A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

martes, 30 de junio de 2015

Todos estamos interconectados a través del Amor...









El Amor en mayúsculas es un sentimiento tan poderoso y eficaz, que todo lo demás deja de tener sentido a su alrededor y brilla con una luz propia, incapaz de apagarse, aunque tormentas emocionales o furtivas atisben entre las piedras del camino, o en los cerrojos de alguna puerta cerrada y olvidada...

Es tan fuerte!!!! que atraviesa el espacio, las distancias, el aire, el viento, la luz, viaja con una fuerza propia que al instante nos comunica de alma en alma y sentimos, sin saberlo, el anhelo irrefrenable de comunicarnos con ese ser o persona, planta o animal e incluso con el planeta Tierra que habitamos, tan necesitado de amor y de cuidados, como cualquier otro ser formado por átomos, y polvo de estrellas!!!!.

Es un ¨intangible¨que no se puede pesar, ni medir, ni cuantificar...No existe nada de lo que hasta hoy conocemos, que pueda decirnos el valor o la medida del amor que sentimos y que una vez llega a nosotros, se mantiene en el tiempo y en la distancia, sin que nada pueda alterarlo, pues es algo a lo que no encontramos explicación, pero que está ahí, anidado en cada célula de nuestro cuerpo...

No importan las teorías: la Física Cuántica..., Las Cuerdas...,La Creación..., para aquél que ha sido tocado por ese mágico haz de luz armoniosa e inexplicable, es tan patente y cierto, como que mañana amanecerá de nuevo, aunque el ¨mañana¨no haya llegado. Pero la experiencia de miles de millones de seres humanos que nos antecedieron, dejaron grabados en nuestros genes esa información...

Cuando miro a las estrellas y pienso que han estado ahí miles de millones de años, y que su luz, seguirá llegando a iluminar a otros seres humanos, cuando yo ya no esté aquí, me siento pequeña, frágil... pero tan humana, tan parte de esta hermosa y magnífica creación, que ha sido, es y será...

Sólo me acongoja que no sepamos cuidarla lo suficiente como para legarla a nuestros nietos, al futuro, tener consciencia de que las decisiones de unos pocos influyen en la vida y consecuencias de millones de seres vivos, y que de nuestras decisiones dependen la permanencia, subsistencia y desarrollo de áreas del planeta que son muy sensibles, como los polos Norte y Sur. 

Nos llama la atención los cambios tan fuertes en el clima del planeta, el calentamiento global, la capa de ozono, la desertización de zonas boscosas, la desaparición de cauces de ríos o  la contaminación del mar, de los lagos, etc.

Creo que a pesar de no tener una responsabilidad directa, si podemos hacer algo, en que la ¨suma de millones de algo¨ pueden hacer la diferencia. 

Si aprendemos a reciclar, a no utilizar indiscriminadamente los bienes naturales renovables, si cuando visitamos una playa, una plaza, un campo, etc, somos capaces de no botar la basura, sino de llevarla consigo y depositarla en los sitios adecuados como contenedores o cestos para la basura. Si somos capaces de ver en nuestro hogar cómo podemos enseñarle a nuestros niños a tener conciencia sobre su papel en el ciclo de la vida, en la importancia de reciclar el vidrio, el cartón o papel, la basura orgánica, el uso racional del agua potable, y tantas otras cosas, podremos con la suma de todos hacer un mejor lugar donde vivir, y poder disfrutar de todas las maravillas que la Naturaleza nos brinda con sólo mirarla. 

Ella es tan agradecida, tan noble, tan generosa, tan sabia, y nosotros solo tenemos que protegerla y amarla.

El cuidar lo que tenemos a nuestro alrededor, por ejemplo: si no ¨robamos¨una planta ornamental del Parque, porque creemos que eso no va a dañar a nadie, no saben cuan equivocados están!!!, pues ese sitio precioso es para el disfrute de todos, y al arrancar una planta, dañamos el conjunto que está diseñado no para uno sino para todos. Además de que sale del bolsillo de todos, pues cada uno de los habitantes de una ciudad, pueblo o Nación, contribuye con el bienestar de todos, a través del pago de los impuestos, que aun cuando nos pese a veces el pagar los tributos, son en beneficio de todos.

Ayer, cuando en el noticiero hablaban de la calidad de las playas de esta tierra nuestra, me maravillaba de lo fantástico que es saber cómo cuidamos de esos espacios, y que en una isla como Gran Canarias, por ejemplo, 13 Playas tengan el distintivo Azul de la Comunidad Europea, como playas maravillosas y aptas al 100 % para el disfrute de todos, propios y extraños.

Es un reflejo del amor y cuidado de gente anónima que trabaja cada día para lograr la excelencia, y creo que no es patrimonio de unos poco, al contrario, todos somos perfectos, maravillosos y aptos, para lograr esto y muchas más cosas, sólo nos hace falta creer que podemos hacerlo, confiar en nuestro instinto y amar lo que hacemos, sumando ese granito de arena al conjunto enorme que podemos ser.

Señor, cuando a veces como simple mujer que soy, me impaciento, tengo dudas o estoy triste, tu en tu infinita sabiduría pones en mi camino a un ángel que me da apoyo, o ilumina esa pequeña sombra de tristeza, o de flaqueza. 

Gracias infinitas mi Dios, Padre amado y eterno, que vez mi corazón y conoces mejor que nadie lo que anima mi alma, dame siempre la sabiduría para reconocer mis equivocaciones y el tiempo para pedir perdón y enmendar mi camino. 

Haz me sabia para poder ayudar a otros, que como yo necesitan consuelo, y amor para dar a manos llenas, permíteme Señor que si algún legado deba dejar en esta tierra, sea el de tu Paz, el de tu Amor, y tu Generosidad.

Amén.


Que Dios nos bendiga a todos.

Mireya Pérez


lunes, 29 de junio de 2015

Aquietar el Alma....











El día a día de nuestras vidas es tan agitado, que a veces no nos damos cuenta de que necesitamos un respiro, un momento a solas con nosotros mismos, para poner en orden nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones  y respirar profundo!!! Pausadamente, sintiendo cómo el oxígeno penetra por cada uno de nuestros poros, de nuestras fosas nasales, y se hinchan los pulmones, y llega a todas las células de nuestro organismo. Y quizás nos demos cuenta, que hemos estado corriendo aceleradamente por la vida, sin disfrutar cada uno de los instantes de ella.

Dicen los sabios, que nunca es tarde para empezar, y aunque  quizás ahora nos demos cuenta del tiempo desperdiciado, todavía tenemos tiempo de cambiar nuestro chip y volver a encauzar esa tan agitada vida nuestra.

Hay un cuento que la primera vez que lo leí, como tengo una mente muy gráfica, que transforma las palabras en formas, colores y sonidos, me hizo imaginar la escena y sentir dolor por el personaje indirecto de la trama, que sin querer, se acerca mucho a nuestras vidas en algunas etapas de ellas:

...Hace mucho tiempo atrás, una niña que solía pasar la mañana paseando por un jardín cercano a su casa, había estado observando cada día, cómo unos hermosos gusanos verdes, semejantes a unos dragones, y de colorido brillante, se dedicaban a comer de las hojas de unas plantas de moreras, que habían en ese mágico jardín, los estuvo observando día tras día, hasta que una mañana, se encontró que no había ni uno solo en todo el jardín.

Los buscó y buscó y no los encontró, sin embargo vio que debajo de algunas hojas se había formado una especie de bolsa brillante y blanquecina, con forma medio ovoide y de no más de un centímetro o poco más de largo.

Triste, regresó a su hogar, pero esas formas quedaron grabadas en su mente, y decidida a saber qué ocurría, iba cada día y miraba a los capullos que así se llamaban, con atención... Pasado algún tiempo empezó a observar cambios en ellos, pero no se atrevía a tocarlos, y solo esperaba durante unos minutos o quizás más, a ver si ocurrían cambios en esos capullos...

Y los días pasaron, y una buena mañana cuando salió al jardín se encontró que estaba lleno de mariposas multicolores, maravillosas, de colores diferentes, armoniosas y corrió a ver los capullos y vio que la mayoría estaban secos en el suelo, abiertos y comprendió que las mariposas habían salido de este¨nido¨especial, donde se habían transformado en esas hermosas maravillas que ahora sobre volaban sobre las flores libando su néctar...

