A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

jueves, 16 de abril de 2015

Las cosas importantes de la vida...








El mundo da tantas y tantas vueltas, que a veces, y a pesar de que los viejos suelen decir que, todo poco a poco vuelve a su lugar, no deja de sorprenderme las casualidades o realidades de cada día.

Resulta impresionante las ocasiones en que habiendo soñado con tal o cual persona, o habiendo pensado en ella, de repente, sin ton ni son, tenemos noticias de esa persona, nos la encontramos en la calle, al salir a hacer alguna diligencia, o simplemente nos llama, o se pone a chatear a través de la red. Y es que dicen, los que saben de esto, que nada pasa por casualidad, que todo tienen una razón y un por qué.

A veces pareciera que estamos cincronizados mentalmente, o que la ley de la atracción de opuestos, nos reclama. Y es así como hacemos amigos entre gente de diferentes razas, credos, opiniones políticas, etc., a veces diferentes, pero convergentes en lo que nos importa más, que son los sentimientos, ellos son el hilo conductor de nuestras vidas, y hace que formemos una madeja intrincada, única y especial. Tanto, que cuando alguno de nosotros estamos pasando por algún bache, algunos perciben que ¨algo¨sucede, y surge la llamada, el chat, o el mensaje de whatsap, donde nos ponemos en contacto y hacemos llegar el mensaje que quizás alguien necesitaba, pienso que con el tiempo la amistad se convierte en un sentimiento tan fuerte o más que los lazos sanguíneos, y nos hace vulnerables y a la vez fuertes ante la vida y nuestras circunstancias.

Descubrimos aficiones, gustos, hobbys de personas que conocemos de toda la vida, y que de repente al llegar a esta, nuestra edad, en que la mayoría de las cosas han sido realizadas, aparecen aficiones, o quizás es que siempre quisimos hacer ciertas cosas, pero no teníamos el tiempo para hacerlas, o el trajín del día a día nos impedía hacerlas, y soñábamos que cuando llegara el momento del descanso del¨guerrero¨aparecerían los pintores, los jardineros, escritores o cuenta cuentos como yo, los diseñadores de jardines, ambientalistas, cuidadores de animales en peligro de extinción, o en el peor de los casos, animales en abandono, que es el peor de todos, porque cuando alguien abandona a un animal de compañía no sabe el trauma y el dolor que infiere a un ser vivo que sólo pedía que le dieran cariño y seguridad, pues ellos lo habían entregado todo antes.

Me maravilla ver a mis amigas y amigos haciendo multitud de cosas, todas maravillosas y únicas, aunque también ejerzan otros roles, algunos todavía están en pleno apogeo profesional, otros piensan ya en la jubilación o en tomar las cosas con más calma. Pero todos, sin excepción están trabajando en algún proyecto adicional que estoy segura será tan gratificante o más, que lo que hicieron anteriormente. 

La vida es hermosa, y no se acaba hasta que damos el último respiro. Así que todos y cada uno de nosotros tenemos un compromiso personal e intransferible con nosotros mismos, de cumplir nuestros sueños, aquellos que permanecieron guardados en algún rincón de nuestra mente, esperando solo la llegada del momento oportuno. Y ese momento es hoy.

Acariciemos con amor cada uno de nuestros sueños, que Dios nos de la sabiduría y la templanza para llevar a cabo todas esa pequeñas grandes cosas que quedaron para más tarde, pero que ahora es el momento de realizarlas, sin que por ello descuidemos los otros aspectos de nuestra vida: los amigos, la familia, la pareja, los hijos y los nietos. He puesto el orden a propósito, porque si se acuerdan, hace cuarenta o más años atrás, todos empezamos por los amigos, la pareja, los hijos, la familia... y después de mucho tiempo: los nietos, esos locos bajitos que nos mueven el piso y nos permiten soñar. 

Así somos, así nos queremos todos, o por lo menos yo los quiero así, a todos y todas, por ser como son, no los quiero diferentes, no cambien, yo los amo tal y como son y por lo que se distinguen cada uno de ustedes. 

Dios nos bendiga todos y cada uno de nuestros días y nos brinde la oportunidad de acariciar y descubrir esos sueños maravillosos y si es posible, que lo podamos compartir con la gente que en realidad nos importan.

Mireya Pérez.


No hay comentarios:

Publicar un comentario