A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

lunes, 23 de febrero de 2015

Anécdotas perrunas....









Los que tenemos la inmensa fortuna de contar con un animal de compañía, sabemos que contamos con un ser que nos es fiel a toda prueba, no sólo por el hecho en si, sino por su naturaleza intrínseca. El animal no se pregunta nada con respecto a nosotros, sin embargo lo entrega y espera todo.

Creo que en otras oportunidades he conversado sobre mi mascota, Princes, es una perrita mestiza, pequeña, blanca con manchas negras y la cara negra con manchas marrones y algún atisbo de blanco disperso por ahí, como su mechón imposible, y su pechuga también blanca, jajaja.

Princes, es una perrita muy inteligente, pero también muy sabedora de cuál es su territorio, y cómo defender sus predios con uñas, dientes y ladridos:

 _Que nadie se vaya a pensar de que por ser una perrita, no se defender lo mío, caramba!!!!- 

Ladra como loca, desde el balcón acristalado, a los perros que los vecinos llevan al parque ¨su parque¨ jajajaj.

Cuando se despierta en la mañana, como duerme con su dueña, pues espera un ratito más en la cama, por si regresa a dormir, pero si el tiempo pasa y escucha movimientos en la cocina, quiere decir, que ya es hora de ir a visitar al otro habitante de la casa, jajaja, su ¨papi¨, y presta corre y salta hasta su cama y enseguida, después de darle dos lamidas a su nariz, en señal de ¨buenos días¨. Se acomoda en su sitio preferido... jajajaj... Las piernas de su dueño, el sitio más calientito después de la cama de su dueña. Como ven ella no sabe nada!!!! quién dijo?!!!

Después de que se ha servido el desayuno, presta se dirige a su correa, señalando así que es su hora de pasear, pues ella tiene también sus propias necesidades... Una vez que ve que agarran su arnés, se monta en el brazo del sofá y desesperada mete su cabeza y casi se lo pone ella sola, nada más falta que su dueña lo asegure y ya está lista en la puerta: 

- No te entretengas, vámonos que estoy apurada!!!!-

Sale como una exalación y se dirige al ascensor, espera con no poca impaciencia que llegue el mismo, y enseguida ya está metida, esperando que señalen el piso de salida. Con su andar todo femenino, pues mueve sus caderas como toda una dama, jajaja, se dirige sin vacilación al portón de entrada del edificio, no sin antes comprobar, quienes han estado por sus dominios.

Tiene un olfato tan fino, que es capaz de detectar a alguien especial, tan sólo con que pise la entrada del portón, y ella ya se pone nerviosa y emocionada a esperar que llegue a nuestro piso y con aullidos ëspeciales¨  indica que es alguien de la casa, así que:

- Apúrense que yo los quiero recibir!!!.

En cuanto pisa la calle, toma una bocanada de aire, como detectando el sutil aroma de la acera y presta se dirige a revisar todos y cada uno de los puntos, sus puntos, y como algún perrito haya hecho alguna marca nueva, aunque ya no tenga ni siquiera una gotita de orina en su vejiga, tratará de marcar sobre este último, exprimiendo hasta la última gota de su vientre, pero no cejará hasta que todo esté como ella le gusta. Si hace caquita, espera con paciencia a que su dueña la recoja con sus bolsitas especiales y los bote en el contenedor de basura, luego, sin que nadie la guíe, se dirigirá al parque, su parque. Ahí sabe que le soltarán la correa, y que podrá salir a oler, jugar, y correr con su dueña. le encanta jugar al escondite. Por supuesto quien se esconde soy yo, y ella me localiza, jajaja. Parecemos dos niñas jugando, jajajaja.

Cuando ya está agotada, sale detrás de su dueña a dar la última vuelta a la manzana, siempre oliendo y moviendo su colita a los transeúntes, y como alguien se acerque y le diga algo bonito, pues cae rendida de placer, es una coqueta redomada, creo que ese hubiera sido un buen nombre para ella Coqueta, jajaja.

De vuelta en casa, sale corriendo a buscar a su dueño, y se sienta en su regazo como queriendo contarle todas las peripecias y personas que ha encontrado en su paseo. Igual hará al atardecer, pero aquí dependerá mucho de cómo esté el día, pues ahora es invierno y hace mucho frío, y luego, ya en casa, esperará y hasta exigirá el momento más importante del día:

La Hora del Cariño!!!.

