A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

viernes, 16 de diciembre de 2016

¿ Hasta dónde puedo ayudar?...







Qué difícil es cuando escuchas una conversación, y sientes que debes actuar, aunque no conozcas a las personas que conversan... Pero más difícil es, cuando quienes lo hacen son adolescentes...¿Qué hacer?. Yo no lo sé, pero tuve que intervenir y pedirles disculpas por haber prestado atención a su conversación y por hablarles.

En estos días, estoy usando con mucha frecuencia el transporte urbano de mi ciudad, con ello, no sólo ayudo al medio ambiente, sino que me evito los problemas de aparcar, etc. Así que , hace unos minutos, cuando regresaba a casa, escuché sin querer una conversación, de dos jóvenes de unos 17 o 19 años, no creo que tuvieran más, sobre una experiencia del fin de semana y cómo se sentían, era más o menos algo así:

_ Amiga, este fin de semana me pasó algo de lo más loco...-

- Anda que yo!, también no sé qué pasó..._ Pero mi compi de piso me dijo que el sábado cuando llegué, le dije que ¨había estado¨ con cinco chicos, y no me acuerdo de nada! ...

_ ¡Qué fuerte!... A mí me pasó algo raro, en un momento de la noche, no sabía ni donde estaba, y hay un lapso de unas horas, en que no supe, ni siquiera cómo llegué a casa... Y estoy preocupada.

- Yo me siento igual, sé que uno de los chicos está en cosas raras, pero me deben haber puesto algo, no recuerdo nada, y encima lo de los chicos, yo jamás...


En eso, la madre, abuela y la mujer que soy, no pudo más y pidiéndoles disculpas, hablé con ellas un rato, y espero con toda mi alma que les haya ayudado, un poco, por lo menos a ser más prudentes, o tener cuidado con lo que beben...

Los jóvenes de hoy están sometidos a diferentes presiones, sociales, económicas, grupales, y pare de contar...Pero ello no conduce a que tengan que bajar la guardia, pues la maldad, y la gente con ganas de hacer daño sin importar a quién, están en los sitios que menos se esperan. Por ello, cualquier prevención es poca.

Mi consejo aplica para todos y cada uno de nosotros, sin importar nuestro nivel socio cultural, socio económico, incluso de religión o Fe. Sólo hay que estar pendientes y conversar mucho con los chicos, aconsejándoles, cuando creamos que es necesario. En el peor de los casos, harán oídos sordos, pero algo les puede quedar grabado en su subconsciente, y como adultos responsables, debemos, de alguna manera, darles ayuda o apoyo, o así lo siento yo.

  • Nunca beban del vaso de otro, aunque sea su propio hermano.
  • Si van a bailar y dejar su vaso a alguien, cuando regresen, no lo tomen, voten el vaso, y se sirven uno nuevo, pero ustedes no dejen de controlar lo que se sirven, si es un refresco, procuren que la botella la hayan abierto ustedes.
  • Si se sienten mareadas, busquen a una de sus amigas, y salgan a la ventana y tomen aire, respiren con calma, y si es posible, regresen a su hogar.
  • No permitan que un extraño, las acompañe a su casa, por más guapo e interesante que les parezca, su seguridad física es primordial.
  • Hablen con sus padres o un adulto de lo que les pasó, y si persisten los síntomas, acudan al ambulatorio más cercano
  • A lo mejor no les pusieron algo en la bebida, es sólo que el nivel de alcohol en sangre era mucho más alto del que pueden controlar, si eso ocurre, tomen soda, y avisen a sus amigas, y regresen a casa. Un coma etílico, puede ser mortal!.

Las mujeres somos muy vulnerables, pero los varones también, a veces lo olvidamos, creemos que no les va a pasar nada y luego las consecuencias nos marcan para toda la vida...

Espero de todo corazón que la gente tome conciencia, estas fechas se prestan para el disloque, pero se pueden divertir sin que para ello, tengan que llegar a la inconsciencia, no es bueno para nadie, menos para los chicos y chicas.

Un abrazo grande para todos, quizás me pasé ¨tres pueblos¨como dicen aquí, pero no lo he podido evitar.

Dios nos bendiga.

Mireya Pérez.


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