A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

martes, 11 de febrero de 2014

Ese gran Motivador que llevamos dentro.




Motivación significa ¨ poner en movimiento¨. Pero el que decide qué poner en movimiento somos nosotros mismos y no dejar que los otros sean los que decidan por nosotros, aunque esto haya pasado por más tiempo del que queríamos. pero nadie nos enseñó a motivarnos, y hemos relegado esta tarea a influencias externas y no internas, que son las más verdaderas, porque surgen de nuestro fuero interno.

Imagínense  capaces de confiar en ustedes mismos y poder darle siempre energía a nuestro espíritu en forma inmediata e inconsciente, enfocar la atención, manteniéndose a tono, en alto, en contacto permanente, sin que nadie medie o nos empuje para activar nuestros motores.

Todos tenemos un instructor interno que está esperando ser activado por nosotros. Ese instructor interno es nuestro mejor amigo, nuestro más cercano aliado, quien más cree en nosotros. Nos va a mostrar lo mejor de nosotros mismos y nos va a ayudar a lograr lo que nos propongamos. Nos va a dirigir, a mostrarnos el mejor camino, va a reforzar nuestra voluntad y a brindarnos una gran confianza en nosotros mismos. Tiene una cualidad importante, es leal hasta el final. Nunca se marcha a casa, es lo máximo en Motivación, no se cansa, no falla, no puede. Se trata de ti, de nosotros mismos.

Sí, hay una energía muy poderosa que puede crear movimiento o inmovilidad en nuestras vidas. Es una energía que sale de nosotros en forma de amor, temor, alegría, confianza, odio, pasión o desespero. Y se manifiesta en forma de éxtasis, interés, orgullo, celos, deseos, pena, compasión, o júbilo. Se trata de nuestras emociones, son nuestros motivadores o desmotivadores. Ellas nos ponen en movimiento, o nos dejan parados de miedo en nuestro carril. Ellas nos llenan de fuego que le dan acción a nuestras vidas o nos hielan el alma de miedo.

Hay dos clases de motivación: la externa, que todos conocemos y la motivación interna.

La Motivación interna es la que sale de nosotros mismos, es la fuerza que debemos conocer y controlar, ya que así controlaremos a nuestro propio motivador. Para ello debemos motivarnos de la mejor manera posible a fin de estar siempre en positivo para lograr fuerza, apoyo, atención constante, consistencia, seguridad y la efectiva motivación que necesitamos, la clase de motivación que nunca obtendremos de nadie, sino de nosotros mismos. La única motivación que sabemos que siempre va a funcionar  es nuestra motivación interna. Esta motivación no requiere de nadie, ni de ninguna asistencia o apoyo de alguien o de algo que nos tenga que motivar.

Todo el mundo necesita motivación. Nadie se mueve si no está motivado, bien sea un vendedor, un atleta, un encargado o un empleado, un artista o un maestro, etc., depende lo mucho o poco que estemos motivados el alcanzar las metas que nos hayamos propuesto.

La motivación afecta nuestra posición, nuestros beneficios, nuestra determinación y por supuesto, nuestros resultados. Igual que la actitud, todo lo que hagamos está afectado por la motivación. Incluso, si no estamos en la competición, toda nuestra vida está afectada por la motivación, de una manera o de otra, desde que nos levantamos en la mañana hasta que nos acostamos en la noche. De hecho, se puede decir, que sólo mientras dormimos no necesitamos de la motivación.

Las personas que alcanzan sus sueños, que logran cualquier cosa que se propongan, son aquellas que confían en sí mismos, ya que se motivan por sí solas. Estas personas caminan sobre sus pies, se dirigen hacia los lugares y metas que se proponen y se encargan de realizar sus propios logros.

Para esto debemos confiar en nosotros mismos, y esto se logra aprendiendo a programarnos a nosotros mismos, a través de un diálogo interno: ¨Yo puedo hacer cualquier cosa que me proponga¨. Si esto nos lo decimos todos los días cuando nos vemos por primera vez en la mañana ante el espejo, y nos lo repetimos cada vez que tomamos conciencia de nosotros mismos, al final de varios días, empezaremos a notar sutiles diferencias, nos sentiremos más seguros. 

A partir de ese momento tendremos al mejor amigo que podamos tener en la vida, nosotros mismos, y no nos va a fallar. sólo hay que llamarlo a la acción, así que graba, anota o pon en un letrero este sencillo mensaje y léelo cuantas veces quieras durante el día. Cuantas más veces hagamos este ejercicio, más fácil y natural nos va a resultar. Al tiempo, aunque de vez en cuando nuestro ego nos quiera sabotear, volvamos atrás y repitamos las nuevas palabras y escuchémonos a nosotros mismos. Visualicemos al ser humano que queremos ser.

Debemos hacernos conscientes y evitar que nuestro saboteador interno nos diga: - No puedes hacerlo-
Y le responderemos - ¿ Por qué no?-
Si nos dice - Es imposible-
Nosotros decimos: - Nada es imposible, y yo creo que con Fe todo es posible, y yo tengo Fe.

Podemos aprender a motivarnos, y debemos motivarnos, debemos aprender a ser emprendedores, productivos y triunfadores. Lograr esto toma menos tiempo y menos entrenamiento que cualquier otro tipo de desarrollo emocional. Sólo nos hace falta comenzar.

Dentro de nosotros hay un genio dormido. El busca y necesita la Luz que nunca falla, la motivación que viene de adentro. Si alimentamos esa fuerza que viene de adentro, cada día, en la forma correcta, se va convertir en un poder propio, que va a  conquistar nuestros temores, acabar con nuestros fantasmas y nos va a llevar a nuestras victorias. Es un mágico genio de incalculables poderes, esperando impacientemente por su libertad. Es la parte esencial de cada uno de nosotros. Ha estado impaciente por mucho tiempo para hacer lo que mejor sabe hacer. Adelante, libérenlo, denle libertad, dense gusto, dejen al gigante suelto. Mañana por la mañana despiertenlo.

Otras afirmaciones que pueden utilizar:

- Me hallo en el proceso de creación del Milagro que merezco.

- Estoy dispuesto a abandonar aquello que me ha inhibido hasta hoy.

- Confío en que no voy a estar solo (a)  y que la ayuda aparecerá cuando esté preparado(a).

- Se que poseo la capacidad de lograr cualquier cosa que mi mente pueda concebir.

_ Estoy dispuesto(a) a realizar cualquier cosa que haga falta para convertir mi sueño en realidad.


Notas tomadas del libro: Alas para Volar, descubre tu fuerza interior de Esther Akinin, Editorial Arte, Venezuela, 2000.

Un curso de Milagros,
 http://www.cursodemilagros.com.mx/recursos_de_aprendizaje/Audios/audios_libro_Un_Curso_de_Milagros.html

Que Dios los Bendiga

Mireya Pérez




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