A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

martes, 9 de mayo de 2017

Cada día tenemos nuevas oportunidades... Adelante!....



Cuando pienso en todos los caminos que he transitado en mi vida, a través de estos 61 años que tengo, me siento perpleja... No por las cosas que han ocurrido, que para cada quien, tienen su propio significado, pues todos tenemos una historia de vida, y miles de resultados diferentes; sino por los enlaces que se han ido formando de un paso a otro, sin que apenas me hubiera dado cuenta, hasta el momento actual.

Los enlaces, las emociones, la gente que conocemos, los que hemos encontrado en el camino, los que se han marchado, o los que están por llegar o que están anunciando su llegada... Todo me parece interesante, no porque sea una mujer curiosa, en realidad no lo soy, de hecho me molesta la gente que estando en tu casa, de visita, te abre los cajones o las puertas de los armarios para ¨curiosear¨, me parece una falta de respeto absoluta y me causa un disgusto, que apenas puedo contener, pero respiro profundo y logro acallar esa parte de mí, que es aún indómita, y gracias a Dios, lo logro y dejo pasar el momento, pero es algo que en verdad no puede conmigo, es una invasión a mi intimidad, casi como si me hubieran violado. Quizás es absurdo, pero es así, no lo puedo evitar.

Respeto a la gente y las acepto como son, lo mismo quiero para mí, porque es una forma de convivir: la aceptación del otro u otros, pero también la nuestra propia, pues es un toma y daca que jamás se debe interrumpir, forman parte de las leyes naturales de la existencia, el equilibrio de las relaciones.

La vida, en ese devenir, nos presenta oportunidades o retos que van desde lo emocional a lo personal e individual, real o transitorio, no lo sabemos, pero en el momento que aparecen, tomamos decisiones que esperamos sean las acertadas o por lo menos, las que más se acercan a lo que soñamos, esperamos o deseamos. Sólo el tiempo, ese maestro que a veces es implacable, nos muestra al final del recorrido, si fue perfecto o no, pero aún cuando las decisiones hayan sido erróneas, traen un aprendizaje, para todos los niveles de nuestra existencia, y eso me resulta muy estimulante. Siento que estoy viva, que puedo pensar, expresar, aprender, comprender, compartir y evolucionar, como ser humano, como mujer, como amiga y madre, como abuela, en todos y cada uno de los roles que la vida me plantee, desde la humildad que es la gran maestra de nuestra vida.

Ayer comencé un nuevo ciclo de enseñanza, de aprendizaje, en un área de estudios, que nunca toqué, lo pasé por la tangente, aunque mi esposo siempre tuvo algo que ver con el tema, y creo que desde el Cielo habrá dicho:

_ Por fin !.... jajajaja_

No voy a decirles de qué se trata, pero creo que voy a aprender muchas cosas, que me ayudarán a entender mejor el panorama de este mundo en el que habito, que a veces no entendía, pero gracias a esta nueva hoja de ruta, podré ver con más claridad. Si les digo que veo perfectamente el recorrido de este camino, les mentiría, pero estoy conociendo a gente nueva, de diferentes edades y circunstancias, de diferentes niveles socio culturales, y eso me fascina, me siento como pez en el agua, jajaja. Espero que mis nuevos compañeros también se sientan igual que yo, pues es importante que todos asumamos esta nueva etapa con ilusión y al final logremos los objetivos que nos hemos trazado, en conjunto y en forma individual. 

Es un reciclarse, un renovar y aprender, y para mí que siempre he estado rodeada de libros, me hace sentir feliz.

Ayer recordaba con mis compañeros, una anécdota del pasado, cuando en los años 80, teníamos las primeras PC de Epson, y mi esposo no me dejaba ni siquiera que la limpiara, porque podía dañar el equipo... jajajaja.

