Este año 2020 ha sido hasta ahora un mundo de sorpresas.... Jamás en nuestros sueños más audaces hubiéramos pensado que la Humanidad entera se vería envuelta en una crisis sanitaria de tal magnitud, cien años atrás, Europa perdió cerca de 50 millones de personas, debido a la ´GRIPE ESPAÑOLA´, allá por 1918, esta epidemia acababa con cualquier ser humano que encontraba a su paso, y sólo las dos guerras mundiales podrían superar su carácter desbastador.
Ahora, en pleno siglo XXI, la globalización, la rapidez o inmediatez de las noticias nos presentan cifras escalofriantes... Los gobiernos de cada país afectado, tomaron medidas extremas, hasta el cierre de sus fronteras aéreas, geográficas y marítimas; el confinamiento en sus casas de los habitantes, el control de las idas y venidas de los ciudadanos confinados a sólo un km de su residencia y en pocos días miles de muertos por el Covid 19 abarrotaban las morgues de los hospitales, llegando a crearse hospitales de campaña, centros de refrigeración de cadáveres; mientras se lograba la incineración de los mismos, y aún peor, la muerte en soledad de los pacientes en UCI, a los que se les impedía ver por última vez a sus familiares.
Al principio, los científicos y epidemiólogos desconocían este mal y sus consecuencia, todavía hoy a tres o cuatro meses de su aparición, se desconocen todos sus efectos, sin embargo, cientos de investigadores alrededor del mundo luchan contra reloj para lograr una vacuna o serie de vacunas que eviten una pandemia similar a la actual.
Para el momento en que escribo este post, ya hay más de 5.000.000 de afectados a nivel mundial y más de 300.000 muertos, pero intuyo que nunca sabremos la verdad real, pues a cada momento cambian el criterio de contage de afectados, y además se sabe hoy en día, que existen personas a las que les dan síntomas muy leves o que son asintomáticos, y por ello, son factores de contagio sin ellos saberlo... Los fallecidos en residencias de mayores con sus escalofriantes cifras de fallecidos, los sanitarios infectados que representan el 30 % de los casos, a esto debemos añadir además, la desinformación, los errores humanos.
Los mercaderes de la muerte se siguen enriqueciendo con el sufrir ajeno, vendiendo kits defectuosos de detección de la enfermedad, mascarillas que no aíslan el virus, falta de uniformes para los sanitarios y las¨comisiones¨por la compra...
No obstante, la pandemia también ha traído cosas buenas:
- Cientos de empresas textiles han cambiado su línea de producción para dedicarse a fabricar mascarillas, equipos de protección para sanitarios y cientos de enseres necesarios.
- Las fuerzas armadas de cada país, se han organizado para dar servicios de emergencia, no sólo en la construcción de Hospitales de campaña, sino también en labores de traslado, desinfección y logísticas.
- Empresas que fabrican parte de automoción, han cambiado su línea de producción de motores y adaptado una parte de su empresa para la construcción de ´RESPIRADORES AUTOMÁTICOS´, tan necesarios en la UCI para las personas internadas.
- Los Docentes y Maestros, que han desplegado todo su conocimiento para dictar clases online a sus alumnos, a fin de que los chicos no pierdan el año, y así, al regreso en septiembre, se encuentren en un nuevo ciclo escolar, sin que esta pandemia los haya afectado en ese sentido.
- Los Hoteles en algunas grandes ciudades, han adaptado algunas de sus plantas para que, en caso de necesidad o falta de espacio de los Hospitales, se pueda atender a las personas menos afectadas en sus instalaciones, y aunque volvamos a la normalidad aparente, su personal está preparado en caso de un rebrote de la enfermedad.
- Los voluntarios, los cuales a lo largo del territorio nacional, han tejido una red de ayuda para sus vecinos, para aquellos que no tienen familia, viven solos o no pueden salir a comprar alimentos ni medicinas...
Y cientos de ejemplos más...
Cada país, dentro de sus peculiaridades, ha creado su sistema de trabajo y actuación, o han copiado los ejemplos de aquellos que han sido más exitosos, adaptándose a su idiosincrasia, tratando así de combatir a este enemigo y ganarle la partida.
Sin embargo, a pesar de toda la información y los comunicados emitidos, algunas personas, ante la des escalada organizada por los gobiernos, se han tomado las cosas sin ningún tipo de responsabilidad, saltándose a la torera, las recomendaciones de cuidarse, no asistir a eventos masivos, mantener la distancia de dos metros, utilizar lo menos posible los transportes públicos, evitar las aglomeraciones, aforo del 30 % en restaurantes, cumplir con los horarios por edad y zona, etc, etc, etc...
Esta semana abren los Centros Comerciales, las playas acotadas por sectores, las terrazas y los bares... Pero yo me pregunto ¿ La gente será capaz de atender las recomendaciones?...
Amanecerá y veremos...
Dios nos bendiga amigos lectores.
Mireya Pérez
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