A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

martes, 11 de diciembre de 2018

Manantiales de Armonías: Reflexiones sobre este años que se va 2018...

Manantiales de Armonías: Reflexiones sobre este años que se va 2018...: No sé si a ustedes les ha pasado lo mismo, me imagino que sí, pero este año a mí se me fue, como arena entre los dedos, es ...

Reflexiones sobre este años que se va 2018...








No sé si a ustedes les ha pasado lo mismo, me imagino que sí, pero este año a mí se me fue, como arena entre los dedos, es impresionante, me parece que fue ayer cuando estaba guardando los adornos de Navidad y ahora ya en la mayoría de hogares lucen esplendorosos, llenando de alegría a propios y extraños...

Cada uno de nosotros tendrá una expresión para este año, yo creo que la frase de este es APRENDIZAJE Y COMPRENSIÓN...

Quizás en este momento no sepa ver por completo, todo lo que he aprendido, en todos los sentidos, porque mi alma y mente finitas, no tienen capacidad para tantas y tantas cosas, pero sé, porque me conozco muy bien, que en el transcurrir del tiempo, cuando mire hacia este año, sabré valorar con exactitud todas y cada una de las cosas que he aprendido, compartido, amado, reído, soñado y llorado, porque las lágrimas no sólo son de tristeza, también lo son de felicidad...

He encontrado y conocido a gente muy interesante, con los cuales espero poder contar como parte del libro de mi vida, sé que podrán aportar cosas y visiones nuevas, para seguir creciendo como seres humanos. Ha habido también reencuentros inesperados, personas a las que no veía desde hace eones de años, gracias a las redes o al continuo transitar de los seres humanos, nos hemos podido volver a ver y ojalá mantener en contacto, es tan importante mantener esas relaciones, son parte de nuestra historia vital y cuando la vida te los pone de nuevo en el camino, vale la pena hacer el intento de continuar el contacto, aprender, compartir y reír en unidad...

También ha habido momentos de tristeza por la partida de gente a la que apreciamos, amamos y respetamos, algunos forman parte de nosotros mismos, otros son personas que marcaron un antes y un después en nuestras vidas, a todos y cada uno de ellos, nuestra gratitud, amor y recuerdo eterno, Dios los tenga en su Gloria.

Un capítulo importante es el apartado de los sueños o metas, a veces, al principio de año nos trazamos una serie de metas por cumplir en el año que ha de venir, y cuando se acerca la fecha del fin de ese año, notamos que algunas se han cumplido, otras han cambiado para mejor y muy posiblemente algunas se hayan quedado en el tintero, sin ni siquiera hacer acto de aparición... Cuando eso sucede puede que piensen que fracasaron, yo aunque me hubiera gustado lograr algunos de esos objetivos, sé que su ejecución no estaba en mis manos, que dependían de otros factores que yo no controlaba, pero sé que en el momento en que sucedan será el tiempo perfecto y maravilloso, el preciso, el que debe ser, ni un minuto antes, ni uno después... En el tiempo perfecto de Dios.

Gracias a mis mentores, a mis amigas y amigos, a mi hija y mis nietos, a la gente con los que trabajo, colaboro o con los que expreso mi fase más humana y cercana, a mis exalumnas, familiares, a todos. Son parte importante de este tren de mi vida, quizás nunca les diga todo lo que aportan a ella, pero sepan que sí, que son valorados y apreciados, amados y recordados por mí. Soy y he sido una mujer afortunada al tenerlos en mi vida. Pero por favor no se apeen del tren todavía, prometo acompañarles y seguir todo el tiempo que pueda...

Dios nos bendiga a todos, en cada casa u hogar, con nuestra familia y amigos.


Mireya Pérez.




jueves, 6 de diciembre de 2018

Manantiales de Armonías: Ella no era una más... Adiós a una compañera, muje...

Manantiales de Armonías: Ella no era una más... Adiós a una compañera, muje...: Dice Alberto Cortés en una de sus canciones más emblemática, que ... Cuando un amigo se va, se lleva con nosotros las risas...

Ella no era una más... Adiós a una compañera, mujer y amiga fuera de serie...








Dice Alberto Cortés en una de sus canciones más emblemática, que ... Cuando un amigo se va, se lleva con nosotros las risas compartidas, nuestros sueños, nuestros recuerdos... 

Así nos sentimos hoy todas, estoy segura, porque se fue una de las nuestras, nuestra Beba, aunque yo siempre la llamé por su nombre real, pero en fin, era el mismo personaje...

Es difícil poner en palabras el cúmulo de sentimientos que se agolpan, como caballos desbocados, en la mente, en la piel, en ese cúmulo de imágenes que nos abordan, con risas, con juegos, con palabras y con algo que para nuestro universo femenino es tan necesario... Las confidencias, hechas a veces a la luz de una conversación de mujeres adultas, sin mediar ni siquiera una copa de vino, puedo decir que entre nosotras se afianzó la amistad a través de las redes, del whasap...

Cómo era... Pues era una mujer genial, inteligente, sabia, vivaz, con una lengua y una escritura mordaz a veces, pero que nos hacía reír, preparada, hablaba idiomas tan difíciles como el ruso, cinco o seis en realidad, con fluidez, con soltura. Dedicada y sumamente profesional, cosa que se granó a pulso en el ejercicio de su profesión como docente universitaria, en una de las carreras, que tradicionalmente ejercieron los hombres, pero que ella realizó con maestría y sapiencia...

Buena hija, amiga y compañera, así era nuestra amiga...

Hoy ya no está entre nosotros, pero siempre formará parte de esos recuerdos que nadie puede borrar, ni siquiera el tiempo, porque al contrario, agiganta la imagen y le da un cariz insospechado.

Te queremos, te vamos a extrañar un montón, te llevas contigo una parte de nuestro universo femenino de chicas del colegio, de los juegos del patio, de nuestras escapadas a la Tívoli, de nuestras canciones y juegos en el jardín del colegio, de nuestras conversaciones en las escaleras del salón... Tantos y tantos recuerdos...

Estoy segura que ahora, cada una de nosotras, tus compañeras y amigos, estaremos pensando en algo especial de ti, que te hacía única y especial, para cada uno, y que posiblemente, si uniéramos todas las historias y recuerdos, podríamos asomarnos apenas a un semblante de lo que eras en realidad.

Te has reunido con los tuyos, y sabemos que ahora estás feliz, los demás te extrañaremos, pero también, en algún momento, cuando llegue nuestro instante, nos volveremos a encontrar y nos dirás lo bien que te lo haz pasado, lo que has disfrutado y tendrás muchas cosas para contarnos, reiremos y nos abrazaremos, y estaremos feliz por ti y por nosotras.

Es sólo un hasta luego Beba, sé que nos volveremos a encontrar y cuando eso suceda, nos acogerás con esa sonrisa y esa sabiduría tan tuya...

TE QUEREMOS Y TE RECORDAREMOS SIEMPRE...


Mireya Pérez.