A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

miércoles, 30 de septiembre de 2015

La Magia está dentro de tí...










Cuando hablamos de Magia, nos imaginamos a un mago prestidigitador, que hace trucos harto conocidos como el juego de los naipes, el adivinar la carta que hemos escogido dentro de un mazo, la aparición de un conejo o de una paloma de sus chistera, etc., etc., sin embargo, la magia también puede estar dentro de nosotros, cuando creemos en algo que puede ser posible, luchamos por alcanzarlo y hacerlo realidad. 

Hacer realidad nuestros sueños, es a veces un acto de magia, por el simple hecho de que creamos algo, a partir de la nada que existía anteriormente, muy posiblemente creamos que era un imposible, que se volvió posible, gracias al empuje y a la determinación de hacerlo.

Ese tipo de magia, personal e intransferible, depende de nuestra voluntad, de las ganas que tenemos, de la fe en nosotros mismos para realizarlos, y de la constancia con la cual luchamos para lograrlo. Nada es por azar, nada es fortuito, todo, absolutamente todo, se logra cuando ponemos en marcha un sueño y hacemos que se haga realidad.

A veces no nos atrevemos a soñar, por la mala experiencia pasada, por las veces en que tuvimos un sueño y no pudimos concluirlo, y quizás eso nos haya hecho ser pesimistas, e incluso pensemos que la gente que tiene sueños, son unos ilusos. En realidad lo que ha sucedido es que, hemos dejado de soñar, por el temor a fracasar. No hemos aprendido que las derrotas traen, aprendizajes válidos e importantes, que nos permiten poner a prueba nuestro intelecto para resolver situaciones e idear nuevas estrategias, cumpliendo así con los sueños atesorados por eones de años.

Con el tiempo, muy posiblemente hayamos mejorado o estructurado mejor nuestros sueños, anhelos, y las expectativas que teníamos al respecto hayan variado, simplemente porque hemos ido evolucionando como seres humanos pensantes; además la vida, en su transcurrir, nos habrá enseñado nuevas lecciones, que se habrán transformado en fortalezas, y muy posiblemente, nos hayan preparado para realizar esos sueños de una forma más acertada y lógica.

Dicen los entendidos, que nada es por azar, las cosas se suceden cuando en realidad estamos preparados para tomar las situaciones y transformarlas en oportunidades y logros. Posiblemente, si las circunstancias se hubieran presentado en el ayer o en el antes de ayer, hubieran pasado de largo, porque no estábamos  preparados o no podíamos siquiera distinguirlas del montón. Pero ahora, en la madurez, somos capaces de distinguir esas oportunidades y hacerlas nuestras, venciendo todos los obstáculos y convirtiéndonos en ganadores. Unos triunfadores de nuestros propios sueños, logrando la magia del presente, perfecto y maravilloso.

Aquellos que nos ven desde fuera, no saben los sacrificios y esfuerzos que tuvimos que realizar, los retos que debimos aceptar, lo que tuvimos que dejar atrás, para salir adelante, con nuestras propias fuerzas, por encima de nuestras tristezas y de las horas bajas, que las hubo. Pero triunfaron o triunfamos,  logrando  renacer de nuestras cenizas como el Ave Fénix.

Así hemos llegado al momento o momentos mágicos que disfrutamos ahora, cuando nos hemos permitido, una vez alcanzada algunas de nuestras metas, hacer un alto en el camino y ver desde la colina, el valle a nuestros pies, y el recorrido realizado. Ha sido duro, pero enriquecedor, porque nos probó a nosotros mismos que podíamos ir tras esos sueños y hacerlos realidad. Ahora tenemos por delante, un nuevo mañana con nuevos retos, nuevas colinas que alcanzar, a veces en compañía de gente que amamos, otras en solitario, pero siempre con entereza y con la sabiduría del tiempo, que sabe que tras cada escollo se encuentra una oportunidad para crecer y ser mejores, por nosotros y por aquellos a quienes amamos, un ejemplo para nuestro entorno y para los que han de seguir nuestros paso, con pasos mucho más seguros que los que tuvimos que realizar.

Así es de Mágica la vida, siempre con un nuevo reto que enfrentar, aprendizajes que realizar y ejemplos de vida que dar a los demás. Nadie nos lo ha regalado, pero tenemos la generosidad de compartir estos logros con nuestro entorno más cercano (amigos, familia, etc) y con aquellos que quieran aprender de la gente que se vuelve sabia, por el simple hecho de haber vivido, ya nunca seremos los mismos de ayer, mucho menos los de hace eones de años, pero seguramente mañana será mucho mejor que hoy.

Hoy mi plegaria va para todos aquellos que se permiten tener un sueño, luchan por hacerlo realidad y si no lo han logrado todavía, están en el camino de hacerlo. Que Dios nos bendiga a todos y cada uno de nosotros, para que nunca dejemos de tener sueños y jamás dejemos de pensar que se pueden realizar.

Mireya Pérez.




martes, 29 de septiembre de 2015

Un alto en el camino...



Para los que han ido de peregrinación a algún sitio sagrado o de meta personal, no les es extraño la figura del caminante que se sienta en algún lugar fresco, se saca los zapatos y si hay un riachuelo cercano, procura meter sus cansados pies en la frescura de sus aguas, para aquietar el dolor punzante que los agobia, por los día de camino largo y enriquecedor, pero extenuante, sobre todo, para aquel que no se ha preparado física y emocionalmente para hacerlo.

Dicen incluso, los más experimentados, que para las ampollas que suelen salir por el roce y el calzado, lo mejor es hacer una especie de masaje con el limo o fango del río, que es el mejor bálsamo que existe y los pies lo agradecen mucho.

Entre mis sueños por lograr están, el realizar la peregrinación a Santiago de Compostela, en un principio pensé que lo haría en el 2010, pero la vida y sus circunstancias cambiaron mis planes, y ahora está pospuesto hasta que se presente el momento perfecto y maravilloso. 

Del camino he leído varios libros, el primero, una mono grafía que un buen amigo me prestó, allá por los años 80, y que sembró en mí, la acuciosa necesidad de hacerlo  acompañada de un cuaderno, para llevar un diario del viaje y de las experiencias que viviré. Posteriormente, y de manera simultánea, en los años 95 y 96 llegaron hasta mí: El diario de un Mago, de Paolo Coehlo y El Sendero del Mago de Depra Chopra. Dos visiones diferentes de una experiencia inigualable, que me llenaron de inquietud por realizar este viaje a manera de introspección, como un viaje al encuentro de mi alma. Pero para ello tengo que cumplir con otras etapas de mi camino, que aún se están desarrollando, a las cuales no puedo ni olvidar, ni dejar para más tarde.

Otra fuente de inspiración para hacer esta peregrinación fue un encuentro con una persona que lo había hecho en dos etapas, de sus anécdotas y vivencias, las cuales me dejaron fascinada, también me quedó esa necesidad de cumplir, no sé por qué este camino. Por último, una película de Martenn Sheen, que se llama El Camino, dirigido por su hijo Emilio Estevez, terminó por configurar la imagen y el por qué debo hacerlo.