Pero Oh!!!!.Unos capullos estaban intactos, y dentro de ellos se transparentaba cómo un ser diminuto trataba sin éxito, salir de su encierro, y en su inocencia, agarró el capullo y lo abrió, viendo con sorpresa, que el pobre ser que estaba entre sus manos, no tenia todavía sus hermosas alas de mariposas completamente formadas y apenas podía moverse, desolada corrió con ella entre sus manos y fue hasta su madre, a ver si ella podía hacer algo, y ésta al ver a la pobre criatura, le confirmó lo que ya ella intuía, el animalito no sobre viviría, y pocos minutos después, dejaba de moverse.

Nuestra niña aprendió, de una forma muy triste, que cada cosa en la naturaleza tiene su tiempo, su momento, y que por más que queramos apurar las cosas, éstas tienen un tiempo, un lugar y una realidad propia, que debemos respetar.

Nunca más nuestra niña volvió a entorpecer a la sabia naturaleza, y dejó que cada una de las maravillas que iba descubriendo se mostraran ante sus ojos, a su tiempo, y a su modo. Quizás se convirtió, sin saberlo, en una de los primeros ecologistas naturales de nuestra historia humana.


A veces queremos que las cosas ocurran Ya!!!, pero todo tiene un tiempo, un método, una forma. 

Los humanos tardamos apróximadamente nueve meses en formarnos dentro del útero materno, y damos señales de que ha llegado el momento, cuando la mujer rompe aguas, o cuando comienzan las contracciones. Es ahí cuando empieza la cuenta atrás para la llegada de ese nuevo ser, que llamamos hijo o hija y que cambia todos nuestros esquemas, hasta el punto en que llegamos a pensar:  cómo hemos podido vivir tanto tiempo sin ellos!!!!.

Y así son todos y cada uno de los momentos, situaciones y experiencias que hemos de vivir, todo llega en su momento justo y exacto, cuando estamos preparados. Porque si por alguna razón, se produjera antes de tiempo, dejaríamos pasar la oportunidad, y ya más nunca la volveríamos a experimentar.

Por eso es tan importante aquietar nuestra Alma, respirar, confiar y esperar...Trabajar cada día dando lo mejor de nosotros mismos, sin angustia, porque lo que ha de ser será, y si no, es porque no nos convenía o no estábamos preparados para ello.

A veces vamos tras la diosa fortuna, sin darnos cuenta que ya tenemos todo lo que nuestra alma necesita para evolucionar, tenemos una familia, hijos, amigos, compañeros, empleo, aficiones o hobby, que nos llenan, sin que por ello, tengamos que menospreciarlos porque ¨aparentemente¨ no nos llenan tanto, como si el tener esto o aquello, entonces sí seríamos felices!. Estamos equivocados, la felicidad no está en tener, sino en ser...!!!!

Aquellos que tienen la responsabilidad de manejar grandes fortunas, no son tan felices como pensamos, porque ello conlleva grandes responsabilidades, para las cuales, su familia desde niños los han formado. Y aunque nos cueste aceptarlo, cualquier hijo de vecino, por muy dispuesto que esté, no puede afrontarlo con tanta inteligencia...

Aquietar el alma, rezar, confiar en Dios, El en su infinita sabiduría, pondrá siempre en nuestro camino, aquello que es mejor para cada uno de nosotros, no importa de lo que se trate, incluso, a veces una enfermedad es una oportunidad para crecer, para aprender, para enseñar, y para evolucionar como seres vivos, como humanos y como personas de Fe.

Que Dios nos bendiga cada día de nuestras vidas, que ilumine nuestro camino y ponga en nuestra vida las personas, situaciones y experiencias que nos hagan ser mejores seres humanos, cada día de nuestras vidas. Si lo logramos, podremos dejarle a la generación siguiente, modelos de vida y sabiduría de las de a ¨centavo¨, pero valiosas para ellos. Pues en las cosas simples de la vida, hay grandes enseñanzas.

Mireya Pérez


miércoles, 24 de junio de 2015

Aquel que cuida al enfermo...









Cuando alguien toma la decisión de cuidar y atender a otro, sin recibir remuneración alguna, lo hace guiado por el amor, el afecto, el respeto y el cariño, hacia aquel que lo necesita. Nadie le ha impuesto nada, asume su papel como ser humano y como cristiano, y lo entrega  todo en aras del bienestar del otro. Quizás piensen que es un gran sacrificio, pero en realidad para la persona que atiende, le parece la cosa más natural del mundo. Lo que no es natural, son los comentarios de terceros que ¨con buenas intenciones¨ dan su parecer, sobre situaciones personales, que no vienen a cuento.

Para una mujer que está dedicada en cuerpo y alma, en ayudar a su esposo, padre de sus hijos y compañero de toda la vida; el cuidarlo, mimarlo y atenderlo hasta en las cosas más básicas, como puede ser el tener que bañarlo o cambiarle los pañales, si hay que hacerlo. Lo hará como la cosa más natural, porque entiende que si le hubiera ocurrido a ella, alguien tendría que hacerlo, y como cristiana espera que su vida sea un ejemplo para otros, porque nadie sabe cómo va a ser su vejez, ni dónde le tocará la campana de la última llamada, y confía en que llegado el momento, algún alma caritativa la atienda, si hiciera falta.

Lo que no cabe en la cabeza de esa persona, es que alguien ¨con buenas intenciones¨ le diga, que debería tener ¨un consuelo¨ con una tercera persona. Yo les pregunto una cosa ¿ Acaso creen que una persona normal, o una mujer normal, necesita ese ¨consuelo¨para vivir?. ¿ Les gustaría que su propia esposa buscara consuelo en otra parte, si ustedes no cumplen sus espectativas?...

La gente es una cosa seria, se meten en camisas de ¨once baras¨sin saber de lo que hablan u opinan, dan consejos, muchas veces contra puestos, a personas que en lo último que piensan es en ¨eso¨, precisamente. Y faltan el respeto a la pareja que tienen delante, sin saber cómo se sienten al respecto.

Aunque la gente no lo entienda, ni  les pueda caber en la mente, se puede vivir sin ¨eso¨ toda la vida, las mujeres y hombres que han hecho votos de castidad lo saben, y aunque al principio de la enfermedad de la pareja, el otro u otra se siente que le falta algo, y hasta tenga síntomas raros, al cabo de un tiempo, entienden que esta etapa de la vida es así, y lo asumen como parte del ¨paquete todo incluido¨que venía con la frase de ¨en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe¨....

Creo que la gente, de buena fe, piensan que al decir eso, el otro u otra se va a sentir bien o con permiso para hacer tal cosa. Sin pensar que para que una mujer haga ¨eso¨ necesita algo importantísimo: Volverse a enamorar... Sin ese feeling, sin ese pellizco en la piel, sin esa alegría inconsciente al escuchar la voz de o la presencia de..., no hay nada. Y por otra parte existe la confianza, ¿ cómo va a mentirle a su pareja, que la conoce o lo conoce mejor que nadie?. ¿ Creen acaso, que porque ellos sean infieles, el que es nuevo en estos lides, va a poder hacerlo, sin que la persona enferma se de cuenta?. 

Lo que pasa es que ellos no han conocido el amor en mayúsculas, la entrega total, la amistad, el compañerismo, el compartir sueños y secretos, tantas y tantas cosas, que solo las parejas que han compartido toda una vida juntos sabe y conoce.

No hay que tener pena de esa persona que lleva cuidando tantos años, en casta virtud, a su pareja. Lo hace con conciencia, con amor, con entrega, sin que el otro se lo haya exigido, le sale del corazón, siente que es la mejor manera de decirle sin palabras, que aquí está, que siempre puede contar con su apoyo, con su incondicionalidad, que no le va a fallar, a menos que nuestro Señor diga otra cosa.

El aliciente o consuelo del que cuida es que al otro no le ha faltado nada, ni cuidados, ni cariño, ni afectos. Ha tenido y tiene  calidad de vida y de tiempo, en todos y cada uno de los días y noches, a una mano de distancia o a una voz, ahí está para consolar, cuando hay miedo, para hacer reír, para llorar juntos y para compartir lo que ha de venir, en armonía y con corazón.

Si queremos a alguien de corazón, y vemos que está pasando por una situación similar, bríndenles su apoyo incondicional, un hombro donde llorar, o un rato de sana compañía, de risas sanas, que sientan que cuentan con su apoyo, con su comprensión, porque el que cuida sabe que en algún momento, más tarde que temprano, necesitará el apoyo de la gente que los quiere de corazón, y ahí en ese momento descubrirá quienes son cada uno de los¨sabios que aconsejaban¨, generalmente son los primeros en huir despavoridos, porque solo les gusta el cotilleo, la jarana y el bochinche, pero a la hora de la verdad, a esa sólo le hacen frente los valientes.

