A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

viernes, 3 de julio de 2020

Manantiales de Armonías: Quinto día de Fiesta Patronal Emocional... LOS 30 ...

Manantiales de Armonías: Quinto día de Fiesta Patronal Emocional... LOS 30 ...: Para mí llegar a los 30 años, fue un gran momento, tenía dos hijos, un matrimonio estable, una familia y un hogar que amaba, en lo prof...

Quinto día de Fiesta Patronal Emocional... LOS 30 Y LOS 40 AÑOS...Una gran época de vida...



Para mí llegar a los 30 años, fue un gran momento, tenía dos hijos, un matrimonio estable, una familia y un hogar que amaba, en lo profesional se presentaba a mi puerta la oportunidad de salir de la docencia y entrar al mundo de las Finanzas y los Seguros, y lo hice, gracias a una de mis amigas del colegio, quien sugirió a la empresa de seguros que me contactaran. No tenía idea de los seguros, solo de tener pólizas de seguros, pero nada más, y acudí a la entrevista entre nerviosa y ansiosa, no sabía qué iba a ocurrir, pero les gusté, me aceptaron y a partir de ese momento comencé una nueva carrera profesional que abarcaría 25 años de mi vida futura.

Pero no me alejé de mi colegio, seguí no sólo como ex alumna, sino también como representante, pues mi hija cursaba estudios allí y a mi me hacía mucho ilusión compartir con ella, los recuerdos de mi niñez, pero no resultó así, supe mucho más tarde, que siempre la comparaban conmigo, y ello ocasionó que se revelara muchas veces, pero aún así se graduó en mi colegio...

Mientras tanto, yo me iba adaptando a ese nuevo medio, lleno de hombres, con mucho poder adquisitivo, con mucha testosterona desbordada y con un machismo de antología... jajajaja. Para ese entonces yo era la única mujer en Producción, jajajaja. Cada jueves en nuestra reunión general con la Gerencia, salía sonrojada de las reuniones, pues estaban acostumbrados a hablar no sólo de trabajo, sino también de sus picardías, olvidando que yo estaba presente, hasta que mi rostro totalmente rojo o morado, me delataba y se terminaba la reunión con las risas socarronas de mis compañeros, posteriormente se irían incorporando mujeres al staff, pero yo ya estaba embalada en mi crecimiento dentro de la empresa, donde gracias a uno de los Vicepresidentes, pude llevar el área de exposiciones y eventos, lo que me permitió conocer más mi país, viajar a todas partes y entender mejor, este negocio tan interesante y de tanta responsabilidad.

En esa compañía solían ponerle motes a la gente, así había gente que se les conocía como Morrocoy, Monseñor, etc... y entonces me llamaron a mi Reverenda Madre... Y cuando me enteré fui y les dí las gracias... No se lo esperaban, la cara de asombro de mis compañeros fue monumental, cuando les dije que era el mejor piropo que me habían dado, pues había pasado más de 25 años en mi colegio, y eso quería decir que mis madres me habían educado bien... Me gané su respeto, nunca más se metieron conmigo o se burlaron de mi forma de ser honesta, sencilla y poco ostentosa.

La vida me llevó después a una segunda empresa de Seguros, donde tuvo la oportunidad de ayudar a crear estructuras y servicios, pues era una empresa que surgía de la ambición y el trabajo de un grupo de industriales canarios, trabajé sin horario, sin descanso y a veces contra corriente, pues no es fácil a veces hacer cambiar de opinión a un grupo importante, sobre las ventajas o no, de desarrollar más presencia física, crear la financiera y crecer...Pero lo logramos y me siento orgullosa de mi trabajo y del equipo que formábamos...

Por último, en 1998, entré a formar parte de la última empresa, allí dejaría mis 8 últimos años de servicio, ejercidos con honestidad, perseverancia, entusiasmo y calidad de trabajo. Procurando siempre dar el 101% en cada momento. Me iría en abril del 2007, cuando en una revisión rutinaria me descubrieron cáncer de mama, en ambas y me someterían a una mastectomía bilateral...Aunque podía haberme quedado, preferí renunciar y tener tiempo para sanarme y para cuidar a mi esposo que también tenía cáncer...