La vida nos va presentando poco a poco el trazo de algo que no sabemos, pero que nos va llevando en su transitar por etapas distintas, edificantes, alegres, tristes, de aprendizaje completo para nuestra alma. Los entendidos dicen, que antes de nacer, escogemos el camino y la familia en el seno de la cual vamos a nacer, crecer y evolucionar, y aunque medio en broma medio en serio, suelo decir que se me pasó la mano, también es cierto que, gracias a lo intrincado y a veces espinoso del camino de vida que he llevado hasta hoy, soy el ser humano que está en este aquí y en este ahora. Bueno,malo, regular, no lo sé, pero simplemente yo,  con mis luces y mis sombras, mis alegrías y mis penas, con mi equipaje lleno de experiencias y conocimientos, que aunque no sepa muy bien para qué me han de servir, los atesoro y comparto, con aquellos a los que intuyo que les puede servir de algo. Otras veces, en cambio, hago mutis por el foro, desaparezco de la escena, pues no soy yo el protagonista o la protagonista del momento, o mi papel es apenas un fondo en el telón de las vidas a quienes yo he tocado por unos instantes.

Hace muchos años atrás leí un libro de Torcuato Luca de Tena, que se llama La Noria, se basa en que, en la medida en que vamos encontrando a personas en la calle, nos cruzamos las mirada, o decimos un simple: disculpe! comenzaba o continuaba con la vida de las otras personas, eslabón por eslabón, como los componentes de una noria, donde cada habitáculo lleva un número de personas, que se van subiendo o bajando de la rueda, en la medida en que llegan a la parada de la misma. Quizás esa sea la mejor analogía con la vida, estamos en una rueda sin parar y se van montando o bajando, según les llega su hora o el camino los ha llevado hasta ahí, y deben de cambiar de vehículo o de atracción, para continuar su aprendizaje.

Hasta ahora, recordando a los cientos de personas con los cuales he tenido contacto en la vida, me quedo atónita!!!, pero se que todavía hay un mundo por descubrir, gente a la que llegar y tareas por realizar. El camino no ha sido malo, a veces ha tenido sus notas ¨especiales¨, que me han dejado grandes aprendizajes de vida, sobre todo a ser humilde y agradecida, otros todavía, no se muy bien para qué los voy a utilizar, ni cuando me llamarán para hacerlo, pero ahí están...

Por lo pronto mi alma agradecida les da las gracias a todos los que poco a poco me van encontrando, en estos mundos del ciber espacio, infinito, con rostros e imágenes que soy incapaz de descubrir, pero que quizás contengan un granito de algo que yo llamo amor y que comparto con todos los seres que habitamos este planeta azul, maravilloso que llamamos Tierra. 

Que Dios los bendiga

Mireya Pérez

http://gloria.tv/?media=559345 este es el enlace para la película completa en español, y abajo una presentación en la Universidad de George Town


sábado, 26 de septiembre de 2015

El secreto del Amor...



En varios artículos he conversado con ustedes sobre el Amor, nunca hablo del amor de parejas, porque sería un tema muy largo, a lo mejor tedioso, o muy dulzón, porque en ese tema hay muchas vertientes, experiencias diversas, y situaciones que les corresponden nada más y nada menos que a las personas que las viven, su mundo particular e íntimo. Dice el refrán que ¨sobre música y amores no han escrito los autores¨, pero esta mujer que soy, prefiere hablar del amor en general, de aquel que sentimos por todos y cada uno de nosotros, por la gente de nuestro entorno, e incluso por nuestros animales.

Hay muchas formas de expresar el amor, dicen incluso que aquellos que se aman, no pueden ocultar ese amor, pues se nota en cada gesto, en cada mirada, en cada palabra que se expresa. De ahí que las personas que aman y son amadas, son personas con un halo diferente al de otras personas que viven en ausencia del amor.

El Dr. Depra Chopra en su libro La Paz es el camino, de la Editorial Norma 2005, nos habla de la Metafísica del Amor y nos dice lo siguiente:

...¨La Metafísica del Amor no necesita circunstancias especiales respaldadas por figuras de autoridad ... El curso natural de la conciencia de los seres humanos tiende hacia el amor. El amor es más fuerte que el terror porque, en últimas, todo impulso se explica desde nuestra profunda necesidad de amar y ser amados. Nuestra conciencia lo sabe, incluso cuando un manto de agitación oculta la verdad.Las condiciones que hacen virar el proceso de concientización hacia el amor son simples:

Dar y recibir amor.
Sentarse en la soledad y en su propio silencio
Sumergirse en la belleza natural
Hacer arte y apreciar el arte en todas sus facetas
Decir la verdad, cualesquiera que sean sus consecuencias.
Reír, bailar, jugar con un niño.
Tener una salida para la alegría
Comulgar con las emociones profundas
Actuar movidos o movidas por la bondad y la compasión
Establecer vínculos, sentirse en unión con un grupo cuyas metas son positivas.
Ofrecerse para prestar algún servicio, ser voluntario para alguna ONG, etc...¨

Cuando damos amor a manos llenas, este se revierte en afecto y salud, en alegrías y en belleza, porque aquel que ama sin esperar nada a cambio, es feliz con las pequeñas grandes cosas de la vida. Aunque esta no haya sido todo lo perfecta que alguna vez soñara. Pero estas personas que viven en ese estado de amor entregado, sienten que tienen un propósito de vida, y jamás expresarán una palabra disonante o un improperio contra nadie, pues no los guía el ego, al contrario, sólo buscan la felicidad del otro o de los otros, y generalmente son personas que emanan una gran paz, están en paz consigo mismas, y con la vida, y sólo pueden compartir esa paz y ese amor que ilumina sus almas.

Ser capaces de sentarnos en el silencio de nuestra habitación, cerrar los ojos y concentrarnos en nuestra respiración, mientras recitamos alguna oración, o un mantra OHMMMMMMMMM, nos llena de paz, y es en esos momentos cuando nos encontramos con nuestro yo, e incluso aquellos que ya pueden hacerlo en cualquier momento, sienten que le vienen a la mente las respuestas que necesitaban, y al volver de esa meditación, estas personas se sienten con energías renovadas, y mucho más felices que en el momento anterior. El Dr. Wayne Dyer, QEPD, solía hablar de los beneficios de la oración y de la meditación en su vida, así que es un buen ejemplo a seguir.

Otro de los ejercicios de amor más importantes para mi, es comulgar con la naturaleza, si podéis ir al campo, a un jardín, a la playa, a la ribera de un río, y sentarse a disfrutar de ese momento, de esa energía que fluye, de manera generosa, en forma continua, y le agradecemos a la madre tierra por toda esa belleza que nos despliega cada día, a ese mar que baña nuestro cuerpo, nuestros pies, que nos permite fluir entre sus aguas, sin miedo, en paz, por experiencia propia les diré, que se siente como si hubiéramos vuelto a nacer, de tanta energía renovadora que podemos disfrutar y dejar nuestras penas y tristezas relegadas o diluidas en esas aguas, que se las llevarán para no volver.

