A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

viernes, 3 de julio de 2020

Quinto día de Fiesta Patronal Emocional... LOS 30 Y LOS 40 AÑOS...Una gran época de vida...



Para mí llegar a los 30 años, fue un gran momento, tenía dos hijos, un matrimonio estable, una familia y un hogar que amaba, en lo profesional se presentaba a mi puerta la oportunidad de salir de la docencia y entrar al mundo de las Finanzas y los Seguros, y lo hice, gracias a una de mis amigas del colegio, quien sugirió a la empresa de seguros que me contactaran. No tenía idea de los seguros, solo de tener pólizas de seguros, pero nada más, y acudí a la entrevista entre nerviosa y ansiosa, no sabía qué iba a ocurrir, pero les gusté, me aceptaron y a partir de ese momento comencé una nueva carrera profesional que abarcaría 25 años de mi vida futura.

Pero no me alejé de mi colegio, seguí no sólo como ex alumna, sino también como representante, pues mi hija cursaba estudios allí y a mi me hacía mucho ilusión compartir con ella, los recuerdos de mi niñez, pero no resultó así, supe mucho más tarde, que siempre la comparaban conmigo, y ello ocasionó que se revelara muchas veces, pero aún así se graduó en mi colegio...

Mientras tanto, yo me iba adaptando a ese nuevo medio, lleno de hombres, con mucho poder adquisitivo, con mucha testosterona desbordada y con un machismo de antología... jajajaja. Para ese entonces yo era la única mujer en Producción, jajajaja. Cada jueves en nuestra reunión general con la Gerencia, salía sonrojada de las reuniones, pues estaban acostumbrados a hablar no sólo de trabajo, sino también de sus picardías, olvidando que yo estaba presente, hasta que mi rostro totalmente rojo o morado, me delataba y se terminaba la reunión con las risas socarronas de mis compañeros, posteriormente se irían incorporando mujeres al staff, pero yo ya estaba embalada en mi crecimiento dentro de la empresa, donde gracias a uno de los Vicepresidentes, pude llevar el área de exposiciones y eventos, lo que me permitió conocer más mi país, viajar a todas partes y entender mejor, este negocio tan interesante y de tanta responsabilidad.

En esa compañía solían ponerle motes a la gente, así había gente que se les conocía como Morrocoy, Monseñor, etc... y entonces me llamaron a mi Reverenda Madre... Y cuando me enteré fui y les dí las gracias... No se lo esperaban, la cara de asombro de mis compañeros fue monumental, cuando les dije que era el mejor piropo que me habían dado, pues había pasado más de 25 años en mi colegio, y eso quería decir que mis madres me habían educado bien... Me gané su respeto, nunca más se metieron conmigo o se burlaron de mi forma de ser honesta, sencilla y poco ostentosa.

La vida me llevó después a una segunda empresa de Seguros, donde tuvo la oportunidad de ayudar a crear estructuras y servicios, pues era una empresa que surgía de la ambición y el trabajo de un grupo de industriales canarios, trabajé sin horario, sin descanso y a veces contra corriente, pues no es fácil a veces hacer cambiar de opinión a un grupo importante, sobre las ventajas o no, de desarrollar más presencia física, crear la financiera y crecer...Pero lo logramos y me siento orgullosa de mi trabajo y del equipo que formábamos...

Por último, en 1998, entré a formar parte de la última empresa, allí dejaría mis 8 últimos años de servicio, ejercidos con honestidad, perseverancia, entusiasmo y calidad de trabajo. Procurando siempre dar el 101% en cada momento. Me iría en abril del 2007, cuando en una revisión rutinaria me descubrieron cáncer de mama, en ambas y me someterían a una mastectomía bilateral...Aunque podía haberme quedado, preferí renunciar y tener tiempo para sanarme y para cuidar a mi esposo que también tenía cáncer...

Han transcurrido 13 años de esa operación y me siento bien, estoy sana, me mantengo activa física y mentalmente y sobre todo, agradecida de haber detectado a tiempo, este mal que produce tantas muertes de mujeres y hombres cada año... Soy una mujer privilegiada, además de que en el camino, he podido conocer a mujeres y hombres que trabajan en varias ONG que se dedican a ayudar a este conglomerado y ser yo también una voluntaria en ellos.

Durante este ejercicio profesional descubrí a seres humanos maravillosos, hice grandes amigas, que aún conservo y aún hoy descubro con sorpresa, que gente que no me ve desde hace 10, 20 o más años, me busca en facebook y solicita mi amistad, es gratificante, es en esos momentos cuando siento que valió la pena el sacrificio y el esfuerzo realizado porque como gerente, los defendía a capa y espada y velaba siempre por sus intereses y por lograr que sus demandas fueran atendidas por la organización.

Puede que algunas veces no lograra mis objetivos, pero siempre les dí una respuesta y asumí como propios los errores de mis supervisados, también ayudé a que muchos de mis empleados directos, lograran ascender en la organización, sin que por ello, yo me sintiera amenazada, Nunca sentí o temí que alguien me hiciera sombra, he sido el flamboyant de copa enorme, donde se han cobijado todos los que han estado bajo mi responsabilidad o mi corazón.

Gracias a todos esos hombres y mujeres que me conocieron y a los que conocí, me ayudaron a crecer como persona y como profesional, a todos les debo un cachito de aprendizaje, Algunos ya no están entre nosotros, pero siguen en mis recuerdos..

Dios nos bendiga amigos lectores...


Mireya Pérez





No hay comentarios:

Publicar un comentario