tienen envidia...

Pero ella sabía que era verdad, y el amor se fue apagando, siendo sustituido por la resignación, y la entrega a su trabajo, a su casa, a sus hijos. Sin un reproche, sin un atisbo de dudas, todo por sus hijos, por el ejemplo de vida que debía darles.

Un buen día el hombre enfermó, tuvo una enfermedad larga, dolorosa, difícil, pero ella lejos de abandonarlo a su suerte, le acompañó en cada tramo del camino, hizo de tripas corazón y curó sus heridas, se armó de valor y a pesar del dolor propio, pudo darle ¨tiempo de calidad¨y ¨calidad de tiempo¨...

Sus hijos y ella lloraron su pérdida, no se sintió para nada liberada, al contrario, sentía mucha pena por él. Era una víctima más del Síndrome de Estocolmo, pues había sido secuestrada por amor, y aún así no se daba cuenta...

Hoy la doncella es una mujer madura, sus negros cabellos son casi blancos, los sigue peinando en un rodete detrás de la cabeza, no se maquilla, tiene ese halo de serenidad que la inunda y quien la ve, jamás sospecharía lo difícil que fue su vida, y lo que está luchando para emprender una nueva. Lee y sonríe ante las páginas de algún libro, porque recuerda a la joven que fue y sabe que nunca recuperará esa luz que la habitaba, pero reza, confía y espera la llegada de los nietos, de los hijos, que jamás conocerán su propia historia, la que ella vivió en soledad, en silencio, sin apoyo de los que en su momento debieron haberla cuidado y protegido y no lo hicieron. Por eso ella hoy protege y cuida, conversa con los jóvenes y a su manera trata de darles el ánimo que ella no recibió en su momento y forma parte de algunas ONG que auxilian a la mujer, es su misión y ella lo sabe...

Esta es mi amiga, alguien a quien he acompañado gran parte de su vida, y sin embargo, no reniega de ella.

Espero que este cuento les muestre cómo a veces, sin saberlo, estamos haciendo daño a alguien que sólo nos pide un poco de amor y si no lo sienten, pues déjenlos volar. Nadie debería jamás mendigar amor, no tiene sentido, y mucho menos aceptar en silencio lo que ella aceptó. Pero ya pasó, el tiempo pasa y los años van quitando el dolor sustituyéndolo con nuevas alegrías y sueños por cumplir, sin importar que no tenga juventud, pero sí ganas de vivir.

Dios nos bendiga amigos y amigas.

Mireya Pérez



miércoles, 16 de agosto de 2017

Manantiales de Armonías: No me celes por favor!!!...

Manantiales de Armonías: No me celes por favor!!!...: Una de las fases más angustiantes para los seres humanos, sea quizás, la de los celos, bien porque se es celado, bien porque ...

No me celes por favor!!!...







Una de las fases más angustiantes para los seres humanos, sea quizás, la de los celos, bien porque se es celado, bien porque se sufren de ellos.

Hablo de sufrir, porque el que es celoso, sufre agonías terribles y se las hace sufrir también al objeto de sus celos. Y el celado se siente, la mayoría de las veces, como si estuviera atravesando un campo minado de huevos, sin atreverse a dar un paso, por temor a romper cualquiera de los huevos que tiene por miles, en ese camino de su vida que comparte con el celoso o los celosos. Pues a veces hay, para desgracias de más de uno, muchos más celosos que nos vigilan, que personas que nos aman en libertad.

Pero si a este panorama le añades las Redes Sociales, el objeto celado, se encuentra en un predicamento, pues cada conexión, cada wasap que reciba, cada correo o chat, será interceptado y a veces, incluso, contestado, como si de la persona se tratara. A alguien que conozco muy bien le pasó, y lo peor ha sido, descubrir con el tiempo, todo lo que su pareja hizo y no dejó de hacer, para lograr aislarla del mundo, pues sólo la quería para sí mismo, nunca para compartir el amor, que todos tenemos a raudales.

Es injusto que sintamos celos porque quieren a nuestros seres queridos, o que tratemos de poner celoso a tal o cual persona, para ver cómo reacciona. No somos personajes de novelas de Corin Tellado o de Delia Fiallo, autoras de los culebrones televisivos de los años 70 y 80... 

