A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

sábado, 27 de agosto de 2016

¿ Qué puedo aportar a mi entorno?... Mucho!!!


Posiblemente la mayoría de los que leen este enunciado piensen que se me ¨volaron los tapones¨, literalmente, jajajaj, pero no amigos, no se han volado, ni se van a volar, mientras yo pueda ejercer control sobre lo que pienso, escribo y pronuncio, bien sea a viva voz, o bajito, para no despertar al ¨coco ¨, jajaja.

Cuando hablamos de ¨aportes¨las personas sin dudarlo, sólo ven el signo de los dólares $ en su cabeza, pero no me refiero para nada a eso. Al contrario, me baso en algo muy personal, a lo que yo como ser humano y pensante, puedo aportar de mí misma a mi entorno más cercano, y ¿por qué no? al que está en la distancia. Porque déjenme decirles que cada acción nuestra tiene su respuesta y efecto en el universo, aunque nunca nos hagamos conscientes de ello.

Entonces ¿Cómo puedo yo aportar a mi entorno?. Pues creo que de una forma sencilla y lógica: haciendo bien las cosas, aportando ideas para sumar en favor de todos, restándole importancia a lo que no la tiene, y actuando en forma razonada para llevar a buen puerto aquello que hacemos, que son nuestros sueños, o que forman parte de los sueños de un colectivo aún más grande: mi comunidad, mi sitio de trabajo, mis compañeros de clase, de estudios o simplemente mi vecindario. A esto debo sumar que no debemos prestarnos, para nada, al ¨radio pasillo S.A.¨, los lleva y trae de la gente que le gusta ¨coser y descoser¨no ayudan para nada. Con el tiempo he descubierto que parte de este conglomerado variopinto en realidad lo que tiene es miedo, miedo al cambio, porque las cosas nuevas le son desconocidas, y creen absurdamente, que manteniendo el status quo, todo seguirá igual y nada cambiará. Pero la vida es dinámica y todo absolutamente todo cambia, lo queramos o no.

A la gente que no conoce nuestro talante, le pueda resultar extraño nuestro vocabulario, tan típico del gentilicio venezolano, jajaja, como es el ¨no hay problema...¨Cuando no nos conocen bien, creen quizás que somos incautos, inmaduros o quien sabe qué cosa más¨. Lo que no saben es que la vida no nos ha tratado entre algodones, y que con la experiencia de vida, de cada uno de nosotros, hemos aprendido que lo único que no tiene remedio y es inalterable, es la propia muerte, lo demás puede ser cambiado y mejorado. Y es ahí donde nosotros podemos y debemos actuar. No cabe en nuestro ser otra ambición que la de aportar ideas y solucionar, si está a nuestro alcance, las cosas que en un momento dado parecen ¨perdidas o dañadas para siempre¨. Todo en la vida tiene solución y si después de intentarlo no resulta, entonces aceptamos lo que sucede, pero habremos luchado antes por ayudar y solucionar lo que en un momento dado parecía una nube negra, pero que, al igual que hace el viento al soplar, se dispersa con la actuación tranquila y mesurada del que ve una solución y una oportunidad en cada vicisitud.

Así que, amigos míos, ¿no les parece que al actuar con tranquilidad, sin trastornarse ante las contrariedades, podemos tener control positivo y así ayudar a nuestro entorno?. Ayudar a  quien nos necesita y de paso dar ejemplo silencioso, a todos los que nos rodean.  Pues no hace falta hacer alarde de nuestras acciones, ellas hablan por sí solas. Y si alguna vez alguien nos dice lo que sintieron ante nuestra acción, creo que serán muy pocos los casos, en los cuales, lejos de arreglar, habremos fallado, pero serán muchos más los casos en los que habremos aportado nuestro grano de arena a la solución general de la inquietud colectiva.

Miren a su alrededor, la vida es maravillosa, cada día nos muestra la magia y esplendor de una naturaleza sabia que se reinventa cada día, y que supera cada día sus propias vicisitudes, sin aspavientos, sin alharacas, sin desbordes de ego que destruyen lo hecho con anterioridad. ¿Es que acaso nosotros no podemos hacer lo mismo?. ¡Claro que sí!!!. Sólo hace falta voluntad y afecto, respeto hacia el prójimo y valor para actuar proporcionalmente al reto que se nos presenta.

La vida amigos es tan hermosa, tan llena de brillo, de luz, de alegría, de música, de risas, y también de llanto y tristeza, pero aún en esos momentos, una palabra dicha desde el corazón, una mirada, una caricia o un abrazo sentido desde el corazón, puede hacer ¨un todo¨para aquel que lo recibe. 

No habrán gastado nada de su bolsillo, pero habrán entregado mucho de la fuente inagotable del amor y la solidaridad humana que nos caracteriza, y eso es muy gratificante.

Que Dios los bendiga cada día de vuestras vidas.

Mireya Pérez

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