¿Qué nos diferencia a los humanos unos de otros?...
No sólo son nuestros rasgos fisonómicos, altura, edad, color de piel, nivel socio cultural, educación, religión, país de origen... Y un largo etcétera...
Lo que en realidad nos diferencia es nuestra forma de actuar ante la adversidad, pues no todos reaccionamos igual: los hay desde aquellos que se desmayan, que se derrumban moralmente... hasta los que agarran ¨al toro por los cuernos¨y se baten a duelo con la vida. Muchos de nosotros, incluída yo, somos del último grupo. Ahí están los RESILIENTES, los que luchan, los que enfrentan la adversidad y la superan, aunque les lleve más tiempo del que pensaban, pero una vez superada esa etapa, el resultado es una persona más comprometida con la vida, con mayor empatía hacia los seres humanos, con una compenetración inusitada hacia aquellos que los necesitan, y una respuesta siempre a tiempo para aquel que necesita ayuda y apoyo emocional.
Su camino no ha sido un lecho de rosas, al contrario, habrá tenido más espinas y piedras afiladas, barrancos profundos y esquirlas en la piel que les habrán dejado cicatrices emocionales, las mayoría de ellas, pero que con el tiempo, y con el esfuerzo propio, se han ido curando, produciendo un cambio profundo en el alma, tornando a este ser humano, realmente más humano y cercano, fuerte y sensible, generoso y abierto, espontáneo y amable a los demás, pero sobre todo a la imagen del espejo que refleja al ser humano que es, y que ahora acepta, ama y respeta, que le dice cada día que sí puede, que lo va a lograr, que lo logró!!!!.
Cuando estamos ante un ser humano con esas características, lo primero que nos llamará la atención es la Paz y la serenidad que refleja, generalmente será una persona que no le da importancia al protocolo, pero sí a la conexión con el otro o los otros, su mirada es ¨limpia¨, aunque tenga ojos oscuros, mirará siempre a los ojos, porque sabe que esa forma de lenguaje es más efectiva que mil palabras, también irradiará una especie de energía que los hace ¨atractivos¨aunque no lo sean como tal, pero irradian un no sé qué, que hace que la gente se sienta bien en su entorno, en su atmósfera.
No compiten y no sienten ninguna gana de competir con nadie, sólo quieren conectar con la gente, aprender y compartir esa música que llevan por dentro.
Saben que el tiempo en la Tierra no es infinito, por ello, son conscientes de la importancia de sembrar granos de mies entre la gente, aman a la gente, empatizan con ellos, saben del dolor, pues ellos también lo han sufrido, pero lo han superado y quieren que los otros también lo hagan.
No se sienten ni mejores ni peores, sólo que ellos han logrado sobreponerse al dolor, a la angustia, al sufrimiento, y por ello quieren ayudar a otros, tender la mano, abrazar y compartir ese amor que fluye desde dentro...
Cuando abrazas a una persona así, sentirás cómo surge una especie de ¨puente¨entre tu corazón y su corazón, yo lo he sentido, y no tiene para nada que ver con el sentimiento amoroso entre dos personas que son pareja, para nada, es algo como un puente de energía que fluye desde el corazón de uno al del otro, y es maravilloso.
Por supuesto, no quieren para los demás, ni siquiera un minuto de lo que ellos han vivido, aunque son conscientes de que a veces, para evolucionar, hay que pasar por etapas amargas y dolorosas, pero no por ello, dejan de condolerse.
Muchos de nosotros somos en realidad, seres Resilientes, pero no conocíamos el término, algunos lo serán más que otros, pero creo que todos, de alguna forma, hemos superado etapas que creíamos nos iban a superar, y sin embargo, aquí estamos: yo escribiendo y ustedes leyendo, y asintiendo.
Por ello Hoy, demos gracias a Dios, a la sabia Naturaleza, por habernos dado la capacidad de sobrellevar y superar los problemas, de entender que no somos únicos y perfectos, pero sí que somos humanos, con un deber y una tarea importante en la vida, el de ser portadores de un aprendizaje, de una lección de Esperanza, saber que sí se puede, que todos y cada uno de nosotros, tenemos la capacidad y la voluntad de superar hasta aquello que jamás pensamos que seríamos capaces de hacer, y lo hemos hecho.
Gracias Señor por darnos la capacidad de superar los problemas, incluso la salud o el dolor por la pérdida de alguien a quien amamos profundamente, porque todo, absolutamente todo se supera, con Fe, con Esperanza y con entrega total y amor a tí y a los demás.
Que Dios nos bendiga a todos y cada uno de nosotros, y nos brinde la oportunidad de ser Resilientes ante la adversidad, cualesquiera sea su nombre.
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