Una lista de sueños... los tuyos..

Todos los seres humanos tienen, sin decirlo a voz en cuello, sueños posibles o imposibles, pero todos, sin importar su nivel socio cultural o socio económico, tiene sus propios sueños y cómo debería ser su mundo y su vida en unos cinco o seis años.

Para los que se han formado en el viejo sistema LIMRA de selección, reclutamiento y entrenamiento de productores de seguros o vendedores exitoso de pólizas de vida, la pregunta ¿ Dónde cree que estará usted dentro de cinco o diez años?, no les es desconocida. Formaba parte del sistema de entrevistas Cara a Cara, con el cual los futuros Supervisores o Coordinadores de Producción, nos basábamos para hacer las diferentes entrevistas a un candidato potencial.

Han pasado más de treinta años, desde el día en que me encontré por primera vez con este sistema de entrenamiento, seguimiento y supervisión de equipos de producción, y déjenme que les diga que, a pesar de lo que han avanzado las técnicas de ventas, el Internet, etc., todavía estas viejas enseñanzas siguen actuales y vigentes, porque se basan en algo muy importante: en Seres Humanos, con realidades y vivencias humanas.

Basada en esto, hoy me atrevo a llevarles a realizar un pequeño ejercicio de programación mental y de vida, mental porque todo lo que pensamos, ideamos y forjamos en nuestra mente, puede hacerse realidad si nos lo proponemos, y de vida, porque sin querer o queriendo, podemos hacer que nuestra vida cambie, siempre hacia el positivo, para crecer hacia aquello que hemos soñado y deseado desde el corazón. Así que vamos, comencemos a soñar en lápiz y papel.

Tomen un cuaderno, unos folios de papel, una agenda, lo que quieran, pero agarren y hagan primero un análisis de las cosas o sueños que tienen o quieren conseguir:

Por ejemplo:

• Cambiar el coche o mandarlo a arreglar...
• Pintar la casa o decorar alguna habitación
• Pagar la Universidad de la chica o del chico que pronto se graduará de bachiller.
• Hacer un viaje: corto o unas vacaciones fuera a ¨X¨parte...
• Tapar ¨algunos huecos económicos¨que les deja sin margen de maniobra mensualmente...
• Etc.

Como verán estos sueños o deseos necesitan de algo que se llama: Tiempo

Porque se necesita una programación, en un tiempo determinado, tomemos el caso de los ¨Huecos económicos¨. que podrían ser la deuda de la tarjeta de crédito. El banco les cobra todos los meses una cantidad fija o diferente, dependiendo del tipo de crédito, pero es una cantidad que los tiene amarrados por seis, ocho, doce o hasta 24 meses. En esos casos hay que revisar las cuentas y mirar si pagando un poco más cada mes, el tiempo se acorta y los intereses que les cobran también. En algunos sistemas financieros, eso no cambia, y a veces, lejos de ser una solución, puede ser un problema. Si ese es el caso, pues mire la forma de poner en una cuenta aparte, esa cantidad que quería poner de más, y pensar que es un ahorro para el mediano plazo. Si por ejemplo, fueran 50 $ al mes, al cabo de un año, habrá ahorrado una cantidad que le permitirá hacer algo o mejorar su vida, a través del cumplimiento de uno de sus sueños. Pero debe ser constante, es una de las claves.

Si trabaja en una empresa donde, al llegar las vacaciones de julio o de Navidad, les dan una paga extra, procure invertirla en algo realmente productivo, no tire a la basura todo el esfuerzo de un año de su vida, piense y utilice ese ingreso extra en algo que le dé felicidad, no por un momento, sino por mucho tiempo. Podría ir al fondo de ahorros para la Universidad de su hija o hijo.

Existen planes que no cuestan mucho dinero, pero si de fuerza de voluntad, y para ello, el ejemplo de la decoración de la casa, nos sirve. Pongamos que queremos pintar la sala, queremos cambiar el tono de las paredes y quizás hasta las cortinas. Vaya el fin de semana con un amigo, su pareja o sólo y mire en la tienda de bricolage los distintos tonos de pintura que tienen o que le pueden hacer o mezclar, atrévase a soñar y saque una foto al tono que vió en el aparador y vaya a casa y ponga la imagen al lado de la zona que quiere decorar, sueñe con esa habitación pintada de nuevo e imagínese con la sensación que siente al soñar con ese pequeño gran momento...

Ahora sólo tiene que programarse y pensar en lo que tiene que invertir para lograr su sueño, al hacerlo, seguramente le llegará a la mente la idea o la forma en que puede lograr ese sueño, en poco tiempo. Sólo tienen que tomar la decisión y llevarla a cabo.

Así podríamos hacer una gran lista de cosas, sólo hay que catalogarlas según el tiempo posible de alcanzarlos. Los sueños más costosos, como cambiar el coche o incluso, comprar un apartamento, piso o casa, les llevará más tiempo, pero en la medida en que vayan haciendo los planes y pongan en ejecución las ideas para lograrlo, se les hará más corto el tiempo y quizás en alguna etapa del camino, aparezca algo que les permita dar el pequeño gran salto tras sus sueños.

Para mi, fue editar mi segundo libro, que ameritaba una inversión en la diagramación y era costosa, pero me programé, hice cuentas, lo intenté, no resultó, hablé con la editorial para no perder el enganche y cuando mis condiciones mejoraron, lo hice realidad, al final mi libro Princesa y su mundo salió al mercado en el mes de abril. Sé que todavía me queda mucho por hacer, pero he hecho un esquema de trabajo, y en un tiempo X podré darle la vuelta que quiero y podrá llegar a mucha más gente. Es uno de mis sueños.

No crean que soñar es sólo para los que tienen dinero, o mejores condiciones, no, cada quien sueña a su nivel, y según su nivel se programa para seguir y perseguir su sueño. Todo depende de la persona, de su fuerza de voluntad, de cuánto quiere alcanzar ese sueño... Con el tiempo, las respuestas o soluciones irán apareciendo en el camino, los sorprenderá, pero estarán tan agradecidos que seguirán con la meta de alcanzar lo que se han propuesto. 

El Cielo no tiene límites y tampoco existen techos que les impidan alcanzar lo que se proponen, sólo hay que perseverar, confiar en ustedes mismos y soñar.

¡ Nunca dejen de soñar!!!.

Que Dios nos bendiga a todos.

Mireya Pérez