No, somos seres humanos, con respuestas sociales, educados, con conocimientos que superan a la generación anterior, con libre albedrío, con necesidad de interactuar y de intercambiar opiniones con los otros, sin que por eso se vaya a derramar la sangre o llegar al ostracismo de creer que si se comunica nos va a dejar de querer o amar.

¿ Por qué pensamos que alguien nos pertenece?. ¿Es que acaso la esclavitud no fue abolida en el siglo XIX?. ¿ No tememos derecho a tener amigos y amigas, compañeros y gente a la que en verdad estimamos, sin que deban celarnos e incluso armarnos verdaderos dramas emocionales?.

Cada vez son más comunes los procesos de comunicación entre la gente, incluso si se encuentran en puntos X distantes de la geografía mundial. Hoy las redes conectan a la gente, mucho mejor de lo que lo hicieron las cartas, los telegramas o las llamadas de larga distancia. Hoy las conexiones se hacen al microsegundo y es maravilloso.

Sin embargo, existen personas que celan cada instante de la vida que no están con nosotros, como si al hacerlo, le quitáramos un dulce que sólo les pertenece. Y no es así...

Aunque algunas personas a a veces me pidan que deje cierto ¨papel¨al margen, jajajaja, no puedo, jajajaj. Siempre soy madre y abuela y lo seré hasta el final de mis días. Pero siendo mujer, madre y abuela, puedo decirles que no hay problema mayor que el convivir con alguien que nos cela hasta del sol que nos roza, de la sonrisa compartida o de un secreto entre amigas, que sólo a ellas o a nosotras corresponde. Pero eso ocurre, mucho más de lo que podamos creer o entender.

Por ejemplo:

Un hijo se enamora de una chica, y es un buen hijo, que siempre está pendiente de su madre... Hasta aquí normal, ¿verdad?. Pero qué sucede cuando la pareja del chico lo aísla de su familia ( padres, hermanos, amigos) hasta el punto de sólo permitir que vayan a su hogar, los que ella ¨permite¨que vengan...

Y el chico por no pelear se ¨deja manipular¨... Digo bien: Manipular...

La manipulación viene porque la chica le hace ver que la familia de él no la acepta, que le hacen feos, que se siente desgraciada... y pare de contar. El joven, se deja porque al fin y al cabo esa es la mujer que él escogió... pero y la madre, los padres y los hermanos?. De repente se quedan huérfanos...

Aquí la familia debe unirse e hilar fino, tratar de ganarse a la chica y hacerle ver lo errada que ha estado. No es fácil, pero con amor, con paciencia y a base de muchas respiraciones, con el tiempo se logra. O por lo menos, así lo creo yo, jajajaja.

Y si quien te cela es el marido, que ve con recelo a cualquier persona de tu entorno, que llega a aislarte, pero existen otros a los que no puede aislar: los hijos... Pero el celoso compulsivo te cela hasta de los hijos, y cada vez que hay una caricia para uno, él se apodera de la escena tratando de establecer de forma muy clara que ¨primero fue Pascua  que Diciembre¨....

Quien vive en ese nivel de estrés no sabe qué hacer, convencido de que cualquier escaramuza será tomada como una ofensa, que cada sonrisa es un motivo de disgusto, al final, si la persona no reacciona a tiempo, se encontrará encerrada en la cárcel de amor que él le ha fabricado: Su cárcel de Oro...

He visto a personas tratar de hacerme sentir celos, sí como lo leen, ¿Imposible?... Pues no, lamentablemente. Yo no celo a nadie, para nada. Mucho menos a mis amigas, amigos, compañeros o hijos y nietos. Al contrario, me siento feliz cuando veo que los aman, que los quieren, que los admiran y respetan. Me siento como si yo fuera parte de sus logros, tan sólo por el hecho de haber estado ahí, cuando la idea surgió, cuando se logró una meta o simplemente porque mi amor, siempre, siempre los acompaña.

Por ello no entiendo los celos, ni qué se gana con ellos, mas que hacer a la persona desgraciada o quitarle las ganas de vivir en Libertad....