Han transcurrido 13 años de esa operación y me siento bien, estoy sana, me mantengo activa física y mentalmente y sobre todo, agradecida de haber detectado a tiempo, este mal que produce tantas muertes de mujeres y hombres cada año... Soy una mujer privilegiada, además de que en el camino, he podido conocer a mujeres y hombres que trabajan en varias ONG que se dedican a ayudar a este conglomerado y ser yo también una voluntaria en ellos.

Durante este ejercicio profesional descubrí a seres humanos maravillosos, hice grandes amigas, que aún conservo y aún hoy descubro con sorpresa, que gente que no me ve desde hace 10, 20 o más años, me busca en facebook y solicita mi amistad, es gratificante, es en esos momentos cuando siento que valió la pena el sacrificio y el esfuerzo realizado porque como gerente, los defendía a capa y espada y velaba siempre por sus intereses y por lograr que sus demandas fueran atendidas por la organización.

Puede que algunas veces no lograra mis objetivos, pero siempre les dí una respuesta y asumí como propios los errores de mis supervisados, también ayudé a que muchos de mis empleados directos, lograran ascender en la organización, sin que por ello, yo me sintiera amenazada, Nunca sentí o temí que alguien me hiciera sombra, he sido el flamboyant de copa enorme, donde se han cobijado todos los que han estado bajo mi responsabilidad o mi corazón.

Gracias a todos esos hombres y mujeres que me conocieron y a los que conocí, me ayudaron a crecer como persona y como profesional, a todos les debo un cachito de aprendizaje, Algunos ya no están entre nosotros, pero siguen en mis recuerdos..

Dios nos bendiga amigos lectores...


Mireya Pérez





jueves, 2 de julio de 2020

Cuarto día de esta Fiesta Patronal Emocional... Y entonces llegaron ellos... Los libros...










A los largo de los años, desde aquel mayo de 1964 cuando compré mi primer libro, ellos serían y son para mí los grandes Maestros de mi vida, y puedo afirmar sin género de duda, que fueron llegando a mi vida, cuando yo necesitaba, emocionalmente hablando, crecer y superar una etapa, a veces de forma apacible y tranquila, como las aguas de un manantial, otras como una brisa desbocada o como una tormenta en un mar de arenas del desierto... Pero así fueron llegando y gracias a ellos, aprendí cientos de cosas, visité miles de lugares y conocí personajes tan interesantes, que a lo largo de los años fueron grabando huellas imperceptibles, pero profundas en mi alma y en mis conocimientos... Gracias!!!!

Si observan mi estudio y mi biblioteca, notaran que los libros que están en ella van desde libros de Filosofía, Metafísica, Novelas con base Histórica, mis preferidas, libros de autoayuda y novelas de autores tan interesantes, que si me llegan a enganchar, habré comprado muchos de cada autor, procurando tener toda su colección de libros. Autores como James A. Michener, Morris West, Taylor Caldwell, Depra Chopra, Wayne Dyer, Paolo Coelho, Agatha Cristhie, Og Mandino, Jorge Bucay, Ken Foller, Jacqueline Susan, entre tantos otros.

Algunos llegaron en forma de regalo, otros en cambio, gracias a las visitas periódicas que hacía a dos librerías cada sábado en la tarde, llamaban tanto mi atención, me era imposible dejar de comprarlos, los devoraba sin importar llegar a estar hasta las 3 de la mañana, leyendo en la sala de casa, para no molestar a mi esposo, pero sin poder apartar mis ojos de ese libro que me había enganchado hasta terminarlo en una sola noche, aún cuando ello representara leer más de 500 páginas en una sola sentada.... He sido un ratón de biblioteca, lo reconozco, pero qué suerte he tenido!!!!.

Mi pasión por la lectura, heredada de mi padre y de mi abuela paterna, la heredé a mi hija y a mis nietos, y es algo de lo que me siento muy orgullosa, dí por sentado, durante muchos años de mi vida, que la gente de la época de mi abuela, que nació en 1890, sabían todos leer y escribir, luego revisando entre la hemeroteca de la época de su ciudad natal, Linares, descubriría, que sólo una porción muy pequeña de las niñas de su generación, tendrían acceso a la educación y por supuesto a la lectura. Pero es una realidad y forma parte de la historia de nuestros antepasados.

Esta pasión también se la inculqué a parte de mis alumnas, sobre todo a aquellas que estuvieron conmigo en la época de 1980 a 1988, ese grupo de chicas dispusieron de mi biblioteca personal, no sólo para investigar sobre las materias que yo impartía, Biología y Química, sino también, leer parte de mis libros, tanto, que mi esposo decía que nuestra biblioteca parecía un acordeón, con todo y fuelles, jajajajaj. Pero a mi me emocionaba hablar con ellas en el recreo, del último libro que había leído y si les llamaba la atención, prestarlo y luego indagar qué habían aprendido del mismo. De esa época en particular, hay algunos títulos que fueron muy importantes: Melissa, Una tierna y apacible Victoria, La Leyenda de la Atlántida, El Gran León de Dios, Gloria y Esplendor... Luego vendrían :
Señor Dios Soy Anna, El Angel número Doce, El Don del Orador, Operación Jesucristo, El Sendero del Mago, Diario de un Mago, El Alquimista, Caballo de Troya, etc, etc, etc....

Cuando dejé la docencia y pasé al mundo empresarial, siempre en mi despacho habría una pequeña colección de mis libros, y también serían prestados a los interesados, pero ya eran sobre otras temáticas, pues en los años 90 descubrí al Dr. Wayne Dyer, gracias a su libro La Fuerza del Creer... Este autor sin saberlo, cambió mi vida para siempre y encontré en sus escritos una luz y un entendimiento de la vida y de sus situaciones, que aún hoy a cinco años de su muerte, me siguen acompañando...

Al final de este escrito, compartiré el video de una de sus películas: El Cambio, el cual pueden ver en su versión original en inglés o en español, como yo se las comparto, les puedo decir que la he visto cientos de veces y a lo largo del tiempo, me he ido reconociendo en cada uno de sus personajes, ahora creo que he llegado al jardinero, y es al que me gustaría llegar a ser, y transmitir esa paz y esa armonía que él transmite.

Como este mundo es maravilloso, un buen día hace unos 7 años, llegó a mí, un libro que me ayudó y preparó para transitar el Duelo, que inevitablemente se había acercado a mi puerta de nuevo... Mi esposo llevaba en coma ya unos quince días, cuando al salir de la cafetería del Hospital, vi, sin ver en realidad que, enfrente de ella había un estanco con libros, revistas y chucherías, y de repente mi vista se topó con un libro, que me habían recomendado apenas unos días atrás: El Camino de Las Lágrimas de Jorge Bucay, es un libro de bolsillo, pero en el momento en que lo ví por primera vez, me pareció mucho más grande. Se imaginarán mi sorpresa, él había llegado a mi, sin yo buscarlo, por supuesto lo compré y lo leí con voracidad, fue mi luz en el camino, y a través de los años, lo he vuelto a leer varias veces y siempre se lo recomiendo a la gente que está pasando por algún duelo físico o emocional, pues a mi me ayudó a sanar mis heridas y a entender los cambios que se irían presentando en mi vida...

Luego he ido comprando otros libros y viendo vídeos en Youtube, que es hoy en día un gran compañero de viaje, pues está a la mano en el móvil o celular, y no importa donde me encuentre, forma parte de mi equipaje de viaje existencial o de vida, cada vez más liviano, pero más comprometido emocional y espiritualmente hablando...

Hoy le doy gracias a Dios porque nací en un hogar donde la lectura era un aliciente para crecer y aprender y por el cual, me he mantenido siempre activa, creciendo, ayudando y proyectando todo lo aprendido, pues no me he conformado con ser un autodidacta, he querido siempre compartir mi entusiasmo y lo aprendido, y espero sinceramente haberlo logrado.

