Una de las cosas que aprendemos con el tiempo y los años, es la importancia del Amor, del afecto, la ternura y la comprensión en nuestras vidas.
De todos ellos, el Amor es el más importante de todos. Abarca un aspecto importante e insustituible de nuestras vidas, y sin él es difícil vivir y seguir el camino que cada uno debe andar, aún si tenemos la suerte de estar acompañados, durante gran parte del mismo, o si lo hacemos en solitario, pero lo que sí sabemos hoy, es que el Amor, debe estar presente y ser el compañero de ese camino.
¿ Por qué digo que debe ser el compañero del camino?.
Simplemente porque si no nos amamos a nosotros mismos, es imposible que amemos a otros, tampoco podemos reconocer las ¨maravillas ¨que nos rodean, ni el gran milagro que significa la vida misma.
Las personas que no conocen el Amor, no el de pareja, que sería otro tema a diseccionar, sino el Amor a la vida y a todas sus expresiones, suele ser una persona resentida, con todo, amargada y amargante, porque vierte toda su amargura y resentimiento sobre cada ser vivo que osa aparecer en su espacio vital. Les diría que ni siquiera una planta, por más silvestre y fuerte o resistente que sea, perdura en su ambiente. Ya que esas cargas negativas que le alimentan llegan, irremediablemente, hasta cualquier ser vivo, y le aniquila anímicamente, se ¨mueren¨, los mata, sin mover un dedo. Si observan su hogar, éste será frío, casi lóbrego, y pareciera que los rayos de sol, nunca entran en su casa.
Muy posiblemente, las personas de su entorno, sientan que llevan una carga muy pesada, y si hay hijos, éstos, no teniendo un modelo diferente que copiar, serán como ese progenitor, amargados y resentidos. La pareja muy posiblemente haya abandonado el hogar mucho tiempo atrás, evitando así contaminarse o vivir en esa constante amargura y resentimiento. Lo que hace al causante, mucho más amargado, si cabe. Es casi un círculo vicioso y triste.
Sin embargo, no todo está perdido, porque existen formas de recuperar la alegría, y abandonar la tristeza, con la ayuda de profesionales como psicólogos o terapeutas, que pueden, con tiempo y dedicación, ir desenredando los hilos o el tejido de amargura de esa alma que está abatida, y que no sabiendo qué hacer, se volvió amargada y resentida con todos y por supuesto con la vida.
Lo primero que debe hacer esa persona es, reconciliarse con su pasado, perdonar y perdonarse, meditar sobre lo ocurrido y una vez que se han hecho las paces, dejar que el Amor vaya limpiando cada una de las aristas de su ser, de ese ser humano, sensible que ha sufrido, pero al que le ha llegado la hora de sanarse a sí mismo. En la medida que esta persona permita que el Amor vaya inundando cada uno de sus poros, de su piel, de su ser interno, aparecerán cada vez, con más frecuencia, sentimientos de alegría y de felicidad. Algo que, muy posiblemente antes no había conocido.
Cuando la persona cambia, porque así lo ha decidido, todo en su entorno cambia, porque la energía que emana es diferente, y los cambios sutiles que se han ido realizando, convertirán su entorno, trayendo luz y alegría. Ahora no habrá sombras, ni tristeza, al contrario, hasta las plantas volverán a reverdecer y descubrirán con asombro, que incluso, aquellas que nunca habían florecido, ofrecen ahora, el esplendor mágico de su floración y lucen orgullosas sus hermosos colores.
El Dr. Wayne Dyer (qepd), en su libro Construye tu destino, Editorial Pinguin Random House, 1997. Dice lo siguiente:
... ¨Recuerda que el Amor se manifiesta en tus pensamientos y en tus actos de unicidad. Cuanto más unido te sientas a la Fuente Divina, tanto más actuarás con Amor hacia todas las manifestaciones de la vida...
...Cuando salgas a dar un paseo, utiliza tu respiración para absorber la esencia del Amor y sentirla fluir por todo tu cuerpo. Utiliza la respiración como una forma de inhalar Amor de la Fuente Divina, y de exhalar el miedo y el temor al expulsar el aire. Te sentirás relajado, lleno de energía, alegría y libertad. ¨
Así que, amigos lectores, si en algún momento han sentido que la vida les debía algo, dejen a un lado esos pensamientos negativos, que provienen del Ego, que de vez en cuando nos hace una mala jugada, y respiren Amor, absorbiendo la energía maravillosa de todas las cosas que nos rodean, pues han sido creadas con amor, y están ahí para que disfrutemos de su energía amorosa, conectados con la Fuente Divina del Amor, inundando nuestro ser de alegría, energía y felicidad.
Estamos vivos, eso es lo realmente maravilloso, y siempre después de una tormenta aparecerá de nuevo el Sol y nos recuperaremos de todo lo que nos hizo sufrir en algún momento.
Que Dios nos bendiga a todos y cada uno de nosotros y nos permita amar y ser amados.
Mireya Pérez
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