No puedo y quizás jamás lo haré, olvidar a uno de mis Luceros, al hijo que perdí, al que está ausente...
Para él y por él escribí este poema:
Alma de mi Alma... Hoy de nuevo lo comparto con ustedes...
Alma de mi Alma
Y si un día te miro a los ojos
y no puedo verte...
Y si un día te escucho nombrarme
y no te oigo...
Y si un día tu piel me acaricia
y yo no te siento...
Y si un día amor de mi vida
no te encuentro...
Caminaré sin descanso por la vereda aquella
miraré por los montes...
le preguntaré al viento
escucharé a los ríos
gritaré a los cielos...
Alma de mi Alma...
Vida de mi Vida...
Cielo de mi Cielo...
Luz de mi Vida...
¿Cómo podré vivir sin verte?
¿ Cómo podré dormir sin acunarte?
¿Cómo podré reír sin tu sonrisa?
¿Cómo podré amar sin yo amarte?
Buscaré sin descanso en cada recodo del camino
buscaré sin descanso hasta debajo de las piedras
Me hundiré en la aguas más profundas
horadaré los campos y buscaré en la cenizas de la hoguera aquella...
No habrá piedra sin mover
ni camino sin transitar
ni río sin cruzar´
ni mar donde buscar...
Porque el amor de una madre no tiene tiempo ni lugar
porque el amor de una madre es eterno,
hasta el final de sus días.
Mi alma solitaria te buscará,
mis lágrimas secas de tanto llorar
derramarán sales de amor maternal.
Mi alma, sin descanso, te buscará
hasta el fin de sus días, en esta tierra sin final.
Alma de mi Alma
Vida de mi Vida
Luz de mi mañana
Sombra de mis días
Estrella de mis noches
Luna de mi Vida
Sol de mis penumbras...
Contigo y por ti
viviré mis días
hasta que el Señor nos encuentre
y entonces, solo entonces
me abrasaré a ti y descansaré para siempre
a la luz de tus abrazos
a la luz de tu mirada
de miel de canela
a la luz de tu mirada sonriente
de amor de hijo encontrado...
Dedicado a mi hijo, donde quiera que estés...
Mireya Pérez
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