Dios nos bendiga amigos lectores y gracias por acompañarme en este camino.

Mireya Pérez



miércoles, 1 de julio de 2020

Tercer día de Fiesta Patronal emocional... Toca crecer..aunque no quiera...


Creo que para todos nosotros, existen momentos en nuestra historia personal, que nos cambian la vida para siempre... Para algunos es un accidente, para otros una enfermedad, algún cambio fuerte en nuestras vidas, o como a mí, el fallecimiento de mi padre cuando apenas él tenía 48 años de edad y yo quince.

Mi vida tuvo un giro completo de 360º cuando él falleció. Su desaparición causó cambios terribles en nuestras vidas, la primera y principal, su ausencia, la segunda, la retirada paulatina de la familia y amigos cercanos, la tercera y quizás más importante, el tener que ser a esa corta edad de 15 años, la encargada de mi casa, de mi hermano y de todo en la administración de mi hogar, pues mi madre sólo tuvo un objetivo: Salir adelante sola y con dos niños...

Para mi madre, yo era el capitán del barco, lo primero que hizo fue llevarme al centro de la ciudad, darme una moneda y decirme que debía encontrar la manera de regresar a casa, sin ella decirme cómo... Me dejó en la zona más atestada de gente que yo me podía imaginar, apenas recordaba que cerca de allí estaba la Catedral de Caracas y la Iglesia de San Francisco, donde muchas veces acompañé a papá a misa. Así que, temblando de miedo, esa niña que yo era, toda vestida de negro, pues llevaría luto cerrado por mi padre durante dos años, rezando en mi interior, me dirigí hacia esa zona y luego, animada le pregunté a una señora por dónde se encontraba la parada de busetas de Carmelitas, era la que pasaba más cerca de mi casa. Ella muy amable me explicó y supe llegar a la parada, subirme a una de ellas y en aquel julio de 1971, comenzar lo que sería mi andadura como jefa de una casa, dejando mi niñez y mi adolescencia para siempre. Mi madre me prohibiría llorar, sentirme triste y menos desfallecer. Debía estudiar, gracias a mis madres del colegio, pude seguir y terminar el bachillerato en él, y luego ir a la Universidad. Pero para mi hermano que era un niño, las cosas fueron difíciles, yo sería de ahí en adelante su segunda madre, y aún hoy a 49 años de la ausencia de mi padre, él me sigue  llamando mami y pidiendo mi bendición...

Mamá siempre pensó que el único que se había quedado huérfano era él, mientras que yo, también su hija, era el " hombre de la casa" y por tanto, fuerte, muy a pesar mío...

Atrás quedarían las muñecas, los fines de semana con mis amigas, las salidas al cine, o cualesquiera otra actividad similar, mi madre se encargaría poco a poco de ir haciendo que mis tareas, no sólo escolares, sino de casa, fueran absorbiendo cada vez más mi vida, hasta que en diciembre de ese año, al salir de una fiesta en Navidad, a la cual me llevaron las hijas de los padrinos de mi hermano, conociera por casualidad al hombre que posteriormente se volvería el centro de mi vida, mi esposo...

No voy a hablar de mi noviazgo, creo que en algún post de hace unos cinco años, debo haber comentado sobre él, pero sí les puedo asegurar, que a partir de ese 26 de diciembre de 1971, aquella niña, comenzó a crecer a pasos agigantados... Me cuidarían mucho más, mi circulo se haría cada vez más cerrado, pero sin embargo, tengo que reconocer que mis amigas, las de siempre, estuvieron a mi lado, en cada piedra del camino, para hacerme reír, para darme un consejo o simplemente para hacerme sentir que no estaba sola.

De ahí en adelante mis alas empezarían a sufrir la metamorfosis de la cual hablo en mi próximo libro... Al encuentro de Las Águilas...

En diciembre del 74, me casaría y al cabo de tres años y medio nacería mi primera hija, cuatro años después mi hijo, y a mi corazón llegarían a lo largo de mi vida, mis grandes tesoros, esas amigas e hijas e hijos putativos a quienes quiero y respeto como míos...