Amigos lectores, quizás haya personas que les digan que si un amor no es celado, no hay amor. Mentira!!!!. Cuando se ama de verdad, se quiere lo mejor del mundo para esa persona, sea quien sea. Se es feliz si la persona lo es, así como también podemos sentir parte de su dolor y los acompañamos en sus horas bajas, pero siempre desde el respeto, el amor incondicional y el sentimiento de que todos somos uno.

Por favor no celen, al contrario compartan las alegrías, todas las que puedan. Que para llorar y sufrir, ya la vida se encargará de servirles la taza que a cada uno le corresponda. No añadamos más angustia a la vida de nadie, no somo los indicados.

Si vivimos en el amor, en la alegría, en el compañerismo, en la amistad verdadera. No sólo seremos más felices nosotros mismos, sino sobre todo, aquellos a quienes profesamos amor.

Dios nos bendiga amigos lectores, que tengan un día realmente bendecido.

Mireya Pérez



martes, 15 de agosto de 2017

Manantiales de Armonías: Unos versos para tí... en la distancia...

Manantiales de Armonías: Unos versos para tí... en la distancia...: Escribir es algo maravilloso, si, como yo, encuentras solaz en compartir aquello que anida en tu alma, esa pléyade de sentimientos qu...

Unos versos para tí... en la distancia...


Escribir es algo maravilloso, si, como yo, encuentras solaz en compartir aquello que anida en tu alma, esa pléyade de sentimientos que te inundan, y que no tienen nada que ver con cosas de la edad, la soledad o el miedo. En realidad no siento ninguno de ellos, me siento tan bien en mi piel, a mi edad, en mis circunstancias emocionales, que quizás ahí radique el problema. 

Pero escribir y hacerlo dirigido a alguien a quien amamos o recordamos con profundo afecto, es algo que no tiene palabras para ser descrito, por eso Hoy, le escribo a alguien especial, a un ser humano, cuya existencia ha sido y es algo muy especial para mí, a pesar de la distancia, las circunstancias y nuestro propio destino.

Unos versos para tí

¿ Dónde estás amigo mío?...
¿ Dónde, que no sé de ti?...

Las palomas mensajeras,
en silencio permanecen,
y no atisbo ni siquiera,
a mirar entre el celaje:
tus pasos, tus manos,
tu espalda erguida al caminar,
tras la fuente aquella
que vislumbro a lo lejos
desde la atalaya de mis sentimientos

Si supieras lo que significa
el sólo saber que existes,
el sólo saber de tí,
aún cuando nuestros caminos,
quizás nunca se vuelvan a cruzar...

Era niña cuando
por primera vez te ví.
Tu sonrisa me deslumbró
y desarmó mis muros,
aún aquellos que ni siquiera
había construído...

Nuestros caminos tomaron rutas diferentes,
nuestras vidas dieron vueltas y vueltas...
Unas veces desde lejos,
otras, en la misma habitación...
Pero no me reconociste...
estabas inmerso en tus propios pensamientos,
mo me viste, no me miraste,
no sabías que era yo,
la joven mujer del ascensor,
y yo sonreí por dentro...

Algo despistado amigo mío...
o quizás, estabas metido en tu mundo,
un mundo del que yo no formaba parte,
del que era sólo una mera espectadora,
como si de un músico célebre se tratara,
pero eras mi músico,
mi otro yo, una parte de mí,
que siempre te ha acompañado,
en el silencio de las personas que aman,
sin haber sido descubiertas...

Ahora, no sé dónde estas...
¿Qué piensas?
¿Qué sueñas?
¿Qué te preocupa?
¿Quién comparte tu andar?
¿Eres feliz?
Espero que sí y mucho...

Yo lo he sido,
te puedo contar muchas cosas,
cosas que sólo a alguien especial
se pueden contar...

Te diría que tuve un sueño en mi piel
que acuné en mis brazos dos luceros
que he llorado, sí...
pero también he reído mucho,
que escribo, que sueño,
que pienso, que siento...

Pero eso tú lo sabes,
pues aún en la distancia,
tú estás ahí,
para dar aliento,
para ser amigo incondicional,
para ser lo que nadie podrá ser jamás.

Un te quiero, sin palabras...
un amor, sin reparos...
sólo tú y yo,
dos almas en una,
separadas sólo por el espacio infinito,
pero unidas siempre,
desde el principio,
de esta Humanidad...