En esos años entré a trabajar en la primera compañía de seguros del país, para ese momento, y era coordinadora de producción. Acostumbrada, por mi carrera de biólogo y docente, a llevar tablas de seguimiento de gestiones o evaluaciones, aplicaba estos conocimientos en elaborar las gráficas para llevar el crecimiento de la cartera de mis chicas, productoras exclusivas de seguros, de las cuales, hice grandes amigas que aún conservo, gracias a Dios. Pero lo hacía a mano, y los cálculos también. Era un proceso engorroso que hacía en mi casa, restando tiempo a mis hijos y a mi familia, pero sentía que era mi deber saber cómo estaban cada una de mis chicas, y cómo podía ayudarlas a crecer y obtener los premios que la compañía daba cada año, en el Plan de Incentivos de Producción.

Un buen día, caminando por el pasillo de la gerencia, escuché a las secretarias quejarse de que las estuvieran ¨obligando¨a hacer un curso de informática, eran los tiempos del World Perfect y del Lotus 123 y yo me emocioné, era el momento de solicitar que me dieran también la oportunidad de hacerlo, pero a mi jefe no le pareció bien, al contrario, pensó que estaba loca, pero seguí en mi empeño, y creo que por quitarse de mi por un rato, aceptó que entrara en los cursos que daban la gente de Soporte técnico... Estaba feliz como una niña chica y apenas empecé a recibir las primeras clases y pude por fin hacer mi primera hoja de cálculo, me sentí realizada!!!. Recuerdo que ese día bajé emocionada con mi primer cuadro de producción, donde había plasmado la gestión de mis chicas y la llevaba como un premio... jajajaj.

En el pasillo, uno de los coordinadores, al que recuerdo con mucho cariño, pues era un señor con todas sus letras y un ser increíble, me paró y me dijo:

_ Mireya qué te pasa?_ Estás roja como un tomate_ 

_ Eduardo, estoy feliz!!!- Mira, con esta herramienta podemos hacer esto.._

Observó el cuadro que había hecho y me acompañó a ver a nuestro jefe, yo era para ese momento, la única mujer del equipo, el resto, estaba formado por once hombres y nuestro jefe, y cuando le mostré el cuadro y lo feliz de mi rostro por este logro, se sonrió y me dijo:

_ ¿ Sabes que ahora los chicos van a tener que hacerlo también?- Te vas a ganar unos cuantos enemigos_ jajajaj.

Pero no fue así, aunque algunos estuvieran algo remolones, al principio, cuando vieron lo bueno que era y lo que nos ahorraba en tiempo, se pusieron en marcha y a finales de ese año, ya todos usábamos las aplicaciones y nuestro grado de compromiso con nuestra fuerza de producción se hizo más evidente.

Estudiar siempre ha sido para mí algo invaluable, y una de mis amigas me recordó estos días, la capacidad que tengo para hacerlo. Ella a veces me toma por sorpresa, porque no siempre la gente se da cuenta de lo que nos gusta o apasiona a los otros y mi amiga, siempre sabe cómo me siento, en qué momento me encuentro y gracias a ella, he emprendido algunas rutas que a lo mejor me hubieran tomado un mayor tiempo el reconocerlas y emprenderlas. 

Gracias amiga de todo corazón.

Así que hoy quiero animarlos a hacer cosas nuevas, a aceptar las oportunidades, a aceptar las llamadas del destino que no sabemos a dónde nos va a llevar, pero que durante el proceso hará que nos sintamos vivos, despiertos, con ganas de aprender, de compartir, de realizarnos.

Sin miedos, el miedo a veces nos bloquea y nos impide sobreponernos, simplemente porque el ¨nicho en donde estamos¨, aunque no nos guste, lo conocemos y al miedo no le gusta que le cambien los patrones, pero hay que hacerlo.

Queridos lectores no temamos a lo desconocido, en el caso de que en el transcurso del recorrido, veamos que algo no va bien, siempre podemos cambiar, pero no nos quedemos en el borde del río sin atrevernos a cruzar, pues no sabemos ni su profundidad, ni las corrientes de su cauce. Pero sí nos conocemos, sabemos de nuestras capacidades y si seremos capaces o no de vencer todas nuestras trabas y salir airosos.

Dios nos bendiga a todos y cada uno de nosotros y gracias Señor por las oportunidades que nos brindas cada día.

Mireya Pérez


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