Viendo esa parte del camino, me siento agradecida, humildemente agradecida por todo, aún por las cosas que no fueron del todo, como lo esperábamos, pero lejos de quejarme por la esquinas o de buscar salidas fáciles, aprendí a llevar mi cruz, con una sonrisa en los labios y en la mirada, y a plantarme ante la adversidad, como la guerrera que soy y como en una obra de teatro de Alejandro Casona, decir que: Los arboles mueren de pie....

La música siguió siendo importante en esa etapa, algunas canciones se convertirían en especiales, porque eran para mis amores, mi esposo y mis hijos, cada uno de ellos tiene más de una, que sólo es para ellos, otras canciones me recordarían quién soy y hacia dónde voy... jajajaja, no sería yo si no fuera así...

Comparto con ustedes alguna de ellas, espero que les guste.

Gracias y que Dios siga iluminando nuestro camino.

Mireya Pérez








martes, 30 de junio de 2020

Manantiales de Armonías: Segundo día de Fiesta Emocional.... Ole por mí !!!...

Manantiales de Armonías: Segundo día de Fiesta Emocional.... Ole por mí !!!...: Este segundo día de mis Fiestas Patronales, quiero dedicarlo a aquello que fue mi vida, mi inspiración y mi mundo, durante los primeros...

Segundo día de Fiesta Emocional.... Ole por mí !!!!....jajajaj


Este segundo día de mis Fiestas Patronales, quiero dedicarlo a aquello que fue mi vida, mi inspiración y mi mundo, durante los primeros 15 años de mi vida.

Tuve la suerte de vivir en un entorno lleno de música, danza, teatro y libros. Vivía, de niña, al lado de la Academia de Ballet de las Hermanas Contrera, conocida como la Academia Interamericana de Ballet, donde se formarían grandes figuras del Ballet venezolano como Ingrid Rodríguez, Fanny Montiel, los hermanos Rafael y Gustavo Portillo, entre otros.

Con apenas 3 años, me colaba en la sala de ensayo a ver a los bailarines hacer sus prácticas y ensayos de los sábados y a escuchar al maestro Bracho, el pianista de la academia, cómo dibujaba el pentagrama musical de los grandes clásicos del Ballet y yo soñaba, tanto, que una mañana sin que se dieran cuenta, o así yo lo creí, en un momento en que Bracho ensayaba una partitura de un cancán, yo me puse en diagonal, e imité a las bailarinas, se podrán imaginar el silencio que se formó, y la algarabía que le siguió, cuando todo el cuerpo de baile, el Ballet Nacional de Venezuela, aplaudía a ese comino de casi cuatro años, que había hecho su primera gran travesura al compás de la música que me enamoró, y aún hoy me enamora...

Acto seguido, Irma Contreras, quien era la directora y coreógrafa de la academia, me agarró del brazo y me llevó donde mi madre, que se había asomado al patio, al escuchar el alboroto, por supuesto pensaron que había hecho alguna trastada, lo que menos se esperaba es que ella le ofreciera a mi madre inscribirme en las clases de las pequeñas, alabando mi oído musical y mi destreza a tan corta edad, así empecé a estudiar ballet, tres veces a la semana, y luego todos los días cuatro horas diarias, durante casi 15 años de mi vida. Por supuesto, no fui prima ballerina, ni mucho menos, pero esta disciplina encausó mi vida, mi gusto y mi plasticidad de movimientos, aún hoy que ya no soy joven, jajajaja, pero en mi alma, hay una bailarina que danza en la nubes de su ensoñación, al compás de cientos de partituras musicales, puedo decir que " no me quiten lo bailado"... jajajaja.

Esta habilidad para bailar, seguir el compás e inspirarme a crear movimientos y coreografías, me llevaría años después a colaborar con la madres de mi colegio, en el desarrollo de los actos de baile y concursos de música, canto o gaitas de mi institución, y luego en la Universidad, a estar siempre en cualquier grupo de músicos y amigos que acompañados de una guitarra, armabamos nuestra fiesta solos.