Escribir, pintar, tocar algún instrumento, dibujar, hacer alfarería, jardinería, o cualesquiera otras formas de arte que podáis realizar, además de ser un hermoso ejercicio de creación, también es una terapia personal e íntima con nosotros mismos, pues mientras creamos, nos ponemos en sintonía con el amor, ese fluye desde nuestro interior hacia el exterior, y creamos las cosas más hermosas que jamás hayamos soñado crear. Yo lo considero un bálsamos para mi alma, para curar las heridas del pasado e incluso borrar las cicatrices.

Ser honestos con todos y sobre todo con nosotros mismos, es algo crucial para poder vivir en el amor, pues si nosotros no decimos la verdad, si tratamos de engañar al otro o a los otros, puede que al principio nos crean, pero a la larga, como decía mi madre: ¨más rápido se agarra a un mentiroso que a un cojo¨, pues el cojo ya sabe cómo debe correr, mientras que el mentiroso, generalmente olvida la mentira y cuando la va a decir de nuevo, cambia el contexto y los otros se dan cuenta. Una cosa que no saben las personas que mienten, es que una vez dicho, y descubierto, aunque digan la verdad, quedará siempre la sombra de la duda.

Reír, bailar, jugar con los niños, con los nietos, es para mí la alegría de la vida, pues vuelvo a ser niña con ellos, me viene a la memoria juegos de mi infancia, que les enseño, aunque a veces mi hija, muy circunspecta me diga que a ella no se los enseñé jajajaj, pero es que cuando ella era niña, yo tenía dos empleos y trabajaba mucho, y se quedaron en el baúl de mis recuerdos, hasta ahora, que me he dado permiso para ser diferente, para disfrutar de los nietos, para cantarles, para enseñarles, para crear con ellos juegos nuevos, pintar lo que les llama la atención, o simplemente disfrutar de los juegos a los cuales me invitan para compartir. Es para mí el sumum del amor en mayúsculas.

Aunque el dolor está presente en mi vida, por motivos personales, trato en la medida de lo posible de esconderlo cuando estoy con otras personas, con mi hija, con los nietos, con mis amigas, aunque ellas me conocen mejor que nadie. Pero siempre trato de dar alegría, me encanta hacer sonreír a la gente con alguna salida mía o con algún cuento que haga gracia y si logro hacer reír, me siento bien pagada con eso. Para sufrir hay mucho tiempo, para sonreír, hay que crear los momentos y yo me afano en ello, para todos los míos, aunque eso signifique un desgaste enorme de energía por mi parte, pero luego a solas, puedo ir a la fuente de mi energía, conversar con Dios, y reponerme, volver a sonreír y respirar de nuevo.

Sentir empatía con la gente, saber que a veces ya hemos transitado un camino similar, nos hace tener paciencia, atender a aquel que sufre, y tenderle la mano o poner nuestro hombro para que pueda ayudarse a caminar o llorar si les hace falta. Los que hemos transitado el camino de las lágrimas, sabemos que tarde o temprano la gente que apreciamos, van a necesitar de una palabra amiga, de un consejo o simplemente de la presencia que acompaña, porque a veces no nos piden nada, sólo el sentir que no están solos, frente al dolor o frente a la ausencia, ahí en ese momento es cuando demostramos que somos realmente amigos, que los amamos y los respetamos, y que estamos ahí para lo que necesiten.

Actuar movidos por la bondad y la compasión, nos hace entregarnos al servicio y ayuda a los demás. Conozco a gente privilegiada, felices, sanos, y que además de su trabajo, también dedican horas y esfuerzos para ayudar a causas con las cuales se sienten comprometidos, es una buena labor la que realizan y un ejemplo para los suyos, sus hijos y nietos, y para la comunidad. Porque es una forma de decirle a la vida lo agradecidos que están por todo lo que les ha dado, generalmente son personas sencillas, que no hacen alarde de sus acciones, pero estas los delatan, y es hermoso verlos cuando se sienten descubiertos, porque les habría gustado más, que nadie se hubiera enterado...

Por último, si al llegar a una edad sientes que ya has hecho todos los recados que tenías que hacer, y te sientes con ganas de emprender nuevos proyectos, la labor del voluntariado, mas en estos momentos convulsos, es muy bien venida, existen montones de ONG dispersas por el mundo, donde tu pequeño aporte de tiempo, valor y ganas son útiles y necesarias. No temas ayudar, arrimar el hombro, etc., sé de sobra que se van sentir útiles, felices por cada pequeño logro grupal y enteramente vivos y conectados con la vida y con Dios.

Que Dios nos proteja y nos guíe por cada sendero de nuestra vida, que no perdamos la fe, a pesar de las pruebas y situaciones, que podamos entender y asimilar que estos momentos forman también parte de nuestro crecimiento personal, y que después de cada tormenta, el sol vuelve a salir y todo se ve mejor y más brillante.

Mireya Pérez



viernes, 25 de septiembre de 2015

Tan sólo cuatro palabras...pero encierran la base de nuestro ser...












El idioma Español es uno de los más ricos que existen, pues tiene sin número de palabras que, escritas de forma diferente, tienen el mismo significado, otras suenan igual, pero significan otras cosas, y están aquellas que son lo opuesto de lo que dice la otra, y pare de contar...

Pero para mí, en lo personal, estas cuatro palabras tienen un mundo de significados, emocional y espiritualmente:

PERDÓN: Es una palabra que aveces decimos sin pensar, cuando tropezamos con alguien en la calle, que vimos cuando cruzamos o cuando nos atravesamos en su camino, a veces cuando me hago consciente de que la voy a decir, la cambio por un ¨disculpe o lo siento¨, y doy a entender lo mismo, pero no significa igual pedir perdón por algo que hemos hecho sin querer, a cuando lo pedimos porque nuestro accionar ha hecho daño a otros, aún cuando no haya habido intención de hacerlo. 

Pero ¿qué hacemos cuando al que hemos dañado, ha sido precisamente a uno mismo?. Pues es muy simple: Hay que hacer un acto de constricción mental, evaluar las situaciones en las que hemos sido muy duros con nosotros mismos, y evaluar lo que ese accionar nuestro, hizo en nosotros mismos. Es que, sin darnos cuenta, somos los primeros en culparnos por todo. No nos perdonamos lo más mínimo y a veces, incluso, nos exigimos más de la cuenta Sobre todo las personas que son muy rígidas, perfeccionistas y controladoras. Ese control o auto control, puede destruir a la persona, a tal punto, que lo puede llevar a hacerse daño a sí mismo, pues ante los errores, no encuentran salida, y en algunos casos han tomado medidas extremadamente trágicas.

Para nosotros, como seres humanos que somos, sólo  nos hacía falta evaluar los errores y perdonarnos a nosotros mismos de corazón y darnos la oportunidad de equivocarnos. Los científicos, cuando están realizando alguna investigación, se equivocan un sin número de veces, y sin embargo, a veces, gracias a un error involuntario, han descubierto algo mucho mejor, y es maravilloso!!.

Así que esta noche, antes de dormir, conversa con Dios, pide perdón por las ofensas o por lo errores que hayas cometido, envíale mentalmente tu perdón a aquellos que te han ofendido o juzgado sin conocerte o sin saber todo los hechos, y perdónate a ti mismo, con todo el amor que puedas sentir por ese ser humano valioso que eres.

Si te propones y lo haces todos los días, llegará un momento que tendrás tanta paz espiritual, que la gente notará ese ¨no se qué¨que te acompaña día a día, que te hace irradiar energía positiva y te hace una persona interesante para conocer y llamar amiga o amigo.

LO SIENTO: Estas dos palabras también encierran muchos significados, habrá personas que las englobarán como parte del perdón, pero yo las clasifico como la antesala del perdón, pues cuando nos damos cuenta de que hemos errado o que hemos hecho algo que pudo perjudicar a alguien, sentimos en nuestro interior, esa desazón que solo llega a consolarse cuando descubre la razón, y dice estas dos palabras, Lo siento, desde el corazón, y si se lo expresamos a quien corresponde, este pedir disculpas, nos llena de paz, aunque quizás la persona se mantenga en sus trece y prefiera mantenerse enojado, pero nosotros no, ya cumplimos, pedimos disculpas e incluso el que nos perdonaran o no, nuestra conciencia está tranquila. Esa es la finalidad de estas palabras, lograr nuestra paz mental, y que nuestra conciencia esté tranquila.

TE AMO: Dos palabras que quizás hayamos dicho muchas veces, pero ¿se han puesto a pensar las veces que las han dicho de ¨corazón¨con el ¨alma en la mano¨?, creo que las películas y las telenovelas nos han hecho decirlas muchas más veces de las que debiéramos haberlo hecho, pues la mayoría no habrían nacido de una fuerza interior que nos compele a expresarlo en voz alta y con toda la alegría y la emoción que encierran estas dos palabras. 

Ellas son toda una declaración de intenciones, porque cuando decimos que amamos a alguien o algo, estamos abriendo por entero nuestro corazón y lo exponemos abiertamente. La tragedia es que a veces, ese te amo, llega tarde, o no es la persona adecuada, o quizás incluso a quien deberíamos habérselo dicho, nunca se lo dijimos.

¿Saben que a la primera persona a quien deben decirle que la aman es a ustedes mismos?... A que no se les había ocurrido que tenemos que amarnos y agradecer a Dios, por ser las personas que somos, con nuestros defectos y nuestras virtudes, con nuestras sombras y nuestras luces... Pues le confieso que a mi nadie me lo enseñó y me costó mucho asimilarlo, pues creía que lo primero eran los demás, y aunque tarde, aprendí que a quien debo amar es mí misma, agradecerle por ser este vehículo en donde mi alma habita, y que me permite empatizar con la gente, amarlas y aceptarlas cual son, y estar en paz. 

Se lo debo en grado sumo a los libros que fueron apareciendo en mi vida a partir de los 25 o 30 años, y pude ir cambiando el chip de mi mente, y amar a la mujer que se asoma a mi espejo todas las mañanas, aceptarla con sus defectos y virtudes y reconocer en ella, todas las cosas buenas que tiene para compartir, que es digna de ser amada, apreciada y valorada, sobre todo que tiene mucho para dar a los demás, y que es un alma generosa y humilde.

En el momento que empecé a amarme, pude expresar mejor mi amor a los demás, pues no se puede dar lo que no se tiene, si tienes amor, puedes darlo, y hacérselo llegar y sentir a los demás. De corazón a corazón, como los abrazos.

GRACIAS:  ¡Qué maravilloso es ser agradecidos!!!, con la vida, con la gente, con Dios, con sus ángeles, con aquellos que nos rodean, con los hijos, los amigos, la pareja, la familia, con todos, hasta con nuestros animales de compañía y plantas que nos rodean. Cada amanecer, yo bendigo el día que Dios me ha dado para compartir, para aprender, para sonreír, incluso cuando el día trae algún contratiempo, le doy gracias porque tengo una mente que piensa, razona y evalúa, y puede construir dentro del caos, y a la vez agradecer la enseñanza que ese aparente momento no tan bueno, presenta en mi vida.

Los que me conocen, saben que he pasado por momentos muy difíciles, y todavía hoy, hay cosas que resolver, momentos que enfrentar y alegrías que generar y compartir. No es fácil el camino, pero las fuerzas para continuar y el empuje que le pongo a la vida, tiene que ser el aliciente para poder acompañar, ayudar y propulsar a aquel que ahora me necesita más que nunca, pues yo también lo necesito, forma parte importantísima de mi historia vital, y me necesita con todo mi valor y mi entrega, mi gratitud y mi amor incondicional.

Mi alma se alimenta de la fuente inagotable del amor de Dios, ese que no nos falta nunca a nadie, se que está a mi lado, e incluso a través de este medio, hay personas que me acompañan, que rezan por mi y me dan valor para continuar.

Yo estoy total y profundamente agradecida por todas esas bellas personas, que desde lejos piensan en mi y me mandan sus buenos sentimientos, Dios los bendiga a todos. A mi familia, a mis amigas de toda la vida, a las que he ido cosechando a lo largo de mi vida, a las que recién me conocen, a todos en general, porque son seres maravillosos y grandes compañeros de viaje, de este viaje de mi vida, con todas y cada una de las estaciones en que nos hemos parado para tomar un café, bailar un fandango, llorar y reír a carcajada limpia, hasta las lágrimas, y por soñar a mi lado y junto a mi, tantos y tantos sueños, algunos ya hechos realidad, otros fraguándose en mi mente, esta mente ávida de aprender y compartir..

Millones de gracias a todos, sobre todo a mi Señor, que me ha cargado más de una vez, y que ha dejado sólo un par de huellas en la arena, cuando mi alma ya no tenía fuerzas y necesitaba encogerse y arroparse en su regazo, hasta que me recuperaba y volvía a sonreír. Gracias mi Dios, a tus ángeles, a la Virgencita que nunca me abandona, a mis hijos amados, a mis nietos, a mi yerno, ese hijo que me dado los niños más lindos del mundo mundial, mis nietos... Gracias desde el fondo de mi corazón.

Un corazón fuerte y amoroso, con la gente y con todos los que me rodean, porque a pesar de todo, soy una persona bendecida, con bienes que no tienen que ver con este mundo material que nos rodea, sino con el mundo espiritual, que me habita y me llena. Gracias.


Que Dios nos bendiga a todos y cada uno de nosotros y que me de fuerzas para seguir este trecho del camino que se presenta.

Mireya Pérez.



miércoles, 23 de septiembre de 2015

Busca en tu interior...



La vida nos presenta cada día retos importantes que afrontar, cada quien según el lugar que ocupa, su nivel de evolución espiritual, su entorno, sus capacidades, y un largo etc. 

Para cada uno de nosotros, será diferente, así como la forma en que lo enfrentemos y lo ataquemos o no. Aún dos personas de una misma familia, ejemplo: padre e hijo; frente al mismo problema, cada uno de ellos tendrá una visión y una forma diferente de resolverlo o afrontarlo.

¿Por qué es esto?. Influye mucho, cuán implicados estemos en el problema o situación, la experiencia de vida o ausencia de ella, y sobre todo la perspectiva. Cada uno de los involucrados puede llegar a ver o percibir un problema o circunstancia vital de forma diferente, incluso, vivir o perecer, a veces son así de dramáticos los sucesos que se pueden presentar.

Los sabios dicen que en el momento en que se presentan estos problemas u oportunidades (para crecer como seres espirituales), debemos evaluar todas las variables que le acompañan y si está en nuestras manos debemos resolverlo, pero que si una vez evaluado, vemos que es imposible, por nuestras circunstancias o situaciones, lo dejemos en las manos de Dios, El sabe mejor que nadie cuándo es el tiempo y cómo debe ser resuelto o no. 

Aunque en el momento nos sintamos abandonados de la mano de Dios, porque la prueba nos parezca demasiado dura o cruel, también es cierto que nunca nos dará algo con lo cual no podamos batallar. A veces, es para el crecimiento y fortalecimiento de nuestra alma, otras para que seamos ejemplo de vida para otros o simplemente era algo que tenía que ocurrir para que todos juntos evolucionáramos a la vez.

¿Dónde podemos encontrar las claves para resolver estos problemas?. La mayoría de las veces están delante de nuestros ojos y no las vemos, porque estamos ofuscados o demasiado preocupados; otras en cambio, sólo se pueden buscar en el recogimiento y en la oración, ahí Dios nos dará la fuerza y la entereza para luchar, para aceptar o para resignarnos a los hechos, aunque nos duela muchísimo, aunque creamos que el dolor nos va a matar... Pero no hay dolor que nos mate, a menos que sea una enfermedad muy avanzada, y aún en esos momentos, la enfermedad puede ser menos dolorosa, si entregamos ese dolor al Señor, si hacemos el sacrificio de entregar ese dolor, para auxiliar las almas de aquellos que sufren más que nosotros. Pues aunque no lo crean, siempre hay personas que están pasando por situaciones más duras o precarias que las nuestras, y muy posiblemente ni se quejen, porque han perdido las fuerzas para luchar y se han entregado al dolor, o lo han aceptado como ¨parte del paquete todo incluido¨de la vida.

¿En qué grupo estamos?. Por mi experiencia de vida, a veces he estado en el de los luchadores, y en otros casos en el de los resignados. He aprendido que hay cosas que están en mis manos, y las realizo, pero si están más allá de mis fuerzas, de mi entendimiento, entonces, dejo de poner obstáculos, y me entrego completamente a la voluntad de Dios, y Confío plenamente, aunque el dolor venga como un añadido a la situación, pero en ese momento entiendo, que por más que me esconda, que huya, que reniegue o que luche, siempre prevalecerá la Ley de Dios, y lo que ha de ser será... No me queda ninguna duda.

Hace dos años, la vida me puso una prueba más, la que creía más difícil de todas, sin embargo, y a pesar de mi dolor, la medicina para mi alma llegó en la sugerencia de una amiga para que escribiera sobre mi experiencia y mi lucha por ese hijo que he perdido..., y me puse a escribir, estuve dos meses escribiendo a cada rato, las ideas que me venían a la mente, los recuerdos dolorosos y la lucha constante, sin resultados aparentes...

 Fue un ejercicio de catarsis, poner en blanco y negro lo que habíamos luchado, lo que nos sucedió y a lo que nos enfrentamos como familia y como madre, en particular. Luego, cuando mi amiga lo leyó, se le puso la piel de gallina y me dijo que tenía que publicarlo, al principio pensé que no iba a tener ningún valor, pero ella me dijo que sí, pues a pesar de ser un libro vivencial, tenía un mensaje de esperanza y ya cuando lo registré en la Sociedad de Autores, y conversé con el editor, le añadimos dos partes más: las cartas a mi hijo y los poemas que escribí para él y por él, siendo Alma de mi alma, el que ha llegado más hondo a propios y extraños. 

Así surgió Mi Hijo Pródigo, y hoy gracias a las amigas, a los amigos, a mis niñas y a la gente que se va interesando, el mensaje del libro va llegando, de un lugar a otro del planeta. No se cuántos libros he vendido, no reviso a ver cuántos ni en donde, el mensaje está ahí, en el Universo para ayudar, para tender la mano y para ayudarme a mí también, porque yo también necesito de vez en cuando, esa palmada, esa palabra de aliento y ese ¨cuenta conmigo¨, que me han hecho llegar, por diferentes medios, aquellos a los que les ha llegado el mensaje y la promesa. Dios los bendiga a todos.

Y sigo luchando, en dos frentes distintos, y a veces hasta en tres, pero lucho con fe, con esperanza y con todo el amor que tengo para dar y el que recibo de diferentes fuentes y maneras...

Los ángeles del camino, como yo los llamo, aparecen de vez en cuando, donde menos lo espero, y me traen noticias, esperanzas, apoyos, algunas risas, un abrazo, una palabra de aliento. Yo los acepto con humildad, porque a pesar de todo, soy una mujer bendecida con la bondad de la gente, con su humanidad, con su apoyo, su amistad. Incluso aquellos que no me conocen, me hacen llegar sus palabras de aliento. Y yo continúo mi camino, a veces muy empinado, tanto que no creo que voy a poder, pero luego cuando he dado dos pasos más, me doy cuenta que he sido más fuerte de lo que pensaba y sigo adelante, respiro el aire que me llega, acepto lo que se presenta y pido a Dios las fuerzas para afrontar el siguiente tramo. 

Nunca estoy sola, aunque lo parezca, a mi alrededor hay gente que en silencio, sin hacer mucha bulla, están ahí para apoyar, para dar ánimo, para prestar su hombro y darme apoyo moral, para darme el consuelo del momento y para traer de vez en cuando, alguna nota de alegría y de esperanza. Pues se que cuando llegue al camino plano, que en todos los caminos los hay, estarán ellos para llevarme en volandas si me he caído o si me he quedado dormida...