Soy solo una mujer, que en el transcurso del tiempo tuve que cambiar mi blanco plumaje de blanca paloma, para convertirme en águila, y aprender a cuidar de los que amo, con uñas y garras, y atenderlos con amor infinito. De esposa, de madre y de abuela. Soy sólo yo.


Que Dios los bendiga, que los ilumine en la hora de la verdad, que tengan sabiduría en el pensamiento y en las palabras, a la hora de dar consuelo y de recibirlo. Todos en algún momento estaremos en ambos lados de la balanza de la vida: para recibir o para dar.

Mireya Pérez


lunes, 22 de junio de 2015

Una canción...Un recuerdo o una Historia





Cuando era niña,en mi ciudad natal, Caracas, había un programa de la TV donde a partir de una canción, su letra y música, hacían una novela o programa de hora y media de duración. Se decía que detrás de  una canción había una historia, una reflexión o un drama incluso.

Los Boleros, los Tangos, la Copla misma, son ejemplos de situaciones románticas, duelo, desamor, desilusión, tristeza o alegría. Generalmente nos acompañan a lo largo de nuestra vida, apareciendo y haciéndose imprescindibles en momentos en que nuestro ánimo está de un talante u otro. Así, cuando escuchamos una canción, posiblemente nos traiga a la memoria otra época de la vida, en que nos sentíamos enamorados, tristes, solos, felices, ilusionados, y un sin fin de emociones más.

He hecho recuento de las canciones que me han acompañado a lo largo de mi vida, y cómo me han llamado la atención, y por qué esas y no otras. Jajajajaj. Todo tiene su explicación, e influye mucho el entorno en que hemos crecido, en mi caso particular, porque mi madre desde la mañana a la noche, estaba pegada a la máquina de coser y a la Radio, con una emisora que en aquellos años 50, 60 y 70, estaban inundados de Radio Novelas. Mamá suspiraba por la voz de un actor de radio muy famoso de la época el actor Arquímides Rivero, de origen cubano y papá aunque no era celoso, siempre le decía: 

- Si lo vieras en persona, se te caía la imagen a los pies.- Es bajito, calvo y regordete- jajajajajaj.

Uno de los personajes que este actor de Radio hacía era Martín Valiente, el ahijado de la muerte!!!. y la actriz era Rosita Vasquez. El en verdad tenía una voz metálica, fabulosa, pero su físico no lo acompañó para ir a la TV, y se quedó en la radio, y posteriormente, cuando ya no se hicieron más novelas radiofónicas, pasaría al staf de Radio Caracas TV como Director de Programación. 

Las primeras canciones que me acompañaron, aparte de las del Orfeón del Colegio, donde era segunda voz, fueron las de CriCri y Las Ardillitas, con canciones de Evangelina Elisondo, tenía dos discos que escuchaba casi todos los días, aprendiéndome todas y cada una de ellas, y se las he cantado a las hermanas de mis amigas, a mis hijos y ahora a mis nietos... Son las canciones de siempre, y tienen más de 60 años!!!!.

Cuando empezaron las transmisiones de la TV, los sábados pasaban un programa que se llamaba Matiné de los Sábados, y ahí pasarían las películas de Marisol, de Pili y Mili, de Rocío Durcal, y de Libertad Lamarque, una de mis preferidas de toda la vida...Allí conocería el Tango, la Copla, Carlos Gardel, Pedro Infante, Jorge Negrete, Lola Flores, Sarita Montiel etc.,etc.

Pero la música comenzaría a ser importante para mí, cuando junto a mis compañeras del cole, comenzamos a cantar en el Recreo, acompañadas de las guitarras que tocaban dos de ellas, como Inmaculada Goicoechea e Irene Londoño. Con ellas versionaríamos canciones de Los Dart, de los Impala, Joan Manuel Serrat, Silvio Rodríguez, Los Beatles, etc.

La adolescencia traería un mundo maravilloso de música pop, de rock , baladas románticas, etc.

Junto a esos años canciones emblemáticas como Yesterday, Perdón, Como Llora una Estrella, Ansiedad, Júrame, Muñequita Linda, que se la he cantado a mi hija como canción de cuna, y Unicornio Azul, Yolanda, etc.

Con el pasar de los años, muchas canciones han llegado a mi alma, como las de Rocío Durcal, Rocío Jurado, Vicky Carr, Barbara Streisand, Celine Dion, Sergio Dalma, Cherry Navarro, Bee Gees, Frank Sinatra, Plácido Domingo, Paloma San Basilio, Nino Bravo, siempre eterno, aunque falleció muy joven, sólo grabó tres discos con canciones maravillosas, que han sido versionadas por otros cantantes, Andrea Boccelli, Pavarotti, el siempre eterno y renovado Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, etc.

En esta etapa de mi vida, ha descubierto a otros cantantes, que forman ya parte de mi equipaje de sonidos maravillosos: Pablo Alborán, Melendi, Malú, Alejandro Sanz, la Hermana Glenda, llena de sabiduría y amor cristiano, las orquestas vienesas fabulosas, pues el ballet y los vals clásicos de toda la vida, siguen siendo un referente de mis años de estudiante del ballet, y a cuyos acordes, mi cuerpo que ha perdido su grácil figura, sueña con los arabezcos, el glisé, el padeu duex, las piruetas, y la escenografía de los grandes clásicos que amo desde niña: El Cascanueces, el Lago de los Cisnes, Giselle, El cisne Negro, Don Quijote; la ópera también es una parte de la educación musical que me llena, como Tourandot, Madame Buterfly, Otelo...Obras como La Dama de las Camelias, la ópera Evita, de Paloma San Basilio y Pablo Abraira, Don Quijote, Sonrisas y Lágrimas que ha cumplido 50 años. Y parece mentira, pero este año muchas de las canciones que amamos y que no nos cansamos de escuchar, han llegado a su edad de Oro, como Yesterday, o canciones de Bob Dylan. Y qué decir de El Cóndor Pasa de Simone and Carfunkel, Tom Jones y tantos otros...

La música es maravillosa, y misteriosa, siete letras que en infinitas convinaciones forman el amplio espectro de canciones, músicas y conciertos maravillosos, haciendo de sus creadores e interpretes, seres eternos, pues aunque se hayan ido, nos han dejado lo mejor de su arte, de sus voces que siempre nos harán recordar otros tiempos, otras vidas, alegres, tristes, emocionados o esperanzados, pero nunca indiferentes.

Tengo una anécdota interesante: Hace ya más de 20 años, cuando estaba trabajando en la primera compañía de seguros en la que crecí y aprendía mucho, me tocó la responsabilidad de llevar una parte de la Cuentas Corporativas de la Empresa, a tal punto, que llegué a tener un pase especial, así como un cubículo y oficina en la empresa asegurada, a la cual asistía tres veces por semanas, a fin de representarlos y atenderlos en los siniestros e informaciones que pudieran necesitar. La empresa asegurada, nuestro cliente, a su vez asignó a una abogada como el enlace entre ellos y nosotros, y debido al día a día llegamos a tener cierto grado de confianza. La chica era divorciada, pero era una niña de cierto nivel socio económico, miembro de una de las familias prominentes del Valle de Caras, y como tal, una chica fina y esquisitamente educada. Pero se había enamorado de alguien en una posición mucho más alta que la de ella, y además estaba casado o en proceso de separación... Como sabemos, esa etapa es difícil, pues ni se siente casado, pero todavía tiene responsabilidades que atender, y la nueva pareja, tiene que ser inteligente para poder llevar a cabo la difícil tarea de mantenerse bajo perfil, hasta que la situación cambiara. Esta chica joven, abogada e inteligente, no mostraba ningún tipo de reacción, si teníamos alguna reunión en la que este alto directivo estuviera presente, al contrario, su actuación era meritoria, pues a menos que supieras algo, se te escaparían algunos detalles, como la mida al ella llegar, o la forma en que escuchaba cuando ella exponía los resultados de nuestra gestión.

Un día me asombró que me invitara a tomar una copa en un Restaurante Moda, El Juan Sebastian Bar, famoso porque tocaban grandes grupos de Jazz, y por su atención esmerada. Así que más de una vez la acompañé y hablamos de cosas de mujeres, de los hombres, como no, y de las cosas que pasaban cuando se tomaba la decisión de separarse. Ella tenía siempre en el equipo de su coche un CD de una cantante venezolana Floria Marques, que tenía muy buenas canciones, entre ellas ¨Hoy es Viernes¨. Me pregunto una vez si la había escuchado y le dije que no, que conocía a la cantante por alguna entrevista, pero nunca había escuchado sus canciones... Pues en tres o cuatro viajes que hicimos juntas al interior del país, nos haríamos fans de esta cantante, y yo de ahí en adelante asocié sus canciones, a esta chica joven que terminó casándose al final, con otra persona distinta a aquel que la había atormentado con sus devaneos por dos años.

Otra amiga, se iría por la voz de Luis Miguel, cantante mexicano, que hacía en los años 80 que la mayoría de las señoras se consideraran una roba cunas, porque ¨se enamoraban de todas sus canciones¨, yo por mi parte, me había enamorado en el buen sentido de la palabra de Alberto Cortés, Facundo Cabral, Sergio Dalma, Ana Gabriel, Vicky Carr, Soledad Bravo, María Martha Serra Lima, Celine Dion, Frank Sinatra y su My Way....Dyango, José Luis Perales, José Luis Rodríguez, etc.

La música ha ido evolucionando, y con ella, nuestra forma de verla. He aprendido a reconocer y aceptar, que las canciones nos llegan al alma, cuando su contenido tiene que ver con un trocito de tu propia historia, y las hacemos nuestras, y nos mueven el piso, y hacen aflorar sentimientos que creímos dormidos. Así canciones como María se come las calles, en la voz de Paz Vega, son un canto en contra del maltrato de Género. Mecano, que durante los años 80 y parte de los 90,nos llenaron con sus magníficas canciones, algunas de ellas transgresoras, como Mujer contra Mujer, pero que con historias como Hijo de La Luna, Cruz de Navajas, No hay paz en el cementerio, Ana y Miguel etc,nos llegan a la imaginación y al recuerdo... Mocedades es también un grupo que me ha acompañado por más de 40 años, Maitechu Mía, Promesa de amor, Tomame o dejame, Secretaria, Desde que tu te has ido, La llamaban Loca, y tantas otras, todas éxitos seguros, en esas voces extraordinarias y eternas.

Ahora  hay nuevas canciones, y cantantes emergentes con canciones propias y que transmiten emociones, que remueven recuerdos y sueños ya olvidados, y en lo particular les doy las gracias, porque  incluso han llegado a renovar clásicos como Malagueña, A Ciegas, Mi amigo, La otra..., etc, en voces magistral escomo Diana Navarro, Miguel Poveda, Pablo Alborán, India Martines, y tantos otros.  

Recuerdos maravillosos, y nuevos que crecen en la medida que tenemos nuevas experiencias que nos hacen evolucionar, porque de los golpes también se aprende y logramos salir airosos, con el tiempo, que todo lo cura, y que logra el maravilloso milagro de curar las heridas y hacer que se hagan cada vez más indelebles, hasta que llega el día en que hemos olvidado el por qué alguna vez sufrimos.

Gracias Señor, por poner en el camino a estos maestros de la música, a los compositores, a los poetas, a los músicos, a los cantantes que prestan su voz, para expresar todo un cúmulo de sentimientos, que quizás en un ,momento dado no sabríamos expresar. Dios los bendiga a todos.

Ruego por todos nosotros para que en un momento de tristeza y de aparente soledad, aparezca de forma mágica y maravillosa la canción que va a servir de catarsis y de curación para esa herida del corazón. Siempre hay una especial, se los dice esta veterana de mil guerras, y aquí sigo de Pie como Los Robles del camino.

Dios los bendiga a todos y cada uno.

Mireya Pérez


    

viernes, 19 de junio de 2015

Cajas cerradas...




En Ciencias se habla de sistemas de caja abierta y de caja cerrada. Las cajas abiertas son sistemas en donde podemos ver a simple vista todos y cada uno de sus componentes, y podemos analizarlos, ver de qué están compuestos, cómo funcionan, etc. Sin embargo, en los sistemas de cajas cerradas, no sabemos cuáles son los compuestos u organismos que lo forman, ni siquiera el peso, pues dependerá del peso específico de cada uno de sus componentes.

Los docentes solemos hacer un juego con los alumnos, más para que aprendan a pensar y a utilizar sus conocimientos, para deducir, para comprender el complejo mundo de las cajas cerradas. En esta experiencia le presentamos una caja de X tamaño, con diferentes objetos dentro de ella y cerrada a tal punto, que sólo pueden jugar con ella, tratando de dilucidar por el sonido, el peso y contrapeso, cuántos elementos hay, y qué posibles elementos pueden haber en ellos. Por supuesto, mientras más elementos pongamos, más compleja será la prueba. Es un juego divertido, y nos permite utilizar la deducción, como herramienta de investigación.

Pero si llevamos esta experiencia a la vida cotidiana, veremos con asombro, que todos y cada uno de nosotros, somos un ejemplo de caja cerrada. Empezando porque a pesar de conocer todos los componentes de nuestro cuerpo, sus funciones, y ubicación aproximada, no los vemos a simple vista, y necesitamos utilizar para estudiarlos,  otros equipos más sofisticados que la simple utilización de nuestros sentidos. Ejemplo: Rayos X, Resonancias magnéticas, etc.

Si esto lo llevamos a cómo funciona nuestra mente y las asociaciones mentales que hacemos, sabemos que es también un sistema de caja cerrada, aún más impenetrable. Pues las miles de funciones que realiza nuestro sistema neuronal, por cada fracción de tiempo, las realiza sin que nos demos cuenta, y no son apreciables a simple vista.

Y ahora llegamos al meollo de la cuestión, si las personas que somos: complejas, maravillosas, intuitivas, etc, además nos comportamos como cajas cerradas, ¿Qué sucede con nuestro entorno?¿ Somos capaces de comunicarnos? ¿O simplemente vemos sólo una parte del abanico de posibilidades que nos presenta la vida?.

Pues déjenme que les diga que si somos de las personas que tenemos la mente cerrada, nos perdemos muchísimas cosas, y alejamos a mucha gente interesante que nos podría haber enseñado muchas cosas, y a las cuales también le hubiéramos enseñado algo, porque en la interacción entre individuos hay siempre un feed back, que nos permite crecer, aprender y enseñar, de forma simultánea.

Ejemplos de seres humanos con mente cerrada conocemos muchos, pero se puede mejorar, siempre y cuando la persona decida, por cuenta propia, cambiar. Mágica palabra, CAMBIAR.

Fácil no es, en primer lugar hay que reconocer que tenemos un problema, sin ser grave, pero que interfiere en nuestra forma de comunicarnos e intervenir en la vida propia y de los que queremos, sin que esa intervención sea para hacer daño, simplemente para convivir y responder en forma positiva a la serie Acción- Reacción, que se nos presenta en el día a día.

En segundo lugar, debemos aprender y asimilar nuevos códigos de conducta, modismos, frases y hasta conocer nuevos escenarios. Con el maravilloso descubrimiento de todo lo nuevo, que se va afianzando con el refuerzo de las conductas nuevas adquiridas. Si contamos con el apoyo de la familia, de los amigos y además ponemos el 100 % de nuestra parte, nos daremos cuenta de la cantidad de cosas, situaciones y experiencias que nos hemos perdido.

En tercer lugar, descubrir que todavía hay mucho por aprender y que todos tenemos algo que aportar, es un gran aliciente para dejar atrás esa imagen de mente cerrada, al de una mente amplia, abierta a nuevas experiencias, conocimientos, intereses, paisajes, personas, etc. 

Generalmente cuando esto sucede, la persona se siente como el caballo que  tenía puestas unas gríngolas para que no se distrajera, y solo mirara al frente, en una visión de 60º y ahora al quitarle ese estorbo, puede ver en 180 º. y descubre que es maravilloso, e incluso los colores son más vivos...

Cuando ampliamos nuestra mente, cuando aceptamos las diferencias, cuando respetamos a los otros, aunque no piensen igual  e incluso tengan una filiación política o religiosa diferente, mejoramos como seres humanos, y la sensación de crecimiento personal y emocional es fantástica.

Dejemos de vivir encerrados en las cuatro paredes de nuestra mente, de nuestro entorno o de nuestro barrio o localidad. Más allá de los confines de mi barriada, de mi colegio o Universidad, existe otro mundo, nuevas caras, gente maravillosa por conocer, lugares hermosos por los cuales quedarnos fascinados, experiencias por vivir, siempre sanamente, y esto es realmente importante, que escojamos cosas sanas, para nosotros y para los que nos acompañan. Visitar un parque, una plaza, ir al teatro o al cine, acudir a una exposición de arte, caminar con los amigos o la familia, por sitios nuevos, nos abre las puertas a la comprensión de que no estamos solos, ni podemos quedarnos encerrados en nuestra mente. Todos tenemos algo que aportar, y al hacerlo, nos sentimos unidos a los demás, por las emociones, por el afecto, el compañerismo, la amistad y el cariño.