La vida también haría que me enamorara de mi esposo, en una noche de guitarras y canciones con un grupo de amigos... Una guitarra de 12 cuerdas...

Por supuesto, también surgieron en aquellos años de adolescencia, los cantantes de la época que fueron mis grandes compañeros, incluso hoy en día, cuando lamentablemente hemos tenido que decir adiós a más de uno, pero es ley de vida, todos nos vamos, nadie se queda...

De aquella época tenemos recuerdos musicales muy variopintos, desde los Beatles, los Bee Gees, Elvis Presley, Los Darts, Cherry Navarro, Nino Bravo, Cecilia, Joan Manuel Serrat, Alberto Cortés, y muchos otros...

En los recreo del colegio, el grupo de compañeras que tocaban guitarra y las que cantábamos, nos reuníamos en el patio, a ensayar y tocar piezas que nos gustaban, y así lo haríamos hasta el final del bachillerato, recuerdo con nostalgia ese grupo inmenso de chicas que cantabamos con emoción y sentimiento tanto boleros, como baladas y lo que se nos viniera a la mente, éramos muy unidas y siempre nos juntábamos para reir y cantar... Algunas ya no están entre nosotros, pero yo las recuerdo siempre...

Así que hoy mi Fiesta Emocional es por ellas y con ellas, gracias chicas por tantos momentos y recuerdos, fueron y son maravillosas...

Dios nos bendiga.





Tres de nuestras canciones de la época....

lunes, 29 de junio de 2020

Manantiales de Armonías: Comenzamos la Semana de Las Fiestas Patronales...L...

Manantiales de Armonías: Comenzamos la Semana de Las Fiestas Patronales...L...: En Venezuela, mi país de orígen, los pueblos solían establecer una semana o más de Fiestas y Festejos, para conmemorar el Santo o Pat...

Comenzamos la Semana de Las Fiestas Patronales...Las mías...



En Venezuela, mi país de orígen, los pueblos solían establecer una semana o más de Fiestas y Festejos, para conmemorar el Santo o Patrono del Pueblo, y Yo, hoy descaradamente, jajajaja, he decidido que esta semana que empieza es mi semana, sí, porque soy una mujer feliz y afortunada, llegaré el próximo domingo a una edad maravillosa!!!!. Cumpliré si Dios y la Virgen lo permiten, mis primeros 65 años, arribaré así a la edad de Platino, como mis cabellos, jajjajaja y no puedo describir mejor, mi felicidad y mi gratitud por poder experimentar lo que es llegar a esa fecha y edad; con salud, con optimismo, con ganas de vivir, rodeada de gente maravillosa, de amigos y familiares, de mi hija y de mis nietos... No hay felicidad mayor, para este corazón de mujer y madre, de abuela y amiga. Gracias!!!!

 Me siento amigos lectores, en plenitud de vida, el camino o caminos transitados a lo largo de estos años, me aportaron conocimientos, enseñanzas, experiencia, vicisitudes, dolor y alegría, cicatrices que se han difuminado con el tiempo, y de las cuales, no queda ni siquiera rastro alguno en mi alma o casi ninguna en mi piel... Agradezco todo lo que me enseñaron, pues aún del dolor más profundo, he podido aprender y aceptar las enseñanzas que traían para mí, la principal quizás, la Humildad y la Aceptación, sin ellos  no hubiera sido capaz de levantar la cabeza y seguir mi camino...

Wayne Dyer, qepd, solía decir, tanto en sus charlas, como en sus libros, que "el Maestro aparecía, cuando el alumno estaba listo para aprender", y así ha sido a lo largo de mi vida, diría incluso que, nos hemos intercambiado los papeles en diferentes etapas de mi vida, algunas veces he sido el alumno, muchísimas veces en verdad, y algunas veces he sido yo el maestro, humilde, como el reflejo de un espejo de agua, en una charca pequeña, formada por la lluvia mañanera, antes de que el sol la evapore... Pero espejo al fin y al cabo...
  
A pesar de todo, creo que lo más relevante ha sido, lo que he hecho con las herramientas y aprendizajes obtenidos... Hoy en día, cuando conecto con alguien nuevo, todos, sin excepción hacen el mismo comentario: La Serenidad y la Paz que transmito... Eso genera confianza y tranquilidad.

Yo me siento en Paz, en armonía con mi entorno, sabiendo que puedo hacer cosas, crear cosas, compartir cosas y conocimientos, que soy capaz de generar risas espontáneas, porque heredé ese don de mi padre, un andaluz que siempre te sacaba una sonrisa, y yo tengo ese alma de " payaso", que sin que mi interlocutor lo espere, en el momento menos esperado, le hará reír, a veces hasta las lágrimas, sin utilizar epítetos ni palabras fuera de tono, sólo el producto de ese genio mío, alegre como un para de castañuelas... Soy el Genio Alegre, de la obra de los Hermanos Alvarez Quintero...

No ha sido fácil, desde niña aprendí lecciones muy difíciles, como el desapego y la resignación, aceptar la muerte de mi hermana y de mi padre, cuando era una niña de 10 años o una adolescente de 15... Pero nunca me sentí sola o desvalida, mi mundo lleno de libros, oraciones y amigas entrañables, que aún hoy me acompañan, jamás permitió que me desvaneciera, y el ejemplo de mi madre siempre fuerte y entera, para luchar y llevarnos adelante, aún en la soledad de una viudedad tan temprana...

Yo misma, también soy viuda hace casi 5 años, pero no me siento sola, en absoluto, tampoco me dejo caer por mucho tiempo, y cuando así ocurre, lo tomo como el " tiempo necesario" para recomponerme y volver a empezar...

Por todo ello, me siento llena de alegría, miro hacia el pasado y le doy gracias por el aprendizaje, vivo el día a día con gratitud de disfrutar un nuevo amanecer, y espero en el mañana por venir, para compartir con los grandes amores de mi vida: mis nietos e hija, con mis amigas incondicionales, con los hijos que he adoptado de corazón, y como el Flamboyant, me siento plena y llena de alegría por el colorido de mis flores, por la sombra y el resguardo que puedo ofrecer y por los miles de abrazos y de risas compartidos y por compartir...

Así comienzo amigos, estas fiestas emocionales mías, agradecida a Dios por todo lo bueno y hasta por lo menos bueno, todo ha trabajado en mi formación humana y espiritual... 

Gracias de todo corazón.

Dios nos bendiga amigos lectores


Mireya Pérez


martes, 9 de junio de 2020

Manantiales de Armonías: Vivir es tener cada día una nueva oportunidad...

Manantiales de Armonías: Vivir es tener cada día una nueva oportunidad...: Puede que para muchos de nosotros, aparentemente la vida sea sólo un nuevo amanecer, y un día largo por enfrentar... Para otros, en c...

Vivir es tener cada día una nueva oportunidad...



Puede que para muchos de nosotros, aparentemente la vida sea sólo un nuevo amanecer, y un día largo por enfrentar... Para otros, en cambio, es un océano de oportunidades, una serie de acontecimientos que están en pleno desarrollo o que están por suceder y eso emociona hasta las raíces del cabello. Cada persona, de forma individual y única, enfrenta este dilema, en su despertar mañanero, pero la diferencia estriva en el ánimo, la alegría o la ilusión o falta de ellos, con los que se enfrenta a ese nuevo despertar.

Quizás piensen que la vida es fácil, cuando se mira desde la otra acera del camino, pero déjenme decirles que no, que esta mujer que escribe ha vivido, sufrido, llorado y casi muerto de agonía en más oportunidades de las que quisiera recordar, pero siempre siempre ha habido un nuevo amanecer, y con cada uno de ellos, se abría para mí un hálito de esperanza, independientemente de que, en el transcurso de las horas, sucedieran cosas imprevistas, desagradables o al contrario lleno de alegrías... Porque eso simplemente es Vivir...

