Aunque el cuento que les voy a narrar está basado en hechos reales, para preservar la identidad del personaje y su familia, utilizaré otros nombres, profesiones y lugares de ocurrencia del mismo, porque lo importante no es quién es, sino lo que fue capaz de realizar, y es un ejemplo para la gente que cree que no se puede, pero sí se puede, solo hace falta fuerza de voluntad, metas claras y decisión para ponerlas en marcha.
Hace ya unos cuarenta años, aproximadamente, un joven de de 17 años terminó la educación secundaria básica, y viendo que en su pueblo del oriente de Venezuela, no tenía oportunidades, se lanzó tras el sueño de la gran ciudad, para ello, con los pocos realitos que había podido juntar entre sus padres y hermanos, se montó en uno de los tantos autobuses que recorren el país, con dirección a la capital. Cuando llegó, la vorágine del Nuevo Circo lugar de llegada de los autobuses del interior, lo abrumó, porque había mucha gente yendo y viniendo, pero en el largo viaje desde su tierra hasta la capital había conversado con otro muchacho como él, con su maleta de sueños al cuello y le habló sobre las pensiones que habían en una avenida que le llamaban Baralt, y hacia allá se dirigió, logró encontrar una pensión que cobraba por día, y al fin después de dormir toda la noche, en la mañana temprano, se acercó a un kiosco de periódicos para comprar el periódico de avisos de empleo, no tenía oficio, solo su título de bachiller, pasó la mañana en la plaza más cercana leyendo y desachando los diferentes avisos donde ofrecían trabajo pero exigían experiencia, la cual no tenía, pero de repente se topó con una que era para ser mensajero interno dentro de la empresa y solo requería saber leer y escribir, tomó nota de la dirección, y cargado con su carpeta sencilla con su título de bachiller y la mejor de las sonrisas se fue para la empresa.
Era una industria grande que quedaba por la esquina de Bárcenas, cerca de una emisora de televisión de la época. Se presentó al señor que estaba en la entrada y le dijo que venía por el anuncio del periódico, el hombre le dijo que si estaba recién llegado, le dijo que sí, con timidez, y el otro le dijo que subiera la escalera y hablara con don Alvaro. Más que subir las escaleras nuestro joven voló por las mismas, al terminar y llegar al descanso el corazón le latía desbocado, se secó las manos sudadas en el pantalón, y se pasó la mano por el cabello, a ver si no se había despeinado mucho, respiró profundo y preguntó por don Alvaro a la primera persona que vio, le indicaron que siguiera al final del pasillo, la primera puerta a la derecha, mientras lo hacía, iba rezando a la virgencita del Valle, para que pudiera encontrar empleo...
Llego a la oficina, la puerta estaba cerrada y armándose de valor, tocó la puerta con lo nudillos y esperó a que le autorizasen a entrar, cuando escucho - pase- su pecho se paró de repente-abrió la puerta y el hombre que le recibió estaba vestido con un traje gris y camisa blanca con corbata a juego, pero por el calor se había quitado la chaqueta y esta colgaba en un perchero en la esquina de la habitación.
Don Alvaro le tendió la mano y le pregunto- ¿estaba usted buscándome?- ¿dígame para que le puedo servir?- y el chico casi se atraganta, pero respirando profundo, le dijo que el venía por el anuncio del periódico- no se había dado cuenta que lo había dicho de una sola vez, casi sin respirar- don Alvaro al verlo tan nervioso, le dijo que se sentara -¿ cuánto tiempo lleva en Caracas?,- a lo que el chico le dijo que había llegado ayer en la noche y que hoy se había dispuesto a buscar empleo- Y don Alvaro le preguntó ¿qué sabía hacer?- -pues señor, recién me gradué de bachiller en el liceo, pero no hay empleo, y necesito trabajar para poder ver la forma de estudiar de noche, si tengo empleo, por supuesto- y ¿qué te gustaría estudiar?- administración señor.
Don Alvaro se rascó la barbilla y le preguntó ¿que sabía hacer?- y el chico le respondió, que sabía leer y escribir y era muy bueno en matemáticas, pero que en el anuncio decía que el trabajo era para mensajería interna, y el podía hacerlo, porque era muy ordenado y organizado.