Mireya Pérez

Dios nos bendiga éste y todos los días. Gracias infinitas por leer mis artículos.








jueves, 10 de agosto de 2017

Manantiales de Armonías: Cierra un ciclo... No tengas miedo... La Vida cont...

Manantiales de Armonías: Cierra un ciclo... No tengas miedo... La Vida cont...: Me imagino que a muchos de ustedes les habrá pasado, más de una vez, que al cerrar un ciclo de su vida, bien porque terminaron de l...

Cierra un ciclo... No tengas miedo... La Vida continúa....



Me imagino que a muchos de ustedes les habrá pasado, más de una vez, que al cerrar un ciclo de su vida, bien porque terminaron de laborar en una empresa, porque terminaron una relación amorosa, porque se fueron de la ciudad donde nacieron o simplemente porque se graduaron de la Universidad, les asaltó de repente una pregunta:

_ ¿ Y ahora qué voy a hacer?.... _

No se asusten, nos ha pasado a todos, en lo personal me ocurrió cuando me gradué en el colegio de toda mi vida y luego en la Universidad... De repente me sentí atemorizada, emprendía una nueva etapa sin saberlo o sin apenas tener conciencia plena de ello, y por segundos sentí temor a lo desconocido, después respiré y sonreí... No sería ni la primera, ni la última vez en la que me tendría que enfrentar al cierre de una etapa y al comienzo de la siguiente... Es algo parecido a subir unas escaleras, que a veces tienen más peldaños de los que pensábamos, antes de llegar al descansillo, y de repente, y podemos relajar nuestras piernas que se han extremado por el esfuerzo. Pero conscientes de que aún nos quedan otros peldaños que subir para llegar a nuestro destino.

Lo desconocido nos infunde temor, es algo que llevamos en nuestros genes, que nos hace ser ¨precavidos¨en todos los sentidos, y más acentuado se presenta si en algún momento hemos salido dolidos de la experiencia, cuando hemos pasado por un trago amargo o una lección dura. Se nos hace cuesta arriba volver a confiar o creer de nuevo en algunas personas, bien porque nos recuerdan a alguien del pasado, o porque las circunstancias parecieran una copia calcada de la que ya hemos superado con anterioridad. Es de humanos sentir ese temor, pero también es de humanos el sobreponernos a ello.

Así como cada mañana amanece y luce el Sol e incluso se cuela entre las cortinas de la habitación, y con su aparición nos dice:

_ Anda ¡levántate!  que tienes un día magnífico, nuevo, a estrenar para tí..._

Así también, nos enfrentamos a los pequeños grandes retos del día. Así sea comenzar a hacer esa limpieza profunda de una habitación, que has postergado hasta la saciedad, pero que el ¨alma¨ te dice, que ya es hora... Pues hay que levantarse, hacer nuestras rutinas y abrir esa habitación de los desastres y emprender lo que se ha postergado...

Generalmente cuando enfrentamos ese momento ¨ante el desorden¨... que para algunos es algo así como un ¨desastre¨ jajajajaj, y que en innumerables veces nos ha hecho abrir la puerta, hacer una mirada en paneo y hemos vuelto a cerrar, porque el ánimo no está en ello ese día... 

Pues hoy, sí, hoy lo enfrentamos y empezamos a separar lo útil, de lo que se puede regalar, de lo que ya no queremos y de lo que puede ser reciclado, por nosotros o por terceros, no importa, pero empezamos a ordenar y desalojar cosas que ocupan lugar, pero que ya no usamos, que no hemos visto en años, y de las cuales ni siquiera nos acordábamos, jajajaj. Son lastres emocionales, que nos quitan energía, sin nosotros tener conciencia de ello.

En lo personal, tener una habitación llena de cajas, convirtiendo un espacio útil en un sitio de los trastos, me pone de los nervios, pero no hay otra, no me puedo deshacer de las cajas de los adornos de navidad, ni del árbol de Navidad, y de otras cosas que guardo porque son recuerdos... Pero reconozco que hay que organizar y lo hago a sabiendas de que muy posiblemente en dos o tres meses, entraré y haré un nuevo levantamiento y depuración de los objetos, buscando siempre el ir retirando de mi vida, aquello que sé que no voy a necesitar. Pero consciente de que aquello que no tiene significado para mí, si puede servir o ser ¨un tesoro¨para otros y les daré salida.

