A los compañeros del tren especial que es nuestra vida

martes, 17 de diciembre de 2013

Princesa una perrita muy especial

 
 Cuando hablamos de mascotas en general, siempre se nos viene a la cabeza gatos y perros, aunque algunos tienen otros tipos de mascotas como peces, tortugas, hansters, etc. Pero creo sin lugar a dudas que la mascota por excelencia es el perro.
 
En nuestra vida habremos tenido quizás muchos perros, a unos los recordaremos más que a otros, bien porque fue el primero, bien porque era el mayor trasto del mundo, etc., pero a nosotros en particular nos ha tocado vivir con Princesa estos cinco años de su vida, y creo modestamente que es una perra feliz, pero que sobre todo nos hace felices a nosotros.
 
No es una perra de raza o pedigré, es simplemente una perrita mestiza blanca y negra en el cuerpo, y con la cabeza negra y manchas entre cobre y blanco, siempre tiene su cola levantada haciendo un pequeño arco, y al caminar tiene un estilo muy coqueto, femenina al fin y al cabo, es la dueña de la casa, y sin temor a dudas marca el día a día de nuestras vidas, aunque al ser tan inteligente, sabe detectar cuándo hay un ambiente de tristeza en la casa y enseguida hace un par de piruetas o se pone a correr de un lado para el otro tratando de llamarte la atención, y si es la hora de tomar el sol, exige que le abran el balcón para ella explayarse y tomar el sol en diferentes posturas, unas muy cómicas, porque parece como si se hubiera desarticulado, luego, cuando finaliza su hora de spa, viene muy contenta a indicarte que ya puedes cerrar.
 
La hora de salir a pasear es muy particular, pues si se te ha pasado la hora ella viene muy discreta y te gruñe bajito, pero insistente y te hace que la sigas, hasta el lugar donde cuelga su arnés, y ponérselo es una locura, porque se pone tan feliz, que a veces es una odisea el colocárselo, pero una vez listas, bajamos y comenzamos nuestro paseo de mañana y en la noche, equipada yo con mis bolsitas especiales para recoger su caca y botarla en un contenedor. Si el camino nos lleva al parque, suelo soltarle la correa para que salte y juegue, pero siempre está cerca de mí, digamos que siendo yo la líder de la manada, me tiene muy controlada, yo me río porque siendo una perrita pequeña de unos 20 cm de alto y de 4 Kg. de peso, tiene carácter y cuando presiente que viene algún perro, antes de que yo lo haya visto, ya ella está anunciando que ella está ahí y que estos son sus predios, a veces me he asustado porque vienen perros muy grandes en comparación con ella, pero no, ella se mantiene impertérrita y se deja oler el hocico, el cuerpo, pero su rabito no, eso es sagrado, ahí hace un movimiento de que no quiere que la molesten y los dueños de los perros se ríen conmigo, por el carácter particular de esta perrita.
 
Cuando se despierta en la mañana, como duerme conmigo, se monta encima de mí y literalmente me escala hasta llegar a la altura de mi cara y como sabe que no me gusta que me lama, en un descuidada mía, saz, me lengüetea la nariz y sale feliz después de darle yo  su besito de buenos días.
 
Si yo voy a ducharme, al principio llora como queriendo entrar, pero cuando se da cuenta que no va a hacer ningún efecto conmigo, se va tranquila a su sitio y espera a que yo salga del baño para seguirme, le encanta observarme cuando me visto, y creo que ya tiene catalogada mi ropa, porque a veces si es ropa de estar  por casa, la huele, y se va tranquila a otra parte, pero si es la ropa para salir al tendero o para hacer diligencias, empieza a retarme montada en mi cama, como diciendome- atrévete a salir sin mí- ¿como vas a salir y no me vas a llevar?. Sin embargo, si la ropa es más formal, pareciera por el olor que ella entiende que a ese lugar no me puede acompañar y se queda tranquila, solo que observando todos mis movimientos, al final cuando ya estoy lista para salir me acompaña a la puerta y luego se va tranquila a su lugar preferido, el sofá, donde esperará mi regreso o si mi esposo está todavía acostado, pues se montará en su cama y se acurrucará entre las mantas para estar bien calentita, y cuando el despierte le hará lo mismo que a mí lamerle la nariz para decirle buenos días.
 
Si estoy llegando a casa, mi esposo dice que sabe que ya estoy en el edificio, porque ella se pone en la puerta y se pone a oler debajo de la misma, y empieza a gemir, como indicando que ya estoy por llegar, que le abran la puerta para recibirme, porque ella es una gran anfitriona, cuando viene alguien y ella presiente que es gente sana, enseguida los saluda, les brinca, les pone las patas en las rodillas y hace todo porque la acaricien, la gente por lo general acepta de buen grado este gesto tan particular, luego ella me sigue y se sienta justo a mi lado, por si acaso, no se han dado cuenta de que yo soy su dueña y ella mi compañera incondicional.
 
A la hora de comer, tengo que reconocer que la tengo mal acostumbrada, porque después de probar distintos tipos de piensos, al final dí con una marca que es la única que le gusta, pero eso sí, se lo tengo que dar yo, porque eso de comer de un plato, de una fuente, de una servilleta, no va con ella, su pienso, se lo da su dueña, uno por uno, y si es posible, cuando ella quiere, se lo tengo que lanzar al aire para que ella lo agarre, es una forma de juego, se que no es lo más adecuado, pero no hay niños en casa, solo dos adultos, y es nuestro pequeño gran mimo con ella.
 
Si estoy trabajando en el ordenador, pues se acuesta en su cojín especial, y se queda tranquila, siempre que no vea movimientos que indiquen que  voy a ir a algún lugar porque ella me sigue a todos sitios, y cuando ya está tranquila porque sabe qué estoy haciendo, vuelve a uno u otro sitio a esperarme, y sigue en su medio sueño, pero con la antenas parabólicas muy atentas. Su orejas, suele tenerlas dobladas, pero puede levantarlas completas, tener una doblada y otra recta y además mover la cabeza y hacer gestos con toda su cara para hacer una pregunta silenciosa, o para tratar de entender lo que le decimos.
 
Es muy juguetona, le encanta una pelea de almohadas, lo hacemos de ves en cuando, generalmente yo agarro un cojín suave y le doy en el lomo, y entonces ella se lanza hacia a mi, y yo la bloqueo, y se pone a correr y regresa, salta hasta el sofá y vuelve a tratar de agarrarme desprevenida, pero yo estoy lista y a veces le tengo mi mano escondida entre las mantas del sofá y ella trata de encontrarla y yo le agarro el hocico y ella se vuelve otra vez a correr y a buscarme, a ver si podemos jugar, esto dura unos 10 minutos más o menos, luego ya tranquila, se acuesta a mi lado, o si es la hora del ¨cariño¨ que es muy sagrada, la hora de ver televisión en la noche,  ella busca con su cabeza mi mano, para que la acaricie, y enseguida se voltea patas arriba, para que le rasque la pansita o sus pectorales, a mi me gusta acariciarle las patitas, me distraigo contando sus dedos, y a veces le digo,- aquí hay que hacer algo con estas uñas,- y enseguida ella empieza a lamérselas como diciendo- pero si están perfectas y limpias¿ no me ves?.
 
Es muy limpia, todas las mañanas, y cuando regresa del paseo, se acuesta y empieza a lamerse, su cara, con sus patas se las pasa por los ojos y se limpia las legañas, luego se lame sus patas una a una con mucho cuidado, su rabito es su zona más acicalada, a ella eso de tener el rabo sucio no le va, siempre está como si lo acabara de lavar, y cuando la baño al principio trata de escapar de la bañera, pero cuando siente el agua tibia que le cae como lluvia, se queda tranquila y se deja bañar , luego, cuando la saco y la seco con su toalla especial, se suelta y se dirige al balcón para votar hasta la última gota de agua que le haya podido quedar y ya feliz, regresa para sentarse en mi regazo,ese es su lugar preferido por excelencia, y lo mejor de todo es que no se va a dormir hasta que yo no lo haga.
 
Cuando ya son las 12 de la noche y yo no hago gestos de irme a dormir empieza a ponerse inquieta y se para en el dintel del estudio, como diciendo- anda vamos, que ya es tarde, que hay que acostarse- y al final cuando voy a dormirme, pues la muy simpática ya está en mi cama esperando solo que yo levante las sábanas para ella entrar entre el edredón y la manta y dirigirse primero a mis pies, pero más tarde, cuando ya hace más frío se acurruca delante de mi vientre y yo me siento un marsupial, ¿será que en la otra vida fui un canguro?.
 
Ese es el día a día de una perrita sin pedigre, pero con mucho amor, es la gran compañera en los momentos de alegría, pero también en los momentos de dudas o tristezas, pareciera que siente en el aire que algo pasa, y enseguida reacciona haciendo giros, volteretas, círculos para morderse la cola o simplemente se monta en mis rodillas y me pone las patas en el pecho y me mira fijamente, a veces quisiera poder entender qué puede pensar o qué quiere decirme, pero en verdad que logra que se disipen las nubes y sale de nuevo el sol.
 
La buscamos en un refugio de animales, y creo que es la mejor adopción que hemos hecho, a veces nos llega información de otros cachorros, pero no podría atender tantas cosas al mismo tiempo y los animales necesitan cuidado, mimos y cariño, y si hay que regañarle, siempre lo hemos hecho desde el respeto que como ser vivo es, nunca le hemos pegado, si hace alguna travesura como comerse mis plantas, la llevo hasta ellas, y le enseño que eso no se hace, aunque entiendo que al no haber un jardín, los perros se purgan comiendo hierba que en casa no hay, por eso mi pobre palmera es la víctima de sus necesidades, pero por lo demás no podría pedir un mejor comportamiento de un ser tan sencillo, tan sumiso y cariñoso; espero que viva con nosotros toda su vida, y quizás cuando ella ya no esté me sea muy difícil sustituirla por otra, porque ella me ha dado mucho a cambio de tan poco.
 
Dios creo a los perros,en mi humilde opinión, para que fueran el gran compañero del ser humano, lástima que algunos no saben tratarlos o los utilizan para hacer peleas monstruosas, solo con el fin de ganar dinero, o por el afán sanguinario de ver como lo hacen,cuando hay una noticia de ese tipo, me gustaría que los encerraran para toda la vida, para que no volvieran a hacerle daño a un animal tan noble como es el perro.
 
Esa es mi linda Princesa,nuestra gran compañera.

 
 

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