A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

viernes, 6 de diciembre de 2013

Cuento: Una promesa de amor

 
 
 
Hace muchos años ya, tantos que la historia los ha olvidado, que una joven apenas de quince años.conoció a un chico que era mucho mayor que ella, al principio no lo observó mucho,sólo le gustaron las manos, que eran grandes y como cuadradas, se imaginó que posiblemente tocara guitarra, pues un amigo de la infancia también tocaba y la forma de los dedos eran particulares, así como la de los pianistas suelen ser manos delicadas de dedos largos; pero lo que le fascinó fue la voz, ese joven tenía una voz muy particular, que le dio un vuelco al corazón, y cuando dijo una frase muy criolla ¨Na´Guará ¨, las rodillas se le volvieron de gelatina, la había flechado y no se había dado cuenta.
 
pero ella era muy joven para él,y cuando su amiga la llevó a casa no notó la extrañeza que la chica tenía en la mirada, sabía a ciencia cierta que su madre al día siguiente le haría la confesión habitual, pues cada vez que salía a algún lado en grupo, tenía que darle todos los detalles pormenorizados de sus salidas, y la chica que pensaba ¨el que nada ha hecho nada teme¨pues siempre fue un libro abierto para sus padres; pensó en el suyo que se había ido hacía muy poco tiempo, él si la hubiera entendido con solo mirarla y le habría agarrado las manos y hubieran charlado rato largo al respecto, pero ya no estaba y mamá era más directa.
 
Así que al día siguiente le contó como le fue en la velada, que solo tomo refrescos,pues era menor de edad, y no había probado alcohol en su vida, y llegó el lunes y vuelta al colegio,con la rutina normal de un día de clases cualquiera, tomar apuntes, bajar al recreo, reunirse con las compañeras, cantar en el patio, si las madres las dejaban, porque los recreos eran por turnos, según el grado escolar, y por fin el sábado.
 
La mamá de su amiga llamó para pedirle permiso para que la chica se pasara el fin de semana en su casa con sus hijas, al fin y al cabo eran compadres y la niña necesitaba distraerse, no estar tan encerrada en el dolor, además de que la chica tendría que llevar luto cerrado por dos años, según las normas de la casa. Así que ese sábado, pues fue a casa de sus amigas, almorzaron, rieron,se contaban sus cosas sobre la mayor que estaba preñada y que pronto daría a luz a su primer hijo, y sobre la amiga que le gustaba el chico, pero que a lo mejor los padres no le iban a gustar pues no era como ellos, españoles.
 
Total que al final de la tarde la amiga le dijo que iban a ir al cine los cuatro, y ella pensó ¿qué  cuatro? y la amiga se rió, -pues quienes van a ser Pimentel y Rujano, casi se cae de la cama, y se debe haber puesto rojita,porque la amiga enseguida rió y le dijo- a que a ti te gusta Rujano?- a mí- contestó ella. -Sí yo creo que a ti te gustó él, y creo que también a él le gustaste porque le preguntó a Pimentel, si no le iban  a traer un regalo este fin de semana-, la verdad la tomó tan de sorpresa, que casi se desmaya.
 
Pero luego, desechó la idea por absurda, habían 12 años de diferencias entre esta chica y el joven, ¿quién se iba a fijar en una niña tan inocentona como ella?, así que se olvidó hasta que a la hora de la salida, se arreglaron ,su amiga la maquilló un poco para que no se viera tan pálida y fueron al encuentro con los jóvenes, fueron al cine, qué vio, ni se acordaba, pero lo que si hizo fue guardar el tique del cine para dárselo a su mamá el domingo cuando regresara a casa, en la película, estaba nerviosa, no sabía donde poner los brazos,para no chocarlos con los de él, no fuera a pensar que lo hacía a propósito, pero a cada movimiento que él hacía le llegaba el aroma de la colonia que usaba, que la mataba, qué rico olía, se prometió que la próxima vez que saliera de compras entraría a una perfumería y trataría de averiguar qué nombre tenía.
 
La velada fue muy agradable, terminaron comiendo pizzas en una pizzería muy famosa de esa época y los cuatro charlaron amigablemente, claro que ellos trataban de dejarle espacio a la otra pareja para que hablaran de sus cosas porque todavía los padres de la chica no estaban muy conformes con este pretendiente. Al final a las 11 en punto llegaron a casa de la amiga y les dieron las tantas hablando de todo y de nada, su amiga estaba muy enamorada del chico,y él se veía muy buena persona y era además el mejor amigo de Rujano.
 
El domingo fueron a misa y en la tarde, la llevaron a su casa, por si tenía que revisar alguna tarea o repasar para algún examen.  de ahora en adelante cada quince días, habría alguna salida de este tipo entre los cuatro o entre seis porque a veces también venía el hermano de Rujano con su prometida, y este chico era muy bromista y siempre hacía blanco de sus bromas a la niña del grupo, pero en reglas generales lo pasaban bien.
 
