Cuando llegamos a una etapa de la vida, en la cual ya ¨tenemos todos los mandados hechos¨, puede que pensemos que la vida, como la conocemos llegó a su vida útil, que muy posiblemente, si nos lo permiten, estaremos para ayudar a cuidar los nietos, o de algún familiar que nos necesite. Casi estaríamos pensando que vamos a ¨vegetar¨, con el perdón de los vegetales jajajajaj. Pero no....
Para algunas personas hiperdinámicas, a las cuales admiro, se les ocurre, como debemos hacer la mayoría: Reinventarse.
Aunque lo crean o no, las personas que estamos en los 60 o 70, tenemos hoy en día, muchos alicientes para hacer de nuestra vida algo diferente:
- Para aquellos que tienen la suerte de tener pareja y estar sanos y enteros, se les abre un mundo de cosas por hacer, entre ellas, realizar los viajes o visitas postergadas en el tiempo, debido al sin número de obligaciones familiares y profesionales, que les impidieron en su momento, hacer o cumplir aquellos sueños o viajes que alguna vez les hubiera gustado hacer. Ahora, para ellos es su momento. Muchos van tras esos sueños y los aplaudo de todo corazón.
- Otros deciden ampliar sus conocimientos y se apuntan a cursos de muy diferentes índole, dependiendo de las aficiones o intereses de cada quien.
- Algunos se verán en la necesidad de evaluar su posición actual, revisar sus finanzas, determinar qué hacer o no con su equipaje y re definir el rumbo de sus vidas, por muy diversos motivos, muchos de los cuales empiezan o terminan en un estado, al que pocos quieren llegar: la soledad física y/o emocional.
- Incluso, existen personas, que admiro profundamente, las cuales consideran que están y de hecho es así, en el mejor momento de sus vidas, por el simple hecho de estar vivas, de tener experiencias y conocimientos y poder lanzar al infinito y más allá, su profesión, su creatividad y sus ganas de vivir.
Cuando llegas a esta edad, tienes el ¨pescado todo vendido¨, como dicen por estos lares, y muy posiblemente te encuentres con que los sueños que habías elaborado, no tienen posibilidad de llevarse a cabo, por miles de razones, las principales de las cuales, no están en tu campo de acción.
Aquí debemos recordar, que gracias a nuestro ¨libre albedrío¨ tenemos la responsabilidad de ser útiles, en primer momento para nosotros mismos, y en segundo y tercer lugar, para los demás. No por ser egoístas, no, sino porque la vida, así nos lo plantea. Quizás al principio pensemos que la vida nos está maltratando, pero en realidad, a pesar de nuestras creencias, ella nos esté mostrando que siempre, siempre, podemos volver a empezar, que tenemos la capacidad para reinventarnos, y que de todas las destrezas y conocimientos acumulados, aún aquellos que nos podían parecer banales, hemos aprendido y podemos compartir un mundo, parte de nuestro universo personal. Por tanto, hay mucha vida por delante. Para todos!!!.
Cuando te encuentras ante una encrucijada, quizás el primer instante sea de ¨miedo¨, siempre tenemos terror a lo desconocido, a lo que no hemos visto o analizado con antelación. Sin embargo, si miramos a nuestro pasado, veremos que esa situación, con diferentes escenarios y/o personajes, la hemos vivido antes. Pero quizás, al estar en el día a día, no nos habíamos percatado de su existencia o no haber pensado, si quiera, en que el miedo podía aparecer.
No lo hicimos, porque todos, sin excepción teníamos algo que se llama juventud, y el mismo ímpetu de esos años, nos hacían mantenernos en marcha y salir airosos, de miles de circunstancias, que en otros contextos, nos podrían hacer sentir abrumados o sobrecogidos. Y no lo hicimos, salimos vencedores de esos percances y nos fortalecieron no sólo como personas, sino como grupo familiar e incluso a mayor escala, se podría decir incluso, que a nivel universal. Pues no somos entes aislados, todo lo que aprendemos y aportamos, forma parte del engranaje al que pertenecemos, por el sólo hecho de vivir en este planeta azul que llamamos Tierra.