El desparpajo del chico le gustó a don Alvaro, quien le preguntó si ya sabía cuál era el sueldo, el chico le dijo que no, a lo que el le explicó, que por ser el eslabón más pequeño de la cadena de empleo, su sueldo sería de 350 Bs., el chico hizo cálculos mentales, y pensó que si buscaba una pensión más barata y que aceptara el pago mensual, y si economizaba en las comidas, podría ahorrar y cada cierto tiempo mandarle algo de dinero a su padre para ayudarlo.
Don Alvaro observaba el rostro del chico, y se imaginó lo que pasaba por su cabeza, y añadió- la compañía tiene un comedor para los empleados, así que si no te importa puedes comer en el comedor general, y así irás haciendo amigos, ¿te gusta la idea?, nuestro chico casi se cae del agradecimiento,-Sí señor, claro que me gustaría.
- Pues ahora ve a la planta baja y busca a Rebolledo para que te llene las planillas del empleo y te de el uniforme, y mañana empiezas con nosotros, bienvenido muchacho y ojalá hagas carrera con nosotros.-
Así terminó su primer encuentro con don Alvaro, y luego cuando ya empezó su empleo que consistía en pasar por cada oficina a recoger la correspondencia, organizarla, entregarla en la que correspondía y si había que mandarla a correo, debía hacer una hoja de ruta con el detalle completo de Nombre, Dirección y código postal, para que el mensajero externo lo hiciera llegar al edificio de Correos que quedaba en la Avenida Urdaneta.
Nuestro chico empezó ese año en febrero de 1969 muy contento, cuando pudo abrió una cuenta de ahorros, y poco a poco fue juntando los reales para mandarle al padre, y para estudiar en la Universidad, no pudo entrar hasta el año 1971, pero estaba contento, porque lo habían cambiado de departamento y ahora estaba en el área de cobranza aprendiendo a llevar los libros internos de control, su jefe era un señor muy ordenado, le explicó que la contabilidad de una compañía era algo muy serio, y que los asientos de los diferentes movimientos había que hacerlo con cuidado, y luego revisar que las cuentas de una columna y de la otra coincidieran, poco a poco aprendería lo que significaba Libro Diario, Libro Mayor, Inventario y Balance, obviamente él todavía no tenía conocimientos para hacerlo solo, pero hacía el borrador y agrupaba los diferentes rubros y facturas para que el trabajo de sus compañeros fuera más fácil.
Para el momento en que terminó la carrera en la Universidad Central, ya lo habían ascendido y tenía un sueldo, que le permitía soñar con alquilar su primer piso, y luego comprar su primer apartamento. Y ya tenía novia, en la últimas Navidades había podido presentársela a sus padres, los cuales estaban muy orgullosos de su chico, que había logrado tanto, con su esfuerzo.
Don Alvaro lo mandó a llamar una semana, para felicitarlo por su desempeño y para darle la primera gran sorpresa de su vida.- Hijo, estamos muy orgullosos de tu desempeño, tus diferentes supervisores alaban tu seriedad, empeño y seriedad en el trabajo, y yo te he llamado, porque creo que es hora de darte una nueva responsabilidad- Nuestro chico ya no era un mozalbete, apenas tenía 25 años, y ahora le daban una nueva oportunidad- Usted dirá don Alvaro, qué responsabilidad es esa?.