Además tengo al mejor capitán del mundo, mi Señor, que siempre está ahí, que nunca nos ha abandonado, que me conoce mejor que nadie, que sabe hasta dónde puedo llegar y hasta dónde no, y en esos momentos, sin darme cuenta, mi cuerpo entra como en un letargo, como si me dijera:

_Ahora descansa, que Yo sigo trabajando y ayudándote_, y cuando vuelvo en mí, me siento renovada, las cosas no son tan grises, ni el dolor tan grande que no pueda continuar.

No soy mejor, ni peor que otros o que ustedes, así que si yo he podido sobre ponerme a la angustia, al dolor y a la pena, todos podéis hacerlo, yo no tengo nada de especial, tengo sangre roja en las venas, como todos, necesito alimentos y aire para respirar y vivir, como todos, Confío en Dios por sobre todas las cosas, y a él me aferro en busca de perdón y ayuda.

Buscad en vuestro interior, en esa conversación íntima entre vosotros y el Señor, sé por propia experiencia que nuestra súplica será escuchada; la respuesta vendrá cuando estemos preparado para ella, pero sobre todo, cuando esa respuesta sea la que más conviene a nuestra alma para su evolución. Porque a veces pedimos cosas que no nos van a hacer bien, al contrario, quizás hasta puedan hacernos perder el alma, y eso no lo va a permitir el Señor.

Que Dios nos bendiga a todos y cada uno de nosotros.




martes, 22 de septiembre de 2015

De un patio de vecinas... hasta hoy...









A mediados del siglo XX, y a pesar de que en los países más industrializados existían las lavadoras o máquinas de lavar, en algunos países, eran considerados un producto de lujo y la gente de clase media baja y pobre, pues no se podían costear la compra de uno de estos equipos tan necesarios hoy en día, que se nos haría casi impensable no tenerlos en el hogar. 

Pues bien, de niña vivíamos en una zona de la ciudad de Caracas que se llama Campo Claro, que luego se haría de cierto renombre, pues se construyó en esa zona la Casa Presidencial llamada La Casona, siendo el Dr. Raúl Leoni y su esposa Doña Menca, los primeros en vivir en esa nueva Residencia.

A finales de los 50 y principios de los 60, al no haber lavadoras en el edificio donde vivíamos, las vecinas se reunían o turnaban para lavar en el Patio de Lavado. Recuerdo acompañar a mi madre y a mi madrina a este patio que tenía en línea recta 6 o 7 pilas de lavar, plantas en materos de lata, y los tendederos, que tenían reservados cada una de ellas. Me llamaba la atención que todas respetaran el espacio de las otras, y nunca escuché que discutieran por ello, por supuesto que a nadie se le hubiera ocurrido robarle una pieza a otra vecina, eso era sagrado...

Así que en ese patio, llegué a escuchar los cuentos más simpáticos de cada una de ellas, era una especie de ¨Terapia de Grupo¨, pues aunque algunas veces me mandaban a buscar ¨tente allá¨... jajajaja....me sentaba en uno de los escalones del patio a observar este vario pinto grupo de mujeres: solteras, casadas, viudas, jovenes, mayores...unas ¨sabiondas¨, como decía Doña Petra y otras inocentonas como mi madre, jajajaj.

Ellas arreglaban el mundo, con sus cuentos, sus resabios, sus consejos, las recetas de cocina, y hasta algunos consejos para las que se iban a casar, ahí irremediablemente, me mandaban a buscar el consabido ¨tente allá¨...

Pero el tecnicismo llegó a las ciudades y a nuestra casa, en forma de flamante lavadora de una marca muy conocida que empieza por W..., pues gracias al crédito de una gran superficie, Sears, por fin mi madre contaba con este adelanto maravilloso, jajajaj. Sin embargo, esto trajo que  cesaran poco a poco las tertulias, y cada una de ellas se fue encerrando en sus casas, se encontraban en las escaleras, se daban los buenos días...pero esos ratos de tertulias y de prisas para buscar la ropa antes que la lluvia las mojara, se fue perdiendo poco a poco.

Y ahora, en vez de hacer esa ¨terapia de grupo¨ entre gente con los mismos intereses y circunstancias, pues pagamos a un Psiquiatra o a un Psicólogo, para que nos escuche y nos ayude a encontrar ese centro, que a veces tanta falta nos hace.

Sin embargo, hoy gracias a las tecnologías y a la aparición de los correos electrónicos, del Facebook y últimamente al Whatsapp, hemos retomado la costumbre de conectar con las amigas/os y hacer, sin darnos cuenta, esa terapia en las ¨redes¨, pues tenemos a nuestra disposición, ¨cientos de miles¨ de páginas Web dedicadas al crecimiento personal, a la divulgación de pensamientos de autores de libros y best sellers, que nos prestan su aliento y su voz, para poner en palabras los sentimientos que a veces, llevamos encerrados mucho tiempo. 

Es el gran ¨patio de lavado¨ de nuestra época en pleno siglo XXI, sólo que con un mayor alcance, mundial nada más y nada menos, y a sólo un click de distancia...

Jamás en mis sueños más tenaces, me hubiera imaginado poder contactar, sin usar un teléfono y menos ver en directo, a personas que perdí de vista, hace eones de años, porque la vida, las circunstancias y nuestro propio ritmo de trabajo y estudios, nos llevó por diferentes caminos e incluso países. Sin embargo, ahora es posible incluso, hacer una conversación en línea con varias personas, en distintos puntos del planeta y de manera simultánea. Las distancias dejaron de ser una excusa para conversar, para dialogar, para compartir las buenas cosas de la vida, los acontecimientos más importantes y la vida misma. Sólo necesitamos querer hacerlo y sobre todo sentir afecto y amistad por esas personas especiales de nuestro presente y de nuestro pasado.

Gracias a las tecnologías podemos mantener contacto o retomarlo con compañeras de escuela, de la universidad o de la vida, y es muy gratificante, aunque estemos en polos opuestos del planeta o a dos calles de la casa, jajaj, que también ocurre, no vayan a creer que no. Estos avances tecnológicos, muy distantes de aquellas primeras lavadoras de rodillos y las que vinieron después, nos han permitido, poco a poco, pasar de aquellos pasillos de vecindad, patios de lavado, patios del colegio; a un chat entre varios o varias amigas, clases por Internet y aprendizajes de múltiples disciplinas, a solo un click y de manera casi gratuita.

Todas estas cosas me hacen sentir por un lado inmensamente agradecida, por haber podido conocer todos estos adelantos, y por el otro inmensamente pequeña, pues en la medida que la humanidad va avanzando a pasos agigantados, me doy cuenta de que me falta un mundo inmenso por conocer y aprender, y estoy convencida de que no tendré tiempo suficiente para aprenderlo. Sin embargo, le doy gracias a Dios por esas mentes maravillosas que los han hecho posibles.

Soy tan pequeña...

Soy tan pequeña, 
y no se casi nada
soy tan pequeña, 
que apenas abarca mi mirada,
apenas hasta el horizonte...
pero se que si me acercara,
éste se haría más y más lejano.

Soy tan pequeña
que mis pensamientos vuelan
cual cometas al viento,
cual mariposas de alas veladas,
cual copos de nieve en la ventisca.

Soy tan pequeña,
pero a la vez tan humana,
que me alegro de todo y por todos. 

Cuando un niño ríe, 
cuando un niño llora,
mi alma se agita
tratando de aquietar su miedo
y compartir su alegría.

Pero soy tan pequeña
que si me acerco,
no me notas,
pues estoy y no estoy
diluida en este espacio, sin espacio,
entre este océano de gentes,
a un click de tu mirada

Pequeña y cercana
solo estoy aquí
si me buscas
o me llamas...

Mireya Pérez.

Que Dios nos bendiga a todos.


lunes, 21 de septiembre de 2015

Los grandes maestros de mi vida... Los Libros...












Para mi es imposible pensar en mi vida, sin tener libros cerca, alrededor o en mi casa. Llegué incluso a tener libros en mi oficina de Gerente, y siempre, como en la época de Docente, esa pequeña Biblioteca personal, parecía un acordeón: prestaba libros, me los devolvían, y se reciclaban, me gustó mucho, porque sé que esos libros ayudaron a personas que se encontraban desorientadas o angustiadas, y a través de ellos pudimos, tanto el autor, como yo, darles una luz en ese aparente¨túnel ciego y oscuro¨ que tenían.

Libros del Dr. Wayne Dyer, Dr. Depra Chopra, Louise Hay, Og Mandino, Richard Bach, Aracelis Egea, Marcia Grass, Paolo Coelho, Rabindranath Tagore, etc.

De éste último voy a copiar les un pequeño fragmento que tiene una enseñanza muy apropiada para todos lo que en algún momento hemos tenido una pena, que creíamos nos iba a durar para siempre...

...¨Iba yo por un camino lleno de yerba, cuando de repente, una de ellas me dijo:

_ ¨Mira a ver si me conoces¨...

Me volví, la miré y le dije:

_ ¨No me acuerdo de tu nombre¨...

Ella dijo:

_ Yo soy aquella primera Tristeza grande que tuviste cuando joven...

Parecían sus ojos una mañana con el rocío todavía cubriendo su rostro.

Estuve callado un rato, y luego le dije:

_ ¿ Has perdido aquella carga inmensa de tus lágrimas?.

Ella sonrió sin contestarme: Comprendí entonces, que sus lágrimas habían tenido tiempo de aprender el lenguaje de las sonrisas.

_ Una vez dijiste_ suspiró_  que ¨acariciarías tu tristeza para siempre¨.

Avergonzado, respondí:

_ Es verdad, pero los años han pasado y lo olvidé.

Entonces cojí su mano en la mía y le dije:

_ Pero tu también has cambiado.

Me contestó:

_ Lo que fue Tristeza un día, es ahora un remanso de Paz....

Del libro Obras Escogidas, Editorial Arte y Literatura, Ciudad de La Habana 1985

Cuando estamos atravesando por una crisis; un problema que nos ahoga, una duda que nos atormenta, o cualquier otra situación que mueve nuestros cimientos. Generalmente llegará a nosotros, si estamos alertas a su llegada, el ¨maestro¨ de aquello que, nos puede ayudar a encontrar las respuestas, e incluso a reconocerlas, pues las tenemos en frente y no nos hemos dado cuenta. 

Sin duda alguna, por mi parte, se que encontraré de nuevo el camino y que la respuesta que busco está en camino o ya ha llegado, sólo tengo que poner atención, ¨aquietar me¨ y Dios, en su infinita Misericordia, siempre pone ante mi o hace llegar su mensaje, a través de ¨ángeles del camino¨o personas que traen aquello que necesito: una palabra de aliento, una respuesta o una pregunta que me hará enlazar los pensamientos olvidados, pero que contienen aquello que yo buscaba, y que no había encontrado o era incapaz de ver.

Irremediablemente después de la Tristeza y el dolor, llega el consuelo y la Paz. Siempre, como el sol que luce más brillante e incluso nos regala arco iris de gran belleza, después de una tormenta feroz y agotadora. 

Siempre, siempre vuelve a brillar el Sol.

Por ello, no hay Tristeza que dure toda una vida, porque con el tiempo, se van curando las heridas, aparece la resignación, se cumple el duelo, y llega la Paz. 
Incluso el Perdón aparece en el horizonte, y cesan los conflictos internos y externos, pues todo ha sido superado. 

El dolor también se supera, aunque a veces, cuando estamos metidos de lleno en ese torbellino, no lo veamos, pero tarde o temprano llega, y la Paz reina de nuevo en nuestras almas.

Que Dios nos bendiga a todos, que sepamos reconocer esos ángeles del camino, que el Señor en su Infinita Sabiduría nos manda, para encontrar el consuelo y llegar a tener Paz emocional y mental.


Mireya Pérez.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Cuestión de Fe...




Criada en el seno de una familia católica, siendo mi padre un hombre tan especial..., nunca dejó de ir a misa, incluso estando hospitalizado tantos meses, siempre fue a misa y comulgó. 

Mis madres del colegio, con la hermosa costumbre de llevarnos a visitar la capilla cada mañana, esa capilla que ha acogido cientos de miles de almas de niñas y adolescentes, que hemos tenido la suerte de estudiar entre esas paredes, de aprender a amar, respetar, seguir, estudiar, reconocer y esperar siempre con Fe infinita la promesa de Nuestro Señor Jesucristo, de no estar nunca solas, alejadas de la mano de Dios, pues siempre está con todos y cada uno de nosotros, sus amadas criaturas. 

La Fe nos llena el alma, nos da aliento cuando estamos cansados y creemos desfallecer, cuando las fuerzas creemos agotadas, nos llega una brisa suave, fresca, renovada, que nos da ese empuje para seguir el camino, ese que nos ha sido trazado, y que a pesar de lo difícil, a veces, de transitar, lo hacemos como guiados por la luz de un faro potente, a veces lejano, pero faro al fin, que nos indica el camino y lo cerca o no, que estamos de llegar a ese nuevo remanso de paz, a ese recodo o a ese riachuelo, donde lavarnos los pies cansados, las manos y beber del agua que refresca nuestra alma sedienta...

Cuando hay Fe, hay Esperanza... Para mi sería  muy difícil vivir sin ellas, pues siempre van acompañadas de otra palabra que es el Amor. Estas tres palabras forman la base de nuestra vida, siempre, porque una es el reflejo de la otra, son un triángulo amoroso, y los que vivimos centrados en el trabajo espiritual, en lo interno, en buscar y dar afanosamente la Paz, a todos y para todos, no nos sería fácil vivir sin ellas.