No sé si es que soy positiva por naturaleza, o porque me fui adaptando al medio en el que me fui desarrollando, o simplemente fui evolucionando emocionalmente y eso me ha permitido quitarle importancia a lo mediato o inmediato y hacer frente a la adversidad con un sentido más positivo, pues sé que cada etapa del camino trae una enseñanza, una prueba, un descubrimiento, un aprendizaje, y me niego a dejar de aprender. Incluso de los tropiezos se aprende, quizás esté ahí la esencia del vivir, ser capaces de reinventarnos a partir de un hecho negativo. Si los científicos e investigadores a lo largo de los siglos no hubieran repetido y repetido innumerables veces un experimento hasta dar con la clave o la solución al Problema planteado, no tendríamos los avances que ha obtenido la Humanidad. Puedo inferir incluso, que a veces, la observación de un hecho natural y simple ha traído como consecuencia, el descubrimiento de algo importante, pero sólo aquellos que están dispuestos a intentarlo una y otra vez, serán capaces de entender aquello que les llama la atención y sacar las conclusiones o enseñanzas que conllevan.

Cometemos errores, incluso garrafales, puede que para algunos esos errores traigan hasta vergüenza, por el qué dirán... Pero incluso esos momentos de bochorno pasan, y se superan. Todos tenemos recuerdos de alguna situación en la que nos hubiera gustado que la tierra se abriera y nos tragara, a quién no le ha pasado?. A mí seguramente varias decenas de veces a lo largo de mi vida, y aunque el bochorno durara algunos días, con el tiempo, como todo, pasó, y ahora es posiblemente una de las tantas anécdotas de esta vida mía llena de momentos graciosos y tontos que he tenido y que al rememorarlos me sacan más de una sonrisa, porque son el reflejo de la inocencia y candidez con la que actué en más de una oportunidad en mi vida.

Me siento culpable de lo que he hecho?, puede que en algunos aspectos de mi vida pasada, sí, pero sigo trabajando en esas emociones, porque en la vida no hay culpables o inocentes, es sólo el Vivir el que conlleva ciertas consecuencias, que a lo mejor, de haber tenido mas conocimientos, o haber encontrado las respuestas a tiempo, no hubiera cometido, o por el contrario, era algo que debía suceder para que evolucionáramos como seres humanos, no tengo respuesta a esto. Pero sí puedo decir que ya no me lacero por ello, ahora veo el pasado, y lo dejo donde está, a lo lejos, sólo tengo un momento, este en el que escribo y me comunico con ustedes, el mañana no ha llegado y todavía me quedan muchas horas por delante en este día en que escribo estas líneas. Sólo eso...

Quiero pensar que hoy en día, soy capaz de emprender nuevas cosas, de realizar nuevos sueños, de escribir, transmitir, compartir, aprender, amar y respetar a cada ser humano que forma parte de mi mundo o que llega a mi círculo más cercano. Transmitir paz y serenidad a mi interlocutor es algo que me llena de inmensa alegría, siento que llego a sus almas y que nos reconocemos como tal. Si mi andadura en este planeta azul sirve para compartir lo aprendido y brindar un momento de alegría y de paz emocional, me siento contenta. Suelo decir que tengo alma de payaso, me encanta sacarle una sonrisa a la gente con las  "loqueras espontáneas" que me invento de forma natural, sin darme cuenta, y que sin embargo, han llegado a sacarle lágrimas de risa a mis interlocutores, ahí me siento tan feliz, que creo que una de mis misiones en la vida se han cumplido... Por eso, en algún momento dejé de escribir, porque me comentaron que les hacía llorar o emocionarse y no quería que mi legado hacia ustedes fueran lágrimas, no, quiero que sonrían al leer, que les conmueva hacia lo positivo, que junto a mí aprendamos lo hermoso y digno que es vivir y aceptar las consecuencias de lo vivido...

Sé porque lo he vivido, que cada amanecer no es fácil, pero saben una cosa?. Hay cientos de miles de personas, que carecen de esa oportunidad, demos gracias porque la Vida nos permite tener de nuevo 24 horas por delante para utilizarlas, o compartirlas, otros no gozan de ello..

Feliz día amigos lectores, que Dios nos bendiga


Mireya Pérez