Ese es el momento sagrado e inolvidable de esta perrita, no se lo salta, ni por todos los juguetes, visitas o chuches especiales para caninos, qué va!!!. La hora del cariño es lo máximo para Princes.

Se monta en el sofá y poco a poco va escalando el cuerpo de su dueña, hasta llegar a su cabeza, y esconde su hocico en su cuello, olfateando su perfume, tan característico... Luego, aunque sabe que a su dueña no le gusta que la laman, a un descuido zas!!! un lenguetazo perruno en la nariz, y vuelta a esconder el hocico en el mentón de su dueña.

Hace gorgoritos, como indicando que está muy extresada y enseguida, apenas su dueña empieza a acariciarla, ya ella se ha puesto boca arriba, para que le den masajitos en el cuello, la barbilla, los hombros y sus patas. Si le han dado un buen masaje, emitirá algunos ruiditos simpatiquísimos, que nunca pensarían que podía emitir un animal, y menos un perro. Pero esta sinvergüenza los emite y se nota que es ¡¡¡tan feliz!!!!.

Pero lo mejor viene a la hora de ir a dormir, suele esperar con relativa paciencia a que se completen todos los rituales normales de una casa, habitada por humanos adultos. Pero la hora de dormir es importante, y como su dueña esté sentada en el ordenador y ella considere que ya está bueno por ese día, se pondrá en la entrada del estudio y empezará a emitir sonidos, como diciendo:

- ¡Anda vamos ya, cierra ese aparato de una vez, y vamos a acostarnos, que yo tengo sueño!!!-

Y hasta que no logre su objetivo, se parará en la puerta, mirará hacia adentro, se irá confiando en que los pasos de su dueña la sigan, pero si no lo hace, repetirá este proceso con infinita paciencia, pero con carácter también!!!.

_ Es que a veces, mi dueña se olvida de lo importante que es dormir...¡Caramba!!! y yo tengo que descansar y ella también!!!!.

Y ya cuando todo estamos en nuestros respectivos puestos, pues ella con dominancia absoluta reclamará el entrar debajo de las mantas  su sitio preferido en este mundo perruno mundial, acostarse delante del vientre de su dueña!!!. Y ahí se acurrucará y dormirá casi toda la noche, tapada por las mantas y en su  ¨nicho¨especial...

Princes no es una perrita con pedigree, ni está amaestrada para hacer gracias, como algunos animales, sin embargo, entiende perfectamente cuando se le dice que no, sabe qué ha hecho algo mal y esconde su cabeza entre las patas delanteras y su colita entre sus patas traseras, formando casi un ovilló y poniendo cara de circunstancias, produciendo  una risa que hay que esconder a duras penas, porque si no, se agarra la manga y ya no vuelve a hacer caso, así que las lecciones de lo que puede o no puede hacer, como no comer las plantas de su dueña, tienen que darse con energía, sin gritos y mirándola fijo a los ojos, así aprende a no volver hacer algo. Es muy inteligente.

A cambio da muchos momentos casi mágicos de gran comunicación, afecto sin límites y aprendizaje, yo aprendo de ella muchas cosas.

Gracias a ella, he escrito un libro, un cuento para niños, que espero vea la luz en los próximos meses, ha sido toda una experiencia escribirlo, pero estoy segura que a los niños les encantará y tendrán ganas de adoptar, como nosotros, a nuestra Princes, en un refugio de animales. Hay tantos que necesitan un hogar, y a cambios nos dan tantos momentos de compañía y afecto desinteresado. Yo amo mi perrita, es mi antidepresivo, anti soledad y responsabilidad también, porque se que ella me necesita y yo a ella.

El Señor en su infinita sabiduría creó a los animales, que el hombre desde que apareció en la faz de la tierra, fue descubriendo y domesticando, y son de gran ayuda en todos los sentidos. Hoy en día se adiestran animales para que puedan detectar el aumento del azúcar en sangre de su sueño, y así con un ladrido indicarle que debe revisar su nivel de azúcar e inyectarse. Otros los adiestran desde hace muchos años, para que sirvan de perros guías a sus dueños con problemas de visión. También entrenan animales capaces de detectar la tristeza y ansiedad en su dueño, y los ayudan a salir de estados muy profundos de soledad.

Por eso, gracias Princes, por todo el ¨cariño que me das¨, sin saber el significado de este nombre.

Dios nos bendiga a todos, y a nuestras mascotas, independientemente del tipo, raza o especie que sean.

Mireya Pérez.





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