Seamos más espontáneos, no tengamos miedo al qué dirán, ya nadie está pendiente de la vida del otro, y si así fuera, recordemos que a la hora de tener una necesidad especial, el qué dirán nunca se hace presente para ayudarnos.

Que Dios nos bendiga a todos, y agradezcamos a Dios por todas las oportunidades maravillosas que nos presenta cada día, porque aunque a veces se cierre una puerta, la habitación se ilumina con cientos de ventanas y oportunidades que nos presenta, y la luz aparece resplandeciente y maravillosa.

Mireya Pérez






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jueves, 18 de junio de 2015

Una mirada... Una ilusión...







Lo más hermoso de ser humanos, es que cada día podemos y debemos tener nuevas ilusiones en la vida. Así sea algo muy pequeño, como cambiar un porta retratos por otro, hacer un paseo, programar una cena con la familia o los amigos, salir a mirar escaparates, aunque no vayas a comprar nada, sólo el vestirte y salir, te da un aire nuevo. Y aunque es cierto que la vida pasa, sin que nos demos cuenta y de repente nos encontramos a un paso de la llamada ¨tercera edad¨, también es cierto que algunas de las cosas que nos molestaban o nos inquietaban, han pasado a un tercer o cuarto plano, jajaja, para las mujeres llegar a la menopausia o dejar de tener la visita de la tía Luisa cada mes, deja de tener importancia, y si encima llega sin que te avise y pasa como si nada, pues mucho mejor.

El paso del tiempo es inexorable, y los que tenemos la suerte maravillosa de amanecer cada día, aunque tengamos algún que otro achaque, es un regalo de Dios y de la vida, que nos presenta ese nuevo día, como un reto a nosotros mismos, y  el superarnos a nosotros mismos, sin competir con nadie ni por nada, es también un aliciente más.

Creo que estamos en la etapa de la vida en que ¨los mandados ya están hechos¨, bien o mal, pero están hechos. Ya no hay que correr a la guardería a buscar al más pequeño porque se cayó y está llorando desconsolado por su mami, o por su papi. Los problemas de asistir a la reunión de padres y representantes, justo el día en que en tu trabajo hay una reunión de gerentes a la cual no puedes faltar, también es algo que ya no te causa angustia, ni desaso ciego, aunque quizás me digan que a pesar de que los hijos han crecido, ahora hay otros problemas, sí, pero la forma en que los enfrentamos es distinta. Ya no nos ahogamos en un vaso de agua, al contrario, tomamos el vaso, nos tomamos el agua, posamos el vaso en la mesa, miramos a todos, y nos levantamos de la mesa, tan campantes, con un: 

 Ahí les dejo eso!!!! jajajajaj.

Hemos aprendido, con el tiempo y la evolución mental, a priorizar las cosas y a no darles tanta importancia, y si hay que poner atención y resolver, lo hacemos sin que se nos corra el rimel, se nos caiga una pluma, o perdamos la serenidad, porque para eso tenemos algo muy preciado: Experiencia. Y esa experiencia no hace ver las cosas desde otro punto de vista, y valorar las cosas desde otra perspectiva, gracias a Dios hemos llegado hasta aquí, con nuestros problemas, circunstancias, alegrías y tristezas, que nadie llega sin haber tenido sus problemas. Pero lo importante es cómo los enfrentamos, si nos ahogamos o si salimos a flote.

Recuerdo una vez cuando era adolescente, había ido al club con mi hermano y mi padre, y estaba atravesando a nado la picina olímpica y de repente me dio un calambre en el pie, de los que hacen que se te atrofien los dedos, por lo distorsionado de su posición y con un dolor inmenso, en apenas segundos pasé de la sensación maravillosa de nadar, al pánico de ahogarme, pero una voz interior me dijo: ¨nada de espaldas¨, y sólo con el impulso de mis brazos llegué hasta las escalerillas y ahí pedí ayuda para salir de la picina, pues el calambre continuaba y no podía pisar.

Esa voz interior la he escuchado en otras oportunidades, donde he tenido una situación de peligro inminente, y al escucharla y seguir su consejo, me ha hecho llegar hasta aquí. En el plano laboral también ocurren esas cosas, a veces hemos escuchado o sentido que debemos hacer tal o cual cosa, y cuando no hemos seguido ¨esa intuición¨, muy posiblemente hayamos tenido algún tipo de disgusto o sensación de intranquilidad. Pero siempre se ha presentado la oportunidad de enmendar la situación, pedir disculpas si hay que hacerlo, y seguir adelante.

Nada en la vida es inmutable, todo varía, todas las circunstancias van cambiando, y en la medida en que nos vamos haciendo cada vez más ¨conscientes de nosotros mismos¨como seres que evolucionan y piensan, las cosas van adquiriendo otro cariz, otra  importancia, sin que nos sintamos mal, e incluso hemos llegado a aprender a decir que NO, cuando antes teníamos el ...Si, pero.... Incluso en ese momento, nos podemos dar cuenta o aterrizamos y vemos con claridad, cómo hemos aprendido, y lo bueno que es haberlo conseguido. Uno se siente liberado!!!!.

Ahora, conscientemente, vemos algo o soñamos con algo, y mentalmente nos hacemos el propósito de alcanzarlo, sin que para ello tengamos que hacer grandes esfuerzos o sacrificios, y si así lo requieren, calculamos el gasto de energía y potenciamos nuestro entusiasmo para lograrlo. Sabemos que podemos y debemos trazarnos planes a corto, mediano y largo plazo, vamos tomando nota mental de nuestros progresos, y si alcanzamos aquello que nos ha inspirado, quizás hasta nos demos un premio por ese logro, aunque ese premio sea solamente comernos un pastel con una amiga, hacernos el quesillo que tanto nos gusta o ir a ver al artista tal que se presenta en el Teatro en la fecha cual...

Las prioridades cambian, en la medida que el tiempo pasa, hoy le damos más importancia a la calidad del tiempo, que a la cantidad del mismo. Una hora con los seres queridos, en armonía, con alegría, es más valiosa que toda una tarde en tensión por si llegan tarde, si los niños se ensucian la ropa o cualquier otra situación. Le damos importancia a los detalles importantes y dejamos pasar, sin preocuparnos demasiado, aquello que carece de importancia. La ropa se puede lavar, pero el revolcarte con tus nietos en la grama del parque no tiene precio... para todo lo demás, existe el jabón de panela... jajajaja.

Tener una ilusión en la vida, sin importar la edad, las circunstancias o la situación de cada quien es importante, porque si se vive sin ilusión, no hay alegría, no se puede compartir con los demás, aquello de lo que carecemos, la alegría, la felicidad, la podemos compartir, si tenemos algo por lo que vivir, algo que aprender, algo que hacer y algo que soñar. Es muy importante para todos nosotros.

Miremos ese nuevo día que se nos presenta, totalmente nuevo, a estrenar, con alegría, con entusiasmo. Sabemos por experiencia, que ocurrirán cosas nuevas, que escaparán a la rutina, siempre hay algo nuevo que ver, algo que compartir y algo por lo que soñar. Sólo necesitamos el empuje de querer vivir y compartir con la gente que queremos esas nuevas y maravillosas experiencias o vivencias que la vida nos presenta en su continuo viaje hacia las estrellas y más allá!!!!.

Que Dios nos bendiga a todos.

Mireya Pérez



martes, 16 de junio de 2015

Toda una vida en 24 horas...







Generalmente las personas suelen quejarse de no tener el tiempo suficiente para hacer todas las cosas que quieren, bien sea por falta de organización, para lo cual les aconsejo llevar una agenda personal, así nunca se les olvidará nada importante; o bien porque el día se hace corto ante tantas y tantas cosas por realizar en tan aparente poco espacio de tiempo.

Yo les voy a contar hoy una historia real, que ocurre ante nuestra mirada, sin que ni siquiera nos paremos a observar, y sin embargo, como tantas veces, la naturaleza nos da una lección de humildad que no debemos nunca dejar de observar y aprender.

Una vida... 24 horas.

Hace ya casi dos años cuando dos criaturas se encontraron y sellaron su destino con la unión de sus seres físicos, y según su genética se fundieron en un abrazo eterno, poniendo la semilla de su ser en el fondo del estanque de agua cristalina, protegido de los depredadores, por las algas del fondo...

