La inspiración para crear y escribir, siempre está ahí, presente, pero a veces, la vida, con las noticias y los acontecimientos, te dan una sacudida y pareciera que la misma fuerza que mueve las entrañas de la tierra, también te sacudiera y tus energías se dispersaran, como buscando un sitio donde reposar, donde volver a aquietarse y encontrar ese remanso de paz, que siempre es su hábitat natural.
Gracias a Dios, ya tranquila, con las energías reposadas y animadas, podemos volver a escribir y compartir estos humildes versos, nacidos desde el alma, como si los escribiera otra dama que no soy yo, jajaj o que soy en verdad...
Hoy he probado mis alas...
Hoy he probado mis alas
he sentido el viento,
en cada una de las células que las forman
y el aire, ese viejo amigo, me ha dicho que sí...
Me ha dicho que ha llegado el momento,
ahora oteo el horizonte
y de nuevo muevo mis alas,
miro alrededor y de repente,
mi alma me ha dicho:
¡ Ve!, ¡Vuela Cantarina!...
Y me lancé.
Con las alas extendidas al viento,
sentí cómo la brisa bañaba mis mejillas,
un sutil aroma a montes y a pinos,
a matorrales y a musgo,
se filtraban por mis fosas nasales
y sentí que vivía de nuevo...
El Sol, ese sol tan esquivo...
se ha vuelto resplandeciente
y su luz ciega mis ojos por segundos,
su color me abruma...
pero la brisa me dice:
¡ No importa, sigue!!!!.
Vuela más alto!!!
Vuela!!!
Eleva tu alma hacia el Cielo
más allá de este espacio,
Vuela con alegría,
sin descanso,
Vuela con optimismo,
grita tus emociones,
y no dejes de volar...
Tus sueños están a la vuelta
de esa cumbre azulada...
de esos campanarios,
que lanzan al viento,
el redoble alegre de sus campanas...
¡Vuela alma Cantarina!
Comparte tu alegría,
al compás de tu vuelo,
más allá de los montes,
más allá de este pueblo,
más allá..., más allá...
Dios nos bendiga a todos en este día.
Mireya Pérez
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