A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

martes, 9 de junio de 2020

Vivir es tener cada día una nueva oportunidad...



Puede que para muchos de nosotros, aparentemente la vida sea sólo un nuevo amanecer, y un día largo por enfrentar... Para otros, en cambio, es un océano de oportunidades, una serie de acontecimientos que están en pleno desarrollo o que están por suceder y eso emociona hasta las raíces del cabello. Cada persona, de forma individual y única, enfrenta este dilema, en su despertar mañanero, pero la diferencia estriva en el ánimo, la alegría o la ilusión o falta de ellos, con los que se enfrenta a ese nuevo despertar.

Quizás piensen que la vida es fácil, cuando se mira desde la otra acera del camino, pero déjenme decirles que no, que esta mujer que escribe ha vivido, sufrido, llorado y casi muerto de agonía en más oportunidades de las que quisiera recordar, pero siempre siempre ha habido un nuevo amanecer, y con cada uno de ellos, se abría para mí un hálito de esperanza, independientemente de que, en el transcurso de las horas, sucedieran cosas imprevistas, desagradables o al contrario lleno de alegrías... Porque eso simplemente es Vivir...

No sé si es que soy positiva por naturaleza, o porque me fui adaptando al medio en el que me fui desarrollando, o simplemente fui evolucionando emocionalmente y eso me ha permitido quitarle importancia a lo mediato o inmediato y hacer frente a la adversidad con un sentido más positivo, pues sé que cada etapa del camino trae una enseñanza, una prueba, un descubrimiento, un aprendizaje, y me niego a dejar de aprender. Incluso de los tropiezos se aprende, quizás esté ahí la esencia del vivir, ser capaces de reinventarnos a partir de un hecho negativo. Si los científicos e investigadores a lo largo de los siglos no hubieran repetido y repetido innumerables veces un experimento hasta dar con la clave o la solución al Problema planteado, no tendríamos los avances que ha obtenido la Humanidad. Puedo inferir incluso, que a veces, la observación de un hecho natural y simple ha traído como consecuencia, el descubrimiento de algo importante, pero sólo aquellos que están dispuestos a intentarlo una y otra vez, serán capaces de entender aquello que les llama la atención y sacar las conclusiones o enseñanzas que conllevan.

Cometemos errores, incluso garrafales, puede que para algunos esos errores traigan hasta vergüenza, por el qué dirán... Pero incluso esos momentos de bochorno pasan, y se superan. Todos tenemos recuerdos de alguna situación en la que nos hubiera gustado que la tierra se abriera y nos tragara, a quién no le ha pasado?. A mí seguramente varias decenas de veces a lo largo de mi vida, y aunque el bochorno durara algunos días, con el tiempo, como todo, pasó, y ahora es posiblemente una de las tantas anécdotas de esta vida mía llena de momentos graciosos y tontos que he tenido y que al rememorarlos me sacan más de una sonrisa, porque son el reflejo de la inocencia y candidez con la que actué en más de una oportunidad en mi vida.

Me siento culpable de lo que he hecho?, puede que en algunos aspectos de mi vida pasada, sí, pero sigo trabajando en esas emociones, porque en la vida no hay culpables o inocentes, es sólo el Vivir el que conlleva ciertas consecuencias, que a lo mejor, de haber tenido mas conocimientos, o haber encontrado las respuestas a tiempo, no hubiera cometido, o por el contrario, era algo que debía suceder para que evolucionáramos como seres humanos, no tengo respuesta a esto. Pero sí puedo decir que ya no me lacero por ello, ahora veo el pasado, y lo dejo donde está, a lo lejos, sólo tengo un momento, este en el que escribo y me comunico con ustedes, el mañana no ha llegado y todavía me quedan muchas horas por delante en este día en que escribo estas líneas. Sólo eso...

Quiero pensar que hoy en día, soy capaz de emprender nuevas cosas, de realizar nuevos sueños, de escribir, transmitir, compartir, aprender, amar y respetar a cada ser humano que forma parte de mi mundo o que llega a mi círculo más cercano. Transmitir paz y serenidad a mi interlocutor es algo que me llena de inmensa alegría, siento que llego a sus almas y que nos reconocemos como tal. Si mi andadura en este planeta azul sirve para compartir lo aprendido y brindar un momento de alegría y de paz emocional, me siento contenta. Suelo decir que tengo alma de payaso, me encanta sacarle una sonrisa a la gente con las  "loqueras espontáneas" que me invento de forma natural, sin darme cuenta, y que sin embargo, han llegado a sacarle lágrimas de risa a mis interlocutores, ahí me siento tan feliz, que creo que una de mis misiones en la vida se han cumplido... Por eso, en algún momento dejé de escribir, porque me comentaron que les hacía llorar o emocionarse y no quería que mi legado hacia ustedes fueran lágrimas, no, quiero que sonrían al leer, que les conmueva hacia lo positivo, que junto a mí aprendamos lo hermoso y digno que es vivir y aceptar las consecuencias de lo vivido...

Sé porque lo he vivido, que cada amanecer no es fácil, pero saben una cosa?. Hay cientos de miles de personas, que carecen de esa oportunidad, demos gracias porque la Vida nos permite tener de nuevo 24 horas por delante para utilizarlas, o compartirlas, otros no gozan de ello..

Feliz día amigos lectores, que Dios nos bendiga


Mireya Pérez



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