Desde el momento de su concepción hasta su eclosión y salida a la superficie, estas criaturas tardarán dos largos años, en el fondo del estanque, sufriendo las diferentes metamorfosis, que la Naturaleza ha ideado para ellas y ellos, hasta que una vez finalizado el tiempo, saldrán como nubes, del estanque y sobre volarán, sobre el mismo casi todo el día...

Sólo tienen 24 horas para vivir, respirar, alimentarse, conocer, buscar y encontrar de nuevo una pareja, para seguir así su ciclo de vida. Y aunque parezca mentira, en tan corto espacio de tiempo, aparentemente corto, ellos y ellas habrán hecho toda su vida en sólo un día!!!!.

Al atardecer, comenzará el cortejo nupcial, y las parejas volverán a formar ese lazo armónico y maravilloso que los llevará a dejar de nuevo, en el fondo del estanque de aguas cristalinas, su preciado tesoro, los huevos de una nueva generación de Libélulas o Caballitos del Diablo, crecerán y sufrirán diferentes estadios de metamorfosis, hasta emerger de nuevo a la superficie, y mostrarnos al fin ese baile tan hermoso sobre el estanque y el parque...


A estos animales tan singulares, también se les conoce como Quimeras, por lo corto de su ciclo de vida, pues como las quimeras de los poetas, es muy corto el tiempo de vida, apenas un suspiro en el espacio-tiempo de sus vidas. Mas sin embargo, es totalmente completo y maravilloso!!!.

Ahora que conocen este milagro de la naturaleza, ¿no les parece que a veces, como seres humanos que somos, teniendo por delante Todo el Tiempo del Mundo, nos quejamos sin razón, y nos abatimos por ignorancia, e incluso nos sentimos desolados, cuando apenas ha transcurrido una parte de nuestro camino?..

Sabemos sin embargo, que no tenemos todo el tiempo. Pero sí contamos con un día, cada día. Hagamos pues de ese milagro maravilloso, el mejor de los días, el mejor de los momentos o los momentos de calidad.

Saludemos al mundo con una sonrisa plena, que llegue hasta nuestra mirada. Que nuestra sonrisa parta de nuestro interior, y que transmita empatía, cercanía y entusiasmo. Porque si somos capaces de borrar del rostro del otro u otra, una tristeza, una congoja o una pena, podremos hacer cambios importantes.

En mi experiencia laboral cuento con muchas anécdotas, pero una es muy simpática:

Cada día cuando llegaba a mi oficina, saludaba a todo el mundo con un

_ ¨Buenos días preciosa o precioso¨- saludaba a medida que iba pasando por los pasillos hasta llegar a mi oficina.

Y si llegaba a algún departamento a solicitar una información, con ese saludo, tan simple, pero cercano, acompañado de la mejor de mis sonrisas, derrumbaba todos los muros que a veces algunos de mis compañeros de trabajo habían edificado, para abstraerse del duro trabajo de tratar con público tanto interno, como externo.

Cuando se sonríe, cuando se saluda con alegría, sin querer, queriendo, derrumbamos los muros, y al otro no le queda más remedio que saludar, y dejar de refunfuñar, es tan simple como eso.

Si tenemos una vida muy ajetreada, lo importante es organizarse. Llevar una agenda es lo mejor, colocando las citas, las cosas pendientes e incluso las llamadas que hay que realizar, y a medida que va pasando el día, ir tachando de la agenda lo que ya se realizó, e incluso hacer anotaciones al respecto, si hace falta. Y al final de la jornada, revisar lo que hicimos, anotar para el día siguiente lo que quedara pendiente y organizar la agenda. Es una buena técnica, y así no se les olvidará nada.


Que Dios nos bendiga este y todos los días de nuestra vida, que puedan organizarse para disfrutar con alegría cada momento de este día que Dios nos ha regalado, y que al final de la jornada, podamos descansar con la certeza de que mañana volverá a salir el sol y con él nuevas experiencias y vivencias hermosas.

Mireya Pérez



viernes, 12 de junio de 2015

Unas almas perdidas...











Hay vidas que nos parecen idílicas al principio, pero con el devenir de los años, y viéndolos o teniendo noticias de ellos, te das cuenta con dolor, que no es oro todo lo que reluce... Y te asombras cuando ves la historia completa, como si pudieras ver su vida desde la cámara de un dron especial que se llama Tiempo. Ese tiempo que lo descubre todo, y que como aparador o vitrina expone a la vista, todo el dolor y las miserias o tristeza humanas, pero también nos muestra las cosas hermosas, logros y espectativas de personas maravillosas que brillan con tal luz que te dejan deslumbrados y agradecidos por esa visión, que ilumina tus retinas y te llenan de dulces recuerdos.

Hoy les voy a contar la historia de una niña que nunca se conformaba con lo que tenía, que era mucho, y armaba berrinches por lo que no tenía y envidiaba... 

Unas almas perdidas.

Hace ya muchos eones de años, en una familia de escasos recursos nació una niña preciosa de hermosos ojos grandes, piel de nácar y boca roja como la grana. Como era la más pequeña de una familia numerosa, siete hermanos, la llamaron Lucero, y era la niña más adorada y querida del mundo. Sus padres aunque mayores, le daban todos los caprichos y sus siete hermanos la cuidaban con esmero y adoración.

Pasaron los años y Lucero fue al colegio, pero quería siempre ser el centro de atención como en casa, pero aquí ya no era la consentida, era una más, y ella se resistía. Siempre llegaba del cole con la cara contraída de la rabia, y sus hermanos la acariciaban para apaciguarla, le ayudaban con las tareas y hasta incluso, más de una vez, la hicieron por ella.

Y fueron pasando los años, la niña se hizo adolescente y no hacía amigas, era huraña y siempre se quejaba en casa de la más mínima situación, y los padres para consolarla le daban todos los caprichos, porque ahora gracias al trabajo de todos, la situación económica de la familia había ido creciendo hasta el punto de que eran ya unos comerciantes e industriales reconocidos en su comarca, y la niña podía caminar por la calle principal del pueblo, vestida siempre a la moda y con mirada despectiva, mofarse interiormente de aquellas chicas que querían emular a las modelos de la época, pero claro no tenían el dinero y ella sí...

Lucero creció pensando que la vida le pertenecía, y que sólo bastaba con desear algo, para que todos corrieran tras sus caprichos, nadie le dijo nunca que no, ni le pusieron trabas a sus sueños desbocados, lo que quería lo tenía, y así creció sin valorar el sacrificio, el trabajo, y mucho menos la familia, porque para ella, eran unos pobres tontos que cumplían sus caprichos, pero amarlos como hermanos y padres, pues no... ellos solo eran el medio para obtener lo que se merecía, por derecho de cuna y por ser la menor.

Un buen día, al salir de una cafetería tropezó con un chico que llevaba unos libros en los brazos, y le gustó aquel joven alto de ojos azules y cabello negro como ala de cuervo, se sonrojó al cruzar su mirada con él, y luego de un - lo siento- cada uno siguió su camino. El chico, sin que Lucero lo supiera, trató de indagar quién era, porque le habían gustado sus enormes ojos negros y la melena de cabello negro que llevaba a mitad de espalda. Pero cuando sus compañeros hablaron de ella, se le quitaron las ganas, las referencias no eran buenas, salieron a la luz, los más recónditos secretos que nadie podía esperarse de una joven con tan buen aspecto: su mal carácter, su desden hacia los demás, su egoísmo, su falta de consideración y la forma en que trataba a sus padres, sobre todo a su padre, a quien consideraba un perdedor...

Todas las veces en que Lucero trató de encontrarse, como al descuido, con aquel joven, se sorprendía de que ni siquiera la mirara, y cruzara la calle sin mostrar algún gesto de reconocimiento... Y llegaba a casa llena de furia, y la pagaba con lo primero que viera: un jarrón de la abuela, una puerta del zaguán, o la madre que alarmada del berrinche salía de la cocina, su lugar preferido, y angustiada y asombrada recibía de su hija las palabras más duras y crueles, que un ser humano podía recibir, y entonces ella, bajaba la cabeza y regresaba a la cocina, abría la llave del fregadero y lloraba en silencio el dolor que esa criatura le había provocado, pero nunca decía nada y seguía soñando en que algún día, un buen hombre se enamorara y su Lucero pudiera ser feliz.

Pasaron los años, y las compañeras del cole, una a una se fueron casando y Lucero sin novio... Cada vez era más amargada y hacía comentarios crueles sobre cada una de las chicas que habían encontrado a su otra mitad, y los hermanos se daban la vuelta y regresaban a su trabajo o a sus casas, pues ellos también se habían casado, y las esposas no habían podido entablar amistad con ella, pues siempre las despreciaba con algún gesto o con algún comentario, hasta que dejaban de intentarlo, y se conformaban con verla en las dos fechas importantes de la familia: La noche de Navidad y el día de las madres, durante el resto del año, ellas invitaban a los suegros, pero a Lucero no.

Lucero se hacía cada vez más rencorosa y pensaba para sus adentros que nadie la quería, porque la envidiaban, porque envidiaban su ropa, su belleza, sus zapatos y bolsos siempre al ritmo de la moda. Sin darse cuenta de que cada vez más era repudiada y evitada por la gente, nadie la quería, y los pocos que aún lo hacían, como sus hermanos y padres, la veían con dolor, pues la habían mal criado tanto, que nada la podía contentar y se apenaban por ellos y por ella.

Las hermanas mayores pensaban sin cesar la forma de encontrarle marido, y creyendo que esa sería una buena solución, acudieron a buscar los servicios de una casamentera especializada que vivía en otro pueblo. Hicieron la cita, agarraron un taxi y se fueron a hablar con Doña Manolita, era una mujer muy sagaz y conocía a mucha gente de buena posición y estaba acostumbrada a buscarle pareja a gente que o bien eran muy tímidos, o no tenían tiempo, y así se había labrado su fama.

Escuchó con atención los comentarios de las hermanas, vio con atención las fotos que le habían entregado y de repente se le prendió el bombillo cerebral y le vino a la mente la imagen de un hombre, no tan joven, pero que tenía buena posición y necesitaba una esposa, pero vivía en la Capital. Sin embargo, haciendo cálculos mentales pensó para sí, que aunque había cierta diferencia de edad, la chica era perfecta para él, pues lo que quería era tener un hijo, no tenía muchas espectativas con respecto al carácter de la futura esposa, solo que pudiera darle un hijo que heredara sus bienes el día de mañana...

Doña Manolita no les dijo nada, y quedó con llamarlas cuando hubiera encontrado alguien especial para esta chica y las despidió después de haber conversado por un tiempo relativamente corto. Las chicas regresaron al pueblo con algo de esperanza, pero sin atreverse  a soñar mucho, y no dijeron nada ni a sus maridos y mucho menos a la madre que se hubiera puesto nerviosa de solo pensar en este plan tan arriesgado.


Al cabo de quince días, las hermanas recibieron noticias de Doña Manolita, en efecto creía haber encontrado a la pareja ideal, pero vivía en la capital, y tendrían que asistir a un evento benéfico que la empresa familiar de él apadrinaba, les pidió la dirección para hacerles llegar la invitacion, junto con los detalles en cuanto a protocolo y tipo de indumentaria que debían llevar a la fiesta. Las hermanas no cabían de contento, y empezaron a trazar su plan. No le dirían a Lucero ni a su madre de lo que se trataba, pero a sus maridos si se lo contaron,y ellos entre escépticos y esperanzados, las apoyaron, así que Lucero de repente se vio envuelta en un trajín maravilloso de citas con la modista, peluquería y atuendo especial para un viaje a la capital ,donde nunca había ido... estaba feliz, y se notaba en el brillo de sus ojos negros, quien no la conociera diría que era una de las mujeres más bonitas y dulces del mundo...

Llegó el día del viaje, tomaron el tren que las llevaría a la ciudad y luego en taxi hasta el hotel. Una vez que descansaron, las tres se dirigieron al centro de la ciudad para pasear y conocer un poco los museos y parques, llegaron a la hora de la cena, se bañaron y durmieron cada una con los pensamientos en el evento que mañana se llevaría a cabo. Para Lucero era un evento que desconocía, pero esperaba ver a gente importante, de las que salían en la revistas de más divulgación y así poder lucirse luego en el pueblo de haber conocido a gente relevante, no como esos pueblerinos tontos y atrazados..

 La mañana se fue rápido, luego de bañarse, vestirse y desayunar, se fueron a la peluquería donde tenían una reservación, las arreglaron y maquillaron a las tres, y en verdad, quedaron muy bien, sobre todo Lucero, quien se veía espléndida con ese peinado que le habían hecho, pues hacían resaltar lo negro de su cabellos con el nácar de su piel y esos grandes ojos negros, parecía una princesa de cuento, y cuando se pusiera el traje malva que había escogido, se vería espectacular!!!.

Llegaron a las nueve de la noche en un coche con chofer que habían alquilado para la ocasión, pues las hermanas no conocían la capital y no querían perderse en una noche tan especial como esta. En la entrada estaba el hombre más importante de sus vidas, quien las saludó atentamente, quedándose unos segundos mirando a la joven del traje malva... era tal como Doña Manolita le había dicho, quizás un poco joven, pero elegante y algo altiva, sería interesante conocerla... La noche apenas comenzaba, pero ya en varias cabezas se amolinaban pensamientos diferentes, en las hermanas cierta esperanza, en el industrial algo de espectativa, Doña Manuela satisfecha porque había dado en el blanco y Lucero feliz porque conocería gente de la alta sociedad y tendría algo de que vanagloriarse al llegar al pueblo. Muchos sueños y espectativas... Pero nadie conoce el destino y a veces es muy bueno y otros es un desastre...

Vicente de Laguna, el joven terrateniente e industrial no perdió ocasión, y una vez se acabó todo el sistema protocolario de la noche, cuando ya había bailado con la presidenta de la ONG que organizaba la cena y baile benéfico, se acercó a la joven Lucero y la invitó a bailar, y ella embelesada aceptó, sin darse cuenta de la alegría disimulada de sus hermanas. Don Vicente bailó y conversó con la joven, y aunque notó que era una chica inesperta y algo pueblerina, era elegante, hermosa y sabía comportarse, cosa que en su medio era importante, así que fue haciéndose una idea, y le pareció la mejor de todas. Bailaron dos piezas y luego la escoltó hasta la mesa donde sus hermanas estaban sentadas, ella se las presentó, y luego de una breve conversación se excusó para atender a otras damas del comité, con la promesa de que en otro momento volvería a invitarla a bailar, y Lucero sonrojada dijo que si, muy bajito...

Durante la velada bailarían varias veces y conversarían mucho, sobre todo de ella, que era su tema preferido, y Vicente solo miraba esos ojos negros tan expresivos... Si, pensaba, definitivamente esta es la chica, creo que encajará perfectamente en mi vida, y si tenemos dos o tres hijos, mejor que mejor, y sonrió, sin que Lucero tuviera en cuenta las expresiones que pasaban por su cara. Sólo estaba extasiada de que alguien tan importante la hubiera escogido para bailar y conversar varias veces en esta noche mágica.

A la una de la noche, las chicas se fueron, la fiesta aún continuaba, pero ellas estaban cansadas y no querían tampoco dar a entender nada, y mucho menos a los jóvenes que se habían conocido hoy. La hermanas, mientras el chofer las llevaba de vuelta, soñaban con la boda de estos chicos y Lucero con los chismes que iba a poder contar cuando llegara a casa. Vicente de Laguna, por su parte, vio cuando las chicas se fueron, y anotó mentalmente que tendría que decirle a su secretaria que enviara una ramo de flores a la habitación del hotel de Lucero, para agradecerle la velada e invitarla a almorzar. Ya resuelto su problema, siguió siendo el anfitrión perfecto durante lo que quedaba de fiesta.

A las diez de la mañana siguiente llegó un hermoso ramo de rosas con una tarjeta de Don Vicente de Laguna invitando a Lucero a almorzar, si confirmaba la cita, la pasaría a buscar al hotel a la una en punto. Sólo tenía que decirle al mensajero que sí, y él la pasaría buscando a la hora acordada.

 Y así tuvieron varias citas, durante esos cinco días que estuvieron en la ciudad, el industrial la iba a buscar y luego de almorzar, salir de paseo o cenar, la llevaba de regreso al hotel, no sin antes darle las gracias por su compañía. La joven se sentía muy alagada, sobre todo cuando escuchó al pasar por el Living del hotel, los comentarios de unas damas que estaban esperando a alguien en el recibidor, sobre lo guapo y adinerado de su acompañante.

Cuando llegó el momento de partir de nuevo al pueblo, Lucero se despidió con algo de congoja de su ilustre amigo, pues no se atrevía a pensar otra cosa, mientras las hermanas en un segundo plano, observaban con deleite los cambios que se iban dando, don Vicente, por su parte, las acompañó hasta el tren y las ayudó con el equipaje, despidiéndose después a la vieja usanza, besándoles la mano.


