A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

domingo, 5 de enero de 2014

Esos hijos que sin serlo son tan míos, como si lo fueran....









Hoy quiero compartir con ustedes la inmensa alegría de contar con mis hijas(os) putativas, las que no salieron de mi vientre, pero que fueron llegando a mi corazón, en la medida que asomaban sus rostros a mis clases del colegio, del liceo, del Instituto o de la vida. Pues de alguna manera, que sólo Dios sabe, el gran árbol de mi vida, agrandó su copa, y dio cobijo bajos sus ramas a todos los que de una manera u otra llegaban y se quedaban, un ratito, mientras escampaba o casi el resto de mi vida, y todavía siguen ahí.

Mis niñas, que hoy en día son mujeres hermosas,  profesionales magistrales y madres insuperables, y algunas han acogido la  voz del Señor y han dicho sí. A todas y cada una de ellas las amo, de formas diferentes, como los dedos de una mano, cada uno distinto, pero todos necesarios.

Gracias a ellas aprendí muchísimo, porque establecimos un equilibrio maestro alumno, muy edificante, recuerdo una anécdota con una de las chicas, que en una clase de Biología, me hiciera una pregunta y yo le respondiera con otra, y otra compañera muy lista me dijo- profe, ¿porqué responde con otra pregunta?- y yo respondí- porque en la pregunta estaba la respuesta y ella no se había dado cuenta-

Mi misión como yo la veía, no era darles una clase magistral y que luego ellas dijeran que esa profe si sabía, no, mi misión era que aprendieran a pensar por sí mismas, que al final del curso, fueran capaces de encontrar una información específica, que la analizaran, la sintetizaran y luego proyectaran en forma de conocimiento adquirido, y gracias a Dios muchas lo lograron.

Verlas hoy como mujeres realizadas, en todos los aspectos de la vida que ellas escogieron, es un orgullo para mí, porque mi granito de arena, forma parte de su estructura mental y servirá siempre de alguna forma u otra. También, porque ellas dejaron a su vez una huella indeleble, que se transforma en sonrisa, cuando alguna me escribe o hace un comentario en facebook. Están vivas, se mantienen en contacto entre ellas, y conmigo, pero sobre todo tienen esa hermosa y brillante alegría de la juventud, no importa que algunas ya estén por pisar los amados 50, no se horroricen, no son tan malos como parece, tienen cosas maravillosas, como decir adiós a esos fastidiosos y engorrosos días , no hace falta nombrarlos, ahora somos libres como mariposas para volar y volar, mirar y discernir, escoger y descartar y cuidar de los niños, y del hogar, ser multi tareas, pero con una sonrisa en los labios, y siempre listas como boy  scout.

Mis hermosas hijas y algunos hijos, los quiero, y siempre formaran parte de mi archivo de experiencias inolvidables, que Dios me las bendiga, y nunca dejen de sonreír, cantar y bailar, y por encima de todo amar.


Su profe que las quiere

 Mireya  05/01/2014




1 comentario:

  1. Querida Profe!
    Por primera vez estoy entrando a su blog y me emociona seguir sintiendo esa conexion que por varios a~nos mantuvimos, mientras era nuestra "Profe de Biologia". Con el paso de esos a~nos, la profe se fue convirtiendo en amiga con la que pudimos compartir visitas y llamadas, y, ahora, despues de algunos a~nos mas, somos complices a traves de la tecnologia...
    Me encanta contar con estas herramientas que nos unen y nos permiten seguir en contacto, a pesar del tiempo y de las distancias fisicas que mantenemos.... Espero algun dia, no muy lejano, poder sorprenderle con alguna visita real. Mi casa, ahora aqui en Puerto Rico, esta abierta si desea darse unas vacaciones por estos lares....
    Gracias por las hermosas palabras que nos dirigio en esta carta "Esos hijos que sin serlo son tan míos, como si lo fueran...." porque me reconfirma que si fuimos y somos, con el permiso de su hija de sangre, sus hijas!
    Se te quiere y recuerda un monton, y me encanta seguir en contacto contigo.
    Un enorme beso y un inmenso abrazo!

    Marta De Pinho Amposta

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