La frase no me corresponde, se la escuché a Jorge Bucay en la entrevista que compartí en mi grupo de Facebook, pero enseguida me hizo pensar que en verdad el Amor tiene diferentes formas y tamaños de ventanas, como uno de los edificios que tenemos aquí en Tenerife, el Museo del TEA, en la fachada derecha tiene un promedio de 750 ventanas, donde ninguna es igual a la otra, de diferentes tamaños, pero siempre geométricas, cuadrados casi infinitos...
De repente, al pensar en esta imagen pensé en las diferentes ventanas que tiene el amor, casi como las miles de millones de caras que tenemos los seres humanos, todas conformadas por los mismos órganos y huesos, pero ninguna igual a otra.
Me vi asomada a diferentes ventanas, y exploré con mi mente lo que sería ver a través de todas y cada una de ellas:
La primera que me imaginé era para mí la más hermosa, abierta de par en par, de piso a techo y de pared a pared, donde el interior se conjugaba en armonía perfecta con el exterior, sin barreras, donde me imaginé que los que aman y son amados así, no pueden ser infelices, pues no hay barreras que los separen, donde seguramente al mirarse a los ojos, saben el uno del otro, lo que quieren decirse y una sonrisa ilumina no sólo su boca, sino que llega a sus ojos e ilumina todo alrededor...
Después fui achicando el tamaño de la ventana, y aunque no lo crean, en la medida que me iba imaginando esas diferentes ventanas, me entró frío en el alma, sentí, que cuanto más pequeña era la ventana, las personas dejaban casi de respirar, ya no se transmitían nada el uno al otro, y había mucho frío y quizás miedo... ¡Qué terrible!...
¿Dónde está el equilibrio?, porque las cosas no son perfectas, pero creo que si la gente quiere puede lograrlo. Pienso que si una pareja se quiere de verdad, deja a un lado el ego, y se abocan a solucionar las diferencias, que siempre las hay, pues somos seres humanos, y cuando cesan los pequeños problemas, y se termina abrazados, la reconciliación es bonita, pero ojo, no se puede abusar de este esquema, pues la relación no aguanta el desgaste emocional, que significa estar en desacuerdo a cada momento. Decían ayer, que al final el que más ama, o el que es más inteligente o el que tiene un ego más controlado, sede en beneficio de lo que significan el uno para el otro.
Me gustaría amigos y amigas, que cuando miren la ventana de su amor en pareja, tenga mucha luz, armonía, que puedan juntos contemplar el paisaje y cuando se den vuelta el resultado de esa unión emocional y humana sea también hermosa y armoniosa, que no haya nada para ustedes, como el llegar al hogar y estar en la compañía de esa persona que han escogido, tomando en cuenta que esa elección ha sido mutua, y que se sienten fantásticos en esa unión emocional, afectiva y amorosa. Si eso es así, no importará el tamaño de la ventana porque será la adecuada a vosotros, ni más ni menos.
Este es el link de la entrevista que vi ayer, espero que les guste.
Sólo un pedazo más, quieranse mucho, abrácense mucho, rían juntos y sueñen juntos, y acéptense tal como son, eso es parte del amor.
Dios los bendiga.
Mireya Pérez
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