Los meses fueron pasando, y la amiga le preguntaba si Rujano le había dicho algo y ella le decía que no, a lo que su amiga le decía que era raro porque Pimentel le contaba que sólo hacía hablar de ella, y de que tenía miedo de ¨madurar un plátano, para que llegara otro y se lo comiera¨, cosa que a la chica al escucharlo, primero se puso roja y luego le dio vergüenza, de cuando acá ella era un vegetal, estaba bien que fuera una chica joven, sin experiencia de la vida, pero tarada no era, y la amiga se sentó en el piso a reír  hasta que se le saltaron las lágrimas, cosa que las contagió a las dos.
 
Por fin, y después de mucha salidas en grupo y de muchos nervios, Rujano se le declaró formalmente, y ella le dijo que sí, pero que ella no quería tener amores a la espalda de su madre así, que ella se lo diría esa noche y posiblemente el viernes el tendría que ir a su casa para que su madre lo conociera y le dijera las normas por las cuales se iba a regir el noviazgo, seguramente se quedó de piedra pero no lo dijo, y efectivamente el viernes santo de 1972, estaba entrando formalmente a ser el novio de la niña de la casa.
 
Las normas: llamadas telefónicas de 8 a 8y media todas las noches, visitas los miércoles de 8 a 10 en la casa , porque la niña estudiaba bachillerato, y salidas acompañadas de su madre y ocacionalmente su hermano los sábados y domingos de 6 a 10. La cara se le puso blanca, y trató de esconder detrás de los grandes mostachos que usaba de bigotes la sorpresa o la risa, a lo mejor pensaría quién me mandaría de ¨roba cunas¨, pero me gustaba la chica o más bien me había enamorado de su inocencia y candidez, y así lo cumplió. El noviazgo duraría 2 años y 9 meses.
 
Lo simpático fue que la chica se graduó con 17 años de bachiller y empezó la carrera en la Universidad ese mismo año, en octubre, y a los dos días de haber empezado las clases y de haber averiguado cuántos varones había en clases, pues le dijo que se casaban el año que viene. La chica se quedó pasmada, pensaba que sí se casarían,pero al menos cuando terminara la carrera, pero el no quería esperar así, que esa noche cuando ella regresó de la Universidad le dijo a su madre que Rujano se quería casar el año que viene, su madre se quedó callada un momento, y luego le dijo bien, tendremos que empezar a preparar tu ajuar, pero su madre tendrá que venir a pedir la mano, a duras penas, la chica convenció a su madre que pospusiera la petición de mano para Mayo del año entrante, y la fecha de la boda cerca de las vacaciones de Navidad de la Universidad para no perder clases.
 
El 31 de Mayo de 1974 la futura suegra junto a su hijo amado, se presentaron en la casa de la chica, a quien ya conocía, y consideraba muy joven para su hijo, pero nunca lo había visto tan feliz, así que aceptó. La recepción fue cordial y una vez que la señora Rujano pidió la mano, vinieron los requisitos de la madre de la novia, la lista fue larga, pero lo más importante, que la niña estaba estudiando una carrera y que debían dejarla terminar, para ella y para su esposo que en paz descanse era un compromiso moral, y Rujano enseguida dijo que al contrario él era el primero que quería que ella que ya estaba en 2º de universidad terminara la carrera.
 
Ese año pasó muy rápido y un 14 de diciembre de 1974,la niña y Rujano se dieron el sí quiero en una iglesia franciscana, y se juraron amor eterno en la salud y en la enfermedad, en el bienestar y en la pobresa hasta que  la muerte los separara.
 
Este próximo 14 de diciembre cumplirán 39 años de casados, y el balance es positivo, a pesar de que han tenido tiempos muy duros, como ahora con la enfermedad, pero tuvieron años de inmensa felicidad, dos hijos a quienes aman con locura y los nietos, que son la alegría de la casa.
 
El tiempo de Dios es perfecto, y pone cada cosa en su lugar, la chica que era tan sencilla,tan temerosa e inocente, la enfermedad del esposo la convirtió en una mujer fuerte para él y por él, decidida, entregada,amable y cariñosa con los de casa, generosa, y humilde, siempre tiene una palabra de aliento para los demás, porque sabe que hay dolores mucho mayores, que se llevan en silencio para no preocupar,y ha aprendido que lo importante es la calidad del tiempo, la calidad de vida que le puedas dar, el amor, la atención, la amistad a toda prueba y la entrega incondicional, su Fe en Dios le ha hecho cada vez más fuerte, y su mirada siempre tiene esa dulzura que tiene la gente que conoce la vida y que ha sufrido y  que ha aceptado su destino, no hay amargura, y siempre tiene para los nietos y sus hijos miles de besos y abrazos, y canciones infantiles para alegrar las caras de sus nietos con esa abuelita medio payasa que juega con ellos y se tira al piso a jugar como si fuera un niño más.
 
Ese es el día a día de esta pareja que se juró amor y que se siguen amando a pesar de los problemas, de la enfermedad, y que son los mejores amigos del mundo.
 
 
 

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