Una persona de buen carácter y con sentido del humor, generalmente tiene un no se qué, que atrae a la gente, sin quererlo, simplemente por el hecho de estar ahí. Podrá tener problemas personales, pero no los traduce en sus gestos ni en su forma de hablar o intercambiar opiniones con los demás.
Es el primero en reírse de sí mismo, y generalmente, cuanto más nervioso está, es cuando hace más alarde de ese sentido del humor tan característico, puede inventarse una anécdota o utilizar una floritura lingüística que nos hará reír hasta las lágrimas, y él tan pancho!!!!.
Acaso es una forma de locura transitoria?... No, generalmente la vida lo ha marcado de una forma diferente, o él o ella, lo han tomado con ¨filosofía¨..., o puede que, al ser gente muy sensible, reconoce en los demás su propio dolor, y trata por todos los medios de aligerar el peso de la situación, sacando de su chistera emocional algún cuento simpático o gracioso, capaz de romper el hielo en momentos de silencios escabrosos o logra, sin saberlo, sacarle una sonrisa a alguien que había dejado de sonreír hace mucho tiempo.
¿De dónde sale el sentido del humor?... Generalmente es propio, innato, se lleva en la sangre, sin querer decir que la persona sea un ¨payaso¨profesional, no, la persona que goza del sentido del buen humor, desconoce de dónde sale esa forma que tiene de llegar a la gente, pero una vez lo descubre, lo utiliza para ayudar, para que en esos momentos en que intuye que hace falta una sonrisa, emitiendo o contando alguna experiencia disparatada, la gente afloje un poco y la reunión, el equipo o el momento pase más fácilmente. Lo hace sin tener conciencia exacta de que lo hace, pero gracias a Dios siempre suele caer bien, y se agradece sobre todo, en los momentos de tensión que a veces ocurren cuando tenemos a personas de diferentes criterios o formas de ver las cosas.
Suele también ser una persona que no se dá mucha importancia a sí misma, no porque tenga baja autoestima, no, es que hay cosas para las que no le dá valor, y considera que esa capacidad que tiene es uno de los Talentos con los que Dios le dotó al momento de nacer, pero sin tratar de hacer de ello una forma mercantil, aunque algunos humoristas así lo hacen, pero las personas con este buen humor, no andan por ahí diciendo que lo son, la gente los va descubriendo en la medida que los conocen y llegan a apreciarlos.
Tener sentido del humor hace que las personas valoren la vida en el amplio espectro de la misma, no menosprecia a nadie y siente que puede aprender incluso de observar a un insecto, porque todo lo que le rodea le maravilla y apasiona. No es un soñador, pero sí un ser agradecido con la vida.
Cuando una persona es abatida por uno de los momentos más difíciles que puede pasar un ser humano, esa persona, a pesar de todo, podrá incluso sacar una moraleja, hacer algún cuento sobre la situación o persona que ha perdido, alejando por instantes las nieblas que nublan su alma... Su dolor sigue ahí, pero trata de no traspasarlo a los otros y siempre buscará la forma de aligerar la carga de los demás. Porque esta persona ya conoce el significado y el peso específico de su propia carga emocional, por ello, no la quiere para los demás.
De niños quizás no fueran muy comprendidos, pero lo tomaron como parte del ¨paquete todo incluído de enseñanza¨, y hoy es capaz de reírse incluso de los momentos más azarosos que le ocurrieron, así son y así los debemos querer y comprender.
Dios bendiga a todas esas personas maravillosas que nos sacan una sonrisa, aún cuando en realidad quisiéramos llorar, nos están regalando algo muy valioso, y no debemos despreciarlo, pues esa sonrisa significa que han cumplido con parte de la tarea encomendada...
Feliz sábado a todos y todas, Dios nos bendiga.
Mireya Pérez
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