Don Alvaro lo miró y le dijo, queremos que te encargues de la oficina regional en Valencia, estado Carabobo, claro que vas a tener un equipo de personas para ayudarte en la gestión, pero has demostrado cualidades muy importantes, honestidad y seriedad. ¿Tendrías algún inconveniente para mudarte a esta ciudad?,- claro que el primer año, la empresa se hará cargo de tus gastos de alquiler de apartamento y demás gastos, incluso se te va a asignar un coche de la empresa, de manera que puedas venir a las reuniones cuando te llamemos, cada 6 semanas, te gusta la idea?-
Lo pensó, pensó en la novia, y decidió que se casarían, ahora con el nuevo cargo y el aumento de sueldo, podrían casarse y empezar de nuevo en otra ciudad- Claro Señor que acepto, pero debo arreglar algunas cosas, y sin tapujos le explicó sus planes, a lo que Don Alvaro, le sonrió, deseándole mucha suerte y que no olvidara pedir el bono que la empresa otorgaba por matrimonio. Desde que había llegado a esta empresa hace sólo 7 años, solo le habían pasado cosas buenas, estrechó la mano de Don Alvaro, y bajó a su escritorio para hablar primero con su jefe y luego a la hora del almuerzo, fue a ver a su novia, que trabajaba de dependienta en una tienda y delante de todos la pidió en matrimonio.
Para 1980, ya nuestro chico era el flamante gerente regional de la empresa para la zona central del país, y hacía un tiempo que ya era padre y junto a su esposa había comprado una casa en una zona nueva con gente joven como ellos. Por otro lado, y viendo que cada vez era más necesario el manejo de las nuevas tecnologías, se había apuntado en una academia y todos los sábados acudía a tomar clases sobre todo lo concerniente a los nuevos instrumentos, las hojas de cálculo, el Lotus 1,2,3, el Word perfect y también el Inglés.
Y así, después de 19 años en la empresa, a principios del 1990, lo llamaron a Caracas, para asignarle una nueva responsabilidad, don Alvaro se retiraba y necesitaba una persona formada en la empresa y de justificada honestidad para sustituirlo, de ahora en adelante sería el gerente General de la Planta y con proyección de ser en unos años el Vicepresidente Ejecutivo.
Cuando escucho todos los consejos que le había dado Don Alvaro en las últimas tres horas, se dio cuenta de que su destino le presentaba un desafío que para un pueblerino como él, consideraba no estar a la altura, y así llanamente se lo expresó a Don Alvaro, y este le dijo,-hay una forma muy fácil, tengo entendido que has estudiado Inglés y que te defiendes no?- bueno algo señor- Bien, si quieres ser el Vicepresidente para el año 2000, tienes que aprender algo, que jamás se te hubiera ocurrido: Modales, Protocolo, y Golf.- La cara de nuestro chico era un papel en blanco- eso Señor, no le veo sentido- Pues amigo mío si, porque tendrás que atender socios nuestros de Estados Unidos, asistir incluso a reuniones en la Presidencia de La República, y por último el Golf, te abrirá las puertas a círculos de clientes potenciales que no tienes idea de que existen, pero será en tu provecho, y te he dado estos consejos como si fueras mi hijo. No lo Olvides, te vas a convertir en todo un Señor y de paso, te tendrás que mandar a hacer los trajes con un buen sastre, en este puesto el traje sí hace al monje.
Para 2005, nuestro chico no sólo era el Vicepresidente Ejecutivo de la empresa, sino que además había comprado otras empresas, para agrandar el campo de acción de la que él dirigía y había hecho fusiones muy rentables, lo que mantuvo siempre muy felices a los accionistas del Consorcio.
Pero lo mejor de todo, es que durante estos casi 30 años, pudo darle educación a todos sus hermanos, le había comprado una buena casa en el pueblo a los viejos, y sus hijos y esposa tenían un tren de vida que aquél pobre chico de Clarines nunca hubiera sospechado, solo que se había empeñado en formarse, estudiar, aprender, ser siempre humilde y honesto, y ahora tenía buenos amigos en diferentes estratos sociales, porque no se le había subido a la cabeza, en el fondo era el mismo chico de Clarines, solo que pulido, bien vestido y usando colonia fina, como le decía a su mujer, y ya no conducía, tenía chófer, el cual de vez en cuando se sorprendía cuando el jefe se sentaba de copiloto y no atrás como correspondía, a lo que nuestro chico le guiñaba el ojo, en son de secreto y así llegaba a las nuevas oficinas ubicadas ahora en la zona de más pujanza de la ciudad.
Este es mi ejemplo de humildad, trabajo, estudio, esfuerzo y honestidad.
Espero que les haya gustado.
Mireya Pérez 06/01/2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario