A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

viernes, 2 de diciembre de 2016

Cuestión de Actitud....



La vida de cada ser humano es compleja, cambiante, a veces llena de inmensa felicidad, otras azarosa, trágica para algunos, pero siempre, de alguna manera, en algún momento, algo ocurre y lo que era oscuridad se convierte en luz y las lágrimas que amarraban nuestra alma, se van secando, poco a poco y dejan entrever una pequeña sonrisa en la mirada...

Todo eso ocurre, independientemente del nivel socio cultural, socio económico, nivel académico o no, profesión u ocupación, incluso si eres sola y humildemente  eres una ama de casa o amo de casa, que ya los hay. Para todos, sin excepción, aparecen, de vez en cuando, las situaciones que ponen a prueba nuestra fortaleza mental y espiritual, nuestro empuje y nuestra vena solidaria también.

Cuando las personas se enfrentan ante la adversidad, no sólo hacen frente a un problema determinado, generalmente se presentan tres o cuatro cosas a las que hacer frente, y dependerá de la Actitud de la persona, el dejarse vencer o el tomar decisiones, que aunque parezcan una tontería o algo arriesgado, cambiará la historia de su vida, de una manera que nadie puede prever, ni siquiera el propio implicado.

Al tomar decisiones drásticas, muchas personas del entorno, ajenas al problema, quizás con muy buena intención, le recomienden a la persona hacer o tomar tal o cual decisión. No niego que a veces dos cabezas piensan mejor que una, pero la realidad de cada quien, sólo la conoce el que la vive, los demás tienen buenas intenciones, pero la paila del infierno también está llena de buenas intenciones, jajajaj.

Lo que hace realmente la diferencia, en esa persona en particular, es la Actitud, cómo busca y encuentra soluciones a corto, mediano o largo plazo, escarba en su memoria, en sus conocimientos, en las fortalezas e incluso en sus debilidades, la forma de resolver aquello que le inquieta o le quita el sueño, pero ante todo, no muestra una actitud derrotista ni piensa que la Vida se está vengando con él o con ella, no, asume que es una etapa, que pasará, y que en algún momento, todo lo que parece gris, se volverá luminoso.

Quizás tenga que hacer cambios drásticos en su día a día, puede que, incluso tenga que tomar decisiones que venía postergando, pero una vez las toma, se siente más sereno y sabe dentro de sí, que todo va a salir bien, o por lo menos, la etapa que transita, será eso ¨transitoria¨...

Una de las bases más importantes es el no tener miedo, porque el miedo paraliza y no deja ver el horizonte, y si una persona, en un problema o vicisitud, logra, por un momento, ver hacia el horizonte, ese sólo gesto, le permite respirar y al hacerlo, sin darse cuenta, vencer al peor enemigo que tiene, él mismo, aunque no lo crean, pues el saboteador profesional y con más logros en la historia, es la misma mente de una persona, esa mente que te traiciona, porque tiene miedo...

Cuando ví la película ¨Inside out¨, motivada porque mi nieta me dijo que yo era ¨Alegría¨ uno de los personajes de esa película, me llamó la atención la sinergia entre Alegría y Tristeza, me hizo recordar la forma en que atacamos o nos dejamos vencer ante la adversidad.


¿Quiere decir que yo siempre estoy en el lado de Alegría?, no, de hecho, cuando estoy melancólica o triste, no escribo, por eso, en vez de escribir todos los días, este último año lo he hecho a espacios de tiempo indeterminados, pues al escribir, sin querer trasluzco lo que no quiero que se vea, y por ello, a veces dejo de escribir. 

Hace tiempo que no escribo poemas, por ejemplo, porque mi alma no tiene esa motivación que tenía, y antes de exponer mis sentimientos, más de lo que he hecho en el pasado, someto al silencio mi voz. Y cuando vuelva a brillar el sol en esa etapa de mi vida, sé que volveré a escribir versos, que podré compartir parte de esa música interior que es tan mía y tan característica, pero ahora permanece en un letargo, propio de las almas que están recomponiendo sus partes: el duelo, que en algún momento pasará sin que lo pueda evitar, como todo lo que ocurre en la vida.

Me dirán que me parece fácil. No, lo sé por propia experiencia, pero también sé, que la vida sigue, aunque a veces nos empeñemos en que no. Sé que después de cada tormenta, el aire huele más limpio, que brilla el sol o que por lo menos, al día siguiente todo va a ser o verse más luminoso. 

Las etapas pasan, a su tiempo, las enfrentamos a nuestra manera, acertadas o no, pero todo pasa, porque la Tierra sigue girando, así de simple, y hay lujos que no podemos darnos, no nos podemos revolcar en la depresión, en la melancolía o en la tristeza profunda, porque ese es un ¨juego arriesgado¨, y a ese sí que no juego, ni aún cuando me quieran obligar, mi alma se revela y entra en acción. Prefiero morir en el intento de salir airosa, a no hacer nada y morir igual por dejar de intentarlo.

Es tan importante la Actitud que tomamos ante la adversidad, que ella nos cataloga como seres humanos, no en ganadores y perdedores, no, en seres Resilientes, yo soy ejemplo de eso y me siento orgullosa de serlo, porque pudiendo haberme quedado en el sollozo y la depresión, opté por luchar y lo sigo haciendo, a mi manera, a mi tiempo y en mi espacio, con las herramientas que poseo o las que he adquirido, pero sin perder jamás la Esperanza, y si yo lo hago, siendo una humilde mujer, lo puede hacer cualquiera!.

Que Dios nos bendiga cada uno de nuestros días y que nos dé fortaleza y resignación en las horas bajas, pero también la lucidez para hallar las respuestas, solucionar nuestros problemas y seguir adelante.

Mireya Pérez



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