Existen situaciones en nuestra vida que, por muy evolucionados que estemos, tanto moral como espiritualmente, nos mueven el piso, y a veces no sabemos qué hacer. Obviamente, el manipulador emocional, que nos conoce, a veces, mejor incluso que nosotros mismos, obtiene, muy a nuestro pesar, el objetivo que buscaba... Nosotros, en cambio, nos quedamos con el mal sabor en la boca, del que, una vez más, ha caído en las redes de ese personaje, que conocemos, que amamos, incluso, pero que nos engaña y siempre nos manipula...
Esto le pasa a más gente de lo que podamos creer, no somos los únicos, y tampoco podemos decir que tenemos alma de tontos, no, hasta el más brillante ser humano que conozcamos, ha caído no una ni dos ni tres, muchas veces, en las redes del manipulador...
¿Qué hacer entonces, para no sentirnos utilizados...?
En primer lugar, no tomarse muy en serio, uno mismo. De ahí que, al sentir que alguien quiere manipularlo o hacerle sentir culpable, usted mantenga el tipo, y pueda hacer ver al otro su equivocación, sin perder para nada la calma, y mucho menos caer en el error de discutir al respecto, no, eso es imposible.
Nunca se ponga a discutir con otro u otros, eso le resta energías, y si no tiene las ideas claras, logrará que lo lleven a su terreno y no al suyo. Yo suelo decir que ¨para pelear se necesitan dos, y yo no peleo¨...
Haga silencio, y espere a que se calmen ¨las aguas¨. Cuando pase el momento, si ha habido un silencio, respire y si nota que el ambiente está más sereno, hable sobre la cuestión y aclárela, pero sin pelear, eso jamás.
Cuando alguien trate de convencerlo de algo, escuche atentamente a su interlocutor, analice mentalmente los pro y los contra, y si usted decide aceptar la situación, hágalo, pero a sabiendas de que es consciente de esa toma de decisiones.
En la vida encontrará personas que se hacen las víctimas, y se han hecho unas expertas en manipular a la gente, haciendo ver que son indefensas y que la culpa está en el ¨otro¨que no supo entenderle...
Esto se ve mucho, pero entienda que el problema no está en su campo de acción, al contrario, pertenece al tercero, que se comporta, sin importar su edad, como el niño pequeño e indefenso del parvulario.
Este tipo de personas, son expertas en ese tipo de comunicación.
El adulto que usted es, no puede ni debe dejarse manejar por ellos, simplemente retírese, hágase a un lado, no es de cobardes, es que esa situación no es con ustedes. Generalmente este tipo de manipulador miente además, y la gente cree a pie juntillas lo que dice, pues siempre usa escusas verosímiles, como que: intentó comunicarse, pero no le devolvían las llamadas, o en el peor de los casos, se sienten ofendidos, y aquellos que creen en ellos, terminan enfadados con personas a las que apreciaban, y el manipulador, tan pancho!!!.
El adulto que usted es, no puede ni debe dejarse manejar por ellos, simplemente retírese, hágase a un lado, no es de cobardes, es que esa situación no es con ustedes. Generalmente este tipo de manipulador miente además, y la gente cree a pie juntillas lo que dice, pues siempre usa escusas verosímiles, como que: intentó comunicarse, pero no le devolvían las llamadas, o en el peor de los casos, se sienten ofendidos, y aquellos que creen en ellos, terminan enfadados con personas a las que apreciaban, y el manipulador, tan pancho!!!.
En este tipo de interacción, debemos ser asertivos, y si no hay forma de lograr una conversación fluida y adulta, simplemente retírese y se quedará en paz consigo mismo y con su mente. Pues no hay peor cosa, que los autorreproches que nos hacemos, cuando no contestamos como creíamos debíamos hacer.
Otro ejemplo de manipulación es aquella donde la persona se arriesga y toma una decisión drástica, como por ejemplo, cambiar de ejercicio profesional, y la familia tiene miedo de que en esta nueva área no les vaya tan bien. Cosa lógica, por demás. Pero sucede que el miedo también es una forma de manipulación, que a veces ni siquiera proviene de afuera, a veces el miedo está en la misma persona, que en un momento dado se queda como estancada, presa de pánico y con miedo a dejar su zona de confort. Obviamente, esta manipulación es distinta, y como tal debe ser tratada. Si es una situación que afecta a la familia, quizás ante la duda, la persona pueda conversar al respecto con su pareja, o con alguien que tenga una visión amplia de la vida y pueda así darle un buen consejo o por lo menos una forma diferente de ver la misma situación. El miedo es libre, pero también podemos y debemos sobreponernos a él y avanzar.
El Dr. Wayne Dyer, qepd, en su libro: Evite ser utilizado, Pinguin Random House 1979 nos dice:
...¨Uno es el producto de lo que elige para sí en toda situación de la vida. Uno ha de estar capacitado para inclinarse por las opciones saludables y esa capacitación se consigue cambiando la postura inerte por una actitud de viveza creadora. Permanecer en constante vigilancia para buscarle las vueltas a la adversidad y darle esquinazo, perfeccionar las actitudes y perspectivas personales y crearse opciones animosas, despreciando el riesgo, representará para uno la satisfacción de comprobar enseguida que su existencia puede cambiar de rumbo, hacia la mejoría. Viva plenamente, mientras habite en este planeta, cuando lo abandone, dispondrá de toda una eternidad para entregarse a las experiencias que se le ofrecerán al otro lado de la vida¨....
Otro ejemplo de manipulación es aquella donde la persona se arriesga y toma una decisión drástica, como por ejemplo, cambiar de ejercicio profesional, y la familia tiene miedo de que en esta nueva área no les vaya tan bien. Cosa lógica, por demás. Pero sucede que el miedo también es una forma de manipulación, que a veces ni siquiera proviene de afuera, a veces el miedo está en la misma persona, que en un momento dado se queda como estancada, presa de pánico y con miedo a dejar su zona de confort. Obviamente, esta manipulación es distinta, y como tal debe ser tratada. Si es una situación que afecta a la familia, quizás ante la duda, la persona pueda conversar al respecto con su pareja, o con alguien que tenga una visión amplia de la vida y pueda así darle un buen consejo o por lo menos una forma diferente de ver la misma situación. El miedo es libre, pero también podemos y debemos sobreponernos a él y avanzar.
El Dr. Wayne Dyer, qepd, en su libro: Evite ser utilizado, Pinguin Random House 1979 nos dice:
...¨Uno es el producto de lo que elige para sí en toda situación de la vida. Uno ha de estar capacitado para inclinarse por las opciones saludables y esa capacitación se consigue cambiando la postura inerte por una actitud de viveza creadora. Permanecer en constante vigilancia para buscarle las vueltas a la adversidad y darle esquinazo, perfeccionar las actitudes y perspectivas personales y crearse opciones animosas, despreciando el riesgo, representará para uno la satisfacción de comprobar enseguida que su existencia puede cambiar de rumbo, hacia la mejoría. Viva plenamente, mientras habite en este planeta, cuando lo abandone, dispondrá de toda una eternidad para entregarse a las experiencias que se le ofrecerán al otro lado de la vida¨....
Dios nos bendiga a cada uno de nosotros.
Mireya Pérez
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