Si por diferentes razones, que no vienen a cuento, se sienten temerosos, angustiados e incluso aterrados, ante los cambios, que se están sucediendo en sus vidas. No teman. No es un error, no es un ¨castigo¨. La vida simplemente nos está poniendo ante una nueva oportunidad. Quizás no es la que se habían imaginado, lo sé, nos ha pasado a cientos de miles, pero si estamos aquí, si tenemos la posibilidad de hacer algo nuevo, aunque al principio estemos un poco desorientados, no se aflijan y si lo hacen, pues dense permiso para llorar, para gritar, para hacer una pataleta, pero en la soledad de su habitación, y después de haberse auto compadecido todo lo que hallan querido, ahora sí, levanten la mirada, mírense al espejo y díganse.
- Vale, aquí estamos._ Estoy aquí y puedo hacerlo_
Las personas que conocemos, con muy buena intención, nos dirán o nos harán sentir en más de una ocasión, los diversos calificativos que se les puede aplicar a una persona que ¨supuestamente¨no tiene nada más que aportar:
- No se da cuenta que no puede...
- Los tiempos han cambiado y la dinámica familiar es distinta...
- A tu edad no hay mucho que puedas hacer...
- Y cientos de miles de frases, incluso demoledoras, que nos harán sentir casi como si fuéramos un mueble viejo y lleno de carcoma....
Pero lo que no saben es que, incluso los muebles viejos, que van a parar a un anticuario, son ¨revividos¨bajo la paciencia y atención de un ¨restaurador¨. Y si un mueble de cien años o más, tiene miles de oportunidades, nosotros tenemos muchas más.
Quizás necesitemos el apoyo de un ¨restaurador emocional¨, aquí los amigos y amigas de toda la vida, e incluso la gente nueva que ha llegado a nuestro círculo de influencia, puede darnos ese aire nuevo que necesitamos. Quizás haga falta hacer uso de una ¨lija¨para arreglar los rasguños, y hasta aceite de teca, betún de Judea o un buen vino, jajajajaj. Pero si tenemos la oportunidad y permitimos que la gente que nos ve de una forma diferente a nosotros, nos pueda dar ese ¨aliento nuevo¨. Sé que lo haremos, que podremos arreglar nuestro orgullo mal herido, nuestro amor propio pisoteado e incluso, darle una patada a la pelota desinflada y ¨respirar¨ese aire limpio que nos llega, levantar la mirada, y con los trozos o hilachas de orgullo que nos han dejado, volver a sonreír y confiar en que tanta gente no puede estar herrada, no, y ustedes en la parte más interna de su alma, también así lo sienten y saben, que sí pueden, que hay mucho todavía en esa alma que habita su cuerpo y que vale mucho, aunque otros no lo vean así.
Por eso hoy respiremos con confianza, serenemos nuestra alma o espíritu, confiemos en Dios, en la naturaleza, que es muy sabia. Quizás la vida nos esté diciendo que debemos hacer cambios y tengamos miedo a hacerlos, no todo es malo, ni blanco o negro, hay cientos de matices, y a veces, el cristal empañado de nuestros ojos, no nos permite ver el hermoso paisaje que nos rodea.
Son palabras, lo sé, pero yo misma me las aplico, porque yo también tengo ante mí un nuevo recorrido, y a veces, aunque sólo sea por unos días, o minutos, el miedo aparece y trata de paralizarme. Pero los ángeles siempre vienen en mi auxilio y reconfortan mi alma, me ayudan a recoger los cristales rotos y a hacer una escultura diferente, la mía, con sus luces y sus sombras, pero que son una parte de mí, del ser humano que soy, del que seré, pues todavía estoy en construcción, jajajaj a pesar de mis casi 62, ¡ Que tal!!!!! jajajajaj.
Dios los bendiga y mil gracias por seguir acompañándome en este viaje a través de mis escritos y mis conversaciones.
Mireya Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario