A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

jueves, 5 de mayo de 2016

Cuando las alas no responden...






Muchas veces, en la vida de cada uno de nosotros, nos habremos sentido como pesados, como si llevaramos una carga muy pesada sobre los hombros, como si toda la vida estuviera sobre nosotros... Nos ahogamos, parece decir nuestra alma, pero nos damos cuenta de que, a pesar de las circunstancias, de las preocupaciones, de las dificultades, nuestra vida se empeña en decirnos: 

_ Sigue adelante!!!.

Y... Seguimos a pesar de que, hasta ayer no lo creíamos posible...

¿Por qué?... No lo sabemos, sólo que seguimos respirando, aún en los momentos más difíciles, cuando queríamos que la tierra nos tragara, pero no, aquí estamos, tenemos un destino y una misión que cumplir, aunque a veces no la conozcamos, o sí, pero no la aceptamos porque nos parece sin sentido o porque nuestro ego nos dice que no estamos preparados. Pero nunca estamos preparados lo suficiente, sin embargo, cuando el ¨alumno¨está listo, aparece el ¨maestro¨ adecuado: en persona, libros, comentarios, vídeos, periódicos o simplemente una frase, que de súbito despierta nuestra mente y de forma clara se hace verdad lo que hasta hace poco era sólo una ensoñación.

Cuando nuestro propósito se hace presente en nuestra vida, tienes una cosa clara, que nunca te va a faltar el apoyo, la guía o la fe para continuar, todo va apareciendo en tu vida en el momento exacto y preciso, con las respuestas que necesitas y los ángeles del camino te acompañarán en cada recodo del mismo, y cuando te sientas desfallecer, de repente sentirás cómo algo inexplicable te invade , la Paz te rodea y tu corazón se expande, no estás solo o sola, hay a tu alrededor personas que no conoces o que sí, pero que en el momento oportuno aparecerán y te darán el apoyo que necesitas o compartirán contigo el momento o la idea precisa, así nada más.

Las fuerzas se renuevan y te llegan ideas claras, ves la vida con otra luz, continúas tu camino, aún cuando a veces no confíes en tí mismo, pero la gente que te quiere sí confía en tí, te dará soporte moral y espiritual, y nuevas ganas aflorarán a tu existencia. Después, cuando las cosas se vayan sucediendo, en el tiempo y el espacio perfecto, sentirás que sí tenías una razón de ser y un por qué... 

Pero no vayas a pensar que todo ya está escrito y dicho, no, por el contrario, es ahora cuando comienza la gran hazaña, pues ahora eres tú el que debe convencer y llevar el mensaje a donde quiera que deba llegar, tu sólo eres el instrumento, el guía, el mensaje tiene siempre un destinatario o varios o cientos de miles, pero como todo mensaje que se precie, tiene carácter y no quiere las cosas fáciles, al contrario, quiere que se muestre en todo su esplendor y para ello hay que esforzarse, él sabe que vale la pena, por ello exigirá de ti tu mayor esfuerzo y entrega...

El Dr. Wayne Dyer, qepd, decía cuando escribió su último libro I Can See Clearly Now, que estuvo 60 días encerrado en la casa del jardín en Maui, escribiendo sin parar, hasta que al final, lo había logrado, escribir para él siempre fue su inquietud, su forma de expresarse, el mensaje que debía llevar, notaba cómo sus palabras fluían y aparecían en las páginas de su block de escritura... Todos sus libros los escribió a mano, en cuadernillos, luego su secretaria, por años, lo pasaba al ordenador y por fín, una vez revisados llegaron a nosotros. ¨Lo importante es el por qué de la llamada¨, nos dice, en la entrevista que comparto al final de este blog de hoy.

https://www.youtube.com/watch?v=M8BA2-2Sb80

Cuando estamos listos, debemos dejar hacer a nuestro Creador, que se haga lo que deba hacerse, siempre confiando en el Guía especial, esa llama interior que te mueve, él acomodará nuestras alas y veremos con asombro cómo se alinean en nuestra espalda y emprenderemos el vuelo armonioso y maravilloso, para el cual fuimos creados, para cumplir el divino propósito de Dios.

Que Dios nos bendiga cada día y en cada recodo de nuestro camino. La fe mueve montañas y es un buen compañero de viaje, este viaje que llamamos Vida.

Mireya Pérez




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