Cuando alguien me pregunta sobre:

- ¿ Qué harán sus hijos con sus cosas cuando ya no estén?._  

 Mi respuesta es: 

_ No te preocupes, ellos sabrán qué hacer..._ 

En lo personal, sé que mi hija no va a apreciar nada de lo que a mi me gusta, porque es muy diferente a mi, gracias a Dios. Sin embargo, como soy un ser de costumbres, entre las carpetas que tengo con documentos personales, debidamente señalizadas, para que no se vuelvan locos al buscar algo, está también una especie de ¨Ultimas Voluntades¨, jajajaj.

Me río, porque conociendo a los personajes, quizás agarren todo y boten cosas sin siquiera leer a ver qué tienen, pero si por casualidad leen las instrucciones, les he dejado una guía para saber qué hacer con determinados objetos, en caso de que al llegar mi hora, no haya yo dispuesto de ellos antes, de alguna manera. En fín, eso es porque soy como soy, qué le vamos a hacer!!! jajajajaj.

En más de una ocasión, más por mi edad, que por otros motivos, jajajajaj,  me he enfrentado al reto de los ¨nuevos comienzos¨, al principio pues como cosa natural, me infundían respeto, pero ahora, soy un poco más descarada y me digo:

_ Vale, estamos de nuevo aquí... ¿Quién dijo miedo?  
Arranco de nuevo, no porque me sea fácil, no, en absoluto, sino porque no tengo otra posibilidad... El pasado ya pasó, el mañana no ha llegado, sólo tengo los próximos minutos u horas del día de Hoy, y a él me enfrento. No porque sea valiente, que sí lo he sido, sino porque tengo una responsabilidad muy grande, para conmigo misma, y no puedo desfallecer. Ya habrá momentos para lamentarme, si eso tuviera que hacer, pero ahora sólo puedo dar la cara, respirar y dar un paso detrás de otro, con entereza, con gallardía, con ilusión ¿ Por qué no?...

¿Quién ha dicho que una mujer a mi edad no pueda tener alguna ilusión, aunque no sea de índole amorosa?...

Antiguamente se creía que después de cierta edad la gente ya no tenía propósitos, ni ilusiones, puede que existan personas así, pero yo no, yo tengo sueños, algunos grandes y desafiantes, lo confieso; otros son muy simples, pero lo importante en realidad es que no me paro, que no dejo de tener sueños, de sonreír, de infundir aplomo, aunque algunos crean que soy fría... No lo soy, sólo que ya no lloro y si lo hago, lo hago en la soledad de mi casa o habitación, donde sólo Princesa es testigo mudo de ese momento en el que me ¨doy permiso¨para desahogar alguna tristeza o frustración. Pero después, respiro profundo, seco mis lágrimas, me lavo la cara, miro a mi espejo y me digo:

_ ¡ Vamos allá! _

Por suerte o por desgracia, no lo sé a ciencia cierta, la Vida continúa, cada día nos presenta una nueva oportunidad, un nuevo reto, no es el simple pasar de las horas, no, cada mañana es en realidad el comienzo de algo nuevo, depende sólo de nosotros el qué y el cómo lo utilizamos. Ahí radica la gran diferencia, entre nosotros y los otros. Entre Tú, ese o aquel.

Vamos amigos a darle la cara a la Vida, a enfrentarnos a nuestros miedos y a decirnos que Sí podemos... Hoy es el principio de un nuevo ciclo de nuestras vidas. Y si tenemos miedo, detengámonos a respirar, a sentir ese aire que llega a nuestros pulmones y que nos trae aliento de Vida y a Vivir!!!!.

Dios nos bendiga amigos lectores, gracias infinitas por seguir mis escritos.

Mireya Pérez

www.youtube.com/watch?v=L0Mc3AR2yOM



lunes, 7 de agosto de 2017

Manantiales de Armonías: Es de buen ciudadano el reclamar nuestros derechos...

