Algunas personas, sin razón aparente, perdieron el ¨ticket¨del tren, que los llevaría a la ¨vida en pareja y en felicidad¨...
Seguramente se habrán extrañado al encontrar a algún compañero de estudios del colegio o la Universidad, y descubrir con asombro, que esa persona tan exitosa, que conocéis de toda la vida, en algún momento, por X razones, no llevó la ruta natural de todos los demás...
Lo he señalado con color, pues esa es la ¨alarma¨ que aparece en nuestra mente, pues, sin darse ustedes cuenta, pensaron siempre, que la persona que más éxito debía haber tenido en la vida, en todos los aspectos, era precisamente aquel compañero o compañera de estudios. No quiero decir que las personas solteras, separadas o lo que sea, no sean exitosos, por no tener una familia propia. Pero obviamente asociamos el éxito a todo nivel, con el tener también, una familia.
Pero aquí juega un papel importante nuestras enseñanzas, los viejos esquemas mentales que nos inculcaron desde niños, nuestros padres, nuestros profesores; a veces incluso la vida, nos lo ha ido marcando, sin que nos diéramos cuenta...
Si esa persona que hemos encontrado, de repente se abre a nosotros, y nos cuenta su vida, o nos habla sobre sus experiencias... Vemos distintas facetas del Amor, algunas que, quizás incluso, nosotros, a nuestra edad, no hemos conocido. Pues el amor, como el prisma del cristal más hermosamente tallado, tiene miles de aristas y miles de forma de expresar ese amor, que no incluyó, para esa persona que admiramos, el amor en pareja, la familia construida o la vida.
Para algunos, el amor pasó sin dejar ni siquiera una nota de saludos... Para otros, posiblemente llegó antes de tiempo, y lo dejaron pasar, creyendo que lo podrían retomar, cuando tuvieran tiempo... Para otros, muchos más de los que imaginamos, ¨el amor no era para ellos¨, sin querer, la familia, el entorno, el momento en el que vivían les impidió hacer caso a la llamada de la ¨vida¨, y el tiempo pasó, sin parar, y los llevó hasta aquí, en este momento donde los cabellos empiezan a peinar las primeras canas, o los cabellos grises, jajaja. Y hoy, a pesar de todo, tienen una vida plena...
He dicho vida plena, con conocimiento de causa, no por mí, pero sí por personas que conozco y que son maravillosas, y luego de conocer sus historias vitales, me doy cuenta de que el propósito de esa persona en particular no era tener una familia propia, no, su destino era mucho más amplio, más generoso, más humano quizás, ellas y ellos, decidieron tener una familia universal, sus motivos, sus pasos, sus caminos, los llevó a esta orilla del mar, donde surcan con sus propios pasos, con miles de almas y sonrisas, que llegaron a su puerto, para encontrar amor y palabras de consuelo, calidez y afecto, consuelo y compañía, amor a raudales, en un corazón humano y gigante... El de ellos y ellas.
Ellos no necesitan de una familia propia, su familia somos todos los seres humanos que llegamos a su alma, que tocamos con una sonrisa la puerta especial de su amor...
Si les preguntas, te dirán que nunca se sienten solos, que su vida está plena, que tienen cientos de proyectos en curso, que ayudan o acuden en auxilio de aquel que los necesita, incluso, cuando las personas, desconocen que los necesitan. Pues el afecto, el amor, la calidez humana, no es algo que se descubra de repente como:
_ Oye!, yo tengo carencia de afectos..._ Me la puedes dar?...
Eso nunca ocurre, pero cuando las personas tienen carencias emocionales, hay algo en su mirada, que por más orgulloso que sea, nos dice que necesita un ¨achuchón¨... Tu te sorprendes y sin ton ni son, decides abrazarlos...
Por ello quizás, por decisión propia, estas personas excepcionales, un buen día, vieron al Amor y le preguntaron:
_ ¿ A dónde vas Amor?... Y la respuesta pudo ser muy variada, explícita o no, y nuestro compañero o compañera, al sopesar los pro y los contra, simplemente les dejó marchar, no sin antes decirles:
_ Dios te bendiga...
Hoy amigos mis deseos para todos es que tengan un hermoso día, lleno de alegría, de cosas maravillosas y de momentos mágicos, rodeados de la gente que llena vuestros corazones. Yo también le pido a Dios que nos bendiga, este y todos nuestros días.
Mireya Pérez.
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