A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

sábado, 5 de noviembre de 2016

Las Piedras del Camino....










Para aquellos que han tenido una vida ¨plana¨, sin altibajos, muy feliz, etc., cuando aparecen obstáculos o situaciones que les parecen injustas y que llegan incluso a quebrarlos emocionalmente, se les hace difícil soportarlo, y puede que, inclusive, que lleguen a sufrir de un ICTUS, de un ataque al corazón o de depresión. No pueden soportarlo y se pierden en su dolor, que es humano y comprensible...

Quizás un tercero que los observe piense que no entiende por qué se toman las cosas tan a pecho, si ellos las han pasado ¨canutas¨y aún siguen de pie. 

No se trata amigos, de una acción de ¨Justicia Divina¨, muy posiblemente la persona que sufre el revés sea una persona increíble, buena, justa, decente... La vida, aunque nos parezca mentira, no anda repartiendo ¨castigos ni recompensas¨. Para la vida o para nuestro Creador, todo es una parte del ¨aprendizaje que hemos venido a experimentar¨. 

Quizás, el tiempo en que la persona ha vivido su etapa de vida plana y maravillosa, le haya dado fortalezas y experiencias que le servirán para la nueva etapa de sus vidas. A veces incluso, cuando aparece el aparente desastre, trae consigo un aprendizaje que la persona necesitaba experimentar para crecer, para ser más humana y cercana, pero nunca es un castigo, aunque algunos lleguen a pensarlo, al contrario, encierra una de las más valiosas lecciones de aprendizaje que pueda recibir, para enfrentar esa nueva etapa.

Como seres humanos, con una vida finita, por lo que significa, ya que todos, en algún momento, emprenderemos el camino sin retorno que han experimentado millones de millones de seres humanos antes que nosotros, somos incapaces de entender ¨la prueba¨ a la que somos sometidos. Pero creo que es nuestra vanidad la que siente como prueba algo que es natural e incluso cíclico. Se dice que la Historia siempre se repite, lo único que varía son los personajes.

La diferencia la marcan las personas en su forma de enfrentar la adversidad, bien luchando contra ella, haciendo frente a lo inesperado, o por el contrario, quejándose con cuanto ser humano se encuentre, como dando a entender que es el ser humano más sufrido de la historia de la humanidad...

Pero ojo, eso lo hemos hecho todos, sin excepción, en algún momento de nuestras vidas, inclusive cuando siendo pequeños, recibimos la primera boleta con notas no tan buenas, y entonces ¿a quién le achacamos la culpa? a la maestra que me tiene tirria, jajajaj. 

Hoy, que hemos llegado hasta aquí, con nuestros ratos dulces, semidulces y hasta amargos, somos capaces de ver que, de no haber sucedido en nuestras vidas tal o cual cosa, no tendríamos los ¨conocimientos y valores ¨que tenemos hoy. Eso es aprendizaje tanto intelectual como emocional. Hay un refrán que dice:

- Más sabe el diablo por viejo que por diablo¨... 

El significado es claro:  Los años nos dan experiencias, conocimientos, herramientas y valores, que de no haber transitado tal o cual camino, sería imposible haberlos adquirido con antelación. Pues no están presentes en algún libro.

La forma como enfrentamos las situaciones y la manera en que las resolvemos, tienen un sello propio, el de cada uno de nosotros. Pues nadie reacciona igual ante el mismo estímulo o situación. De ahí la riqueza de experiencias vividas, e incluso atesoradas, cuando han sido buenas, pudiendo llegar a ser extrañadas. 

¿ Qué hacer entonces con esas piedras del camino?...

Dependerá de muchos factores, el primero de todos, nuestro carácter... Ante una adversidad algunos deciden hacerle frente y resolver lo que está en sus manos, otros se quejan amargamente y un grupo de terceros ven en ello una oportunidad para crecer, para hacer cosas que ni sospechaban o para emprender nuevos proyectos o dar un giro a sus vidas... Diría que hay cientos de miles de respuestas, dependiendo del tipo de ser humano que seamos.

¿ Cuál es la respuesta correcta?. No la hay, porque todos tenemos la responsabilidad de ejercer nuestro ¨libre albedrío¨y por ello es tan importante el tipo de respuesta que demos.

Yo, en lo personal, estoy enfrentándome a mis piedras del camino, algunas puedo removerlas y ponerlas a un lado, para que marquen mejor el camino; las que están fuera de mis posibilidades, las he revisado de palmo a palmo, tratando de entender su estructura y si hay algún espacio por el que pueda atravesarlas, cuando no puedo, lo dejo en manos de Dios, y procuro dejarla atrás, hasta que de alguna manera se pueda disolver ella sola. 

Si por casualidad alguien la empujara y rodara hacia mí de nuevo, tendría que ver si la puedo hacer a un lado, utilizando a lo mejor una vara de madera y otra piedra para apuntalarla y hacer presión, lo suficiente para ponerla a un lado y avanzar. Pero sea como sea, yo no voy a dejar de intentarlo, puede que en algún momento me encuentre con un ¨buen samaritano¨que me ayude a resolver el enigma de esa piedra, y ambos, en equipo, podamos por fin superar ese enigma y seguir nuestro camino. Pero tengan por seguro que voy a hacer todo lo que esté en mis manos para seguir, con más experiencia, positiva y simplemente humana y cercana; pero seré aún más sabia, porque habré aprendido algo nuevo, algo que me dejará nuevas enseñanzas y eso amigos y amigas es lo realmente importante para mí.


Dios bendiga nuestro camino, sea cual sea el mismo, y que aparezcan cientos de ángeles que nos acompañen y ayuden en los momentos de bajón emocional,mental o espiritual. 

Mireya Pérez



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