A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

martes, 23 de mayo de 2017

Aunque el alma no pueda...¡ Vamos!

Hoy más que nunca necesitamos el auxilio de nuestra Fe, de la Esperanza y de la Caridad...

Las situaciones que atravesamos en estos momentos no son nada fáciles, quizás pensemos que, incluso, se trata de una hazaña heroica, quizás... Pero de lo que sí estoy segura al 100% es que de ésta vamos a salir.

Mi alma está estos días ¨achico palada¨, como diría una de mis grandes amigas, pero aún en estas horas en que la desolación me invade, no puedo dejar de reconocer que mi Fe, puede más que yo, que mi alma que es positiva, no me deja derrumbarme... Pareciera y así lo siento, que ella se niega rotundamente a dejarse amilanar, aunque mi mente crítica quiera expresar otra cosa...

A mi edad, he visto y superado muchas crisis, de todo tipo, como cualquiera de ustedes. No soy diferente a ninguno, ni mejor, ni peor. Pero quizás lo que nos haga diferentes, no sea el aspecto físico, sino aquello que nos impulsa, aquello que no nos permite echarnos a llorar en una esquina y mucho menos permitirnos el dejarnos abatir por las vicisitudes de la vida.

Pensarán quizás que estoy mejor preparada... No lo creo, pienso más bien, que es la Fe, la que me mantiene y me sostiene, aún en los momentos críticos y difíciles, porque ella sabe, desde el inconsciente, que ¨todo pasa¨, absolutamente todo... Y desde ese mundo interior que me habita, me empuja hacia la superficie y ¨parece decirme¨: ¡ Vamos tú puedes!!!!.

No quiero que piensen que soy una ilusa, que todo lo ve color de rosa y que cree en que las cosas se superan por ¨arte de magia¨, no, soy de los que creen en que no sólo la Oración hace falta, sino que además, debemos poner o sumar ¨la acción¨a nuestro propósito. Las cosas no se resuelven solas, o por lo menos, no suele ser así, generalmente se necesita empuje, decisión, motivación y entrega, para que aquello que buscamos se logre, y se produzca el ¨cambio positivo¨que buscamos o anhelamos.

Habrá gente en vuestro entorno que quizás dude, incluso, de vuestros propósitos, eso es natural, lógico y humano. Pero está en nosotros el creer en nuestras propias habilidades, conocimientos y fortalezas, así como conocer nuestras debilidades. Porque el comprender todo esto, puede hacer que podamos reconocer las ¨oportunidades¨y aprovecharlas a nuestro favor.

Muchos de los grandes inventos de la Historia, se lograron a través de ¨errores cometidos¨, sí, aunque no lo crean, así ha sido  y posiblemente será en el futuro, porque la ciencia y los adelantos tecnológicos han sido fruto de miles de experimentos que fallaron, hasta que se encontró la ¨variable¨discordante y se pudo subsanar y lograr el objetivo planteado.

No quiero decir con esto, que nuestras vidas sean una variable discordante, no, por favor. Sólo quiero darles el ánimo suficiente para que crean en sí mismos, para que evalúen en qué momento o circunstancias de la vida están. Y a partir de ahí, hacer los cambios o tomar las decisiones que haga falta realizar.

Cuando estamos abiertos a las posibilidades, cuando miramos a la cara a la gente, cuando nuestra mirada está en la mirada del interlocutor y todo nuestro semblante transmite la seguridad en sí mismo, es difícil que el otro u otros no se den cuenta de nuestra existencia y lo mejor de todo de nuestras capacidades.

Ese ejercicio que tantas veces les he recomendado: mirarse en el espejo y ver y analizar al ser humano que está en él, es parte del ejercicio que debemos realizar para ¨amar y aceptar¨al ser humano que somos, tal como somos hoy, con nuestras alegrías, nuestras penas, nuestros aciertos y desaciertos. Todos ellos nos han traído hasta este momento crucial, pero está en nosotros aceptar y amar a ese ser humano que es único e irrepetible. Ni mejor ni peor que otros, pero es o somos nosotros mismos. Con canas, o sin ellas, con cicatrices que a veces no se ven, porque están ocultas bajo toneladas de ¨amor propio¨... pero que están ahí, y nos definen, aunque no lo creamos, pero diría incluso que, esas cicatrices nos hicieron ser mejores, porque nos añadieron el ¨toque de humanidad¨ que nos hace tan diferentes y cercanos.

Es nuestra vida, son nuestras experiencias, nuestras vivencias, nuestros errores y aciertos, nuestros, de nadie más. Por ello, somos únicos e irrepetibles... No lo olvides nunca, nuestra alma está consciente de ello y por ello nos anima a no tirar la toalla, a luchar, a enfrentar nuestros miedos y a doblegarlos. Sé que al principio no es fácil, que pareciera que está todo en contra, pero ahí es cuando la Oración, la Fe y la Esperanza se abren camino en la oscuridad y encienden miles de luceros para que la noche triste se convierta en hermosa y única. ¿O acaso las noches estrelladas no son hermosas?. Pues bien, ahora ¡adelante! a comerse el mundo, a luchar por aquello que creemos y por lo que hemos superado cada bache del camino. No importa cuántas veces tropecemos, lo realmente importante es levantarse, respirar y dar ese primer gran paso.

Dios nos bendiga a todos, que nos permita ver en cada momento las ¨oportunidades¨y sepamos encontrar la manera de manejar los pequeños escollos que se puedan presentar.


Mireya Pérez.




No hay comentarios:

Publicar un comentario