¿ Cuántas veces en nuestra vida nos habremos quejado de algo o de alguien, sin tomar en cuenta quién nos escucha, o en mi caso, quién nos lee?...
Pues seguramente habrán sido cientos de veces, muy posiblemente sin estar conscientes al 100% de nuestros actos y de cómo éstos repercuten en nuestro entorno. A mi me habrá pasado no cientos, sino miles, conociéndome como me conozco y con lo dogmática que he sido y sigo siendo, en muchos sentidos, jajajaj.
Hoy, para mi grata sorpresa, he encontrado el mensaje de una compañera del grupo de Amate, sobre mi escrito de ayer, y sin saberlo, me ha dado el pie para este escrito, pues no sabemos lo importante que puede ser algo que opinas, que escribes, que señalas, etc., y lo trascendental que puede ser ese sencillo acto de pensar y compartir ideas. Para mi buena suerte o estrella, yo estoy dedicada en cuerpo y alma a ayudar, a servir de guía temporal, y de espejo para aquellos que buscan una pequeña luz, algo de inspiración o un motivo para analizar algo que vemos o que no habíamos tomado en cuenta antes, por ello, las reflexiones de mi nueva amiga, me sirven de aliciente pero también de ¨llamada de atención¨, para cuidar mucho el mensaje, pues es muy importante y jamás debo de olvidar la gran responsabilidad que conlleva ser el Mensajero...
He desarrollado mi voz, a través de las más difíciles situaciones a las que un ser humano se puede enfrentar, y sigo haciéndolo, sólo que yo cuento con la inmensa ventaja de sentirme parte de un Universo maravilloso que es la vida, la Fe en Dios, la amistad, la familia, mis recuerdos... Todo me ha forjado y me ha traído hasta este recodo del camino. Pero no estoy sola, nunca estoy sola en realidad, mi vida es rica en recuerdos, aprendizajes, seres humanos maravillosos que me acompañan a veces todo el trayecto, otros sólo un pedacito, pero para mi, que soy defensora a ultranza del ¨Tiempo de Calidad¨ más que de la cantidad de tiempo, espero, porque yo asi lo asumo, que ese tiempo que hayamos o vayamos a compartir sea realmente maravilloso y único, para que pueda ser parte de las experiencias memorables y únicas de esta vida, que nos ha tocado vivir a cada una de nosotras o de nosotros.
Animada en esa confianza inquebrantable, asumo cada día, tal como viene, que a veces toca quedarse en casa... pues me quedo en casa, que otras veces vamos a tener una reunión, como la del próximo lunes, pues ya estoy disfrutando de los planes y del postre que voy a llevar para compartir con mis compañeras del Desfile de Amate. Se que va a ser una tarde memorable, porque son una mujeres fantásticas, echadas pa´lante como dicen en mi tierra, ¨Todo terreno¨, añadiría yo. Pero sobre todo humanas, cercanas, valientes, generosas y con unas ganas de vivir que harían a más de uno pensar de nuevo y alinear sus pensamientos con este grupo realmente magnífico!!!!.
Por eso, tan consciente como me he hecho de mis palabras y de mis sentimientos, quisiera que mi aporte, a la gente que me rodea o que se cruza en mi camino, a mis amigas, a mi familia, mi hija, mis nietos, sea de una sonrisa, un alma agradecida, una madre entregada, una esposa amorosa, una hija... y una mujer que lo dió todo, sin esperar nunca nada a cambio. Cuando uno da a manos llenas, se es feliz dando, el ver el brillo de alegría en la mirada de alguien, el poder hacer sonreír a alguien, aún cuando lleve mucho tiempo sin hacerlo, es algo que a mi me da mucha satisfacción personal, los que me conocen sabe que tengo alma de payaso, que de alguna cosa siempre saco alguna chispa y les arranco una sonrisa o una carcajada limpia y cristalina, me encanta verla aparecer y el brillo en la mirada de la gente..., así soy realmente feliz.
Seamos amigas y amigos ¨Agentes de Cambio¨al positivo, quizás no recibamos nada de dinero o prestaciones a cambio, pero da igual!!!, lo realmente importante es aquello que somos capaces de compartir, porque así somos felices. A la larga, esa serie de acciones positivas formarán parte del equipaje que nos acompañará en ese último viaje, que todos vamos a realizar sin prisa y sin demora. Yo sueño con el día en que me manden a llamar, me imagino a mi alma agarrando mi cajita de zapatos de cartón, con los cientos de miles de pétalos de flores que he ido guardando en ella, y con alegría y humildad lo presentaré como regalo de esta vida que he vivido, plenamente, consciente y agradecida.
Dios las bendiga y los bendiga cada día de sus vidas, en amor y alegría, con ilusión y entrega, en paz con ustedes mismos.
Mireya Pérez
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