Uno de los autores más leídos por mí,en los últimos 20 o 25 años, es el Dr. Wayne Dyer, qepd, autor de 42 libros maravillosos. Obviamente no los he leído todos, pero cada vez que paso por una librería y hay un anaquel con libros de bolsillo, busco a este autor y, si mi capacidad gastativa me lo permite, compro aquel libro que no tengo, y lo llevo a casa como un preciado tesoro, a veces no lo leo enseguida, sino que quizás, transcurra un tiempo sin que abra sus páginas, pero en el momento en que lo hago, me sumerjo en ellas y mis sentidos se amplían y descubro o re descubro cosas maravillosas.
En este día, quiero compartir con ustedes un trozo de ese maravilloso mundo, que con tanto amor nos entrega el Dr. Dyer en su libro La Fuerza del Espíritu.Grupo Ramdom House Mondadori, 2001. Y dice así...
Encuentra la alegría dándola.
Quizá la manera más segura de encontrar la Felicidad y la Alegría para ti sea, dedicar tus energías a hacer feliz a otro. Si haces el esfuerzo de buscar alegría para ti, descubrirás que es escurridiza, en gran medida porque estarás entregado a la búsqueda. Te pasarás la vida haciendo esfuerzos y tu experiencia vital podría expresarse con el dicho ¨sarcástico¨de: La vida es lo que ocurre mientras tú estás haciendo planes. Sin embargo, si intentas hacer feliz a otro, la alegría acudirá a ti.
Llegas a esta vida sin nada y te marcharás sin nada. Lo único que puedes hacer con tu vida es entregarla. Esta es la verdadera esencia de tener un propósito. Es la manera de tener alegría frente a la tristeza. Experimentas alegría cuando intentas dársela a los demás. Esto es lo que San Francisco de Asís entendía que era la meta de la vida.
Toda la segunda parte de la plegaria de San Francisco de Asís es la declaración de la verdad de que, encontramos la Alegría cuando la damos. Y, para darla, debemos poseerla.
...concédeme Señor el no buscar
Ser consolado, sino consolar,
Ser comprendido, sino comprender,
Ser amado, sino yo amar
Y concluye:
Pues al dar recibimos
Perdonando somos perdonados
Muriendo nacemos a la vida eterna.
He descubierto que la mayoría de las veces en que estoy sumido en la tristeza, debido a un problema es por algo que alguien ha dicho o hecho o que no ha hecho. Este es el ¨problema¨. Estoy triste por las acciones o inacciones de otros. Ahora bien, por supuesto, esto es una ilusión, algo que he creado en mi pensamiento. Es mi mente la que está experimentando el ¨problema¨. Entonces ¿Cuál es la solución espiritual?. Siempre es tan sencilla que a menudo me doy una palmada en la cabeza por no haberme dado cuenta antes.
La solución espiritual consiste en intentar dar un poco de alegría a otro, y mi tristeza desaparece al instante. Y luego reaparece en mis pensamientos cuando mentalmente me torturo por la conducta de otra persona, y vuelvo a proporcionar alegría a otro y el ciclo se repite hasta que, por fin, encuentro la respuesta: envía un poco de alegría a las personas que crees que son el origen de tu tristeza. Pero esto parece difícil . Al fin y al cabo, me repite mi Ego, ellos están equivocados y yo tengo razón, y mi Ego preferiría estar feliz.
Pero domestico mi ego y cambio el pensamiento de que alguien me ha hecho daño, por pensamientos de alegría hacia esa persona. Al instante, y de forma permanente, mi tristeza se disuelve como por arte de magia. Enviando pensamientos amorosos y alegres a los demás, en particular a aquellos que creo son el origen de mi tristeza, pongo fin al problema, que solo existía en mi mente.
A medida que aprendas a encontrar alegría dándola a los demás descubrirás que se produce otro cambio. Al principio trabajabas sólo con tus pensamientos, que es donde experimentas la tristeza. A medida que transformas esos pensamientos de tristeza en alegría, tus emociones también cambiarán. Experimentarás un cambio en tu sensación de bienestar físico y empezarás a sentirte mejor. Te sentirás más ligero, más cómodo y más sano. Tus sentimientos de desesperación, ira, y depresión empezarán a disolverse y tu conducta cambiará para seguir la senda de la alegría. Tenderás la mano a los que se han ¨portado mal contigo¨, les perdonarás y ayudarás a los que antes considerabas tus enemigos.
Al ir de los pensamientos a los sentimientos y a las conductas, tu vida entera se aleja de los problemas cuando tienes el propósito de dar alegría a los demás.
Puede que, llegados a este punto, te preguntes si estoy sugiriendo que nunca te sientas triste, lo cual sería una forma de negación. Claro que experimentarás tristeza, y no te aconsejo que finjas ser feliz y estar alegre cuando no sea así. Entonces ¿Cómo resolver esta paradoja?
En un Curso de Milagros hay la siguiente estrofa...
Nada real puede ser amenazado
Nada irreal existe.
Aquí reside la Paz de Dios.
Sí, te sentirás triste, en diversos momentos de tu vida. No, no debes negar esos sentimientos y fingir que estás alegre. Sí, es saludable expresar estos sentimientos, honrarlos y no sentirte culpable cuando los experimentes. Pero vuelve a la idea que he estado repitiendo desde el principio de este libro. Si no es de Dios no es real, y todo es de Dios y todo lo que es de Dios es bueno. Todos estamos en que la tristeza, la desesperación, la enfermedad y el odio no son buenos. No puede existir si no es real; sin embargo tú, sientes la existencia de la tristeza. Pero ésta es sólo un pensamiento creado por una mente que se siente separada de Dios; por lo tanto es una ilusión.
...La tristeza no puede sobrevivir al mismo tiempo que la energía de la alegría.¿Por qué? Porque es irreal y, por tanto, no puede existir más que en la mente. El amor de Dios es real. La alegría es el amor de Dios. Y la alegría jamás puede verse amenazada...
Recuerda siempre que:
La oscuridad desaparece cuando conoces la luz que siempre brilla. La luz del sol y la luz de Dios nunca se apagan, a pesar de lo que tus sentidos y apegos te digan.
La abundancia de Dios es ilimitada. Puedes beber de la inagotable fuente de amor, luz, alegría y armonía a voluntad, y cuando lo hagas, conocerás la paz perfecta.
Cuando entras en el campo de energía de Dios jamás dudarás de que verdaderamente, hay una solución espiritual para cada problema.
Wayne Dyer.
Nota personal: Hoy he vuelto a ver este artículo que escribí hace tres años, sigue siendo actual. Pero yo soy hoy, una mujer que irradio alegría, serenidad y optimismo, la mayor parte del tiempo. Suelo decir que soy un par de castañuelas andantes, me encanta hacer reír a la gente, así no los conozca..., comparto con ellos parte de esa música que llevo dentro, a pesar de que, también tengo mis momentos de tristeza profunda e inevitable, pero nadie tiene la llave ni es culpable de mis sentimientos, por tanto, jamás culpo a los demás, por algo que solo me incumbe a mí y a mis emociones en continua evolución.
Que Dios nos bendiga a todos.
Mireya Pérez
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