Manantiales de Armonías: Es de buen ciudadano el reclamar nuestros derechos...: Una de las bases de convivencia ciudadana, en toda ciudad o comunidad, es el cumplir y seguir las directrices o reglas esta...

Es de buen ciudadano el reclamar nuestros derechos... Pero ¿Cómo?...








Una de las bases de convivencia ciudadana, en toda ciudad o comunidad, es el cumplir y seguir las directrices o reglas establecidas, para poder llevar a cabo el día a día. Dicen que nuestros Derechos ciudadanos comienzan en la observancia de nuestros Deberes. Los unos no pueden existir sin los otros, pues en ese toma y daca reside el mejor de los valores de una sociedad que convive y lucha por ideales tanto democráticos como humanos.

Así que, puestos en este hecho tan simple, les narro a continuación algo que presencié en estos días y que me hizo quizás, ser más consciente del papel que cada uno de nosotros jugamos en esta sociedad en la que vivimos:

Cada día, por la mañana salgo a hacer mis diligencias o mis labores como Asesor Inmobiliario, y para ello tomo la guagua que sale de casa a las 8:45 am. Procuro estar en la parada a eso de las 8:25 para no estar de prisa. Ese día viernes, la guagua pasó a las 8:30 y nos llamó la atención que lo hiciera tan temprano, pero nos montamos y comenzamos el recorrido. Cuando ya habían pasado unos veinte minutos, el chofer recibió una llamada de sus supervisor indicándole que se había adelantado al horario y que debía devolverse a la zona y hacer el recorrido, aunque ya le faltara poco para finalizar el que había empezado media hora atrás.

El chofer se disculpó, nos informó a los pasajeros que debía devolverse a la zona donde habíamos tomado la guagua, a buscar a los pasajeros que, basados en el horario, estaban esperando la misma. Los que no podían permitirse el devolverse, se bajaron en la siguiente parada, los otros, como no teníamos prisa, seguimos en la guagua y llegamos de nuevo a nuestra zona, donde 6 personas esperaban entre molestas y resignadas porque creían haber perdido el transporte que no volvería a pasar hasta las 9 y media y con ello llegar tarde a sus respectivos trabajos.

Me llamó la atención el tono, la forma y el mensaje que nos dejó a todos.

En primer lugar, la persona que llamó a la empresa y reclamó que la guagua se hubiera ido 20 minutos antes de su horario; el supervisor que reclamó con mesura al chofer que ese día se estaba integrando después de las vacaciones, y que por tanto no sabía que el horario se había cambiado, y por sobre todas las cosas, el grado de civilización de la gente, tanto de los que estábamos ya en la guagua, como de los pasajeros que esperaban. Nadie perdió los papeles, reclamaron algo que consideraban justo y recibieron la respuesta que esperaban.

Creo que es un ejemplo de ¨civismo¨bien entendido, nadie usó epítetos ni se rasgó las vestiduras, no hubo una voz más alta que otra, y ambos, tanto el chofer como el reclamante, conversaron en tono cordial y amigable. 

Si así nos comportáramos siempre a la hora de hacer valer nuestros derechos, creo que la vida sería mucho más fácil y sana. Nadie perdió los papeles, quizás algunos llegáramos 20 minutos después de lo esperado, pero nadie se ofendió y tampoco vilipendió al chofer, al final quedó como una anécdota más del día, que nos regaló una mañana de 40º C., un bochorno de calor que no vean!!!!, jajajajaj.

Creo que no me equivoco al poner este ejemplo de vida cotidiana, como ejemplo de las buenas maneras y uso del lenguaje y del poder de convicción, pues aunque el reclamante estaba en su derecho, no por ello atacó ni insultó al chofer, al contrario, se saludaron al final, con cortesía y se despidieron cada uno en paz consigo mismo.

Por ello, hoy he compartido este ejemplo, me llamó la atención, pero creo que es algo saludable y edificante, en estos momentos donde en algunos países, sus gobernantes nos demuestran todo menos educación. Por ello, seamos nosotros, los ciudadanos, los que colaboremos con un ¨granito de mostaza¨ de educación y buen hacer ciudadano.

Dios nos bendiga amigos lectores, que tengan una semana próspera y bendecida, llena de salud y alegría.

Mireya Pérez