Quien no se ama, no puede dar amor. Quien no tiene Fe, no puede infundir la Fe en los demás y quien no confía o no tiene Esperanzas, jamás podrá convencer a otros de que confíen y tengan Fe. No sólo en el plano espiritual, sino también en el plano físico. Pues una persona atormentada, difícilmente puede reflejar otra cosa que no sea su tormento. Una persona que no confía, difícilmente se dejará ayudar o permitirá que alguien se acerque a ellos, pues al no confiar, desconfía de las buenas intenciones, de echo para ellos no existen buenas intenciones, creen siempre que hay algún interés, quizás porque ellos siempre han obrado de esa manera.

Mi confianza es como la de un niño, totalmente entregada y ciega, porque no necesito ver para creer, me basta con mis convicciones, con la experiencia que me ha dado la vida, pues el que ha tenido problemas que creía insuperables, y luego ha visto, cómo las cosas se han ido solucionando poco a poco, no puede menos que creer en Dios y en su infinita sabiduría y en su infinito amor. 

Así creo yo, confío yo, y sé que Dios en su amor infinito nos pondrá en el camino, las soluciones, los ángeles que necesitemos, así sean personas, libros, instituciones, títulos de un artículo, ideas, etc. Les puedo decir, que en mi vida, cuando he creído que ya no había nada más por hacer, siempre ha aparecido un ángel, una llamada, una persona que me ha dado, la luz o la orientación o la información que necesitaba para seguir luchando, para seguir trabajando, para mostrarme el nuevo sendero, que a veces por estar en un momento algo herida, o sufriendo, no he visto con claridad, pero nunca me ha faltado su amor, siempre está ahí y me reconforta, me da la paz, que a mi vez yo transmito a los demás. 

Esto último lo se, por comentarios que me han hecho otras personas, aquellos que no conocen mi vida, que apenas están empezando a conocerme, dicen que transmito paz, que me veo serena, sólo cuando en algún momento he abierto mi alma con ellos o he compartido alguna parte de mi vida, o cuando han leído mi libro Mi Hijo Pródigo, las personas que me conocían de años, del trabajo..., muchos de ellos se han sorprendido, pues nunca en la época en que tenía contacto con ellos, reflejé el tormento por el que pasaba.

No he sido, ni soy una mujer amargada, al contrario soy una persona afectuosa, le tomo cariño a la gente, y como desde hace unos años para acá, suelo ser yo la persona de más edad, asumo y los adopto mentalmente como parte de mis niños, los que la vida generosamente me da, los hijos putativos, para que este Flamboyant de tronco ancho y copa frondosa pueda cobijar cientos de gentes y encuentren abrigo, afecto, palabras amables, algo de conocimientos y refugio si así lo necesitan. Cuando me siento en Paz conmigo misma no puedo hacer otra cosa que infundir paz, y eso me parece maravilloso.

Cuando se da amor a manos llenas, sin otro beneficio que el de ser uno mismo y dar afecto, porque te sale del alma, la gente no puede responderte de otra manera que aceptándote tal como eres, nadie rechaza algo bueno, una sonrisa reflejada en la mirada, siempre será respondida con otra sonrisa, porque al sonreír abiertamente, rompes los esquemas del otro, y no puede responder de otra manera que con amabilidad, si estaba bravo con alguien, contigo no podrá pagar los platos rotos, pues tu sonrisa y esa amabilidad le llenará inmediatamente de tranquilidad y hasta es posible que se sorprenda a sí mismo cuando responda en forma serena. Es la más hermosa forma de ¨romper el hielo¨ en una comunicación entre dos o más personas.

Cuando trabajaba en la primera compañía de seguros donde trabajé, yo solía ir a los departamentos bien fuera la Financiera, Incendios, Automóvil, etc, con mi radiante sonrisa y mi clásico:

_ Buenos días preciosos o preciosas!!!!._

Y automáticamente la gente cambiaba de humor, y así fuera una respuesta negativa la que me fueran a dar, siempre lo hacían con cortesía.

Aunque había un departamento, el de Personas, donde uno de los gerentes de siniestros, nunca me podía decir que no...jajajaja... Decía que esta catira o rubia, con sus buenos días de campanilla, lo desarmaba completamente... jajajaj. 

Una de las cosas más importantes, no solo como persona, sino como alguien que cree en Dios, es que siempre debemos tratar de dar ejemplo de vida, ser sanos de corazón, sin dobles intenciones, abiertos, espontáneos. Aunque a veces te tropieces con personas duras, con problemas que los acompañan a todas horas del día, incluso en el trabajo, deben tratar de no contaminarse, mantengan ese refugio interno, donde simplemente con cerrar los ojos y respirar, puedan retomar su alegría y no dejarse influenciar por el entorno. Porque eso es solo una parte de la realidad, pero que no es vuestra realidad. 

Incluso, cuando tenemos problemas duros, la fe nos hace sentir que en algún momento llegará la solución, y guardamos secretamente la esperanza de que será bueno y maravilloso y que cuando las cosas se solucionen, la luz brillará con más esplendor y estaremos más vivos que nunca. Porque para Dios no hay imposibles.

En estos días atrás cuando diseñamos nuestro Mapa del Tesoro, me olvidé comentarles, que en mi mapa personal, una vez que lo he hecho, con todas las cosas, situaciones y proyectos que quiero realizar en ese año, lo englobo todo dentro de un Corazón, enorme!!!. Porque quiero que todo se de en armonía, en amor y en Paz. En ese mapa hay Fe en que Dios me va a dar las posibilidades de realizar mis sueños de ese año, Esperanza en que podré realizar todos y cada uno de ellos, y el amor, porque todo absolutamente todo lo que he planificado, proviene del amor infinito a mis seres queridos y a la personas que se verán involucradas de una forma directa o indirecta, pues nunca me alejo del concepto de que todos estamos inter conectados. Todos somos parte de la Creación de Dios, de este Universo de personas, seres y situaciones que nos rodean, y que inter actuamos entre si.

Por ello, no dejen nunca de confiar en vosotros mismos y sobre todo en Dios. Una vez leí algo que decía más o menos lo siguiente:

Lo imposible lo hacemos de inmediato, para los Milagros... tardamos un poco más (lo grande requiere esfuerzo sostenido).


Creo que si nos enfocamos en nuestros proyectos, si mantenemos el horizonte como punto de llegada, si valoramos lo que somos, lo que hemos logrado y reconocemos el valor del otro u otra, y hacemos las cosas con convicción, con amor, con entrega, con Fe, nunca nos faltará la Esperanza, y todo esto será un ejemplo para los que nos observan, pues nadie es mejor que nadie, pero la diferencia estriba en la forma en cómo reaccionamos ante la adversidad y los retos de la vida. Si culpamos a otros por nuestros errores o si por el contrario, los aceptamos como parte del aprendizaje, y tomamos las medidas para solucionarlos, podremos seguir adelante con fuerzas renovadas, confiando en que siempre Dios nos acompañará en cada palmo del camino y que los ángeles aparecerán cuando necesitemos ayuda o consejo, nunca faltan, o por lo menos a mi nunca me han fallado.

Que Dios nos bendiga a todos y cada uno de nosotros y nosotras.

Mireya Pérez.