Durante el trayecto casi no hablaron, cada una inmersa en sus propios pensamientos, pero al fin llegaron al pueblo y luego a casa, donde le contaron a la madre lo bien que les había ido, lo que habían conocido y sobre todo la fiesta y la presencia de Don Vicente de Laguna. La madre extrañada, miró a la mayor de las hijas, y esta sólo sonrió a medias, tratando sin poder, tranquilizar a su madre, conociéndola como la conocían, sabían que su madre mañana cuando estuviera sola se iría a casa de una de ellas, para conocer y ampliar la información, ella era una mujer de hogar, pero no era tonta, y estas dos hijas suya, tramaban algo, y ella debía saber qué.

Pero no hizo falta, pues al día siguiente, sin esperarlo, a su puerta llegó un coche  último modelo con chofer, y un caballero elegante se bajó del mismo, era don Vicente de Laguna en persona. La madre cuando abrió la puerta se quedó asombrada de la elegancia y porte del hombre y se imaginó que este era el joven del cual habían hablado sus hijas. Lo hizo pasar y luego de sentarse frente a él y habiéndole ofrecido una taza de té, comenzaron a hablar de todo y de nada, el joven cada vez que podía miraba al descanso de la escalera a ver si veía pasar a Lucero, pero nada, hasta que la madre con voz dulce le dijo que Lucero estaría al llegar, pues había ido a una diligencia, pero estaría seguramente en una media hora de vuelta.

Don Vicente estaba impaciente, pero esta señora tan amable no le hacía preguntas necias, al contrario, se veía que a pesar de vivir en un pueblo, tenía cierto grado de soltura, y los cabellos entrecanos, daban a entender que en algún tiempo fueron tan negros como el de su hija menor. Pero la mirada era diferente, esta mujer tenía una mirada serena y abierta, e infundía mucha paz, y el hogar sin tener muchos lujos, se notaba que era acogedor y tenía cierto aroma a jazmín y azahar, el cual provenía del patio central de la casa, donde el limonero y los  naranjos florecidos, competían por inundar de fragancias el recinto familiar.

Lucero no tardó en llegar,y se quedo sorprendida al reconocer al visitante, su sonrojo no pasó desapercibido a ninguno de los dos ocupantes del salón y la madre, con discreción los dejó no sin antes despedirse del visitante y decirle que estaba en su casa. Don Vicente, saludó a Lucero con un beso en la mejilla, y la joven se sonrojó más si cabe, y acto seguido se sentaron a hablar, de muchas y diferentes cosas, empezando así una amistad, que los llevaría con el tiempo a un noviazgo, que no llegó al año, pues el quería casarse al día siguiente de conocerla, pero tampoco la quería asustar, y así, poco a poco la fue conquistando, y aunque nunca estuvo ciego a los defectos de Lucero, si confió en que con el tiempo y la llegada de los hijos cambiaría.

Diez meses después de conocerse, Don Vicente de Laguna, pidió formalmente la mano de Lucero a sus padres, en una ceremonia familiar, donde su propia madre estuvo presente, todos se quedaron admirando el hermoso anillo que Vicente puso en las delicadas manos de Lucero, era un anillo familiar, con el que todos los primogénitos de la familia, le habían pedido matrimonio a sus esposas en las 10 generaciones que tenían memoria, por tanto el valor, era inapreciable, pues era un anillo antiguo, con más valor emocional que cualquier otra cosa. Y Lucero estaba encantada, lo enseño a todos y radiante agradeció a Vicente con un beso en la mejilla, sonrojada hasta más no poder. Su padre la miró con orgullo, y su madre con esperanza, porque tenía la ilusión de que esta unión cambiara para siempre a este dulce tormento que era su hija menor. Fijaron la boda para principios de primavera, y así al cabo apenas de un año, Vicente y Lucero unieron para siempre sus vidas.

Tenían todo para ser felices, eran sanos, tenían una excelente posición social, iban a ser padres por primera vez, pero Lucero quería que Vicente dejara todo y saliera corriendo hasta la casa señorial, en cuanto ella diera el primer suspiro, y al principio, lo hizo, pero después vio con pesar cómo nada la convencía o la aplacaba, si no cumplía sus caprichos, le gritaba, agarraba alguna figura y la rompía, o simplemente lo sacaba de la habitación matrimonial. Al principio Vicente creía que era parte del embarazo, pero luego de dar a luz, se había vuelto más irascible, y no era una madre dedicada, al contrario, no quiso darle pecho, para no estropear su figura. Luego cuando tenía al niño en brazos si este echaba un buche y manchaba su blusa o su vestido, se lo entregaba a la nany, sin mucha displicencia y salía corriendo a bañarse para quitarse ese olor a buche que tanto le espantaba, y Vicente se fue volviendo un hombre triste, solo su trabajo y los poco ratos que tenía para jugar con su hijo lo hacían feliz. Su matrimonio no, era un tormento, y aunque pensó en el divorcio, cuando habló con los abogados, le dijeron que le saldría muy costoso, el 50% nada más y nada menos. Y decidió aguantar. Ya no volvería a pisar su habitación de casados, y establecería su propia habitación en  otra ala de la casa.

Cuando estaban en presencia de amigos y familia, trataban sin lograrlo de parecer un matrimonio feliz, pero a nadie se le escapaba el carácter cada vez más amargado de Lucero, y el tono cetrino de la cara de Vicente, y la casa parecía más un mausoleo que un hogar. Y el niño Daniel, crecería sin amor maternal, ayudado por las nanys y por sus profesores, y a su padre lo vería algún que otro fin de semana, porque ahora viajaba mucho, siempre solo, y el tiempo corría...

Pasaron 25 años desde que Vicente abandonó el lecho nupcial, y Lucero, aunque seguía siendo una mujer hermosa y elegante, no podía disimular su voz amarga, sus ojos como témpano de hielo y el carácter duro y cruel con el que trataba a todos, incluso a su hijo, que se graduaba de ingeniero y se iría al extranjero para una especialización. 

Ella había empezado a tomar pastillas para los nervios, pastillas para dormir, pastillas, pastillas... Nada la consolaba, tenía odio a la vida, odio a ese joven, su hijo, al que no conocía casi, odio a su marido que la tenía prisionera en esa mansión gris, y odio a si misma, porque nunca había logrado ser feliz, nunca hizo amigas, sus hermanas habían hecho cada una sus vidas y ella tampoco había vuelto al pueblo, sus hermanos ya eran abuelos, y tampoco la visitaban, y sus padres habían muerto hacía ya algunos años. No era una mujer devota, así que tampoco tenía el consuelo de la oración, y cada vez estaba más amargada, hasta que un día, en un berrinche que agarró con uno de los jardineros, le dio un ictus, y la llevaron de emergencia a un hospital, tuvo suerte y salió del coma, después de varios días de estar en terapia intensiva, pero ahora tenía secuelas, y debía aceptar que dos enfermeras contratadas para tal fin, la ayudaran día y noche. 

Vicente, que la contemplaba sin que ella lo observara, con su cabello totalmente blanco, la miraba con tristeza y lamentaba no haberse divorciado tantos años atrás, nadie en esa casa fue jamás feliz, y ahora tenía que estar cerca, el si creía en Dios, el rezaba por ella, y por ellos, pero la vida no era fácil, y a pesar de todas sus posesiones materiales, lo que más había ansiado en su vida, una familia y un hogar, no lo había conseguido, y ahora era muy tarde..

Y así, a pesar de todas las cosas buenas que la vida les podía ofrecer, la felicidad no había tocado a sus puertas, y tres vidas se habían perdido, por el dinero, por el qué dirán, y por no tomar decisiones a tiempo. Vicente resignado, solo esperaba que su hijo, ahora ya en el extranjero haciendo el Master, tuviera mejor suerte y fuera feliz, él y su mujer nunca lo fueron.


Es como ven, una historia  desdichada, real, pues los personajes existen, los he conocido y después de tantos años, me da mucha tristeza por ellos, porque teniendo todo lo que los bienes materiales pueden dar, no han tenido o conocido el amor, ese sentimiento tan fuerte, hermoso, generoso y vital, que inunda de alegría y armonía la vida de la gente. Pero eso no se puede comprar, existe en abundancia, pero no tiene precio y sólo se puede ganar desde el corazón puro, amable y generoso.

Dios nos bendiga siempre, y ojalá les lleve el consuelo a estas tres almas perdidas, se los deseo de todo corazón. Pero cada quien tiene un camino, y a lo mejor, a la vuelta de la esquina esté el consuelo para ellos y su liberación.

Mireya Pérez.